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Dos de cada tres blancos (66 %) afirman que la diversidad racial y las buenas relaciones entre los distintos grupos étnicos son elementos positivos para Estados Unidos, aunque ahora sienten «menos optimismo» sobre el progreso alcanzado, revela una encuesta nacional publicada el 9 de febrero por LifeWay Research.

Según el sondeo, poco más de la mitad de los blancos (54 %) sostiene que las tensiones raciales «empeoraron» durante la presidencia de Donald Trump.

El estudio, del que participaron 1.200 personas de todo el país, se realizó antes de que se conociesen los resultados definitivos de las elecciones presidenciales de noviembre pasado y demuestra una importante reducción en la confianza de la población estadounidense sobre progreso en relaciones raciales en comparación con una encuesta similar hace seis años.

En 2014, tres de cada cuatro encuestados (sin importar su raza o etnicidad), o el 74 %, dijeron que se había alcanzado un «notable progreso» en mejorar las relaciones entre razas, pero esa cifra disminuyó a menos de la mitad (46 %) a finales de 2020, cuando se completó la encuesta.

Y aunque la encuesta de 2014 se basó en una metodología distinta a la de 2020, «a pesar de ello, el optimismo en las relaciones raciales ha disminuido más de lo que pensábamos», dijo Scott McConnell, director ejecutivo de LifeWay Research, al presentar el estudio.

Cabe la posibilidad, puntualizó McConnell, que los sentimientos sobre relaciones raciales no hayan cambiado durante los últimos seis años, sino que en 2020 «aumentó la honestidad» de las personas al expresarlos.

Esa posibilidad explicaría la marcada disminución del respaldo de los blancos a la diversidad racial en Estados Unidos, que en 2014 era del 85 % de los encuestados, contra el 66 % ya mencionado en la actualidad.

Entre los otros grupos, el 72 % de los negros y el 61 % de los hispanos sostienen que las tensiones raciales crecieron en los cuatro años de Trump como presidente, con ocho de cada diez miembros de esos grupos diciendo que «aún queda mucho por hacer» en cuanto a esas relaciones.

Entre los latinos, el 76 % cree que la diversidad es buena para el país y sólo el 50 % cree que esas tensiones afectan los lugares de encuentros comunitarios.

LifeWay Reseearch también mide las actitudes políticas y sociales de las congregaciones evangélicas en Estados Unidos y, en ese marco, encontró que, aunque 9 de cada 10 pastores (sin importar la etnicidad) afirman que es bueno contar con congregaciones diversas, una cifra similar indica que en sus iglesias predomina un solo grupo étnico.

Por eso, dijo McConnell, no resulta sorprendente que más de la cuarta parte de los jóvenes adultos de Estados Unidos consideren que las iglesias no realizan contribuciones significativas a favor de las relaciones raciales.

Pero esa situación, instó McConnell, debería revertirse al considerar que «quienes asisten a la iglesia más frecuentemente son más proclives a ver la diversidad como un beneficio para el país.»

Con información de EFE

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