La escritora colombiana Pilar Quintana, bajo el seudónimo de Claudia de Colombia, ganó el Premio Alfaguara de Novela 2021, galardón literario que otorga el Grupo Editorial Penguin Random House, por su novela “Los abismos.” Los participantes remitieron un total de 2,428 manuscritos desde España, Argentina, México, Colombia, Estados Unidos, Chile, Perú y Uruguay. La ceremonia virtual se llevó a cabo el pasado 21 de enero, desde la Casa de América en Madrid, España.
Quintana agradeció al comité organizador este premio literario afirmando que “la literatura es el único lugar donde un escritor puede ser lo que quiere ser y puede decir lo que le apetece decir”. “Este medio –añadió–, ha sido mi refugio para poder ser yo misma y poder ser libre”.
La autora, de 49 años, mencionó que en su estilo literario le gusta explorar la imaginación, siendo las experiencias de la vida su fuente directa para construir una historia. Su carrera literaria se remonta a los tiempos en que trabajaba como guionista de televisión; este entorno le permitió aprender cómo escribir diálogos. Quintana resalta que el universo narrativo de una obra es el espacio en donde se crean los personajes reales, en un tiempo y lugar determinado.
La novela ganadora es narrada por Claudia, una niña que trata de entender la relación conflictiva entre sus padres, sin perder su infancia visionaria. Situada en los años 80s, en Cali, Colombia, la historia presenta símbolos de consciencia colectiva como el miedo irracional a la muerte y a la orfandad.
Quintana asegura que el hecho de haber sido madre a los 43 años le abrió un caudal literario que fue convirtiendo poco a poco en obras de ficción. Añade que su búsqueda de madurez como escritora la obligó a reescribir el borrador de esta obra muchas veces, porque sentía que todavía tenía cosas que profundizar en la narración.
Hija de una generación de mujeres que no tuvieron la opción de estudiar –porque las reglas de la sociedad las encajaba en el rol de madre de familia–, Quintana le quita los velos a la maternidad y a sus retos. Agrega que desde pequeña se sintió fea porque no formaba parte del estereotipo de belleza ideal; y como una forma de rebeldía, empezó a lucir libremente su pelo crespo para explorar su propia belleza. Su novela anterior “La perra” ha sido traducida a 12 idiomas y pronto será publicada en 8 lenguas más.
Quintana recibirá 175,000 dólares, una escultura de Martín Chirino y la publicación de la novela en todo el territorio de habla hispana.
A veces uno tiene clarísimo lo que hay que hacer, sin embargo, no consigue que los demás vean las ventajas de su idea. Puede imponer su criterio, pero no servirá de nada, porque para que una empresa funcione se necesita la adhesión del equipo a los objetivos de la empresa, la cohesión entre sus miembros y la motivación para continuar en la carrera hasta alcanzar las metas propuestas.
Todo líder puede ejercer el poder sobre sus trabajadores porque tiene una posición de jerarquía, una autoridad que le faculta para dar órdenes y exigir lo que desee. Pero coartar la libertad de las personas, manipularlas, chantajearlas, coaccionarlas… solo conduce a tener resultados negativos a medio y largo plazo.
Es posible que en un primer momento se logre imponer la propia voluntad, pero se perderá toda influencia sobre los demás, crecerá la hostilidad, nacerá la desconfianza y anidará el desapego hacia la empresa y, con ello, la baja productividad y el estancamiento.
Para que todos los miembros de la empresa se convenzan de que son parte importante de un equipo y cooperen por el bien común, hay que…
Explicar el “qué” y el “porqué”. Para persuadir a los demás sin autoritarismo es preciso que las personas entiendan no tanto qué se les propone, sino por qué es necesario. Cuando un líder es capaz de hablar de por qué se requiere abordar un cambio, un nuevo proyecto, una modificación en los procedimientos, los trabajadores perciben que no se trata de una imposición, sino que son ellos quienes desean hacer lo que sea necesario y que verdaderamente quieren esforzarse para mejorar.
