Bad Bunny
El cantante y compositor, Bad Bunny, firmando autógrafos durante el evento “Bonita Tradición” este viernes, en Vega Baja (Puerto Rico). (Foto: EFE)

Con el lanzamiento de su álbum más reciente, Benito Antonio Martínez Ocasio, también conocido como Bad Bunny, muestra su amor por su herencia y envía un mensaje claro de que los puertorriqueños son un pueblo único y resistente.

Mientras Martínez Ocasio lanza su sexto álbum producido en estudio, su mensaje no puede ser más conciso: «Puerto Rico se respeta». El álbum se adentra en una sección transversal diversa de la música puertorriqueña al tiempo que cuenta historias conmovedoras de migración, gentrificación, adversidad y cultura.

La lista de temas incluye algunas canciones conocidas lanzadas a fines de 2024, al tiempo que incorpora otras nuevas, que están destinadas a convertirse en clásicos entre la comunidad puertorriqueña y latina en general. Martínez Ocasio ilustra una narrativa intencional sobre la gentrificación en las islas de Puerto Rico con el cortometraje de adelanto del álbum, que presenta a Jacobo Morales y un personaje animado ficticio llamado Poncho, una especie de sapo puertorriqueño en peligro de extinción, para hacer hincapié en la situación precaria que sienten muchos residentes de la isla con las presiones de un gobierno fallido, incapaz de proporcionar salud, educación e incluso energía eléctrica para su gente.

El filme de doce minutos muestra un Puerto Rico donde los puertorriqueños se sienten mal recibidos en su tierra natal y no pueden pagar necesidades básicas como la comida debido a la invasión de colonos estadounidenses. Si bien, la descripción de Martínez Ocasio puede parecer hiperbólica, muchos residentes del archipiélago están sintiendo la inmensa presión del aumento de los valores en las propiedades, la privatización y la falta de inversión pública.

En uno de los temas más poéticos del álbum titulado «Lo que le paso a Hawaii» Martínez Ocasio personifica a Puerto Rico y Hawaii como culturas atrapadas en el colonialismo. En la canción, le ruega a Puerto Rico que no permita la anexión y privatización de sus recursos naturales como sus ríos y playas. También destaca el gobierno increíblemente corrupto de Puerto Rico (liderado actualmente por Jennifer González Colón) como un factor importante para un éxodo masivo a los Estados Unidos continentales debido a la incapacidad de brindar los servicios públicos antes mencionados, necesarios para mantener cualquier sociedad.

El álbum también aprovecha las disciplinas musicales clave de la cultura puertorriqueña en las que Martínez Ocasio no ha profundizado abiertamente, como la bomba, la plena y la salsa, al tiempo que resucita ritmos familiares de reggaetón que los millennials que crecieron a fines de los 90 y principios de los 2000 no solo reconocerían, sino que adoptarían con facilidad.

En general, el álbum es realmente una carta de amor no solo a la música puertorriqueña, sino al pueblo de Puerto Rico y su diáspora en general. Tiene un mensaje que está ingeniosamente sintetizado y claro con sus objetivos.

Principalmente, Puerto Rico es único, su gente es resistente y no seremos reemplazados.

El original se publicó en The Inquirer el pasado 16 de enero.

*Rafael Álvarez Febo es vicepresidente de Promoción y Desarrollo Comunitario de Esperanza.

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