"La radio fue la que me permitió llegar y conectar con la gente" María Del Pilar Morales (Foto: Cortesía)

Una vida marcada por sacrificios, sin perder la fe en sí misma ni en lo que hoy se ha convertido en su gran vocación

María del Pilar Morales es la voz de la comunidad latina, especialmente de los puertorriqueños en Filadelfia, no solo porque vive para ayudar a los suyos, sino porque la gente la reconoce por su esfuerzo, dedicación y deseos genuinos de servir.

En una amena conversación, la mítica locutora radial María del Pilar abrió su corazón y se sinceró sobre sus inicios y el camino que la ha llevado a convertirse en la profesional que es hoy.

SUS INICIOS

Desde que vivía en su natal Naranjito, María ha demostrado su fortaleza y habilidad para expresarse con autenticidad.

María llegó hace 42 años a la región. “Ese cambio fue horrible. Irme de Puerto Rico, casada y con dos hijos fue muy difícil. Yo acababa de graduarme de Drama en la Universidad de Puerto Rico, de la mano del famoso director puertorriqueño Dean Zayas. Acá en Estados Unidos empecé a escuchar radio. Limpiaba casas y lo importante era trabajar para aportar en mi hogar”.

Aunque no tenía estudios formales en medios de comunicación, sus ganas de superarse siempre estuvieron presentes: “yo no estudié locución, pero estudiar drama me ayudó mucho en mi trabajo actual. Todo empezó con un conocido de la iglesia que me dijo que dejaría la radio y que estaban buscando una mujer. De New Jersey llegué directo a Filadelfia, bien vestida. Yo no sabía usar la consola de radio, porque había que poner música, hablar, ¡y hacer de todo! Me dieron el trabajo sin hacerme pruebas; solo fue una entrevista”.

Sin embargo, la historia no tuvo un comienzo fácil, ya que su esposo no quería que aceptara el trabajo porque implicaba muchas actividades nocturnas y, al ser madre, al final decidió no aceptarlo. Pero poco después su esposo tuvo un accidente, y fue a buscar el trabajo otra vez. Por extraña coincidencia, la locutora de la estación también sufrió un accidente en esos días, y la volvieron a llamar, y esta vez no desaprovechó la oportunidad. “Mi esposo me llevaba al trabajo con los niños pequeños, luego los dejaba en la escuela. Así nació mi programa matutino”.

(Foto: Crédito/Manuel Flores)

DESARROLLO PROFESIONAL

El pasado septiembre del 2024, María del Pilar cumplió 35 años al frente de los micrófonos, por lo que es una de las voces más reconocidas de la radio en la región. Cada mañana en La Mega, María del Pilar alegra, consuela, escucha a su gente.

Su carrera la comenzó en radio, luego siguió en televisión, animando discotecas y diferentes eventos dentro y fuera de Filadelfia. “La experiencia en política y actualidad la adquirí al integrarme a organizaciones y conocer más a fondo a nuestra comunidad. La radio me permitió conectar con el público y las mañanas cambiaron, no solo para mí sino también para ellos”.

La televisión llegó después, como una evolución natural de su contacto directo con las personas. Cuando Telemundo llegó a Filadelfia, aunque no tenían un programa local, el gerente quería conocerla. “Comenzamos con El Minuto Rojo en Al Rojo Vivo, con María Celeste Arrarás, luego vino un programa tipo magazín, con noticias de actualidad y la gente se identificaba conmigo. Por ejemplo, recuerdo el caso de una niña desaparecida en el que tuvimos cobertura nacional. Muchas historias de interés, pero al final, nada como el barrio, que es donde realmente se necesitan portavoces”.

“Desde que inicié mi carrera hasta ahora, casi no me lo creo. Y no quiero creérmelo, porque cuando uno se lo cree, deja de crecer. Siempre quiero buscar algo más. Desde el principio supe por instinto que esto era lo mío. Uno se despierta cada día sabiendo lo que quiere. Nunca perdí oportunidades. Me ofrecieron irme a otros lugares, pero nunca quise. Algo me ata aquí. La gente es la que te hace, te construye y también te puede destruir. Si no conectas con la gente no tienes nada”.

Como María es un referente de la comunidad hispana en Filadelfia, durante la pandemia tuvo la oportunidad de entrevistar a la entonces vicepresidenta Kamala Harris, y a pesar de que pocos comunicadores tuvieron esa oportunidad, la conductora sigue dando ejemplo de humildad.

“Ser presentadora de radio no es una competencia de quién habla mejor. Cuando conectas, el público te entrega su confianza y su vida. Para lograr eso, hay que ser humilde. No hay que creerse más que nadie”.

(Foto: Crédito/Manuel Flores)

MÁS ALLÁ DE LOS MICRÓFONOS

La responsabilidad, el compromiso, la credibilidad y la generosidad son valores que definen a esta matriarca del pueblo. Respecto a las nuevas generaciones, cree que se necesita más gente que quiera contar historias reales y encuentre soluciones. “No soy amiga del pesimismo ni de la gente tóxica. No todo el mundo puede hacer radio, aunque muchos quieran. Esto no es solo hablar, es tener propósito”.

Su sensibilidad al hablar de ciertos temas la ha hecho aún más cercana a la comunidad. “A la gente le gusta hablar de economía, pero hay quienes la están pasando muy mal. El tema de inmigración me parte el alma. Ver personas que deben esconderse sin haber hecho nada malo… solo buscan un futuro mejor. He recibido llamadas como: ‘María, no puedo ir al supermercado; mis hijos tienen miedo de ir a la escuela’. Eso me lo tomo personal. También hay mucha gente adulta viviendo sola, necesitando cariño, queriendo hablar, esperando ser escuchada. Hay que detenerse y escuchar”.

Aunque ama la radio, María quiere hacer más: “Quiero ayudar a otros a atreverse, porque siempre habrá espacio para quien lo haga bien. Mi clave es que simplemente soy yo. ¡Normal!”.

«Mi consejo para esos que están creando su camino es que para desarrollarlo tiene que prepararse, tocar puertas», dice María. (Foto: Cortesía)

AMANTE DE SUS RAÍCES PUERTORRIQUEÑAS

María dice que llegó sin malicia de su isla, pero ahora tiene experiencia. “No me arrepiento de nada. Mi padre me dio un consejo al comenzar: “Hija, ¿qué vas a hacer con la envidia?” En su momento no lo entendí, pero hoy sé lo que significa. Ya no permito humillaciones, y mucho menos hacia mi gente de Puerto Rico”.

“Por ser puertorriqueña me han cerrado puertas. Me han dicho: ‘Todo me gusta de ti, pero eres muy puertorriqueña’. Eso duele. Quiero contarle al mundo que mi isla es grande”.

La orgullosa boricua es una embajadora de su tierra, y aunque ella salió de Puerto Rico, la isla no salió de ella.

Como buena latina, la familia es primordial para ella, que tiene un linaje extendido grande con quien festejar. Este 10 de mayo celebrará el Día de las Madres con el Trío Renacer y música en vivo en el Cantinflas, para juntos agasajarse con esa gran comunidad que la ha visto crecer. Por todo esto y mucho más, María del Pilar es hoy nuestra “Vida de Impacto”.

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