Mostrar que las personas son lo primero. Hay que hablar no solo de economía, sino también de valores y sentimientos. Lo más importante es permitir que todos expresen sus inquietudes, escuchar de manera activa y buscar soluciones para mantener el ambiente de flexibilidad y bienestar que deber regir en la empresa.
Trabajar más que nadie. Liderar supone llevar el peso de la carga. Esto significa que no podemos repartir tareas y ya está, sino que tendremos que estar preparados para trabajar duro. Es lógico: si uno ha iniciado un proyecto, debe ser quien más sepa sobre el tema; de manera que tendrá que informar, organizar, liderar, justificar, presentar experiencias previas, analizar… No hay por qué abrumar con datos y largas reuniones, pero sí convocar a los equipos a menudo, tanto en grupo como uno a uno, para que puedan comunicar las preocupaciones y dudas, para que todos participen y aporten ideas, nuevos puntos de vista y soluciones.
Tener un buen control de las emociones. El liderazgo no impositivo se enfrenta a menudo con personas, ya sean jefes o colaboradores. Tener un buen control de las emociones supone saber gestionar situaciones habituales en las empresas, donde el riesgo siempre está presente y la continuidad en juego. La gestión emocional es la clave para convencer.
Ser honesto. Nadie se vuelve un verdadero líder de la noche a la mañana. Hay individuos que poseen un gran carisma, pero el buen liderazgo se gana cada día con honestidad, respeto por los demás, integridad ética, humildad… Son los requisitos que realmente convencen.
Hay líderes que no necesitan dar órdenes. Generalmente, son esos que hablan en plural y que solo utilizan el singular para reconocer sus propios errores. Saben, como decía Víctor Hugo, que no hay «nada tan estúpido como vencer. La verdadera gloria está en convencer».
Los niños latinos tienen un 13 % menos de posibilidades de recibir evaluaciones de diagnóstico con uso
de rayos X y otras imágenes en sus visitas a las emergencias de los hospitales que los niños blancos.
(Foto: EFE/Archivo)
Pittsburgh, PA– Aunque se corre el riesgo de hartar con el tema de las disparidades, las cifras siguen saliendo a la luz y es responsabilidad de los medios difundirlas. Los niños latinos tienen un 13 % menos de posibilidades de recibir evaluaciones de diagnóstico con uso de rayos X y otras imágenes en sus visitas a las emergencias de los hospitales que los niños blancos no hispanos. Esto trae como resultado una subutilización entre los menores latinos de este importante recurso diagnóstico y una sobreutilización entre los niños blancos, señala estudio liderado por el Hospital Infantil UPMC de la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania.
Los niños latinos que acuden a los centros de urgencia de los hospitales del país no son los únicos con menos posibilidades de recibir pruebas de imagen: entre los niños negros, la posibilidad es un 18 % menor que entre los niños blancos no hispanos.
«Los factores culturales de las personas que vienen con la raza, el género, la religión, etc. no deben ser asociados con las pruebas (de diagnóstico)», enfatizó Jennifer Marín, profesora de Pediatría, Medicina de Emergencia y Radiología de la universidad y directora médica de ultrasonido en UPMC.
«Aquí está sucediendo algo más que va más allá de lo clínico, que está más allá de los diagnósticos», dijo la autora principal del estudio.
Marín señaló que la falta de balance en la utilización de pruebas de imagen entre estos pacientes puede generar que algunos niños latinos y negros no reciban la hospitalización necesaria, que se hubiera ordenado si se hubiese realizado esas pruebas médicas.
Por otro lado, esto podría ser contraproducente, pues tanta es la diferencia, que en el caso de los niños blancos se puede llegar a la sobreutilización de pruebas diagnósticas de imagen, que no sólo es innecesaria, sino que la sobreexposición a los rayos X o la tomografía computarizada (CT) puede ser dañina para estos menores.
«Un CT innecesario a los cinco años no es lo mismo que uno a los 70 años«, argumentó Marín. «Si se piensa en términos del riesgo para la vida, un niño de cinco años tiene 80 años más para desarrollar una malignidad en comparación con un hombre de 70 años que tendrá sólo 15 años más (en promedio)».
