Biden
El presidente Joe Biden envía un mensaje de despedida desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, el miércoles 15 de enero de 2025, en Washington. (Foto: AP/Mandel Ngan)

El discurso con el que probablemente cerró 50 años de servicio público no fue un elenco de los logros de su larga trayectoria política, tampoco resaltó gran parte de los que implementó en su mandato, en cambio utilizó la oportunidad para alertar sobre el futuro y pedir cambios profundos en el documento fundacional del país.

Biden eligió hablar desde el Despacho Oval, el lugar más presidencial de los lugares presidenciales. Se sentó en el icónico escritorio Resolute, con fotos de su familia detrás de él. La primera dama Jill Biden, su hijo Hunter y otros miembros de la familia, incluido su nieto Beau de 4 años, estaban en la oficina mientras él pronunciaba su discurso en vivo, aunque falsamente “probando su punto sobre la desinformación”, el director de comunicaciones entrante de Trump y el secretario de prensa afirmaron en redes sociales que el discurso de Biden era pregrabado.

También estaban la vicepresidenta Kamala Harris y su esposo, Doug Emhoff. Harris estaba observando mientras Biden hablaba de una transición pacífica, pero poniendo énfasis en los retos que se vienen. Biden dijo que Harris fue “una gran compañera”, añadiendo que ella y Emhoff se habían vuelto “como familia”.

El presidete Biden utilizó su discurso de despedida a la nación para advertir sobre una “oligarquía” de los ultras ricos que echa raíces en el país y sobre un “complejo tecnológico-industrial” que infringe los derechos de los estadounidenses y el futuro de la democracia.

En su discurso de 15 minutos, 5 días antes de entregar el poder el lunes 20 de enero, Día de Martin Luther King, Jr., al presidente electo Donald Trump, Biden expresó su preocupación en torno a la concentración de poder y riqueza entre unos pocos.

“Hoy, una oligarquía de riqueza extrema, poder e influencia está tomando forma en Estados Unidos que literalmente amenaza toda nuestra democracia, nuestros derechos y libertades básicas, y a una oportunidad justa para que todos progresen”, manifestó Biden.

Con advertencias similares a las del presidente Dwight Eisenhower sobre el complejo militar-industrial cuando terminó su mandato, añadió, “Estoy igualmente preocupado sobre el posible surgimiento de un complejo tecnológico-industrial que también podría representar verdaderos peligros para nuestro país”.

Biden expresó sus preocupaciones aludiendo a algunos de los individuos más ricos del mundo y titanes de su industria tecnológica, que se han unido a Trump en los últimos meses, particularmente después de su victoria electoral en noviembre pasado, y que ahora varios de ellos forman parte de su potencial gabinete.

El omnipresente multimillonario Elon Musk, que también se está involucrando en las cúpulas de otros países y otras elecciones en Europa, gastó más de 100 millones de dólares en ayudar a la elección de Trump, que rápidamente multiplicó al día siguiente de las elecciones. Otros billonarios como Mark Zuckerberg, de Meta, y Jeff Bezos, de Amazon, han hecho donaciones a la comisión de investidura del próximo mandatario, y visitado la finca de Trump en Florida para audiencias con el presidente electo.

Biden criticó el “complejo industrial tecnológico” y las redes sociales, donde “la verdad es sofocada por mentiras contadas por poder y por lucro”. Instó al país a continuar enfrentando el cambio climático, diciendo: “No debemos ser intimidados para sacrificar el futuro”.

El presidente saliente también resaltó que debería haber impuestos más altos para los multimillonarios, reglas más estrictas sobre las contribuciones de campaña, límites de mandato de 18 años para los jueces de la Corte Suprema y prohibir la operación bursátil para los miembros del Congreso.

Esta oligarquía emergente -advirtió Biden- «amenaza directamente nuestra democracia, los derechos y libertades fundamentales, y la igualdad de oportunidades para que todos puedan avanzar».

Biden, de 81 años, se despidió con este discurso tras cumplir con un solo mandato en la Casa Blanca que quedará en la historia encapsulado entre los dos periodos de Donald Trump, al que no lo citó, pero al que aludió en varios puntos.

«El poder del presidente no es ilimitado, no debe serlo, y en una democracia, la concentración de poder y riqueza también representa un gran peligro», expuso. «Socava -añadió- el sentido de unidad y propósito común, genera desconfianza y división. Participar en nuestra democracia se vuelve agotador, incluso desilusionante, y la gente siente que no tiene oportunidades».

Pidió una enmienda constitucional

Biden también pidió una enmienda constitucional para poner fin a la inmunidad de un presidente en el cargo, “para dejar claro que ningún presidente —ningún presidente— es inmune a los crímenes que comete mientras está en el cargo”; esto en referencia a que la Corte Suprema otorgó el año pasado a Trump amplias protecciones a cualquier responsabilidad penal por su papel en tratar de anular su derrota en 2020 ante Biden.

Además del impacto del fallo en el caso de Trump, Biden ha estado profundamente preocupado por la posibilidad de que esto convierta a los mandatarios en reyes sin responsabilidad.

Semillas plantadas

Biden también aprovechó esta oportunidad para hacer balance de su gestión los últimos cuatro años. «Sabemos que llevará tiempo sentir el verdadero impacto de todo lo que hemos logrado juntos, pero las semillas están plantadas, y con el tiempo crecerán y darán frutos durante décadas», afirmó.

Biden citó la creación de empleo, el acuerdo de alto al fuego para Gaza, el fortalecimiento de la OTAN, la puesta al día en la competencia con China y «mucho más».

El mandatario hizo un llamado al pueblo estadounidense a «ser guardianes» y «mantener la fe» en el país.

«Todavía creo en la idea por la que esta nación existe, una nación donde la fortaleza de nuestras instituciones y el carácter de nuestra gente importan y deben perdurar», dijo.

«Ahora es su responsabilidad estar de guardia. Que todos ustedes sean los guardianes de la llama. Que mantengan la fe», afirmó.

Antes de su aparición en cadena nacional del miércoles, Biden dio un discurso sobre política exterior en el Departamento de Estado el lunes, y ha concedido unas varias entrevistas. También nombró nuevos monumentos nacionales, y emitió nuevas reglas sobre el uso de inteligencia artificial en Estados Unidos.

Su última aparición pública antes de la inauguración del lunes será el domingo en Carolina del Sur, donde se espera que visite el Museo Internacional Afroestadounidense en Charleston. El estado fue una parte crucial de su búsqueda de la Casa Blanca hace cuatro años, ayudándole a asegurar la nominación demócrata.

No todos los presidentes dan el discurso en el mismo lugar. Barack Obama dio su discurso de despedida desde su casa en Chicago. George W. Bush habló desde la Sala Este. Trump nunca aceptó su derrota electoral hace cuatro años, pero entregó un discurso pregrabado que se hizo público el 19 de enero de 2021.

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