Fotografía sin fecha cedida por Swagga House Run Club donde aparece un grupo de personas corriendo por las calles de los humildes barrios de Filadelfia, Pensilvania. (Foto: EFE/Marcus Rivera/Swagga House Run Club)

«Arriba las millas, abajo las armas» gritan una y otra vez los integrantes de este grupo mientras corre por las calles de los humildes barrios del norte y sur de Filadelfia, donde crecieron o aún viven.

El deporte se ha convertido en el mejor «arma» para un grupo de latinos y negros que, juntos, han decidido llevar un mensaje contra la violencia y el aumento en los asesinatos en Filadelfia.

Es un mensaje que continuarán llevando durante todo el verano, dice Ron Pichardo, cofundador del Swagga House Run Club, que organiza las carreras junto con Black Men Run Philly.

«Hay mucha violencia por armas de fuego y por eso salimos a la calle para llevar el mensaje», señala este latino que busca «crear conciencia» con el principal objetivo de que los niños sepan que «hay otra cosa para hacer».

Fotografía sin fecha cedida por Swagga House Run Club donde aparece un grupo de personas corriendo por las calles de los humildes barrios de Filadelfia, Pensilvania. (Foto: EFE/Marcus Rivera/Swagga House Run Club)

UN MENSAJE DE PAZ

Pichardo, de origen dominicano que creció en Puerto Rico hasta los 12 años cuando su familia se mudó al norte de Filadelfia, «en el centro de todo lo peor», dice con mucha ilusión que su esfuerzo no es en balde y que «mucha gente está prestando atención» a su mensaje.

A lo largo de sus recorridos, este grupo decidido a cuidar de su comunidad se detiene para hablar con los chicos, a participar en sus juegos de pelota, pero también a conversar con los dueños de los negocios sobre la violencia que les ha arrebatado a familiares, amigos o vecinos.

«Nos queremos comunicar, conectarnos con ellos», señala Pichardo, que tiene un negocio de tatuajes, donde también diseña ropa que vende en su establecimiento y en su página web.

Mientras recorren las calles regalan camisetas que él mismo diseña, así como mascarillas y pegatinas con el mensaje que se ha convertido en su mejor arma: «Arriba las millas, abajo las armas».

Fotografía sin fecha cedida por Swagga House Run Club donde aparece un grupo de personas corriendo por las calles de los humildes barrios de Filadelfia, Pensilvania. (Foto: EFE/Marcus Rivera/Swagga House Run Club)

MÁS MUERTES

Datos oficiales señalan que hasta el 12 de julio pasado se habían registrado 255 víctimas fatales por armas de fuego y, en general, la cifra de homicidios era de 295, un alza del 35 % con respecto al pasado año. De hecho, el 2020 ya había presentado cifras récord, superando también por mas de un tercio el porcentaje de asesinatos del 2019.

Tanto es así que, en los primeros ocho días del mes en curso, se informó de que 77 personas habían sido víctimas de las armas de fuego.

Llevar este mensaje de paz no fue fácil en los inicios.

Al principio, recuerda, residentes de los vecindarios donde suelen correr «se mostraban duros, no sonreían», pero poco a poco, al hablar con ellos, se han ido dando cuenta de lo importante de su mensaje y de que todos forman parte de la misma comunidad.

«Corremos con la bandera de Puerto Rico y la dominicana, que sepan que somos de esa área, que somos latinos y que estamos haciendo algo positivo», explica.

«Hay mucho amor ahora y también gente que sufre por lo mismo, porque han perdido amigos y familiares», sostiene Pichardo, al que poco a poco se han ido sumando jóvenes y adultos a esta carrera donde, dice, todos son bienvenidos.

Y además de recorrer las calles, este grupo también ha organizado un equipo de baloncesto infantil para mantener a niños y jóvenes lo más lejos posible de la violencia callejera.

DECLARACIÓN DE EMERGENCIA

Pese a la violencia en la ciudad, el alcalde, Jim Kenney, ha dicho que no están listos aún para seguir los pasos de Nueva York, el primer estado en declarar una emergencia por la violencia de armas de fuego, aunque hace cerca de un año que el Concejo de Filadelfia aprobó una resolución pidiendo que lo hiciera.

Kenney ha dicho que muchas preguntas deben aún ser contestadas en torno a lo que implicaría esa acción y hay que analizar las consecuencias legales y otros impactos en la ciudad.

Pero el nuevo presupuesto para la ciudad sí incluye 68 millones de dólares para la prevención de la violencia, de un total de 155 millones de gastos contra esta plaga.

Un total de 20 millones irán a organizaciones comunitarias para diversas iniciativas contra esa violencia que, según el alcalde y otros conocedores del tema, se ha exacerbado con la pandemia, lo que incluye pobreza, enfermedades de salud mental, poca inversión y vigilancia,  entre otros muchos factores.

Con información de Efe

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