El reporte publicado en JAMA Network Open -el más grande y amplio de su tipo- utilizó información de 52 hospitales a lo largo de 27 estados y el Distrito de Columbia entre 2016 y 2019, para medir las disparidades raciales en la aplicación de las pruebas diagnósticas de imagen.
Por: Jennifer R. Marin / UPMC Children’s Hospital.
Latinos are the biggest minority and second-fastest growing racial or ethnic group in the U.S and within it emerge complex identities. Among these identities is Afro-Latino. Afro-Latinos identify as both Black and Latino, as they are direct descendants from African slaves that were taken to the Caribbean and South America. Even though a quarter of the U.S. Latinos identify as Afro-Latino, which translates to 15 million people, Afro-Latinos rarely see themselves visibly in history books and other educational content in school. For this cause, millions of Afro-Latino students are culturally deprived year after year, because they are drastically underrepresented in school.
¿Are Afro-Latinos represented during Black History Month and Hispanic Heritage Month? Many Afro-Latinos would say no. Edgardo Rodriguez, a Philadelphia native who identifies as a Black Puerto Rican says, “the only Afro-Latino I was exposed to in school was Roberto Clemente” and, “if I had been taught more, I wouldn’t have struggled with my identity”.
Representation matters in all aspects of life, especially in education. If there was more representation of Afro-Latinos in our education curriculum, history books and in the media, the classroom would become a safer space where Afro-Latino students will be empowered by gaining culturally enriched information, and by building healthy cross and same race relationships. Without it, the classroom is susceptible of being an environment that breeds bias, stereotypes, and cultural misinterpretations.
Educators should include curriculum that recognizes and highlights the contributions of Afro-Latinos. If educators are consistent in this, they will help strengthen the identify of their students and empower their Afro-Latino students to realize that they too can make a difference and, at the same time, create a culturally safe place for all students.
Over the next few weeks, we will showcase the contributions of Afro-Latinos to our community as educators, entrepreneurs, first-responders, medical professionals, journalists, media producers, tech developers, faith leaders, artists, activists, parents, and more. As people who provide hope and are an example to our community, we call them “Heroes de Impacto y Esperanza.”
El conflicto surge de un desacuerdo donde una o ambas partes perciben una amenaza, real o imaginaria. Los conflictos siempre ocurrirán. Es la manera como se intenta resolver un conflicto lo que determina el resultado futuro. Para algunos, la violencia en diversas formas suele ser la primera opción para resolver disputas. Los seres humanos a lo largo de la historia han intentado resolver sus conflictos con la violencia y se han encontrado con el resultado de más violencia.
Desde los primeros tiempos bíblicos, cuando Caín mató a su hermano Abel, un peligroso precedente de emociones mal administradas se desarrolló en la práctica estándar de resolver la ira con la violencia. Los humanos tenemos un linaje de violencia y trauma que nos ha llevado a donde estamos hoy. Nuestro país no está solo de ninguna manera, sin embargo, si examinamos la historia de crueldad y violencia de nuestra sociedad, podemos comenzar a comprender la profundidad del trauma multigeneracional.
La criminalidad es una fuente cruel de violencia que victimiza a los vulnerables. Para la persona que comete un delito, puede parecerle una forma de resolver sus propios conflictos, pero en realidad lo hace a expensas del sufrimiento de otras personas.
El robo, el secuestro y el asesinato son acciones que declaran: “soy más valioso que tú; por lo tanto, no importa si me beneficio a costa de tu sufrimiento”.
La opresión es otra fuente de violencia: genocidio, desplazamiento de culturas indígenas, esclavitud de africanos, explotación de inmigrantes. Las guerras han cambiado el curso de la historia para siempre. En la historia moderna, la televisión trajo los horrores de la guerra a la sala de nuestra casa. La guerra de Vietnam y el bombardeo de Bagdad fueron televisados en vivo, dando al espectador un asiento de primera fila en la destrucción de un país y una ciudad antigua. Estamos rodeados de asesinatos y violencia en el cine, la televisión, los videojuegos y la música. Las letras anti-femeninas que glorifican a los matones entran en el cerebro de nuestros hijos a través de costosos auriculares, y así, su visión del mundo se altera. Ellos se ven rodeados de peligros y del mal.
