¿Qué ha pasado con la cortesía y la civilidad?

Civilidad es: Comportamiento de la persona que cumple con sus deberes de ciudadano, respeta las leyes y contribuye así al funcionamiento correcto de la sociedad y al bienestar de los demás miembros de la comunidad. Sinónimo de civismo… Real Academia Española.Todos los días somos testigos de cómo la civilidad va en declive, especialmente con los motines disfrazados de protestas. Hay un gran número de estadísticas que presentan la preocupación del pueblo sobre la falta de modales, de moralidad y de civilidad. “The Pew Charitable Trust”, por sus siglas en inglés, reportó y citó: “El 79% de la población opina que la falta de civilidad, respeto y cortesía es un problema serio”.                                                                                  

Este año, 2020, ha cambiado la noción del tiempo y nos ha robado la tranquilidad. La verdad es que la Pandemia y las corrientes políticas nos han hecho más difícil la vida y han aumentado el estrés de vivir. La presión bajo la que estamos hoy día hace más difícil practicar la cortesía, la civilidad. El remedio para bajar esta presión está en la práctica de los buenos modales, estos nos permiten enfrentar el futuro con la frente en alto, con integridad; nos ayudan a comprender y a respetar a todos, no importa lo diferente que sea la apariencia, creencias y tradiciones de la persona. Igualmente nos ayudan en nuestra vida familiar, en nuestra vida social y con el ejercicio de nuestro civismo.

Para mí, los buenos modales son como una especie de pega mágica que mantiene la sociedad unida y fomentan la unión familiar. No hay duda de que la vida siempre ha sido complicada, pero hoy día la complejidad se ha sobre triplicado, especialmente con la tecnología que no deja de crecer a pasos agigantados.

La enseñanza de los buenos modales parece haber desaparecido, pero la realidad es que se han adaptado de acuerdo con las circunstancias particulares que una persona enfrenta y a las expectativas de quienes le rodean, siguen siendo una combinación de sentido común, generosidad de espíritu y reglas específicas apoyadas en la honestidad, el respeto y la consideración.

¿Le preocupa la pérdida de la cortesía y la civilidad? Yo aprendí en mi casa que la cortesía es contagiosa y el respeto tiene siempre que estar activo. Esta es la Regla de Oro, “Trata a los demás como quieres ser tratado”. Para mí la cortesía y el respeto son como dos amantes que siempre van de mano por la vida.

Si a usted le preocupa la pérdida de la cortesía y la civilidad, entonces, haga la promesa de practicar los buenos modales a cada segundo y seguir el credo de la Regla de Oro.

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