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La precandidata republicana a la presidencia y exembajadora de la ONU Nikki Haley camina en el escenario antes de una reunión pública en Fox News, en el centro de Columbia, Carolina del Sur, el domingo 18 de febrero de 2024. (Foto: AP/Chris Carlson)

Un puñado de votos podrá decidir las presidenciales de EE. UU.

Los resultados de las primarias de Míchigan señalan, a pesar de las victorias de Joe Biden y Donald Trump, que un puñado de votos puede hacer que cualquiera de los dos probables candidatos pierda las elecciones presidenciales, como ya ocurrió en 2016 y en 2020.

En las presidenciales de 2016, Hillary Clinton perdió Míchigan a manos de Trump por sólo 10.704 votos. Cuatro años después, Trump fue el derrotado en el estado y Míchigan fue para Biden por una diferencia de 154.188 votos.

Con el 99 % del escrutinio efectuado, el voto de protesta contra Biden en las primarias demócratas del pasado martes, por la ayuda de EE. UU a la contraofensiva de Israel en la Franja de Gaza, consiguió algo más de 101.000 votos, en torno al 13 % de las papeletas emitidas.

Los promotores del voto en blanco habían indicado que un 10 % de apoyo sería un triunfo para el movimiento.

Aunque Biden consiguió el 81,1 % de los votos el martes, los demócratas que castigaron a Biden, pueden ser la diferencia entre la victoria y la derrota en las presidenciales de noviembre.

Trump ganó Míchigan, pero con un margen más pequeño que Biden al conseguir el 68,2 % de los votos.

Su principal rival, la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU Nikki Haley, acumuló el 26,6 % del apoyo republicano, 294.817 votos. Y otro 3 % se decidió por una papeleta en blanco.

En total, más de 300.000 votos republicanos que pueden ser interpretados como un rechazo a Trump. Y, según algunos analistas, el controvertido empresario no debería contar con muchos de ellos en noviembre.

Estos resultados no cuestionan que Biden o Trump vayan a conseguir los suficientes delegados para hacerse con la nominación de sus respectivos partidos, sino que plantean, como escribió el miércoles la analista Amy Walter, «con qué seriedad tomarse el margen de oposición a sus candidaturas».

Nate Cohn, analista político de The New York Times, señaló que es evidente que lo sucedido en Míchigan es un grave problema para Biden. Tres de cada cuatro votantes en comunidades árabes del estado han rechazado al mandatario.

«Es una poderosa indicación de que la guerra de Gaza le supone graves riesgos políticos al presidente», escribió.

Rick Klein, analista de ABCNews, coincidió en que los votos demócratas en blanco y los conseguidos por Haley en la primaria republicana dejan a Biden y Trump vulnerables en las presidenciales.

El supermartes demostrará este próximo 5 de marzo si la brecha abierta en Míchigan es un problema local o nacional.

De momento, el movimiento progresista Our Revolution, uno de los que promovió el voto en blanco en Míchigan, ha lanzado una seria advertencia a Biden.

Our Revolution va a movilizar a sus ocho millones de partidarios en todo el país «para que sus voces se escuchen».

Su mensaje, según su director ejecutivo, Joseph Geevarghese, es claro: «Cambie el rumbo ya en Gaza o se arriesga a alienar bloques clave de votantes que necesitará para derrotar a Trump». Sin embargo, ese poder no lo tiene Biden, quien se sigue confrontando con la negativa de Netanyahu.

La congresista demócrata por Míchigan Rashida Tlaib (la primera mujer palestino-americana que ha sido elegida para el Congreso) cree que el presidente no los ha está escuchando. “Escuche a las familias que han sido afectadas de forma directa, pero también escuche a la mayoría de los estadounidenses que están diciendo: basta», dijo tras depositar su voto.

La pregunta al aire es si una eventual presidencia de Trump, quien históricamente ha sido más cercano a Netanyahu que Biden, no le hubiera dado hasta más apoyo a Israel en su guerra contra Hamas.

Míchigan no es el único estado que puede ir en una u otra dirección en las presidenciales.

En 2020, Biden ganó Arizona por algo más de 10.457 votos, Georgia por 11.779, Wisconsin por unos 20.682 y Pensilvania por 81.660. Estados que tanto Biden como Trump necesitarán si quieren alzarse con la victoria en noviembre.

Con información de Julio César Rivas para VOA.

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