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Campeones de Esperanza: latinos previniendo la diabetes

¿Ha oído el refrán “año nuevo, vida nueva”? ¿Qué tal “en la unión está la fuerza”? Esta historia los refleja a ambos y espero que los entusiasme a ustedes, nuestros lectores.

Garnet Valley, PA – Año nuevo, vida nueva. Al comenzar un nuevo año, muchos nos ponemos nuevas resoluciones, ya sea para mejorar nuestra salud (perder peso, hacer más ejercicio, alimentarse mejor), o nuestra persona (estudiar, ayudar a otros, crecer en nuestra profesión). Nos proponemos crear hábitos positivos que marquen una diferencia. Para no olvidar estas resoluciones, según el año avanza, es bueno tener estructuras que nos alienten a seguir la meta. Es bueno saber por qué estamos haciendo estos cambios. Esa razón nos motiva.

Nuestra comunidad Latina de Hunting Park tiene uno de los mayores índices de diabetes en la ciudad de Filadelfia. Es muy posible que usted o uno de sus seres queridos sufran de esta enfermedad. Aún más importante, hay muchas personas con diabetes que no han sido diagnosticadas.

En la unión está la fuerza. Como parte de la iniciativa de Ciudades Cambiando la Diabetes (CCD por sus siglas en inglés), Esperanza está colaborando con Jefferson, la Sociedad de Profesionales Médicos Ibero Latinoamericanos (SILAMP), la Asociación Nacional de Enfermeras Hispanas (NAHN), la Sociedad de Estudiantes de Medicina Latinos (LMSA) y la Asociación Americana de Diabetes, en un proyecto para prevenir la diabetes en Hunting Park.

Los miembros de LMSA servirán de mentores para los chicos más jóvenes. (Foto: Gabriel Garriga)

El proyecto incluye a todas las generaciones. Queremos empoderar a los jóvenes a convertirse en líderes y agentes de cambio, de manera que puedan educar a sus familiares y compañeros acerca de los peligros de la diabetes. Estudiantes latinos de medicina y enfermería servirán como mentores de los chicos de escuela secundaria. También, como parte del proyecto, jóvenes de nuestra comunidad tendrán la oportunidad de desarrollarse como profesionales en el área de la salud y certificarse como entrenadores de programas de prevención de diabetes, o como trabajadores de salud de la comunidad (promotores de salud). De esta forma, los pacientes de diabetes tendrán la oportunidad de recibir cuidado por otros de su propia comunidad. En adición, se crearán materiales educativos específicos dirigidos a nuestra cultura, con el fin de obtener mejores resultados en la prevención de esta enfermedad.

Jóvenes de la comunidad tendrán la oportunidad de convertirse en líderes, educadores y profesionales de la salud. (Foto: Gabriel Garriga)

En este momento, muchas de las actividades comenzarán de forma virtual. Una vez las restricciones por el COVID disminuyan, según sea posible, esperamos tener ferias de salud, días de exámenes de salud, celebraciones de la juventud y demostraciones de cocina, entre otras actividades.

Esperanza e Impacto se enorgullecen en ser parte de la solución al problema de la diabetes. Durante todo este año estaremos publicando artículos sobre la diabetes, historias de pacientes y anuncios e invitaciones para las distintas actividades relacionadas con el proyecto. Nuestro deseo es que el proyecto Campeones de Esperanza ayude a muchos a lograr sus metas de salud y personales.

La sanación en la unidad, «Con el poder del ejemplo» Joe Biden

El presidente de Estados Unidos Joe Biden y la primera dama Jill Biden. EFE/EPA/Alex Brandon / POOL

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofreció un potente discurso en su investidura tras jurar su cargo, en el que hizo un llamado a la «unidad» para cuidar la «frágil y preciosa» democracia.

Estas son las frases más destacadas en su intervención, de 21 minutos.

UNIDAD

«El desacuerdo no debe llevarnos a la separación. Sin unidad, no hay paz, solo amargura y furia (…). Debemos terminar esta guerra no civil».

DEFENDER LA VERDAD

«Hay verdad y mentiras. Mentiras dichas por poder y por beneficios. Y cada uno de nosotros tiene una obligación y una responsabilidad como ciudadanos, como estadounidenses, y especialmente como líderes (…) para defender la verdad y derrotar las mentiras».

DEMOCRACIA

«Celebramos el triunfo de una causa, la causa de la democracia. Es frágil, preciosa. La democracia ha prevalecido».

RENOVACIÓN

«Es un día histórico y de esperanza, de renovación y resolución».

LIDERAZGO

«Lideramos no solo por el ejemplo de nuestro poder, sino por el poder de nuestro ejemplo».

MOMENTOS DIFÍCILES

«Amigos, este es un momento de prueba. Todos los colegas con los que he servido en la Cámara y el Senado aquí, sabemos que el mundo nos está viendo hoy. Estados Unidos ha sido puesta a prueba y saldremos más fuertes».

CRISIS

«Seremos juzgados, ustedes y yo, por cómo resolvamos esta cascada de crisis de nuestra era. ¿Nos levantaremos para la ocasión? ¿Seremos capaces de superar esta hora extraña y difícil?».

KAMALA HARRIS

«Hoy marcamos la jura de la primera mujer en la historia elegida como vicepresidenta. Que no me digan que las cosas no pueden cambiar».

RECONCILIACIÓN

“Seré el presidente de todos los estadounidenses. Lucharé tan duro por los que no me apoyaron como por los que lo hicieron».

ALIADOS INTERNACIONALES

«Repararemos nuestras alianzas y nos implicaremos con el mundo de nuevo, no para encarar los desafíos de ayer sino con los retos de hoy y mañana».

Biden tendrá que compaginar, además, su labor de comandante en jefe de las fuerzas armadas con la de «sanador en jefe» dado que hereda un país resquebrajado tras el violento asalto al Capitolio de una turba de seguidores de Trump.