Foto ilustrativa Nick Bondarev, Pexels
En 2020, en Filadelfia ha habido 499 asesinatos, cifra al pico de un aumento constante de homicidios y tiroteos durante los últimos cuatro años. Nuevamente, parece que la violencia es la única forma en que las personas han aprendido a resolver conflictos. Cuando sea a nivel de barrio local o a nivel nacional, necesitamos encontrar formas de resolver las diferencias sin recurrir a los instintos más básicos que poseemos. En una sociedad tan entrelazada con la violencia, ¿cómo podemos darle la vuelta a esto?
Propongo mirar detenidamente a la cultura y por qué valoramos la violencia como una solución al conflicto. Mientras los niños son pequeños, podemos ofrecerles unas alternativas a las familias a través de la educación socioemocional; proporcionando herramientas para enfrentar los conflictos diarios y ofreciendo perspectivas alternativas, para que los grupos pueden implementar su vida familiar con disciplina, apertura, aceptación a la diversidad e interacción con los demás.
La violencia no es nuestra única herramienta. En todo caso, debería ser la última herramienta a la que recurramos cuando nos enfrentamos a un conflicto. Piense antes de hablar o actuar y reduzca la intensidad del conflicto cuando sea posible. Maneje su estrés de modo que tenga suficiente energía para manejar un conflicto. Sea consciente y maneje sus emociones, especialmente sobre los temas que sabe que son difíciles para usted. Aprenda todo lo que pueda sobre usted mismo, sus factores desencadenantes y cómo puede amarse mejor a sí mismo y a los demás.
Un trabajador del sector salud traslada el cuerpo de una persona fallecida de Covid-19 en el hospital 46 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la ciudad de Guadalajara, estado de Jalisco (México). EFE/ Francisco Guasco
Norristown, PA – Un líder es alguien cuyas acciones motivan a las personas para que le sigan, alguien que actúa con el ejemplo y honra su palabra, y que no solo usa el poder que le da un cargo público.
Así como el padre de familia, el maestro de escuela, el capitán de un barco o el presidente de una nación deben influir, animar y orientar a sus gobernados para trabajar y lograr el bien común, así sus seguidores deberían actuar con convicción y responsabilidad ante las reglas establecidas.
Hoy más que nunca necesitamos líderes y ciudadanos comprometidos para superar la actual crisis de salud que nos aqueja. Personalmente, veo con angustia que cada día surgen más casos de contagio entre mis seres queridos, y que aumentan cada vez más los comentarios absurdos en redes sociales acerca del uso de la mascarilla, el distanciamiento social o el lavado de manos; los cuales no son una imposición, sino una invitación a la responsabilidad social.
Hace unos días me enteré del caso de dos allegados míos, Carlos y Rubén. Historias tristes que representan un claro ejemplo de cómo se vive la pandemia en muchas partes del mundo, como México, el país latino con el mayor número de muertes (más de 150 mil), y contagios (más de 1.5 millones), por el SARS-CoV-2, según reportes de la Universidad John Hopkins.
Carlos era médico ginecólogo de una clínica COVID del estado de México. No solo atendía a las madres parturientas sino a todo aquél que necesitara cuidados médicos, portando a veces, sólo una mascarilla. Los recursos en el hospital son escasos, no sólo se carece de tanques de oxígeno y ventiladores mecánicos, sino del mínimo equipo de protección para los médicos. Un día, Carlos se infectó de COVID y murió días después.
Rubén formaba parte del cuerpo de policías de tránsito de una localidad en el estado de Hidalgo. Su trabajo consistía en hacer respetar el reglamento vial. Un día asistió como invitado a la boda de un amigo de su amigo, donde 150 personas se congregaron, obviamente, ausente la sana distancia y el uso de mascarillas. Esa noche, él y otras 40 personas se contagiaron de COVID. Ruben, murió intubado al cabo de una semana.
