dominicanos
Luis Castillo de los Marineros de Seattle lanza ante los Padres de San Diego en un juego de pretemporada, el 3 de marzo de 2024, en Peoria, Arizona. (Foto: AP/Lindsey Wasson)

Desde décadas recientes, Filadelfia es considerada como uno de los “hubs” de inmigrantes más activos de la costa este del país, en especial de asiáticos e hispanos. Entre estos últimos, la población dominicana ha experimentado un crecimiento sostenido durante 40 años, lo que la ha convertido en la segunda diáspora hispana más numerosa después de la puertorriqueña. 

Según el censo nacional de 2021, los dominicanos eran el segundo grupo más grande de extranjeros residentes en Pensilvania, con 81,192 personas censadas, superados solo por los nacidos en la India (98,153). Un informe de la Oficina Nacional del Censo de julio de 2023 indica que los hispanos conforman el 19.1 % de la población nacional, y Pensilvania es uno de los 13 estados con más de un millón de residentes hispanos (1.3 millones). 

El Pew Center revela que en la actualidad viven en Estados Unidos alrededor de 2,400,000 de dominicanos, y los cinco estados con mayor concentración son Nueva York, Nueva Jersey, Florida, Massachusetts y Pensilvania. Si bien a escala general se desempeñan principalmente en actividades comerciales, también han destacado en la música, la actuación y los deportes. 

La inmigración dominicana a Estados Unidos experimentó un notable crecimiento en las décadas de 1960 y 1970. Tras la muerte del dictador Rafael Leónidas Trujillo, se flexibilizaron las restricciones de salida del país caribeño, lo que impulsó la migración. Muchos de los primeros dominicanos en llegar a Nueva York provenían de Santo Domingo y el Cibao, y poseían gran experiencia en la producción agrícola y el manejo de alimentos. Esto les facilitó insertarse en el nicho de las bodegas, pequeños comercios de barrio donde se puede comprar, prácticamente, “de todo”. 

Años después, comenzó un proceso de desplazamiento hacia Nueva Jersey, y desde allí hacia Filadelfia. Esta ciudad les brindó un ambiente menos costoso que la Gran Manzana y mayores oportunidades para abrir negocios y prosperar. De esta manera, los dominicanos iniciaron la compra de bodegas a los coreanos, quienes a su vez las habían adquirido de los puertorriqueños en una época en que muchas quebraron debido a la aparición de los grandes supermercados. 

A escala nacional, muchos dominicanos e hijos de dominicanos se han destacado, sobre todo en el mundo del arte y del espectáculo. Entre ellos se encuentran: Zoe Saldaña, Michelle Rodríguez, Prince Royce, Romeo Santos, nuestra artista local Giselle Tavera, y celebridades deportivas como los beisbolistas Pedro Martínez, Sammy Sosa, Albert Pujols o Alex Rodríguez. Hoy los peloteros dominicanos son los de mayor dominio entre los hispanos de la MLB. 

Con su creatividad, su amor al trabajo y sus ganas de progresar, y ayudados por las redes de apoyo y organizaciones hispanas que habían creado ya los puertorriqueños, poco a poco la nueva colonia dominicana empezó a dinamizar la economía del corredor comercial de la zona norte de Filadelfia. Abrieron no solo bodegas, sino también peluquerías y salones de belleza, restaurantes, bares, agencias de viajes, agencias de remesas y otros negocios que facilitaban la vida a los nuevos residentes al ponerles diversos servicios al alcance de la mano. 

Los dominicanos también han sobresalido en los sectores académicos, educativo, médico y de clínicas de salud mental. Han alcanzado posiciones políticas en alcaldías y parlamentos locales y estatales, y muchos han brillado en el activismo cívico, en la defensa de la igualdad y los derechos civiles y migratorios de sus conciudadanos. 

En el universo hispano de Filadelfia, la comunidad quisqueyana es parte esencial del dinamismo económico. Uno de los mayores representantes de la riqueza cultural es Franklin Medrano, y del ámbito político, Danilo Burgos. Polón Vásquez y Dante Sánchez formaron parte de la historia de la ciudad y dejaron un gran legado. 

Los dominicanos, con su dedicación y laboriosidad, han contribuido al enriquecimiento de la cultura hispana de la ciudad y han dinamizado la economía y el empleo; si bien su impacto se concentra principalmente en la zona norte, este se expande por toda la ciudad. 

Han hecho grandes aportaciones, como Victor Tejada y Pedro Rodriguez. Y aunque nos falta por cubrir más historias, en nuestras páginas hemos contado algunas, en particular, de mujeres que han marcado una diferencia en sus ámbitos, como Tiffany Tavarez, Yocasta Lora, Margarita David, Gabriela Gabriel Páez, Jarihanna Eustate, Jessica Núñez, Daisy Lara y, recientemente, Varsovia Fernández.  

En esta ocasión, como cierre de la celebración del Mes de la Historia de la Mujer, presentamos a una dominicana ejemplar, Enerolina Meléndez, una mujer entrañable para quien tenga la dicha de conocerla. Enhorabuena a ella y a toda la diáspora femenina dominicana que sigue tejiendo la historia de los Estados Unidos. 

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