Hace un año, su campaña titubeaba al borde del abismo después de perder estrepitosamente en las primeras citas electorales de Iowa y Nuevo Hampshire.

Sin embargo, resurgió de las cenizas y arrasó en el llamado «supermartes» en marzo en los estados del sur, donde aglutinó el respaldo de la comunidad afroamericana para catapultarse como candidato demócrata y finalmente arrebatar la Presidencia a Trump.

«Hace solo unos días la prensa y los tertulianos declararon esta campaña muerta (…) Estamos creando una campaña que puede unir al partido y batir a Donald Trump», exclamó a finales de marzo un eufórico Biden en un mitin en una cancha de baloncesto de Baldwin Hills, uno de los barrios más peligrosos de Los Ángeles.

Ocho meses después, cumplió lo prometido.

La nueva vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, saluda al expresidente de EEUU, Barack Obama y a la exprimera dama, Michelle Obama, antes de jurar a su cargo, durante la ceremonia de investidura de Joe Biden como presidente de Estados Unidos hoy, en Washington (EE.UU.). ) EFE/EPA/SUSAN WALSH / POOL POOL IMAGE

El AMIGO DE OBAMA Y COMPAÑERO DE KAMALA

Biden, de 77 años, paso ocho años como vicepresidente al lado de su «amigo» Barack Obama en la Casa Blanca,  después de su trayectoria política en el Senado de EE.UU. (1973-2009).

Suele recordar, además, sus orígenes humildes en Scranton (Pensilvania) -su padre era vendedor de automóviles- en pleno corazón del cinturón industrial.

En las primarias progresistas, el aspirante presidencial demócrata tuvo que hacer frente a un adversario interno insospechado hace apenas una década: el fulgurante ascenso del ala más izquierdista dentro del partido encarnada por el senador Bernie Sanders, que le acusaba de carecer de la valentía para enfrentarse a los poderes establecidos, como el financiero de Wall Street, y de no querer llevar a cabo los cambios estructurales que requiere el país.

La congresista Alexandria Ocasio-Cortez, una de las estrellas progresistas en ascenso y que hizo campaña por Sanders, aunque ahora lo hace por Biden, ha reconocido la creciente grieta abierta entre los demócratas al asegurar que «en cualquier otro país sería impensable» que ambos estuvieran «en el mismo partido político».

El nuevo presidente, por su parte, se encargó de reforzar su imagen de pragmático moderado, en contraste con la ambiciosa propuesta de Sanders de implementar un sistema de sanidad universal en EE.UU., dio marcha atrás a propuestas como prohibir la fracturación hidráulica («fracking») y fue acomodando sus posturas al sector más tradicional de su partido.

Precisamente, Sanders y Ocasio-Cortez, que han reconocido sus notables diferencias con Biden, acabaron por prestarle su apoyo en la campaña porque, según han reconocido, lo principal era sacar a Trump de la Casa Blanca.

Democratic presidential candidate Joe Biden participates in the first 2020 presidential election debate at Samson Pavilion in Cleveland, Ohio, USA, 29 September 2020. EFE/EPA/JIM LO SCALZO/File

CARISMA «VIRTUAL»

El carisma es otro de sus puntos fuertes, algo que demuestra en sus cálidas y espontáneas interacciones con los ciudadanos, pero la inusual situación derivada de la pandemia.

Biden, fijó su centro de operaciones en su casa de Wilmington (Delaware), y pese a las limitaciones que eso representa, su propósito ha sido marcar diferencias entre su campaña y la de Trump, con mítines multitudinarios, sin respetar las distancias de seguridad ni la obligatoriedad del uso de mascarillas.

Paradójicamente, gracias a su menor exposición pública, ha podido controlar una de sus principales marcas de la casa: sus frecuentes meteduras de pata verbales. «Soy una máquina de deslices. Pero, por Dios, qué cosa maravillosa comparada con un tipo que no puede decir la verdad», ironizó a finales del pasado año al compararse con Trump.

El presidente estadounidense Joe Biden (d) y la primera Dama de los Estados Unidos, Jill Biden (i). EFE/EPA/JIM LO SCALZO / POOL

Jill Biden, la brillante primera dama

Jill, que creció en el seno de una familia de clase media en Filadelfia, ha intentado mantener un rol discreto e independiente de la política que ha vivido a diario durante décadas.

Jill de 69 años hace historia al mantener su empleo de profesora pese a las demandas de su nuevo rol. Comenzó como maestra de secundaria para niños con necesidades especiales y durante la vicepresidencia de su marido en 2009 compaginó una apretada agenda institucional con su trabajo de profesora de inglés en un colegio universitario en Virginia, donde como primera dama seguirá desempeñando su trabajo.

Esa decisión, la de seguir manteniendo su independencia laboral, además de mantenerse al frente de la oficina de la primera dama, es histórica.

La primera dama obtuvo en 2007 un doctorado en educación, un título por el que trabajó durante seis años, pero que recientemente fue objeto de críticas misóginas de un columnista de opinión del diario Wall Street Journal. La columna, repleta de comentarios machistas, criticaba a Jill Biden -que públicamente ha dicho que su doctorado es uno de los logros que más le enorgullecen-, por usar públicamente ese título honorífico que posee, pese a no ser «médico ni haber ayudado a traer a alguien al mundo».

Jill y Joe se conocieron en 1975 en una cita organizada por el hermano del ahora presidente. Jill estaba aún terminando su grado de inglés en la Universidad de Delaware y se estaba separando de su primer marido. Joe Biden venía de pasar tres duros años tras la muerte de su primera esposa, Neilia Hunter Biden, en un accidente de tráfico, en el que también falleció su hija Naomi, aún una bebé.