Diferentes situaciones, mismo resultado. Sin duda, alguien está haciendo mal su trabajo. En ambos casos, muertes que pudieron haberse evitado con el liderazgo correcto, ese capaz de procurar la dirección adecuada y los recursos materiales indispensable, así como tocar los sentimientos de sus seguidores para estimular a ejecutar las recomendaciones de salud. De haber sido así, quizás hoy Carlos, Rubén, y muchos más aún seguirían con nosotros.
Al celebrar el Mes de la Historia Negra, me siento honrado de informar que me han invitado a participar en el Proyecto de Historia Oral de “Power Politics” en Scribe Video Center. El proyecto tiene como objetivo explorar estrategias para el empoderamiento político de los negros en la ciudad de Filadelfia entre 1945 y 2015. «¿Por qué te invitaron, si no eres negro?»; algunos de ustedes pueden preguntar. Permítanme recordarles a quienes me conocen bien, que la piel de la madre que me crio desde la infancia hasta la adultez era oscura, la piel de su padre era negra oscura, su esposa, la piel de mi bisabuela era blanca y la madre que me dio a luz era blanca con el pelo rojo/castaño, sin embargo, todos somos puertorriqueños (as).
Al crecer, me inspiré en Martin Luther King, Jr., Malcolm X, Huey Newton, Harriett Tubman y los habitantes de Filadelfia: Muhamad Kenyatta, el representante estatal David Richardson, el reverendo Leon Sullivan, C. Delores Tucker, todos gigantes de la lucha afroamericana por justicia e igualdad. Si bien tiene razón al decir que no soy lo que se conoce como afroamericano, el movimiento de derechos civiles de los Estados Unidos, aunque está arraigado en la comunidad negra, tocó una fibra sensible en mí como un vehículo para el acceso igualitario a la justicia y la igualdad para todos. Las tácticas utilizadas por el poder negro y el movimiento por los derechos civiles me intrigaron cuando era niño en la década de 1970.
Estos movimientos reunieron a muchos jóvenes puertorriqueños criados en los Estados Unidos, quienes compartimos vecindarios y experiencias de pobreza y privación. Estos jóvenes hablábamos principalmente inglés, y con nuestra arrogancia, retórica y vestimenta, reconocimos con orgullo y abiertamente las influencias de la comunidad negra y su movimiento por el cambio.
Sabíamos que no éramos afroamericanos, al igual que ellos. Aun así, una cosa es segura; las dos comunidades comparten experiencias similares: discriminación en vivienda, empleo, atención médica, educación, desarrollo económico, política, justicia penal y el sistema de creencias culturales de la sociedad blanca, referente a los mitos, símbolos, vocabulario y creencias dominantes sobre las personas negras y latinas que define la conciencia de nuestra nación.
Me siento profundamente honrado de recibir esta oportunidad de contribuir con mi trabajo a la comunidad negra, en algo tan importante como este proyecto, financiado por la Commonwealth of Pennsylvania. Es muy especial que algunas de las entrevistas sobre mí se transmitan en las estaciones de radio de Filadelfia y se hagan accesibles en varios programas educativos. Es una lección de humildad recibir la invitación con jóvenes estudiantes de secundaria que realizan las entrevistas con tantos líderes, realmente gigantes, del movimiento de empoderamiento negro. Me gustaría reconocer a cinco personas en particular, que han sido una inspiración duradera para mí, en mi lucha por un cambio positivo, proporcionando siempre equidad y equilibrio en los medios: Barbara Grant, Karen Warrington, Linn Washington, Louis Massiah y Ramiyah Wilson, una estudiante de la escuela superior, Walter B. Saul.
We share the same fight
As we celebrate Black History Month, I am honored to report that I have been invited to participate in the Power Politics Oral History Project at Scribe Video Center. The goal of the project is to explore strategies for Black political empowerment in the City of Philadelphia between 1945 -2015. “Why are you being featured, you aren’t Black?”; some of you may ask. Let me remind those who know me well, that the mother who raised me from infancy to adulthood skin was dark brown, her father’s skin was dark black, his wife, my great grandmother’s skin was white, and the mother who gave birth to me was white with auburn hair, yet we are all Puertorriqueños (as).
