Casa de Venezuela

Una de las organizaciones culturales con mayor reconocimiento de la zona triestatal de Filadelfia está de fiesta.

La organización cultural y comunitaria dedicada a preservar y promover el patrimonio venezolano, Casa de Venezuela (CDV), anunció la apertura de su sede en las instalaciones de Billy Penn Studios, al norte de la ciudad.

En un comunicado señalan que este acontecimiento llega después de dos décadas de servicio dedicado a la comunidad venezolana en el área metropolitana de Filadelfia. “Nos propusimos como reto tener para los 20 años un pequeño lugar que sirviera de centro de acopio y reunión. Después de ver y probar en múltiples espacios de esto que llaman co-working spaces, seleccionamos el Billy Penn Studios porque tiene características únicas y en él hay varias pequeñas organizaciones, talleres de artistas, espacio de galería y, además, está en el Distrito 7, el que tiene mayor concentración de la comunidad latina”.

“Estoy agradecida por el trabajo de Casa De Venezuela para fortalecer las comunidades latinas y venezolanas en Filadelfia. Esta nueva ubicación física permitirá a esta gran organización ampliar sus esfuerzos de promover y preservar la cultura venezolana e invitar a más personas a participar en los programas y eventos que ofrecen. Me enorgullece que llamen hogar al Séptimo Distrito del Concejo y espero colaborar con ellos en esfuerzos para conectar a los residentes con los recursos necesarios”, señaló la concejala Quetcy Lozada.

«Estamos emocionados de anunciar la realización de un sueño que ha tardado 20 años en hacerse realidad», dijo Rossana Arteaga-Lopenza, vicepresidenta de Casa de Venezuela Philadelphia. «Contar con una ubicación física en el icónico edificio Billy Penn Studios representa un paso significativo para nuestra organización y la comunidad venezolana a la que servimos. Funcionará como centro de intercambio cultural, iniciativas educativas y compromiso comunitario».

Emilio Buitrago, cofundador de Casa de Venezuela, agregó que: «Juntos, esperamos crear experiencias significativas y forjar conexiones duraderas que celebren el espíritu vibrante de Venezuela”.

El anuncio también se compartió el 11 de mayo por esta organización durante la celebración de su 20. ° aniversario en el Gran Salón de Esperanza. El evento fue dedicado a más de 200 personas que han colaborado en múltiples facetas, desde eventos culturales y artísticos hasta ser miembros de diversos comités y de la junta. Luis Manuel Colmenares, presidente «pro tempore» de CDV, ofreció una panorámica de la evolución multifacética de la organización. Entre la música de Casa de Venezuela Ensemble y la degustación de comida típica venezolana también se entregaron reconocimientos especiales a miembros sobresalientes por parte de Dayana Meléndez y Liselotte Harrity.

La convivencia familiar y multigeneracional contó con la presencia del representante estatal Danilo Burgos y la concejala Rue Landau en representación de la concejala Quetcy Lozada, quienes se congratularon por los aportes de la organización y de los venezolanos en la región.

LOGROS

Entre los logros principales de CDV se encuentran brindar asistencia a los migrantes venezolanos en su proceso de adaptación e integración a la sociedad estadounidense, incluidos servicios sociales, asistencia local y apoyo en la búsqueda de empleo. Ha organizado campañas para recolectar y enviar donaciones a Venezuela.

Ha organizado una variedad de eventos culturales, como festivales, conciertos, exhibiciones de arte y ferias artesanales que ayudan a mantener vivas las tradiciones entre los venezolanos en el extranjero y educan al público en general sobre la riqueza cultural de ese país sudamericano.

Desde 2015 la organización se dedica al activismo, concienciación y defensa de los derechos humanos organizando y participando en protestas y manifestaciones. Junto con otras organizaciones han brindado ayuda a los indocumentados enviados por el gobernador Greg Abbott a Filadelfia. Además, han trabajado para influir en políticas públicas que beneficien a la diáspora venezolana, como el logro de grandes proyectos como el TPS para los venezolanos y el programa de Parole Humanitario, en coordinación con varias organizaciones a escala nacional, entre ellas El Venezuelan American Caucus, Casa de Venezuela Orlando y Illinois Venezuelan Alliance.

RETOS

Como muchas organizaciones sin fines de lucro dedicadas a apoyar a comunidades migrantes y promover la cultura, CDV enfrenta varios retos significativos. Entre ellos conseguir fondos suficientes para sostener sus programas y actividades, al igual que mantener bajos los costos operativos, mientras se asegura la calidad y efectividad de los servicios y programas que ofrecen. Con el incremento de la migración venezolana debido a la crisis en Venezuela, la demanda de servicios de apoyo ha crecido, lo que pone presión sobre los recursos disponibles y la capacidad de la organización para atender a todos los necesitados.

Las necesidades de los migrantes pueden ser muy variadas, desde asistencia legal y ayuda con el empleo, hasta apoyo emocional y adaptación cultural, lo que requiere una amplia gama de servicios especializados.

Navegar por las complejas regulaciones y los requisitos legales tanto en Estados Unidos como en Venezuela, para enviar ayuda y organizar eventos, puede ser complicado y consume mucho tiempo.

Ayudar a los migrantes con sus estatus legales y enfrentar los desafíos burocráticos relacionados con Inmigración, es un proceso arduo y prolongado.

“Definitivamente, el incremento de las necesidades de la comunidad no es el mismo que hace 20 años, ahora tenemos una comunidad que ha llegado con muchas necesidades y, al no ser Casa de Venezuela una agencia de servicio social, se complica el poder proveer atención, ayuda y recursos. Gracias a 20 años de trabajo y de ser reconocidos como una institución sólida y responsable, contamos con el apoyo de varias organizaciones de servicio social, quienes nos ayudan para casos y situaciones puntuales cuando es requerido”.

SUEÑOS CUMPLIDOS

Un ejemplo del impacto que ha tenido la organización a través de los años es el testimonio de Arianne Bracho Hernández, directora del Centro Integral de la Mujer Madre Tierra. Llegó a la ciudad en 2017 y se ha involucrado como amiga, colaboradora y admiradora del trabajo que realiza Casa de Venezuela. “Esta organización ha tenido un impacto significativo en mi adaptación y bienestar en la comunidad, brindando apoyo y un espacio para mantener y celebrar nuestra cultura venezolana”.

Ha sido un recurso fundamental para ella como inmigrante. Incluso antes de su llegada a Filadelfia, su hijo, quien ya residía allí, estableció contacto con la organización. “Ellos lo asistieron en la gestión de recursos y preparativos necesarios para asegurar que nuestra llegada, en una situación de emigración llena de miedo y persecución, fuera segura y confortable. Gracias a su apoyo pudimos sentirnos seguros y bienvenidos en un nuevo entorno, a pesar de llegar sin nada. Estamos profundamente agradecidos por la ayuda y el soporte que Casa de Venezuela nos ha brindado”.

Arianne explica que esta organización comunitaria aporta significativamente a la comunidad venezolana de Filadelfia al permitir que sus miembros mantengan un fuerte vínculo con sus tradiciones culturales. “Además, ofrece apoyo emocional y contención, crucial para quienes están lejos de su país de origen. También desempeña un papel vital en la creación y gestión de redes de apoyo que facilitan la integración y el bienestar de los venezolanos en la ciudad. La sensación de pertenencia y unidad que se experimenta en las reuniones refuerza la idea de que, aunque lejos de Venezuela, son parte de una gran familia”.

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