
Cada 5 de julio desde hace varios años, se celebra también en Filadelfia el Día de la Independencia de Venezuela, una fecha para honrar el espíritu de lucha de quienes, como Harianned Chaurel, han sabido reconstruir sus vidas lejos de casa.
Mucho más que una migrante, Harianned es hoy una líder, servidora pública e impulsora de comunidad en Filadelfia. Cuando pisó por primera vez el centro de la ciudad, lo hizo con ilusiones e incertidumbre; años después, regresaría al imponente City Hall como trabajadora de la Alcaldía. Su historia, recientemente compartida en Charlas de Impacto, es profundamente personal y a la vez representativa del camino de miles de personas que han migrado forzosamente desde Venezuela.
Una historia de desarraigo, reinvención y liderazgo que demuestra que incluso en medio de la incertidumbre es posible sembrar un futuro próspero.

Un viaje sin mapa, pero con propósito
Harianned llegó a Estados Unidos en 2017, poco después de una de las más fuertes oleadas de protestas en Venezuela. Dejó atrás su hogar, su familia y una carrera en periodismo y producción de eventos, en busca de seguridad y estabilidad.
Su primer destino fue Kennett Square, un pequeño pueblo en el sur de Pensilvania. Sin embargo, desde la primera vez que visitó Filadelfia, supo que su camino debía continuar allí.
“Filadelfia me eligió”, expresó. “La primera vez que vi el City Hall, sentí una conexión inmediata. No era solo una ciudad: era un lugar donde podía comenzar de nuevo”.

De migrante a servidora pública
Formada en Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela y con dominio del inglés, Harianned empezó a vincularse al ámbito público en Estados Unidos. Inicialmente trabajó en la organización de eventos con un concejal local, hasta que, tras cambios en la Administración municipal, se integró a la Oficina de la Representante y Eventos Especiales del gobierno de Filadelfia.
Hoy se desempeña como especialista en eventos y comunicaciones, encargada de gestionar permisos para actividades públicas, coordinar festivales y servir como nexo entre las instituciones y las comunidades diversas de la ciudad.
“Yo trabajo para toda la ciudad. El hecho de hablar español me permite apoyar también a quienes enfrentan barreras idiomáticas, pero mi responsabilidad va mucho más allá de eso”, explicó.
Harianned ha demostrado que la combinación de conocimiento técnico y sensibilidad cultural es una herramienta poderosa para servir a la comunidad de forma efectiva.

Una organización nacida en tiempos difíciles
Durante los meses más duros del confinamiento en 2020, sintió que hacía falta algo más que asistencia institucional: era necesario reconstruir lazos comunitarios. Así nació “Gente de Venezuela Philadelphia”, una organización creada junto a otras personas migrantes, con el objetivo de reconectar a quienes vivían el exilio en medio del aislamiento.
Cinco años después, el colectivo se ha consolidado como una plataforma activa de encuentro, formación y apoyo mutuo. A lo largo del año organizan eventos culturales, conferencias informativas sobre migración, asesorías sobre acceso a becas, y actividades recreativas para fortalecer el tejido social.
“Nos dimos cuenta de que no importa cuánto tengas. Siempre puedes compartir algo. Y eso que das, se multiplica”, expresó.
La organización también ha sido un espacio donde muchas personas han encontrado ayuda práctica —desde una prenda de abrigo hasta un techo temporal—, y, más importante aún, sentido de pertenencia.

Aunque la iniciativa comenzó con un enfoque venezolano, Gente de Venezuela Philadelphia ha ampliado sus alianzas con colectivos dominicanos, mexicanos, puertorriqueños y centroamericanos. Hoy, se han convertido en un referente de colaboración intercomunitaria.
“Nos hemos convertido en canales del alma”, afirmó. “La integración es el camino. Solo unidos podemos construir una comunidad latina fuerte y visible en los Estados Unidos”.
Filadelfia, ciudad históricamente marcada por la diversidad migrante, alberga hoy una población latina creciente, que representa más del 15 % de sus habitantes. Entre ellos, los venezolanos se han convertido en un grupo cada vez más presente, aunque aún sin representación diplomática formal ni datos censales actualizados.
La ciudad se prepara para una serie de eventos especiales en 2026, cuando se celebrará el 250 aniversario de la independencia de Estados Unidos. Como parte del equipo organizador de eventos, Harianned jugará un rol clave en la planificación y visibilidad de estas conmemoraciones históricas, donde se espera una participación destacada de las comunidades latinas.

Una historia con esperanza y dirección
Lo que Harianned ha logrado en menos de una década habla no solo de esfuerzo personal, sino de visión colectiva. Pasó de enfrentar los desafíos iniciales de la migración a consolidarse como una figura latina clave tanto como funcionaria publica, como en la vida comunitaria de la población migrante.

“No partimos de la nada, partimos desde la experiencia, el conocimiento y la cultura que llevamos con nosotros”, manifestó.
Desde las oficinas del City Hall hasta las calles del sur de Filadelfia, Harianned no solo encontró un lugar en esta ciudad: lo está transformando. Su historia es testimonio de que, con compromiso y propósito, es posible reconstruir desde las raíces lo que se creía perdido.