Growing up, I was inspired by Martin Luther King, Jr., Malcolm X, Huey Newton, Harriett Tubman, and Philadelphians: Muhamad Kenyatta, State Representative David Richardson, Reverend Leon Sullivan, C. Delores Tucker, all giants of the African American struggle for justice and equality.
While you are right in saying that I am not African American, the United States civil rights movement, while rooted in the African American community, struck a broad responsive chord with me as a vehicle for equal access to justice and equality for all. The tactics used by the Black power and civil rights movement intrigued me as a child growing up in the 1970s. These movements brought together many Puerto Rican youth raised in the United States, sharing neighborhoods and experiences of poverty and deprivation. These youth spoke English, in our swagger, rhetoric and dress, and we proudly and openly acknowledged the influences of the Black community and movement for change. We knew we were not African Americans and so did the African Americans, but one thing is certain, the two communities shared similar experiences— discrimination in housing, employment, health care, education, economic development, politics. criminal justice, and White society’s cultural belief system in the dominant myths, symbols, vocabulary, and beliefs about Black and Latino people which defines the consciousness of our nation.
I am deeply honored to receive this opportunity to contribute to my work with the African American community on something as important as this project, funded by the Commonwealth of Pennsylvania. Having some of the interviews broadcasted on Philadelphia radio stations and made accessible in various educational programs made about me, is very special. It is humbling to receive the invitation with young high school students conducting the interviews with so many leaders, really giants, of the Black empowerment movement. I would like to recognize five people who have been an enduring inspiration to me in the fight for positive change by always providing fairness and balance in the media: Barbara Grant, Karen Warrington, Linn Washington, Louis Massiah and Walter B. Saul High School student, Ramiyah Wilson.
Imagen del senador demócrata Dick Durbin. EFE/EPA/Jim Lo Scalzo/Archivo
Washington. – El senador Dick Durbin, demócrata de Illinois, y el republicano Lindsey Graham, de Carolina del Sur, presentaron este jueves nuevamente un proyecto de ley que abriría la senda a la ciudadanía estadounidense para casi dos millones de inmigrantes indocumentados beneficiarios o elegibles para el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Los dos senadores presentaron en 2018 y nuevamente en 2019 su Ley del Sueño con el propósito de amparar a inmigrantes indocumentados que fueron traídos al país cuando eran menores, y cuya deportación quedó en suspenso desde que el entonces presidente Barack Obama decretó en 2012 una postergación de la expulsión.
En 2018 el entonces presidente Donald Trump canceló DACA, lo cual causó demandas legales que han llegado al Tribunal Supremo de Justicia, el cual, se espera, dará un fallo en los próximos meses.
La Ley del Sueño, así nombrada por el término de «soñadores» que se dan a sí mismos los jóvenes amparados por DACA y que alude al «sueño americano», no progresó el año pasado en el Congreso, donde los republicanos tenían mayoría en el Senado y eran minoría en la Cámara de Representantes.
Este año, con mayoría demócrata en ambas cámaras y con el demócrata Joe Biden en la Presidencia, el Gobierno ha anunciado una política migratoria diferente y tanto Durbin como Graham creen que este contexto político es más favorable para la legalización de los «soñadores» y sus familias.
Greisa Martínez Rosas, directora ejecutiva de la organización United We Dream, indicó en un comunicado que la reintroducción de la Ley del Sueño en el Senado «es una prueba directa del poder innegable de los jóvenes inmigrantes y nuestros aliados, que han empujado por una legislación significativa que proteja a nuestras comunidades».
«El Congreso tiene la responsabilidad de poner fin a una demora de 35 años en la aprobación de legislación migratoria significativa estableciendo un alivio permanente para los jóvenes inmigrantes y los trabajadores esenciales», agregó.
Por su parte, el presidente de FWD.us, Todd Schulte, declaró que «la aprobación de este proyecto en las próximas semanas es urgente, dado que el programa DACA sigue estando bajo una inminente amenaza legal y millones de soñadores están en riesgo de deportación».
