Varias encuestas señalan a que los votantes hispanos se están inclinando por opciones independientes de cara a las elecciones de 2024.

Varios estudios señalan que en 2060, 1 de cada 4 votantes estadounidenses será de origen latino, lo que abriría la puerta a que ambos partidos implementen estrategias a largo plazo para cautivar el voto de este segmento de población.

Desde hace varios años, las encuestas señalan que el voto latino cada vez tiene más relevancia en Estados Unidos.

Una de las razones es que, demográficamente, es un segmento poblacional que tiene una presencia mayor debido a su crecimiento generacional. Una proyección de la Oficina del Censo de Estados Unidos señala que para 2060, 1 de cada 4 estadounidenses será de origen latino, lo que confirmaría su influencia en el panorama electoral.

Sin embargo, expertos en comunicación política insisten en que no hay que tratar a los latinos como un grupo monolítico, porque, al igual que pasa con otros segmentos poblaciones, aquí también se dan diferencias ideológicas marcadas por sus preocupaciones.

Una encuesta de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés), señala que el 52,9 % de los votantes hispanos cree que el país se está moviendo en la dirección incorrecta. Sus mayores preocupaciones son la inflación, la economía y la inmigración. De los encuestados, el 19,8% identificó la inflación como un problema clave, con un 16,6 % considerando la economía como una preocupación principal y un 7,5 % diciendo que la inmigración, específicamente las fronteras abiertas, es la amenaza número uno a la seguridad del país, incluso mayor que el terrorismo.

La guía definitiva del voto hispano en los estados clave de EE. UU.

“Nuestra encuesta revela las diversas y cambiantes prioridades de los votantes hispanos en Estados Unidos, enfatizando su impacto crucial en la escena política”, explica Brian Fonseca, director del Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas de FIU en declaraciones recogidas por la Voz de América.

En ese sentido, señala que “cuestiones centrales como la atención sanitaria y la inmigración muestran un alejamiento de los puntos de vista partidistas tradicionales, lo que indica un panorama electoral más matizado a medida que nos acercamos a 2024”.

Sobre eso, considera que este panorama obligará, en cierta manera, a que las campañas de ambos partidos se enfoquen en estrategias “genuinas” para cautivar el voto latino.

“Este cambio exige políticas que representen y aborden genuinamente las necesidades únicas de este grupo demográfico clave, que podría redefinir significativamente las estrategias políticas en futuras elecciones”, recalca.

Aumenta la afiliación no partidista entre los hispanos

Aunque la mayoría de los hispanos siguen registrados como demócratas, el respaldo al partido está disminuyendo, según los resultados de la Encuesta Anual de Opinión Pública Hispana, respaldada por FIU. De hecho, muchos hispanos están empezando a optar por no afiliarse a ningún partido político y esta tendencia podría tener un mayor impacto en los demócratas, según los estudiosos en ciencias políticas que han llevado a cabo estos pronósticos.

«Los demócratas siempre han dado por sentado a los hispanos, y ahora es un problema porque esta encuesta te dice que no pueden seguir haciéndolo», dice Eduardo Gamarra, director del Foro de Opinión Pública Latina en FIU, además de profesor de ciencias políticas en la misma institución educativa.

Pero eso no quiere decir que, necesariamente, los hispanos hayan inclinado la balanza hacia las opciones más conservadoras, ya que, de acuerdo con estos datos, los hispanos encuestados muestran un apoyo poco entusiasta para los eventuales candidatos de ambos partidos en las elecciones presidenciales de EE. UU. de 2024.

El voto latino, en datos

El Foro de Opinión Pública Latina del Instituto de Políticas Públicas de FIU acaba de publicar una encuesta realizada a 1.221 hispanos seleccionados aleatoriamente entre votantes registrados en los 22 estados de EEUU con la mayor concentración de hispanos, según la Oficina del Censo.

La mayoría de los encuestados no quieren ni al presidente Joe Biden -que opta a la reelección – ni al ex presidente Donald Trump -el favorito según las encuestas entre los candidatos republicanos- en la boleta electoral de 2024. Cuando se les preguntó si alguno de los dos debería postularse para presidente, el 45 % de los votantes encuestados dijo que no creen que Biden debería postularse para presidente, mientras que el 57 % dijo que no quieren ver a Trump en la boleta.

El respaldo a Biden habría disminuido en un 14 %, de un 67 % en 2020 a un 53 % hoy. Mientras que Trump, aunque sigue siendo una opción “impopular entre los hispanos”, habría incrementado el respaldo entre este segmento de población del 29 % al 33 %.

Las opciones independientes

Los resultados de la encuesta demuestran una creciente fuerza independiente entre los votantes registrados dentro de la comunidad hispana en todo Estados Unidos. Los expertos politólogos señalan a la “insatisfacción” con los actuales partidos lo que les ha llevado a “optar por no afiliarse a ningún partido, centrándose más en el candidato como individuo y eligiendo al candidato que mejor refleje sus valores personales y priorice sus preocupaciones políticas”.

Mayor esfuerzo para cautivar el voto latino

Con todo, señalan que a medida que la población latina tiene mayor impacto en las elecciones presidenciales, eso hará que los partidos destinen más recursos para realizar campañas más estratégicas y concretas al respecto. Todo con un único objetivo: cautivar el voto latino.

“A medida que las comunidades hispanas en Estados Unidos comiencen a mostrar su fuerza política en la política presidencial, será beneficioso para ambos partidos principales invertir más tiempo, esfuerzo y recursos en estas comunidades”, dice Carlos Díaz-Rosillo, director del Adam Centro Smith para la Libertad Económica de FIU y ex asesor del expresidente Donald Trump.

Con todo, también señala que “la encuesta deja claro lo que sucede cuando un partido consistentemente da por sentado el apoyo de los hispanos, y es que ese apoyo se erosiona”. En esa línea, señala que si “no se realizan inversiones sostenidas y a largo plazo en los latinos, el apoyo acaba siendo episódico”.

“El camino hacia la Casa Blanca, cada vez con mayor intensidad pasa por el voto hispano y esa es una realidad que las campañas presidenciales ya no pueden ignorar”, apunta Díaz-Rosillo al respecto.

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