Ambos contrajeron matrimonio en 1977 en una discreta ceremonia católica en la capilla de las Naciones Unidas en Nueva York.

Jill vino a reemplazar el vacío de la familia Biden para convertirse, no solo en esposa del entonces senador, sino también en madre para sus hijos, Beau y Hunter. «Puso las piezas de nuevo juntas. Me devolvió la vida y una familia», aseguró Joe Biden en una entrevista.

Tras cuatro años de matrimonio, nació la única hija de ambos: Ashley Biden, activista y trabajadora social muy cercana al recién investido presidente.

Sus estudiantes la llaman «Doctor B», y pronto también la tendrán que compartir con su  lucha contra el cáncer, la pandemia y mejorar las condiciones de la infancia estadounidense.

Trump prepara su regreso, pero los exaliados toman distancia

Donald Trump prendió fuego al mundo político de Estados Unidos en 2016 y el asalto al Capitolio de sus seguidores que manchará para siempre su legado.

“Adiós, los queremos, volveremos de alguna forma”, dijo Trump a sus seguidores, en los últimos minutos de su Presidencia.

La ausencia de Trump en la investidura de Biden -el primer presidente saliente en 152 años que no asiste a la toma de posesión de su sucesor- reflejó el creciente aislamiento que ha vivido desde la insurrección de sus seguidores el 6 de enero, por la que el Senado está a punto de someterle a un segundo juicio político.

Fue un final explosivo para el extraordinario mandato de Trump, que ha dividido el país y al mundo como quizás ningún otro mandatario estadounidense y ha profundizado unas fracturas políticas y sociales que seguirán abiertas durante mucho tiempo.

Guiado toda su vida por una fuerte necesidad de aprobación, el mandatario se dejó la piel en decenas de mítines durante una larga e intensa campaña, pero no logró revivir las opciones que tenía a principios de este año, cuando confiaba en una holgada reelección gracias al buen desempeño de la economía.

Desgastado por la cifra astronómica de muertes por la pandemia, la peor crisis económica del país desde la Gran Depresión y un movimiento popular contra el racismo, Trump se convirtió tras las elecciones de noviembre en el undécimo presidente de un solo mandato de la historia de EE. UU., algo que no ocurría desde la derrota de George H. W. Bush en 1992.

Sin embargo, se negó a aceptar el resultado de los comicios, y lanzó un desafío sin precedentes que culminó en un episodio de violencia que ya es emblemático de su periodo en el poder.

EL INSURGENTE EN LA CASA BLANCA

Trump siempre se perfiló como un enemigo del aparato político del país, incluso cuando él lo dirigía: en su imaginario y en el de sus seguidores, el llamado «Estado profundo» siempre estuvo controlado por los demócratas y sus presuntos «infiltrados» en la burocracia del Gobierno.

El exempresario, de 74 años, seguía percibiéndose como alguien ajeno a los engranajes de lo que definía como la «ciénaga» de Washington, a pesar de que, desde que llegó al poder, alimentó los intereses de muchos de los más poderosos de ese aparato, incluidos grupos de presión que ayudaron a su campaña de reelección.

Al bajar las escaleras mecánicas doradas de la Torre Trump en 2015 y anunciar su campaña presidencial, el entonces magnate inmobiliario se convirtió en la peor pesadilla del Partido Republicano, pero esa formación acabó por amoldarse al mandatario, dejando por el camino algunas de sus figuras y prioridades clave.

Desde que llegó al poder en enero de 2017, Trump abrazó la provocación como forma de Gobierno y herramienta de distracción, atacando a los medios de comunicación y poniendo a prueba a las instituciones del país, cuyos tribunales tramitaron cientos de demandas contra muchas de sus políticas.

El mandatario revolucionó Washington a golpe de Twitter -hasta quedar permanentemente suspendido de la red social este mes- y regularmente manipulaba o exageraba los hechos, con unas 30.000 mentiras o afirmaciones falsas a lo largo de su mandato, según el recuento del diario The Washington Post.

Con el lema «Estados Unidos primero», Trump puso patas arriba la relación con aliados de Washington como Canadá y la Unión Europea, protagonizó un histórico acercamiento con Corea del Norte que luego se estancó, y convirtió a China en su peor enemigo con una guerra comercial.

Su ascenso al poder fue una reacción al mandato de su némesis, el expresidente Barack Obama, al que Trump dirigió ataques racistas desde 2011 y cuyo legado se esforzó en destruir desde la Casa Blanca, al retirarse del acuerdo nuclear con Irán y del pacto de París sobre el clima, además de congelar el deshielo con Cuba.

Aunque Trump deshizo muchas de las regulaciones de Obama y nombró un récord de jueces conservadores en tribunales federales, incluidos tres en el Supremo, no consiguió cumplir una de sus promesas de campaña clave: derogar la reforma sanitaria de 2010, conocida como «Obamacare».

Trump pasó casi todo su mandato bajo investigación: primero fue la pesquisa sobre la trama rusa del fiscal especial Robert Mueller, que concluyó en 2019 sin grandes consecuencias; y luego, el juicio político del mismo año, que absolvió al presidente de dos cargos por sus presiones a Ucrania.

Su segundo juicio político, por su responsabilidad en el asalto al Capitolio, podría concluir con su inhabilitación para ocupar cargos públicos en un futuro, si el Senado así lo decide.

US President Donald J. Trump waves as he walks on the South Lawn of the White House as he arrives in Washington, DC, USA, 03 May 2020. Trump returns to the White House after a trip to Camp David, Maryland. EFE/EPA/Oliver Contreras / POOL

EL ASCENSO DE UN MAGNATE

Nacido en 1946 en Nueva York de una familia descendiente de emigrantes alemanes, Donald John Trump se licenció en Economía Financiera y a los 28 años tomó el relevo de la empresa inmobiliaria de su padre para adentrarse después en el sector de los casinos, con un ascenso en ocasiones complicado y marcado por las deudas.