Más escéptica, Erika Andiola, prominente líder del movimiento de los «soñadores», declaró en Twitter: «He perdido la cuenta de cuántas veces (la Ley del Sueño) ha sido introducida».
«No importa cuántos proyectos de ‘senda a la ciudadanía’ sean presentados si los demócratas no tienen la voluntad de hacerlo. No tengo fe en que los republicanos apoyen cualquier proyecto que no les dé a cambio más leyes xenófobas», dijo Andiola, a la vez que urgió a la aprobación del nuevo proyecto.
El cineasta Pedro Almodóvar en Madrid. EFE/Luca Piergiovanni/Archivo
Miami. – El Festival de Cine de Miami (EE.UU.) anunció este jueves el programa de su edición 2021, que incluye más de 100 filmes de 40 países y premios al cineasta español Pedro Almódovar y a la actriz puertorriqueña Rita Moreno, entre otros.
Después de haber tenido que suspender intempestivamente y a la mitad su edición de 2020 debido a la covid-19, el festival miamense se reencontrará con el público del 5 al 14 de marzo con un formato que combina lo presencial y lo virtual.
«En este año como en ningún otro, todos anhelamos estabilidad y sentido de continuidad. Al redefinir el Festival de Cine de Miami para la nueva era del cine, nos proponemos continuar nuestra misión de resaltar los talentos creativos más destacados y las nuevas obras de la temporada», expresó Jaie Laplante, director ejecutivo del Festival, en un comunicado.
El evento organizado por la universidad Miami Dade College (MDC) será inaugurado y clausurado con dos estrenos mundiales de artistas de Miami: «Ludi», de Edson Jean, y «Birthright», de Jayme Gershen.
Junto a Almódovar y Moreno, que serán galardonados con los Premios Precious Gem (Gema Preciosa), se reconocerá a los actores Riz Ahmed (Sound of Metal), Javier Cámara (El olvido que seremos), Aldis Hodge (One Night in Miami) y Andra Day (The United States vs. Billie Holiday), así como al cineasta Joshua James Richards (Nomadland).
El día de la inauguración el Festival realizará la entrega virtual de su premio Precious Gem Master Award a Almodóvar, ganador de dos Oscar entre otros muchos galardones, antes del estreno en Miami de su primer filme en inglés, el cortometraje de acción en vivo «La voz humana», protagonizado por Tilda Swinton.
También recibirá de forma virtual su premio Precious Gem Icon Rita Moreno, una de los dos únicos profesionales de la actuación en la historia que han ganado el Premio Emmy, Grammy, Oscar y Tony.
La entrega del galardón será el 10 de marzo, antes del estreno en Miami del nuevo documental de Mariem Pérez Riera «Rita Moreno: Just a Girl Who Decided to Go For It».
En su trigésimo octava edición, el festival mantiene un marcado acento iberoamericano, aunque en el programa hay filmes de otras zonas, como «Charlatan» (República Checa), dirigida por Agnieszka Holland.
«El cuento del tío» (Argentina-Chile), de Ignacio Guggiari; «Mis 500 locos», de Leticia Tonos, candidata de República Dominicana a competir por el Oscar a película extranjera; «1991» (Guatemala), de Sergio Ramírez; «El perro que no calla» (Argentina), de Ana Katz; «Nudo Mixteco» (México), de Ángeles Cruz; «Hotel Coppelia» (República Dominicana), de José María Cabral, y «Las mejores familias» (Perú-Colombia), de Javier Fuentes-León, son algunos de los filmes de América Latina en este certamen.
«El olvido que seremos» del español Fernando Trueba, protagonizada por Javier Cámara y representante oficial de Colombia en los Oscar, tendrá una presentación especial en el festival, al igual que la serie «The Miramar Murders: The State vs Pablo Ibar» (España), dirigida por Olmo Figueredo.
El mismo trato recibirán los filmes de temática cubana «Plantados» (Estados Unidos), dirigida por Lilo Vilaplana, «A New Dawn», de Manny Soto, y «Revolution Rent», de Víctor Patrick Alvárez y Andy Señor Jr.
