Philadelphia PA. 05/30/ 2020. Photo Ada Trillo for Impacto

Filadelfia, PA- Llegó la hora de reconocer que los afroamericanos y los hispanos comienzan a rebelarse contra las fuerzas del poder que han estado atacando a nuestra comunidad, mientras se espera que sigamos permaneciendo pasivos. Es hora de tomarse un momento para ser sincero y claro sobre lo que todos sabemos que sucede en nuestro país.

Sabemos distinguir cuando la muerte de un hombre negro o moreno es un asesinato a manos de un policía.

Sabemos que la bandera de los estados del sur (Dixe) es una de traidores antiamericanos y proesclavistas.

Sabemos que todo aquel que disculpa asesinos y traidores fomenta su poder

Sabemos que sacan provecho de nuestro trabajo, que nos llaman «esenciales» en tiempos de crisis; pero que hemos venido siendo los siervos modernos.

Sabemos que nuestras escuelas no reciben fondos suficientes para que nuestros hijos puedan recibir una buena educación, con el fin de que no puedan competir con los que reciben una educación aventajada.

Sabemos que la tasa de mortalidad por el coronavirus es más alta entre las personas negras y morenas en todas las ciudades de los Estados Unidos, debido a que los blancos tienen una mejor nutrición, mejor atención médica, y mejores empleos -a menudo conseguidos a través de redes familiares y sociales- y que les permite trabajar desde casa.

Queremos todos los beneficios del pacto social que nos promete la Constitución y la Declaración de Derechos, que la élite del poder y la clase política de este país no nos ha podido proporcionar constantemente.

Nosotros, los oprimidos y sistemáticamente perjudicados por las desventajas, no somos tan ingenuos e inconscientes como creen los ricos y poderosos. Se supone que nuestro pacto social garantiza que cuando se trabaja, se participa y se contribuye a la sociedad civil, nuestros hijos e hijas son protegidos

Nuestro «liderazgo» político le decimos que nos ha fallado. Permite que los racistas enloquecidos se manifiesten públicamente con armas y banderas Dixie, mientras exonera a los asesinos. Nos niega la atención médica, por lo que cuando brota una enfermedad mortal, morimos en mayor número. Al mismo tiempo de que estamos sufriendo y muriendo más que el resto en Estados Unidos, nos llamas «esenciales», y confías en nosotros para que mantengamos proveyendo los alimentos a tu mesa, pero no nos proteges de más daños.

Los asesinos deben ser arrestados y encarcelados.

Los traidores y los racistas deben llamarse traidores y racistas.

Sus alentadores deben ser removidos del liderazgo.

Los distritos escolares de bajos ingresos deben ser financiados a la par de los distritos mejor financiados en todos sus estados.

Se debe proporcionar atención médica universal de alta calidad a todos los estadounidenses.

Que todo trabajo tenga un salario digno

Que las personas extremadamente ricas como Jeff Bezos y las compañías como Amazon paguen impuestos justos.

Queremos ser dueños de las compañías que han sido rescatadas con nuestros impuestos.

Queremos protección de las empresas de tecnología que se entrometen en nuestras vidas y en nuestra privacidad, aprovechando nuestros datos para manipularnos con el pretexto de que nos están ayudando.

En los próximos meses, encontraremos formas de responder.

Hay divisiones profundas en nuestra nación, y debemos exponer las verdades horrendas que nos impiden crear una sociedad pacífica y próspera para todos. Por ahora hemos comenzado nombrando la verdad sobre nuestras condiciones y llamando las cosas por su nombre e indicando a las personas lo que son: Asesinos – Racistas – Ladrones – Cómplices

Hemos permitido que la verdad sea ignorada por demasiado tiempo. Aquellos de ustedes que crean estas condiciones para su propio beneficio serán expuestos públicamente.

Nos organizaremos hasta que logremos el cambio necesario.

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