Productor de los concursos de belleza Miss Universo y Miss América, Trump estrenó la década pasada su propio programa de televisión, «El aprendiz» («The Apprentice»), donde varios candidatos competían por un empleo en su corporación, algo que alimentó su fama e impulsó su carrera presidencial.

Con una fortuna personal estimada en unos 2.100 millones de dólares, Trump está casado con la modelo eslovena Melania Knauss desde 2005, con la que tiene un hijo. Con anterioridad, estuvo unido a la deportista Ivanna Winkerlmayr, con la que tuvo tres hijos, y con la actriz Marla Maples, con la que tuvo una hija.

Con información de Efe

La paz como única opción

Gandhi, Madre Teresa, Nelson Mandela y Martin Luther King, Jr.

Jesús, en una de sus últimas conversaciones con sus discípulos, les dijo: “mi paz les dejo, mi paz les doy; no se las doy como el mundo la da. No se turben ni tengan miedo”. (Juan 14:27). Son palabras de profunda reflexión. Reflejan la ética, la convicción y la acción de un hombre que vivía y caminaba en paz.

Jesús hace una oferta que no exige nada, solo extender el corazón y recibirla. No hay duda de que fue un reto para sus discípulos. Era algo nuevo, una propuesta revolucionaria. A vivir y caminar en paz no se aprende en las universidades ni en los partidos políticos, ni es algo que puedes descargar de las redes sociales. Vivir y caminar en paz exige un profundo sentido de saber quién eres, a quien perteneces y conocer tu propósito en la vida y con los demás.

Veamos con detalle la propuesta de Jesús. Lo primordial, Jesús ofrece lo que tiene y al momento es el único que lo tiene. Lo que ofrece es paz, algo muy particular para la vida, para las relaciones, para los proyectos emprendedores, para el bienestar común. Esta paz no es una burbuja para evitar los momentos agrios y dolorosos de la vida, sino un estado espiritual que no te excluye del dolor, pero te excluye del sufrimiento. Por eso esa paz no es ausencia de conflicto, es la presencia de la justicia.

Segundo, Jesús les dice que su paz no es como la del mundo. En este caso, la palabra mundo no se refiere a personas sino a los valores de la sociedad de entonces. La paz que el mundo ofrece siempre es condicional y en muchos casos impuesta y amenazante. Por ejemplo, hoy en día las potencias se respetan no por el bien común, sino por la amenaza de ataques nucleares. Las personas mismas mantienen la paz siempre y cuando no amenacen su seguridad personal. O sea, que la paz que el mundo ofrece radica en el miedo y la confusión. El miedo y la confusión nos paralizan, nos atontan, nos aíslan, perdemos la objetividad y terminan pagando justos por pecadores. Contrario a eso, Jesús ofrece una paz donde el miedo está ausente y hay claridad y armonía en el pensamiento. Esta paz es liberadora, cancela toda culpa, transforma el bien individual por el bien común. Busca crear encuentros para el abrazo y para el diálogo. Sobre todas las cosas, se afirma y reafirma en su deseo por bienestar del prójimo, aun en las más adversas situaciones, aun frente a las muecas de la muerte. Jesús nos mostró el camino y sus discípulos emprendieron ese camino.

En la historia reciente tenemos varios ejemplos de ese caminar. Gandhi, Madre Teresa, Nelson Mandela y Martin Luther King, Jr. Cuatro luminarias de la paz del siglo 20 y aun del siglo 21. Los cuatro emprendieron el camino de la paz para traer sanidad a sus comunidades. Gandhi, en su frágil armadura de hombre, no le tembló la paz para enfrentar la injusticia del colonialismo inglés en la India. Madre Teresa no le importó su seguridad personal y armada de paz se fue a Calcuta, una de las ciudades más peligrosas de la India, a amar a los que nadie amaba (¡como la admiro!). Nelson Mandela se atrevió a confrontar sus demonios del miedo y el terrorismo e investido de paz renunció a sus culpas y, con su discurso reconciliador, aniquiló el racista sistema del apartheid. Martin Luther King, Jr., el humilde pastor de Georgia, con sus sueños de paz trastornó el segregacionismo del sur y sus discriminatorias cadenas. Aun truena su voz en el Capitolio, a la luz del gigantesco monumento a Lincoln. Estas luminarias se inmortalizaron porque se abrazaron a la paz y no claudicaron a las amenazas de muerte, ni al cansancio del andar.

Qué contraste inmenso entre el 6 de enero del 2021 y el 28 de agosto de 1963. 58 años atrás, Martin Luther King, Jr. dejó una ofrenda de paz en Washington DC, que millares de estadounidenses rociaron con sus lágrimas de sed de justicia. 58 años después, millares de blancos, incendiados por el odio y el miedo dejaron una mancha de injusticia en el mismo lugar. Por supuesto que esa mancha no podrá borrar el sueño del humilde pastor de Georgia. Concluyo haciendo eco de aquel profético sueño: “Yo tengo el sueño de que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: ‘Sostenemos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres son creados iguales.’ Yo tengo el sueño de que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de antiguos esclavos y los hijos de antiguos dueños de esclavos puedan sentarse juntos en la mesa de la hermandad. Yo tengo un sueño de que mis cuatro hijos pequeños algún día vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter”.

Para Gandhi, Madre Teresa, Nelson Mandela y Martin Luther King, Jr. la paz fue su única opción. También debe ser la nuestra.

Kamala Harris, rompiendo limites

La nueva vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, saluda antes de jurar a su cargo, durante la ceremonia de investidura de Joe Biden como presidente de Estados Unidos hoy, en Washington (EE.UU.). EFE/ Jonathan Ernst / Pool

Pese a su origen multicultural, Harris prefiere describirse a sí misma simplemente como «una estadounidense», y asegura que siempre se ha sentido bien con su identidad, como explica en su autobiografía «The Truths We Hold».