«La ciudad de las bestias salvajes» (Colombia), de Henry Rincón), «El inconveniente» (España), de Bernabé Rico, «Explota Explota» (España), de Nacho Alvárez, «Nora» (España), de Lara Izaguirre, y «Las Siamesas» (Argentina), dirigida por Paula Hernández, competirán por un premio iberoamericano patrocinado por Warner.
Un modelo luce prendas de la colección del diseñador mexicano Ricardo Seco en el marco de la Semana de la Moda de Nueva York (NYFW). EFE/ Miguel Rajmil/Archivo
Nueva York. – La Semana de la Moda de Nueva York se llamará Calendario de las Colecciones Americanas y solo incluirá a diseñadores característicos de Estados Unidos, «independientemente de la localización o la fecha de lanzamiento» de sus creaciones, según anunció este jueves su organización.
El Consejo de Diseñadores de Moda de EE.UU., que organiza el calendario oficial de la cita, presentó una nueva edición descentralizada en la que los desfiles comienzan hoy mismo y se extienden hasta el 15 de abril, aunque la mayoría se concentrarán entre el 14 y el 17 de febrero, con nombres veteranos y emergentes.
«Con el cambio de las necesidades de la industria, y subsecuentemente sus estrategias, la CFDA está orgullosa de presentar el Calendario de las Colecciones Americanas inaugural, que incluye a diseñadores tradicionalmente estadounidenses desde donde y como quieran hacer sus ‘shows», dijo en una nota el colectivo.
El modisto Tom Ford, que preside a los diseñadores, recordó que la misión del Consejo es «promover la moda estadounidense» en todo el mundo y señaló que el hecho de que muchos de sus miembros elijan hacer desfiles fuera de la Semana de la Moda e incluso de EE.UU. indica la «necesidad de flexibilidad en el sistema de la moda».
En ese sentido, el Calendario de las Colecciones Americanas se presenta como un escaparate que recopilará las muestras de diseñadores de moda característicos del país, se produzcan por internet o físicamente, dentro o fuera de sus fronteras, aunque debido a la pandemia de covid-19 se prevé que la mayoría de ellas sean digitales.
De acuerdo al calendario, este jueves la firma Zero + Maria Cornejo da el pistoletazo de salida a las muestras de esta temporada otoño/invierno 2021, seguida los días siguientes por Kozaburo, Ulla Johnson y R13 hasta la apertura oficial de la nueva «NYFW» el 14 de febrero, protagonizada por el taiwanés-canadiense Jason Wu.
«Además de Tom Ford, Carolina Herrera, Altuzarra y Thom Browne, hay varios talentos emergentes dignos de mención incluyendo Bed on Water, Maisie Wilen y el ganador de Project Runway (un concurso televisivo), Geoffrey Mac. Kimberly Goldson y Negris LeBrum también estarán en el foco», señaló el colectivo de diseñadores.
«Gabriela Hearst, Oscar de la Renta, Willy Chavarria, Tanya Taylor, Adam Lippes, Veronica Beard, No Sesso, Kevan Hall y Rosetta Getty vuelven al calendario, y Erin Beatty presenta su colección sostenible Rentrayage», agregó.
En la lista destacan las ausencias de algunas de las marcas más emblemáticas de EE.UU., como Michael Kors y Marc Jacobs, habitualmente presentes en la jornada de cierre de la NYFW; y Tommy Hilfiger y Ralph Lauren, que han optado por seguir su propio ritmo en otras ediciones.
Asimismo, el día 15 de febrero se celebrarán una decena de desfiles dedicados a la moda de hombre con diseñadores como Carter Young, Federico Cina y Timo Weiland a través de la plataforma digital Runway 360, que fue puesta en marcha en la última edición.
Pese al cambio anunciado por el CFDA, otras plataformas confluyen en la Semana de la Moda de Nueva York, entre ellas la Federación de Diseñadores de Latinoamérica (FDLA), que celebrará su segunda edición digital entre el 15 y el 17 de febrero con el peruano Yirko Sivirich y la dominicana Giannina Azar como destacados.