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¿Si no nos ayudamos entre nosotros, hacia dónde vamos?

SEPTA
SEPTA. (Foto: Cortesía/Wikipedia)

La noche del 13 de octubre, una mujer viajaba en el tren de SEPTA con dirección al oeste en la línea Market-Frankford cuando fue atacada y violada por un hombre, en presencia de otros pasajeros.

Durante los siguientes días la escandalosa noticia ha dado la vuelta a los rotativos a nivel nacional, reportando las conferencias de prensa y comunicados de las autoridades locales.

El portavoz de SEPTA, Andrw Busch, dijo que un empleado de la Autoridad de Transporte del Sureste de Pensilvania (SEPTA), que se encontraba en las inmediaciones del incidente, al llegar el tren, subió y se percató que estaba ocurriendo la agresión e inmediatamente llamó al 911, diciendo que “algo no estaba bien” con una mujer a bordo del tren, lo que provocó una respuesta inmediata de la Policía de Tránsito de SEPTA.

El superintendente Timothy Bernhardt del Departamento de Policía de Upper Darby Township dijo que los oficiales fueron llamados a la terminal de la calle 69 alrededor de las 11:00 pm. La policía SEPTA que esperaba en la siguiente parada encontró a la mujer y arrestó a un hombre.

Bernhardt declaró que el acto fue capturado en un video de vigilancia, donde se muestra a un hombre abordar el tren, sentarse al lado de una mujer. El sospechoso comienza a hablar con ella y gradualmente se vuelve agresivo, luego le arranca la ropa y la ataca. La agresión duró ocho minutos. Las imágenes también revelan que los pasajeros que presenciaron la agresión no hicieron nada.

Cristina Pérez , de la organización WOAR (Mujeres Organizadas en Contra del Abuso Sexual). (Foto: Cortesía/Cristina Pérez)

La mujer, de quien no se reservó la identidad, fue llevada al hospital para recibir tratamiento.

Bernhardt llamó a la víctima “una mujer increíblemente fuerte”, que proporcionó a la policía mucha información, “ella no conocía a su atacante; ojalá supere esto pronto”, dijo.

El sospechoso, Fiston M. Ngoy de 35 años, presuntamente indigente, fue acusado de delitos de violación y agresión agravada. Está detenido en la cárcel del condado de Delaware con una fianza de 180 mil dólares.

SEPTA en conferencia de prensa dijo que cuenta con más de 28 mil cámaras de vigilancia, botones de emergencia, así como la app “SEPTA Transit Watch”, una nueva aplicación móvil para usuarios de teléfonos Apple y Android, que permite a los clientes informar de manera discreta y confidencial los problemas de seguridad y protección.

Entre 80 y 90 mil personas viajan diariamente en la línea Market-Frankford. “SEPTA insta a cualquier persona que observe la comisión de un delito o cualquier situación peligrosa que ocurra a que lo denuncie. Cualquier persona que sea testigo de una emergencia debe llamar inmediatamente al 911”.

Es poco probable que los testigos que se mantuvieron al margen y no ayudaron a la mujer enfrentarán cargos criminales, pero la policía había sugerido que los viajeros que pudieran haber filmado el incidente podrían ser procesados.

No está claro cuántas personas estaban en el vagón del tren cuando ocurrió el crimen.

Si bien Bernhardt no especificó qué cargos podrían enfrentar los testigos, dijo que sería «muy difícil presentar cargos contra quienes» vieron el ataque, pero no ayudaron.

Según reporta la BBC, un portavoz de la fiscalía les dijo que mientras se está llevando a cabo una investigación, «en este momento no hay expectativas de que se presenten cargos contra ningún pasajero».

Kevin McMunigal, ex fiscal federal y profesor de derecho en la Universidad Case Western Reserve, le dijo a la BBC que en la mayoría de los estados de EE. UU. Los transeúntes no tienen la obligación legal de intervenir o ayudar a menos que tengan un «deber específico» de hacerlo, como los padres, maestros, cuidadores o policías.

Autoridad de Transporte del Sureste de Pensilvania (SEPTA). (Foto: Cortesía/Wikipedia)

La psicóloga Cristina Perez, de la organización WOAR (Mujeres Organizadas en Contra del Abuso Sexual) ahora renombrada Centro para Combatir la Violencia Sexual, cree importante entender que el espectador de hechos violentos y agresiones de este tipo se suele sentir sumamente disturbado por presenciar involuntariamente estos actos, pero las consecuencias de no hacer algo por miedo, no pueden ser pasadas por alto. La experta considera que, en esta cultura del terror, es difícil actuar ante cualquier abuso, pues no se quiere comprometer a uno mismo por miedo a terminar siendo otra víctima. Pero cree importante de que nos eduquemos sobre las banderas rojas que indican un posible problema, y que nos acompañemos; buscando en conjunto si podemos intervenir. Lo mínimos que podemos hacer, es una llamada a la policía. Algo que ninguno de los asistentes de esta violación hizo.