Kamala Harris hizo historia al convertirse en la primera mujer vicepresidenta de Estados Unidos, así como la primera de origen mixto, caraibico, africano y asiático, en acceder a este puesto, tras una carrera profesional en la que ya está acostumbrada a ser una pionera.

Y como tal juró como vicepresidenta de la mano de otra mujer que ha roto moldes, la jueza Sonia Sotomayor, la primera latina magistrada del Tribunal Supremo de EE. UU. Con su madre como fuente de inspiración y proveniente de una cultura que «produce mujeres fuertes», Harris ha tenido que recurrir en numerosas ocasiones a esa fortaleza en una trayectoria marcada por las primeras veces: fue la primera fiscal de distrito negra y la primera fiscal general en la historia de California; la primera indio-americana en llegar al Senado y, ahora, marca otro hito al convertirse en vicepresidenta.

Nacida el 20 de octubre de 1964 en Oakland (California), Harris es la hija mayor de una pareja de inmigrantes -Shyamala Gopalan, una investigadora contra el cáncer de la India, y Donald Harris, un economista de Jamaica-, que se divorciron cuando ella tenía 7 años.

ELLA, SU MADRE Y SU HERMANA MAYA

Según el medio Politico, tras la separación su madre las crió a ella y a su hermana, Maya, en el piso de arriba de un dúplex de color amarillo en Berkeley (California). Su nombre, Kamala, hace mención a su origen indio, ya que significa «loto» y es una de las denominaciones de la diosa hindú Lakshami.

Prueba de la influencia de su progenitora es que Harris mencionó a su madre durante su discurso en la Convención Nacional Demócrata: «Acepto la nominación a la Vicepresidencia de Estados Unidos de América. Lo hago comprometida con los valores que ella (su madre) me dio, con la Palabra (de Dios) que me enseña a andar con fe, y no por la vista, y con una visión transmitida a través de generaciones de estadounidenses que Joe Biden comparte», subrayó.

SIN PROBLEMAS DE IDENTIDAD

La senadora atribuye a su madre el mérito de no haber tenido problemas de identidad, ya que ella creció bebiendo de la cultura india, pero al mismo tiempo sintiéndose orgullosa de ser afroamericana.

«Sabía (mi madre) que su patria de acogida nos vería a Maya y a mí como niñas negras, y estaba resuelta a asegurarse de que creceríamos como mujeres negras orgullosas y con confianza en sí mismas», escribió Harris en su libro.

Gopalan estuvo vinculada al movimiento de derechos civiles en EE. UU. y salió a manifestarse junto a su marido, y más tarde con sus hijas cuando se divorció.

La trayectoria política de Harris ha sido fulgurante: graduada en Ciencias Políticas y Economía en Howard University, una de las universidades negras por excelencia, se especializó en la lucha contra el crimen. Entre 2004 y 2011 fue fiscal de distrito en San Francisco y entre ese último año y 2017 ejerció como fiscal general de California. En 2016 se convirtió en la segunda mujer de raza negra y la primera de origen indio en ganar un escaño en el Senado del país, donde enseguida destacó por sus preguntas incisivas a responsables de la Administración de Trump durante las audiencias. El año pasado, Harris lanzó su candidatura presidencial bajo el lema «Kamala Harris por la gente». Sin recaudar suficientes fondos, anunció su retirada en diciembre.

Biden la eligió compañera de fórmula pese a los momentos de tensión que ambos protagonizaron mientras Harris era todavía aspirante, como cuando la entonces senadora criticó al exvicepresidente por haberse opuesto a un mandato federal sobre un sistema de transporte para estudiantes con el fin de acabar con la segregación racial en las escuelas.

«Había una niña pequeña en California que fue parte de la segunda clase para integrarla en las escuelas públicas. Y ella iba en autobús al colegio todos los días, y esa pequeña era yo», recordó Harris.

Dentro de los sectores más izquierdistas, Harris ha sido criticada por su actuación como fiscal general y de distrito en California, ya que durante sus mandatos aumentaron las condenas de cárcel, especialmente las relativas a delitos vinculados a las drogas.

Como fiscal se opuso al empleo de cámaras corporales por parte de los agentes de policía y a la legalización de la marihuana con fines recreativos, aunque sobre este último tema ha modificado su visión.

Impulsó medidas sobre asuntos como el matrimonio gay y la pena de muerte.

Como aspirante demócrata a la Presidencia, en su día se presentó como una solucionadora de problemas «pragmática».

Tras su investidura como vicepresidenta, esta «solucionadora» de problemas, de 56 años, se coloca en un puesto de ventaja para convertirse en un futuro hipotético en líder del Partido Demócrata, dada la edad de Biden, de 78 años, y su convencimiento de que va a ser un presidente «de transición».

Vicepresidente Kamala Harris y Douglas Emhoff llegando al Capitolio para la toma de posesión de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos en Washington, DC. 20 de enero de 2021. EFE/EPA/ROD LAMKEY

Douglas Emhoff, el primer «segundo caballero»

Douglas entró también en los libros de historia al iniciar su andadura como primer «segundo caballero» del país en los 232 años de democracia estadounidense.

Emhoff (1964), un abogado experto en entretenimiento nació y creció en Brooklyn (Nueva York) hasta los 17 años, momento en el que se trasladó con su familia a California, estado que fue su hogar desde entonces.

Sobre su primera cita escribió en la revista GQ: «En el momento en que conocí a Kamala supe que estaba enamorado. No solo por quién es ella, la mujer cálida, divertida y compasiva que fundamenta a nuestra familia, sino también por la profunda determinación con la que lucha por las causas en las que cree».

