Filadelfia, PA – En estos días de incertidumbre, aun no se pierde la esperanza, si bien hay falta de trabajo en varias industrias, se abren las oportunidades en otras. A pesar del aislamiento social, los argentinos tenemos una habilidad especial para sobrevivir las crisis.

Desde la inflación que afecto fuertemente a la Argentina en los años ’80, al default por la falta de pago de la deuda externa del país a principios del año 2000, a los ‘corralitos’ bancarios (prohibición de acceso a los fondos de cuentas bancarias), los argentinos, en su conciencia, están siempre preparados para enfrentar una nueva crisis económica y social. Pero «el coronavirus es diferente a cualquier crisis anterior», dice Pablo Ross de P Ross Painting, y agrega, «se nos cancelaron proyectos en residencias de familia». 

Los pequeños comerciantes argentinos locales, emprendedores de primera generación en la venta de productos y servicios, como la carpintería, plomería, pintura y construcción en general, deben aprender otras áreas del negocio como la financiera, legal, impuestos, etc. Muchas veces aprendemos a golpes, nos caemos y volvemos a levantarnos con más fuerza para no cometer el mismo error. La crisis nos pone a prueba, Pablo Ross comenta » la agencia de seguros de accidentes de trabajo nos negó un pedido de extensión o demora en el pago de la póliza». Varias compañías de seguro difieren dos a tres meses el pago, pero no es el caso para los comerciantes argentinos. Por último agrega: «la cadena de pagos se cortó y el capital de trabajo es más importante que nunca». 

Walter Jerome, de Malbec Argentine Steakhouse en el centro de Filadelfia, «el takeout y delivery pasaron a ser lo fundamental para poder seguir operando como restaurante. Hemos tenido que improvisar y adaptarnos a un nuevo sistema de ventas, unos de nuestros ejemplos es el de haber creado una plataforma para aceptar ordenes online, donde el cliente tiene la opción de pagarlas, así de esa forma evita contactos innecesarios». 

El sector de servicios es el que más se redujo en la comunidad argentina de Filadelfia. Walter Jerone agrega: «implementar un entrenamiento a nuestros empleados fue clave para reabrir el restaurante. Y los entrenamos diariamente para preservar su salud y la de nuestros clientes». 

La expectativa y la ansiedad por reabrir las actividades están atadas al aprendizaje de cómo adaptarse rápidamente a superar la crisis. Y los argentinos en actividades de primera necesidad son unos especialistas. El resto espera con expectativa las medidas a anunciarse el 4 de junio.

Dario Bellot es Fundador Argentinos en Filadelfia  

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