Cristina concluye su opinión advirtiendo “Una sociedad que se muestra así misma incapaz de protegerse, cae en la total indiferencia del dolor ajeno”.

Cristina Pérez, es la coordinadora de servicios para la comunidad hispana, su correo electrónico es cristina@woar.org y teléfono de contacto (215) 606-8490.

Colin Powell, el general impecable

Colin L. Powell. (Foto: EFE/Archivo)

El general Colin L. Powell, falleció el 18 de octubre a los 84 años por complicaciones relacionadas con la COVID-19. Los médicos de Powell indicaron que también sufría de mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la sangre que suprime la respuesta inmunitaria del cuerpo, así como de Parkinson, una enfermedad que, entre otras cosas, debilita los músculos.

Powell forjó una brillante carrera militar y política que hizo historia, cuya gran «mancha» fue su controvertida defensa ante la ONU de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar la invasión de este país. Fue el primer negro en ocupar el cargo de secretario de Estado de EE. UU. (2001-2005) y el de jefe del Estado Mayor Conjunto (1989-1993).

Hijo de inmigrantes jamaicanos y nacido en el barrio de Harlem, en Nueva York, ascendió todos los peldaños del escalafón militar hasta convertirse en general de cuatro estrellas durante sus 35 años de servicio.

Tras su graduación en 1958, estuvo dos veces destacado en Vietnam en la década de 1960, donde fue herido dos veces y recibió once condecoraciones, entre ellas la Purple Heart.

Colin L. Powell. (Foto: EFE/Archivo)

SU SALTO A LA POLÍTICA

La década de 1980 fue la de su salto a la política cuando comenzó como asesor militar del entonces secretario de Defensa, Caspar Weinberger y, durante la Presidencia de Ronald Reagan (1981-1989), fue promocionado a asesor de Seguridad Nacional, donde ocupó un papel clave en las cumbres entre EE. UU. y la URSS, que marcaron el segundo mandato de Reagan y supusieron el fin de la «guerra fría».

Como jefe del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., dirigió las operaciones militares estadounidenses en Panamá, Granada, Filipinas y Liberia; y más tarde organizó el despliegue de fuerzas en Arabia Saudí al iniciarse la crisis del Golfo en agosto de 1990 y el comienzo de la primera guerra contra Irak.

Su estrategia principal, bautizada como la «doctrina Powell», estaba basada en un uso abrumador del poderío castrense, el amplio apoyo de la opinión pública y una rápida retirada tras el conflicto.

El diario The New York Times recuerda una de sus ruedas de prensa en el Pentágono al principio de la guerra del Golfo, donde Powell resumió su táctica para derrotar a las fuerzas de Sadam Husein.

«Nuestra estrategia a la hora de luchar contra este Ejército es muy simple -explicó-. Primero, vamos a aislarles y luego los vamos a matar».

En 2001, marcó un hito al convertirse en el jefe de la diplomacia estadounidense, tras ser designado por el presidente George W. Bush (2001-2009).

Considerado un pragmático, y defensor de las alianzas internacionales, se opuso en un primer momento a la invasión militar de Irak, pero finalmente cedió a las presiones del ala más agresiva de la Administración estadounidense después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Colin L. Powell. (Foto: EFE/Archivo)

POLÉMICO DISCURSO ANTE LA ONU

En febrero de 2003, vivió el momento que marcaría su carrera cuando ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aseguró en un polémico discurso que como le habían reportado las agencias de inteligencia, Irak contaba con armas de destrucción masiva, algo que después se supo que no era cierto.  Años más tarde, reconoció que esa fallida intervención sería la gran «mancha» en su trayectoria.

Aun así, en una entrevista con la CNN en julio de 2009, Powell se defendió citando el sentido del deber y de la obediencia como militar a la autoridad del presidente.

«Es como en las Fuerzas Armadas, hablas, debates sobre algo, pero una vez que el presidente ha tomado la decisión se convierte en una decisión para el Gobierno», dijo.

Durante años, y dada su popularidad, se rumoreó la posibilidad de que se lanzara como candidato a la Casa Blanca, algo que finalmente desestimó.

