Así como cuando ganó el presidente Trump se manifestaron protestas alrededor del mundo, en esta ocasión varias plazas en las principales capitales del mundo celebraron la llegada de Joe Biden y Kamala Harris, al liderazgo del país más influyente del planeta. Foto (EFE)

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, felicitó al presidente electo de Esatdos Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, por su victoria en las elecciones presidenciales estadounidenses poco después de que las principales cadenas de televisión declarasen al candidato demócrata el próximo presidente del país.

La felicitación de Trudeau se produce a pesar de que el presidente Donald Trump anunció que «Biden se está apresurando para presentarse de forma falsa como el ganador» y que acudirá a los tribunales para tratar de anular miles de votos que han permitido al candidato demócrata hacerse con estados como Pensilvania.

Trudeau declaró en un comunicado que «en representación del Gobierno de Canadá, felicito a Joe Biden y Kamala Harris en su elección como el próximo presidente y vicepresidenta de Estados Unidos».

El presidente electo estadounidense, Joe Biden, describió este como «obsequiosa y enérgica» la bienvenida que ha recibido de los aliados tradicionales del país en Europa y Canadá, y pronosticó que Estados Unidos será «respetado» de nuevo.

«Antes que nada, les estoy dejando saber que Estados Unidos ha vuelto. Vamos a meternos de nuevo en el juego. Ya no es Estados Unidos solo», dijo Biden en su primera rueda de prensa como presidente electo, en una referencia al aislacionismo del mandatario saliente, Donald Trump.

«Estoy seguro de que vamos a poder situar a Estados Unidos de nuevo en el lugar de respeto que tenía antes», añadió.

Biden describía así el contenido de las conversaciones telefónicas con líderes de varios países del mundo, tras apuntar que aún tiene muchas llamadas por contestar a otros dirigentes.

«La respuesta (de esos líderes a mi victoria electoral) ha sido obsequiosa y energética», aseguró.

En concreto, Biden conversó este martes con la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson, y su homólogo irlandés, Micheál Martin.

El primer líder de otro país que habló con Biden para felicitarle por su victoria fue el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con quien conversó el lunes; y el presidente electo aseguró que había hablado con un sexto dirigente, sin identificarle.

El hecho de que los primeros contactos se concentraran en Europa y Canadá es una señal de la importancia que Biden concede a la reconstrucción de la relación con esos aliados tradicionales de Estados Unidos, con los que los lazos se han debilitado bajo la Presidencia de Trump.

El número de países que todavía no han reconocido a Biden se ha ido reduciendo, pero incluye aún a las dos principales potencias de Latinoamérica -México y Brasil- además de a Rusia y a China.

Otros líderes de países que han mantenido una buena relación con Trump -como el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan- han decidido felicitar también a Biden tras un silencio inicial.

La negativa de Trump a reconocer los resultados ha generado una situación incómoda para los encargados de la diplomacia con Estados Unidos, sobre todo después de que el actual secretario de Estado, Mike Pompeo, se pusiera del lado del presidente saliente.

«Habrá una transición suave hacia una segunda Administración Trump», dijo Pompeo este martes, en tono desafiante, durante una rueda de prensa.

En sus contactos de este martes con líderes europeos, Biden expresó su deseo de «cooperar en una agenda compartida con la Unión Europea» (UE), que incluya la contención de la pandemia, la recuperación económica global y la lucha contra la crisis climática, según un comunicado de su oficina.

«El presidente electo expresó su interés en reforzar los lazos bilaterales y transatlánticos, a través de la OTAN y la UE», y en cooperar con Francia y otros aliados para hacer frente al programa nuclear de Irán y los conflictos en Siria o Ucrania, agrega ese comunicado.

El recuento de los daños

Con el lema “Estados Unidos primero”, Trump se alejó de sus alidados pero ha protagonizado un histórico acercamiento con Corea del Norte que lleva más de un año estancado y ha convertido a China en su peor enemigo, con una guerra comercial.

Su ascenso al poder fue una reacción al mandato del expresidente Barack Obama, al que Trump dirigió ataques racistas desde 2011 y cuyo legado se ha esforzado en destruir desde la Casa Blanca, al retirarse del acuerdo nuclear con Irán y del pacto de París sobre el clima, además de congelar el deshielo con Cuba.

Contruyendo muros

En Su otra promesa estrella, la construcción del muro en la frontera con México, la ha cumplido parcialmente: ha conseguido erigir casi 640 kilómetros (400 millas) de barrera, aunque la gran mayoría reemplazaba una valla que ya existía; y no hay señal de que el país vecino vaya a sufragar los costos, como aseguró Trump.

Mientras tanto el gobierno de Trump se desmorona

La cúpula civil del Pentágono dimitió después de que Trump, echara de manera fulminante al secretario de Defensa, Mark Esper, quien este verano se opuso a enviar unidades militares para sofocar los disturbios raciales.

Según un comunicado del Pentágono, los altos cargos que han presentado su renuncia son el subsecretario en funciones de Defensa para Política, James Anderson; el subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad, Joseph Kernan, y la jefa de Gabinete de la Secretaría de Defensa, Jen Stewart.

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