Después de la boda, Harris se convirtió oficialmente en la madrastra de Cole y Ella, que se refieren ahora a ella como «Momala», un juego de palabras entre la palabra «mom» (mamá) y Kamala.

Emhoff se centrará en su nuevo rol como primer «segundo caballero» de la historia, posición desde la que espera tener impacto y generar confianza «en las instituciones del país y en el extranjero»

Además de su cargo oficial, el neoyorquino también dará clases de derecho en la Universidad de Georgetown, en Washington, una de las más prestigiosas del país. «Puede que sea el primer ‘segundo caballero’, pero sé que no seré el último», aseguró.

Con información de Efe

El sexto territorio del mundo con mayor proporción de vacunados

El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi elogió al sistema de vacunación. Foto: EFE/Thais Llorca

San Juan – Puerto Rico es el sexto territorio del mundo con más dosis de la vacuna contra el COVID-19 administradas por cada 100 habitantes, lo que sitúa a la isla caribeña entre las jurisdicciones que mayor esfuerzo realizan para contener la pandemia.

El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, se hizo eco del gran esfuerzo que lleva a cabo su Administración, y felicita a todo el equipo «por el gran trabajo que están haciendo por nuestro pueblo».

El jefe del Ejecutivo resaltó además el apoyo brindado en este esfuerzo por la Guardia Nacional.

«¡No descansaremos hasta que todos se logren vacunar!»,

El buen desempeño de las autoridades en la vacunación es recogido por medios internacionales que toman como fuente OurWorldInData (Nuestro mundo en datos), publicación en internet que ofrece datos sobre las condiciones de vida en todo mundo y que en este caso se ha basado en información de la Organización Mundial de la Salud.

La clasificación de vacunados por cada 100 habitantes la encabeza Israel, seguido por Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Reino Unido y Estados Unidos.

Detrás de Puerto Rico se sitúan Dinamarca, Malta y Eslovenia, a los que siguen Italia, Lituania y España.

Israel ha administrado 2,7 millones de dosis, Emiratos Árabes Unidos 2,1 millones, Baréin algo más de 100.000, el Reino Unido 4,7 millones y Estados Unidos 12,2 millones.

El Departamento de Salud de Puerto Rico dio a conocer que la isla ha recibido hasta el momento 270.750 dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, de las que se han distribuido 221.426 y administrado un total de 136.682.

El secretario de Salud de Puerto Rico, Carlos Mellado, dijo sobre la campaña que los retos son grandes, pero que más grande es el trabajo que está haciendo el equipo de vacunación para inmunizar a la población.

En total, en 60 países se han suministrado cerca de 42 millones de vacunas hasta mitad de semana.

A finales de enero se esperan ordenes ejecutivas sobre inmigración

Millones de inmigrantes en Estados Unidos, blanco de las políticas más crudas de la Administración de Donald Trump, tienen puestas sus esperanzas en la llegada a la Presidencia del demócrata Joe Biden. EFE/EPA/SHAWN THEW/Archivo

Según la publicación The Hill, el nuevo inquilino de la Casa Blanca tiene sobre la mesa 53 asuntos ejecutivos que irá revelando hasta finales de enero, poniendo el foco cada día en un tema específico.

Entre las acciones que se esperan para el 29 de enero, día que destinará a la inmigración, se anticipa que Biden ordene revisar la norma de «carga pública».

Esa normativa aprobada por Trump afecta a los inmigrantes que soliciten un visado a EE. UU. o deseen obtener su tarjeta de residencia permanente en caso de que se determine que puede ser una «carga pública» para el país.

En materia de migración Trump firmó al menos 400 órdenes ejecutivas para disminuir la migración incluida la legal, y erosionó profundamente el derecho de los indocumentados a solicitar asilo, enviándolos a México a esperar durante meses una cita en un tribunal de EE.UU., mientras intentaba constreñir la inmigración legal y perfilaba a quienes no tienen papeles como criminales, sin matices.

Los primeros decretos firmados

Biden, firmó el primer día de su mandaro decretos para proteger el programa DACA contra la deportación de los «soñadores», para detener la construcción del muro con México y para anular el veto migratorio que impide la entrada en EE.UU. a los ciudadanos de 11 países.

En su primer acto en el Despacho Oval, Biden firmó 17 decretos y proclamaciones destinadas a deshacer muchas de las medidas que tomó su predecesor, Donald Trump, varias relacionadas con la inmigración.

Una de ellas pide a los Departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional tomar «todas las medidas necesarias» para salvaguardar el programa DACA, instaurado en 2012 y que protege de la deportación a casi 650.000 indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como «soñadores».

Biden también ha pedido que el Congreso actúe para proteger a los «soñadores», y su nueva propuesta de reforma migratoria pide otorgarles directamente la residencia permanente a ellos y a los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS).

En un segundo decreto, Biden ordenó acabar con la emergencia nacional decretada por Trump para desviar fondos hacia la construcción del muro en la frontera con México. Eso permitirá al nuevo presidente cumplir su promesa de frenar el proyecto estrella de Trump en la frontera, aunque Biden no planea derribar la parte de barrera ya construida por su predecesor, que se extiende a lo largo de 727 kilómetros (452 millas) de la zona limítrofe.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) dijo este mes que tiene fondos para completar otras 300 millas (480 kilómetros) de muro y que planeaba adjudicar contratos para hacerlo antes de que Biden llegara al poder. Eso promete complicar los esfuerzos del nuevo presidente para frenar el proyecto, y es posible que solo pueda hacerlo una vez que se agoten los fondos ya comprometidos para ello.

Un tercer decreto anuló el veto migratorio que impuso Trump hace cuatro años a los viajeros procedentes de 11 países de mayoría musulmana, conocido popularmente como el «veto a los musulmanes».