Aunque perteneciente al Partido Republicano, se desmarcó en los últimos años de los conservadores, ya que el pasado año pidió el voto para el demócrata Joe Biden, e hizo lo mismo en 2016 cuando respaldó la candidatura a la Casa Blanca de Hillary Clinton, en vez del republicano Donald Trump.

En la Convención Nacional Demócrata del 2020, donde ofreció su respaldo a Biden en una intervención pregrabada, Powell habló de la polarización en el país.

«Hoy somos un país dividido y tenemos un presidente (Trump) que está haciendo todo en su poder para mantenernos así. Un presidente que nos una marcaría una gran diferencia, alguien que restaure nuestra fuerza y nuestra alma», señaló.

El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su profunda tristeza por la muerte del ex secretario de Estado a quien calificó como «un amigo» y «un patriota de inigualable honor y dignidad».

En un comunicado divulgado por la Casa Blanca, Biden destacó que el general encarnó «los más altos ideales como diplomático y soldado».

«Estuvo comprometido sobre todo con las fortaleza y seguridad de nuestro país. Habiendo luchado en guerras, entendió mejor que nadie que el poderío militar por sí solo no es suficiente para mantener la paz y la prosperidad», dijo Biden sobre el general de cuatro estrellas.

El general de cuatro estrellas, nacido en Nueva York, murió en el centro médico militar Walter Reed, ubicado a las afueras de Washington.

Colin L. Powell. (Foto: EFE/Archivo)

«No nos hagan invisibles», piden madres de migrantes desaparecidos

Fotografía de archivo donde aparece el congresista demócrata de origen mexicano Raúl Grijalva. (Foto: EFE/Michel Reynolds)

Cinco mujeres centroamericanas llegaron el pasado martes hasta Washington para denunciar la desaparición de miles de migrantes en la ruta hacia Estados Unidos y reclamar el cese de las deportaciones.  Una esquina entre las calles East Capitol y First, frente a la sede del Congreso, sirvió de escenario para que estas mujeres expusieran sus historias al congresista demócrata de origen mexicano Raúl Grijalva.

El legislador fue el encargado de recibir a las integrantes de la caravana de madres de desaparecidos que llega a la capital estadounidense, que también quieren denunciar la militarización de las fronteras ordenadas por los Gobiernos de Centroamérica y México para frenar la inmigración irregular.

Además, pidieron a los Ejecutivos medidas para frenar la violencia y atender la pobreza y la falta de oportunidades que obligan a miles de personas a dejar sus lugares de origen.

Procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras, estas cuatro madres y la hermana de desaparecidos reclamaron apoyo para su búsqueda.

Esos países integran el llamado «Triángulo Norte» de Centroamérica, una de las zonas que más expulsa inmigrantes hacia territorio estadounidense.

Fotografía de archivo donde aparecen miembros de organizaciones de activistas mientras protestan frente a la Casa Blanca, en Washington, Estados Unidos. (Foto: EFE/Shawn Thew)
 

«Estamos muriendo en vida. No tenemos paz, día y noche los tenemos en nuestro corazón y el único deseo es encontrarlos», dijo a Efe la salvadoreña Aracely de Mejía, madre de Edwin Alexander Colindres Ramírez, de quien no tiene noticias desde hace nueve años.

Las mujeres solicitan respaldo para buscar a sus parientes en hospitales, cárceles y en las calles, donde, aseguran, han sido localizados muchos de los desaparecidos.

«Que nos escuchen, que no nos hagan invisibles», agregó de Mejía, al asegurar que son madres «pidiendo una respuesta».

También desde El Salvador partió Bertila Parada, cuyo hijo Carlos Alberto Osorio Parada desapareció el 27 de marzo de 2011 y su cuerpo fue recuperado entre los 196 cadáveres hallados en fosas comunes en San Fernando, Tamaulipas (México), en ese mismo año.

«El anhelo de mi hijo era llegar a este país para apoyar a sus padres, a una niña que estaba ya por nacer», dijo esta mujer, quien explicó que, pese a que el sueño de su hijo «se truncó», ha decidido continuar apoyando a miles de madres.

«Son madres que están muriendo de enfermedades crónicas, del dolor de la pérdida de sus hijos y por eso me he quedado. No porque sea fuerte, sino que veo la necesidad», indicó Parada, al tiempo que instó a que se abran las fronteras para evitar «tantos miles y miles de desaparecidos»

Ella vive separada de su otro hijo, quien reside en Estados Unidos y es beneficiario del Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés), un amparo migratorio que le permite permanecer en el país, aunque 21 años después todavía no ha tenido acceso a la condición de residente o a la ciudadanía.

