Fotografía cedida por Philibros donde aparecen varios de sus responsables y voluntarios durante la presentación de su proyecto que consiste en llevar cajas de madera pintadas (donde usualmente llegan frutas a los negocios) llenas de libros en español a los negocios locales en Filadelfia, Pensilvania. (Foto: EFE/Philibros)

Un grupo de residentes del sur de Filadelfia ha llevado su amor por los libros y el español a otros miembros de su comunidad, dando vida a una librería muy particular para fomentar la lectura y conservar su idioma.

La idea para «Philibros», que comenzó su andadura por estos días, comenzó a forjarse hace un año como un concepto de librería muy diferente para esta comunidad de inmigrantes, en su mayoría mexicanos, que podrá tener acceso a libros en español al visitar los negocios locales.

«Es un proyecto comunitario y decidimos ponerle Philibros, primero porque estamos en Filaldefia y por ‘philis’ que es amor, amor por los libros (en griego philos signfica amor)», dijo a Efe Edgar Ramírez, quien propuso el proyecto, que consiste en llevar cajas con libros a los negocios para que el público los lleve a casa y los lea.

Fotografía cedida por Philibros donde aparecen Edgar Ramírez y Dulce Ramírez mientras posan con unos libros en español cerca de unas cajas de madera pintadas (donde usualmente llegan frutas a los negocios) llenas de libros para llevarlos a los negocios locales en Filadelfia, Pensilvania. (Foto: EFE/Philibros)

Indicó que tan pronto presentaron Philibros a la comunidad las personas comenzaron a donar libros, y los primeros fueron ya colocados en un restaurante de tacos y se preparan para llevar más cajas a otros negocios.

Estas cajas de madera (donde usualmente llegan frutas a los negocios) son previamente pintadas en colores brillantes y adornadas por artistas, madres y e hijos, y en cada una caben de 20 a 25 libros.

Cada caja lleva el nombre de quien la donó o de un latino que se ha destacado en Filadelfia. Por ejemplo, ya se ha colocado el nombre de María Huarte, la primera mexicana que hace 200 se mudó a esta zona, y el del médico mexicano José Castillo, que durante dos décadas brindó sus servicios a su comunidad y que murió en 2009, entre otros.

«En dos meses vamos a tener veinte cajas. La idea es que la persona tome un libro, lo lea» y lo devuelva para uso de otros residentes, señala Ramírez, quien siente una gran pasión por la lectura. Agrega que pese a que únicamente fue a la escuela primaria ha aprendido a valorar la lectura, que le ha abierto una ventana al conocimiento.

«Vamos a sugerir que sea un intercambio, que se lleve uno y done otro. No habrá registros ni monitoreo. En cada libro habrá información de cómo funciona este proceso», explicó este mexicano, que hace 15 años emigró del estado de Oaxaca.

Fotografía cedida por Philibros donde se muestran dos cajas de madera pintadas (donde usualmente llegan frutas a los negocios) llenas de libros que serán llevados a los negocios locales en Filadelfia, Pensilvania. (Foto: EFE/Philibros)

El grupo que ha dado vida a esta singular librería espera crear más adelante clubes de lectura para adultos, jóvenes y niños.

«El propósito fundamental es promover la lectura en español», insiste Ramírez, y agrega que ya cuentan con una editorial que ha donado libros y esperan que se sigan sumando.

La idea ha sido bien acogida por los negocios de la zona, que antes se conoció como el mercado italiano y que ahora es ocupada por unos 45 negocios mexicanos.

Philibros ya es promovida a través de la radio comunitaria que funciona por internet, Philatinos Radio, que también impulsó Ramírez hace ocho años con un grupo de voluntarios y que al principio funcionó desde su hogar.

Esta radio lleva a la comunidad música y programas sobre leyes, salud, psicología y otros de orientación a los residentes, además de que promueve el apoyo a los negocios locales y ahora también hablará sobre libros y entrevistará a autores, indicó.

Las iniciativas de la librería, que los promotores esperan extender a otras zonas de Filadelfia (Pensilvania), y la radio son apoyadas por un grupo que trabaja voluntariamente y que hace 12 años conformó Phililatinos con la función de promover «la cultura y el español para que nuestros hijos se sientan orgullosos de sus raíces».

Su próximo proyecto será promover el mercado mexicano, impactado por la crisis causada por la pandemia de covid-19, señaló Ramírez.

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