Cherelle Parker, la recién juramentada alcaldesa número 100 de Filadelfia, a la izquierda, y la nueva presidenta del Concejo Municipal de Filadelfia, Kenyatta Johnson, a la derecha, levantan la mano juntas a la audiencia durante su ceremonia de inauguración, el martes 2 de enero de 2024, en el Met de Filadelfia. (Alejandro A. Alvarez/The Inquirer via AP)

Cherelle Parker prestó juramento públicamente como la alcaldesa número 100 de Filadelfia

Este martes Cherelle Parker, quien ha ocupado cargos locales y estatales y se involucró por primera vez en la política cuando era adolescente, juró públicamente su cargo, como la alcaldesa número 100 de Filadelfia, convirtiéndose en la primera mujer en hacerlo.

Parker se desempeñó durante 10 años como representante estatal del noroeste de Filadelfia antes de su elección al Concejo Municipal en 2015. Dijo que era una líder cuya experiencia en el gobierno le permitiría abordar los enormes problemas de la ciudad.

La demócrata de 51 años con décadas de experiencia política tomó el mando de la sexta ciudad más grande del país, en una larga ceremonia llena de música de alabanzas y agradecimientos, en el histórico Met de Filadelfia, ante unas 1000 personas invitadas.

Parker es la sucesora del alcalde demócrata Jim Kenney, quien declarara haber votado por ella.

«Según todas las estadísticas imaginables, se supone que no debería estar aquí hoy», dijo Parker a sus partidarios reunidos para su discurso de aproximadamente una hora. «Yo, Cherelle Parker, era una niña que la mayoría de la gente pensaba que nunca tendría éxito. Y casi me hicieron pensar lo mismo».

Rodeada de familiares, amigos, exalcaldes y actuales legisladores y funcionarios estadounidenses y estatales, Parker se hizo eco de su promesa de campaña: hacer de Filadelfia la «ciudad grande más segura, limpia y verde de la nación, que brindará acceso a oportunidades económicas para todos».

Parker ganó las primarias de mayo, en la concurrida carrera por la alcaldía, como la única candidata negra, y se alzó con una victoria en noviembre en la ciudad fuertemente demócrata, ante su contrincante republicano David Oh.

El mensaje apasionado de Parker resonó entre los votantes preocupados por la seguridad pública, y por los problemas de calidad de vida, desde el alumbrado público defectuoso hasta los baches y la recolección de basura.

Parker también hizo énfasis en la creación de una fuerza policial bien capacitada que esté comprometida con la comunidad, y los tratamientos para la salud mental y el apoyo conductual.

Prometió no rehuir las decisiones difíciles, reconociendo que escuchó críticas en la campaña electoral de que carecía de compasión para lidiar con la adicción.

«Vamos a tener un enfoque basado en datos y en la investigación que es elaborada por los mejores profesionales de la aplicación de la ley y la salud pública que podamos encontrar», dijo. «Pero quiero que sepan que no todo el mundo va a estar contento cuando tomemos estas decisiones.

En sus primeros 100 días se incluye un plan para aumentar el número de policías de Filadelfia en las calles, actuando «como guardianes y no como guerreros», dijo. También declaró una emergencia de seguridad pública para dirigir recursos a los vecindarios, observando el crimen, la violencia armada y la adicción.

Otra de las ordenes ejecutivas que firmó, fue para eliminar algunas barreras para los empleos de la ciudad, como los requisitos de título universitario. También anunció sus intenciones de mantener abiertos los edificios escolares por más tiempo; revisar los planes de vivienda de la ciudad para comprender mejor el desarrollo de propiedades de la ciudad, y dar un paso a viviendas más asequibles; reducir la burocracia para hacer negocios en la ciudad; y un nuevo enfoque para resolver los problemas de la ciudad con los vertidos de basura, los coches abandonados y los baches.

«Esta oportunidad de cumplir de manera significativa para la ciudad de Filadelfia, no solo para los próximos cuatro años, sino para el trabajo que hacemos ahora, debería ser una base para el futuro», dijo. » Estoy hablando de pasos transformadores audaces, que cuando las personas salgan de sus casas, puedan tocar, ver y sentir los resultados de nuestro trabajo. Si no lo ven, es culpa nuestra».

El mismo día, al otro lado del estado, en el condado de Allegheny, donde se encuentra la segunda ciudad más grande del estado, Pittsburgh, Sara Innamorato prestó juramento como ejecutiva del condado. Innamorato es también la primera mujer en ocupar el cargo y, bromeó, quizás la primera con tatuajes. Ganó con una campaña progresista, imaginando una ciudad verde y sostenible que sea «hecha y dirigida por los sindicatos», al tiempo que aborda con compasión los problemas de la pobreza, la delincuencia y la adicción.

Vestida completamente de blanco, un guiño a las sufragistas, prometió: «En mi administración, las prioridades de la comunidad serán las prioridades del condado».

La realidad es que, dijo a sus partidarios, hay personas en el condado que viven experiencias muy diferentes.

«En demasiados casos, esas diferencias se derivan de deficiencias en nuestro enfoque de la economía, los servicios sociales y la justicia», dijo. «Ahora no tenemos que avergonzarnos de estos hechos y de dónde nos quedamos cortos, pero sí tenemos que reconocerlo. Tenemos que sentirnos cómodos identificando las injusticias, nombrándolas y comprendiéndolas, porque solo así podremos erradicarlas, reparar nuestros cimientos y reconstruir sobre bases más sólidas».

Redacción de Impacto con información de AP

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