Ese veto obstaculizaba hasta ahora la entrada a EE.UU. de los nacionales de 11 países con una significativa población musulmana (Eritrea, Irán, Kirguistán, Libia, Birmania, Nigeria, Somalia, Sudán, Siria, Tanzania y Yemen), e incluye restricciones para algunos funcionarios de Venezuela y Corea del Norte.

Además, Biden ordenó volver a contar a los inmigrantes indocumentados en el censo de población que se lleva a cabo cada 10 años, y revisar los mecanismos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) a la hora de arrestar a indocumentados, que se recrudecieron durante el mandato de Trump.

Mientras otros hablan de ciudadania para los indocumentados, estos lo que piden es una protección permanente

Indocumentados del todo el país enviaron un mensaje visual Biden

Más de dos docenas de ciudades de todo el país exigen “Protección permanente para TODOS los cerca de 11 millones de indocumentados».

En un comunicado difundido el 18 de enero, por miembros del Movimiento Cosecha, dieron a conocer que esta semana, inmigrantes indocumentados en más de dos docenas de ciudades en Massachusetts, Michigan, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México e Indiana colocaron pancartas en puentes, ayuntamientos, zona céntricas e intersecciones, con la misma demanda.

Imágenes de la demanda visual de los activistas de Movimiento Cosecha en Nueva Jersey
Fotos cortesía

Una líder de Cosecha que desea permanecer en el anonimato dijo “Estoy participando para mostrar mi descontento con el gobierno. Estoy cansada y harta del hecho de que este país no nos valora ni a nosotros ni a nuestro trabajo. Seguiré luchando; el inmigrante la comunidad está despertando «. Mientras tanto la administración Biden / Harris insinuó a inicios de la semana los planes para introducir una legislación para proporcionar un camino a la ciudadanía para los 11 millones. Según los organizadores, este cambio de la administración entrante es el resultado de la presión sobre el partido demócrata para reconsiderar su historial de fallarle a la comunidad inmigrante con sus promesas. “Es por eso por lo que los líderes indocumentados continúan organizándose sin reducir la velocidad, y movilizándose en sus comunidades, lugares de trabajo, escuelas etc., para ganar. “Debemos ser nosotros quienes definamos lo que necesita la comunidad, no las mesas de negociación de la circunvalación de DC.” Los miembros de Cosecha recuerdan que en la administración Obama/Biden, el Congreso y el presidente prometieron un camino para todos, y hubo 3 millones deportados, con una ausencia de voluntad política para luchar por estas familias. “En Movimiento Cosecha sabemos que Los inmigrantes deben mantener la línea y continuar mostrando el poder que tenemos en todo este país para asegurarnos de obtener protección permanente para TODOS”. Esta coalición de inmigrantes indocumentados, han reafirmaron su compromiso la semana pasada, desde el Puente de Manhattan hasta las carreteras de Detroit, pasando por las zonas rurales de Georgia. “Porque nosotros sabemos que la gente de nuestras comunidades abordará aviones y autobuses para ser deportados”, durante esta misma semana, “es por eso por lo que nuestra comunidad no puede esperar un día más…  Necesitamos ver la acción desde el primer día, para todos los millones que han estado esperando durante demasiado tiempo.

Lamentables amenazas de ataque al Capitolio de NJ

Condado de Gloucester, NJ – El condado de Gloucester se enorgullece de su gran diversidad. Como parte de esta diversidad, hay muchos afroamericanos, latinos y asiáticos que constituyen una parte considerable de nuestra población. La presunta amenaza de ataques contra las 50 capitales estatales de nuestra nación, según lo reveló el FBI, debería preocupar a todos los estadounidenses que apoyan nuestro sistema democrático de gobierno, incluso con todos sus defectos. No podemos permitir que nuestras diferencias políticas, económicas y culturales nos dividan.

A lo largo de la campaña presidencial de 2016, la NAACP del condado de Gloucester advirtió contra el entonces candidato republicano, Donald Trump, que avivaba las llamas de la supremacía blanca. Muchos negros y latinos no prestaron atención a esta advertencia y, por lo tanto, su cínica explotación del racismo y el miedo galvanizó una formidable base de apoyo en Nueva Jersey que inyectó una gran carga de división entre nuestra población. Los resultados presidenciales del condado de Gloucester de 2016 marcaron esa división, con Hillary Clinton recibiendo 66,876 votos contra los 67,544 votos de Donald Trump. Mientras que otros candidatos obtuvieron 4.845 votos entre ellos.

A raíz de las elecciones del 3 de noviembre, estamos presenciando una parte fea de nuestras libertades democráticas, ya que una turba, incitada por algunos de nuestros funcionarios electos, invadió la capital de nuestra nación para ventilar violenta y destructivamente sus quejas contra la elección del presidente.  Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.

La NAACP fue fundada en 1909 por un grupo de abolicionistas blancos, en una reunión en la ciudad de Nueva York. De unas 60 personas que asistieron, solo siete eran negros. La misión de la organización de derechos civiles era garantizar la igualdad política, educativa, social y económica de los ciudadanos minoritarios de los Estados Unidos y eliminar los prejuicios raciales.

En este momento de la historia de nuestro país, es evidente que la población blanca está dividida en partes iguales, como lo estuvo desde antes del nacimiento de la NAACP, entre quienes apoyan a unos Estados Unidos de América igualitarios y quienes tienen las creencias en la supremacía blanca, la inferioridad de las personas de raza negra y el antisemitismo.

Como dice Leon Williams, un prominente abogado negro de Filadelfia, “es el mismo antiguo grupo de aliados blancos con los que hemos podido trabajar; así es como vencimos a Trump en noviembre y así ganamos en Georgia». Los negros, las minorías y nuestros aliados blancos comparten un interés común y juntos podemos defender nuestra democracia.

