Evento de clausura de las pasantías de EHED en Esperanza. (Foto: Perla Lara)

El programa de Esperanza de pasantías de verano para jóvenes contra la violencia, con una duración de cinco semanas, fue un gran éxito. Participaron casi 50 estudiantes y todos fueron pagados. La pasantía consistió en dos grupos, uno aprendió sobre la justicia ambiental y cómo se relaciona con la salud y el bienestar públicos; y en el otro, los participantes fueron ubicados en un negocio de su interés donde aprendieron sobre emprendimiento, operaciones comerciales y administración.

Los estudiantes recibieron certificados enmarcados por la realización de la pasantía. Darlenys Melo (derecha), asociada de administración de corredores, aparece en la foto con Sophia Castañeda.

Los estudiantes del grupo ambiental se enfocaron en 4 pilares, que fueron limpieza, ecologización, refrigeración y organización comunitaria. Cada día, los estudiantes realizaron diferentes actividades, como revisión de árboles, jardinería comunitaria y limpieza de bloques. Además, los estudiantes asistieron a una fiesta en la cuadra organizada por el Distrito de Policía 25 y participaron en varias excursiones. Al final de cada día, los estudiantes recibieron preguntas informativas para ayudarlos a reflexionar sobre su día, y tuvieron la oportunidad de discutir sus pensamientos y perspectivas con sus compañeros. Científicos cívicos del laboratorio de investigación de la Universidad de Drexel visitaron Esperanza para que los estudiantes hicieran una ruta a pie y recopilaran datos sobre la calidad y la temperatura del aire en el vecindario de Hunting Park. Por último, varios oradores invitados vinieron a hablar con los estudiantes sobre diferentes oportunidades de carrera.

Esperanza está increíblemente orgullosa de los pasantes y quería reconocer su arduo trabajo entregando certificados a los estudiantes. Darlenys Melo (derecha), asociada de administración de corredores en Esperanza, aparece en la foto con Ashley Muñoz.

Los estudiantes del grupo de negocios tuvieron la oportunidad de trabajar en diferentes negocios de su interés dentro del corredor comercial de Esperanza. Los estudiantes fueron colocados en salones de belleza, tiendas de automóviles, restaurantes, farmacias y tiendas de comestibles. Interactuaron con los clientes e informaron al dueño de la tienda. Recibieron excelentes consejos de los dueños de negocios sobre cómo iniciar su propio negocio y todo el trabajo duro que se requiere; y también hicieron informes semanales, lo que les dio a los estudiantes tiempo para reflexionar sobre su semana y el progreso que lograron en los negocios.

Esperanza quiere celebrar los éxitos de los pasantes. En la foto, Julio De Jesus (izquierda) e Ivana González (derecha), la coordinadora de alcance comunitario de Esperanza.

El enfoque principal de esta pasantía fue hacer que los estudiantes fueran parte de iniciativas contra la violencia que promueven una comunidad más segura para que las familias vivan, crezcan y jueguen.

El equipo de Vivienda y Desarrollo Económico de Esperanza organizó una celebración final para reconocer el arduo trabajo de los pasantes. En la foto aparece Ivana Gonzalez (izquierda), Coordinadora de Alcance Comunitario con Jayson Justiniano (derecha).

La tasa de homicidios en Filadelfia continúa aumentando y es más alta que el año pasado.

Desiree Franco (izquierda), Ariana Leon, LeeAnni Williams y Daiyannah Brown (derecha) aparecen con sus certificados enmarcados y disfrutan de las festividades en la celebración final.

En 2021, hubo un año récord de homicidios en Filadelfia. Según la Oficina del Contralor de la Ciudad de Filadelfia, hasta la fecha ha habido 346 homicidios. La Oficina del Contralor tiene un mapa interactivo que presenta cada tiroteo fatal y no fatal en Filadelfia. El mapa sugiere que la violencia armada se concentra en el norte de Filadelfia. En concreto, en el barrio de Hunting Park y alrededores. Por lo tanto, era fundamental que los pasantes de Esperanza completaran un trabajo que disminuya la violencia en el vecindario. Por ejemplo, los pasantes participaron en los miércoles Libres de Residuos de Esperanza, que dedicaron todos los miércoles a la limpieza de bloques comunitarios. Fue importante que los estudiantes fueran parte de esta iniciativa porque los estudios han demostrado que recoger basura y escombros en vecindarios y lotes baldíos puede ayudar a disminuir la violencia. La violencia es una crisis de salud pública y debe tratarse como tal. El lugar donde vive una persona no debe dictar si está expuesta a la violencia.

Jayson Justiniano (izquierda) y Dianely Torres (derecha) disfrutan de la celebración.

Hay algunas poblaciones que experimentan más violencia que otras. Específicamente, los resultados de salud de una persona se ven influenciados en función del lugar donde vive, trabaja, juega y aprende. Las comunidades de color tienden a experimentar estas condiciones negativas y tienen un mayor riesgo de peores resultados de salud. Por lo tanto, la pasantía de verano para jóvenes que Esperanza organizó fue fundamental porque ayudó a abordar las condiciones subyacentes que afectan la salud y la calidad de vida. Además, es fundamental que las comunidades que experimentan un alto nivel de violencia cuenten con el apoyo de los líderes comunitarios para que se puedan desarrollar planes que aborden las condiciones sociales, económicas, estructurales y físicas que conducen a la violencia.

La celebración final fue muy interactiva. En concreto, a los alumnos se les encomendó una actividad que consistía en elaborar un mensaje contra la violencia. Aleema Freeman aparece en la foto con un mensaje que ella creó.

Esperanza está extremadamente orgullosa de sus pasantes que trabajan arduamente, ya que todos han trabajado increíblemente duro durante las últimas cinco semanas. Esperanza continuará trabajando con estudiantes y residentes de la comunidad para ayudar a aumentar los esfuerzos de prevención de la violencia.

 
Desiree Franco (izquierda), Julio De Jesús y Cristian Cabrera (derecha) aparecen en la celebración final de Esperanza. Desiree y Julio trabajaban en el programa ambiental y Cristian trabajaba en Marz Auto. Todos fueron excelentes estudiantes y siguen dedicados a mejorar la calidad de vida de la comunidad.

Jóvenes de impacto

El pasado 15 de agosto en un ambiente festivo, se reunieron cerca de 30 de los participantes de las pasantías sobre justicia ambiental y cómo se relaciona con la salud y el bienestar públicos; y sobre emprendimiento. Además de convivir, concursar y ganar algunos premios, y comer, los estudiantes recibieron un certificado, y algunos de quienes se destacaron durante la experiencia interdisciplinaria, compartieron sus experiencias.  Desiree, de origen dominicano, Julio boricua, y Cristian venezolano, tienen también en común que a pesar de haber nacido aquí, todos se expresan muy bien en español, y consideran que es muy útil ser bilingües. Los tres se sienten muy satisfechos con este programa, que además de darles una buena entrada económica, aprendieron mucho sobre su comunidad; en especial para Desiree dijo que fue una sorpresa ver como la gente esta interesada en participar en actividades para el bien común.

Algunos de los participantes ya hasta encontraron trabajo, y la mayoría cree que volverán el año próximo. Otros de los chicos que se destacaron durante las pasantías, fueron Glory Santos, Juan Santiago y Raimy Rodriguez.

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