La misión de la NAACP es asegurar la igualdad de derechos educativos, sociales y económicos a fin de eliminar la discriminación basada en la raza y garantizar la salud y el bienestar de todas las personas.

Rumbo al 2024

El presidente de EEUU, Joe Biden, pronuncia su discurso después de ser juramentado como el 46o presidente estadounidense en el Capitolio en Washington, DC, el 20 de enero de 2021. EFE/EPA/JONATHAN ERNST / POOL

La comunidad latina, que contribuyó en gran medida con su voto a la victoria de Joe Biden en la contienda por la Presidencia, tiene una lista de reclamos y prioridades que espera que el demócrata cumpla si quiere contar de nuevo con su masivo apoyo.

Las encuestas demuestran que los latinos tienen muy claras los temas que les preocupan, especialmente ahora que la pandemia ha diezmado a esta comunidad más que a ninguna otra y los ha situado en una delicada situación económica.

Lo que la administración Biden deberá atender si quiere repetir en 2024 con el favor de los latinos

PANDEMIA

El COVID 19 ha azotado de manera desproporcionada a las comunidades de color. Según datos oficiales, estas minorías han registrado el triple de infecciones que los blancos, con casi el doble de fallecimientos. Esto ha puesto de relieve las diferencias persistentes y generalizadas en el sistema de salud estadounidense, donde los latinos tienen un mayor riesgo de contraer el virus y terminar hospitalizados.

Se aguarda un golpe de timón drástico e inmediato; La aceleración de la vacunación será esencial para inmunizar a la mayor cantidad posible de trabajadores esenciales, muchos de los cuales son latinos.

CRÍMENES DE ODIO Y VIOLENCIA ARMADA

Según el FBI, los incidentes de odio contra los latinos aumentaron más de 40 % entre 2016 y 2018. Líderes comunitarios instan al nuevo Gobierno a combatir la supremacía blanca, que el presidente Trump ha envalentonado. Además, llaman a luchar contra la violencia armada en todas sus formas, incluyendo tiroteos masivos y actos diarios que no aparecen en los titulares pero que son igual de trágicos para las familias y comunidades afectadas. Biden ha anunciado la creación de una iniciativa de ocho años para otorgar fondos para intervenciones en 40 ciudades de todo el país; las 20 ciudades con el mayor número de homicidios y 20 con la mayor cantidad de homicidios per cápita. Se estima que esta propuesta salvará más de 12.000 vidas. Filadelfia a renido un aumento del 40 % de homicidios durante el 2020.

TRABAJO Y SALARIOS

Los trabajadores latinos aún ganan una fracción de lo que reciben los blancos y tienen menos probabilidades de acceder a beneficios esenciales como cobertura de salud y vacaciones pagadas. Además, con la crisis económica provocada por la pandemia, dos de cada cinco trabajadores hispanos consultados señalan que han perdido ingresos y empleos, y que tienen problemas para pagar la renta, hipoteca, préstamos estudiantiles u otras cuentas.

Para los latinos, el alivio económico temporal es fundamental, pero también es necesario que el nuevo Gobierno impulse un salario mínimo federal de 15 dólares por hora, el pago de horas extra a trabajadores domésticos y rurales, y el fin de la discriminación en lugares de trabajo, para que las personas puedan ganar lo que se merecen, mantener a sus familias y generar riqueza.

INMIGRACIÓN

Los principales dirigentes hispanos del país saben que, aun con mayoría demócrata en el Congreso, no será fácil aprobar grandes medidas en materia migratoria a corto plazo, y reclaman medidas rápidas para paliar los estragos dejados por el presidente saliente Trump. Entre ellas, la suspensión inmediata de detenciones y deportaciones de indocumentados y protección para quienes buscan asilo, a los «soñadores» inscritos en el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y sus padres, y a quienes viven amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS). Asimismo, revertir la regla de la carga pública de Trump, detener la separación de menores de sus padres en la frontera, poner fin de la construcción del muro en la frontera con México y abolir la colaboración entre los cuerpos locales de policía y la autoridad migratoria federal.

EXPANSIÓN DE LA ATENCIÓN MÉDICA

Mantener y ampliar las protecciones de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, que Trump trató de revocar sin éxito ante el Tribunal Supremo. Con esa ley conocida como Obamacare más de 100 millones de personas ya no tienen que preocuparse de que una compañía de seguros les niegue la cobertura o les cobre primas más altas solo porque tienen una condición preexistente, ya sea cáncer, diabetes, una enfermedad cardíaca o un problema de salud mental. Millones de latinos obtuvieron la tranquilidad que brinda el seguro de salud, y la tasa de personas sin seguro se desplomó de 32 % al 19 %, la mayor disminución de cualquier grupo racial o étnico.

Se espera que Biden amplíe el Obamacare, como ha prometido, para expandir el acceso de los latinos a un cuidado de salud de calidad y asequible.

DESIGUALDAD RACIAL Y ÉTNICA

La comunidad hispana reclama que la nueva Administración adopte un nuevo discurso en que los inmigrantes dejen de ser una amenaza y se reconozca su papel vastamente positivo en la vida de Estados Unidos.

La pandemia ha demostrado que los latinos constituyen una gran proporción de los trabajadores esenciales que alimentan al país, mantienen limpias nuestras comunidades y cuidan a nuestros seres queridos. Pero durante demasiado tiempo no han sido tratados con dignidad ni se les ha brindado la oportunidad que se merecen.

Se esperan medidas de Biden para que todos sean tratados con dignidad, sin importar raza, género, orientación sexual, religión, posible discapacidad o lugar de residencia, y para que todos tengan la oportunidad de tener una buena calidad de vida, incluyendo a los latinos y otros grupos que nunca tuvieron una oportunidad justa en décadas pasadas.