«Es una angustia, es un dolor constante de saber que pueden ser enviados a El Salvador», confiesa sobre su otro hijo y dos nietos que viven en territorio estadounidense. Junto a estas mujeres estaban Irma Yolanda Pérez, procedente de Guatemala y madre de Gerber Estuardo Pérez; Ángela Lacayo, una hondureña madre de Jarvin Josué Velásquez Lacayo; y Karen Morales, también originaria de Honduras y hermana de Aaron Eliécer Carrasco. Una de las organizaciones que está apoyando esta reivindicación es el Movimiento Migrante Mesoamericano, cuyo integrante Rubén Figueroa señaló que estas mujeres son representantes de «miles de madres que hay en Centroamérica que esperan noticias de hijos e hijas migrantes que desaparecieron en la ruta migratoria», ya sea en México o en la frontera del lado estadounidense. «Las personas migrantes desaparecen cada día más en un entorno violento y hoy día en rutas militarizadas», lamentó Figueroa, quien consideró que las desapariciones son el resultado «de las malas políticas implementadas en sus países de origen» y también desde Estados Unidos

Haitians Are Coming?

(Foto: EFE/Miguel Sierra)

While we were all surprised by 15,000 Haitian immigrants arriving at Acuna, Mexico just across from Del Rio Texas, we should know that more are on the way.

This is not about Haitians coming to our Southern Border. But it is about our disturbing history of misguided foreign policies and practices that have left Haiti in shambles.

No one wants to leave their country in search for survival in other countries. But as we know people will do whatever is necessary to survive

It seems that Haitians for years have tried to not only go to the USA but to other countries in Latin America. Haiti’s 2010 earthquake coincided with Brazil’s need for cheap labor to build installations for the Olympics. Thousands of desperate Haitians fled the ruined Haitian landscape finding work in Brazil and then on to Chile and other countries who would exploit these hard-working immigrants.

The pandemic, lockdowns, combined with the growing impact of climate change led to an abrupt economic downturn in the region diminishing job opportunities and increasing the prevalence of racism as excuses to pressure immigrants to go on in search of other opportunities. Each crisis that besets Haiti only fuels this continental migration with waves of migrants in search of survival. For example, the recent 2021 Haiti earthquake and assassination of the Haitian president has led many Haitians to flee finding opportunity in Bolivia.

With a new administration in the White House, rumors of more humane immigration and asylum policies coupled with coyotes/smugglers’ picking up the scent of opportunity to exploit these over-embellished hopes and dreams, drove many seasoned Haitian migrants northward.

In my and my spouse’s work over the past three years in Tijuana I discovered immigrants from multiple countries.  Amongst many Haitians. When Haitians could not get asylum and were returned to Tijuana they decided to settle, set up businesses and put their kids in school. In interviews my spouse did with employers and managers of shelters, Haitians were singled out as the good example of an immigrant settling in their city. We would often hear of the good experience people had with Haitian immigrants

When I first heard of Haitian immigrants settling in Tijuana, there was a story of a Mexican woman who had a small restaurant.  Noticing the many hungry Haitian workers, she learned to cook common Haitian dishes.  When the workers had little or no money, she fed them for free. She has continued to cater to her Haitian clientele, who are now regulars at her restaurant.

Beginning early September of this year 2021, dozens of buses began to arrive to Acuna each day filled mostly with Haitians. Acuna, this small Mexican town, was being overwhelmed by these many buses arriving and unloading these people onto the streets. Soon a makeshift refugee shelter began to take shape under the bridge.

Aid agencies on both sides of the border did as best they could, but the response by both border governments was less than adequate, and inhumane in many instances. Amongst the adults, there were many children who had been born in various Latin-American countries along the multi-year, multi-country migration route. In other words, many children had nationalities that mirrored the American continent.

The manner in which they arrived to Acuna opens the dark door to bribery and extortion. But is this surprising? We see how easy it is for drug cartels to transport drugs to the USA with some high dollar bribes along the way.

At the time of this writing, it is being reported that thousands of more Haitians are on their way north, congregating in Colombia, making their trek through and around the Darien Gap, a 100-mile section of impassible jungle between Central & South America. There are no roads that traverse the jungle here, only footpaths, small ferries, and boats.

We are told that a ferry system is taking these immigrants part of the way and they are then transferred into smaller boats operated by smugglers who sell these migrating souls’ things like water-proof plastic pouches to protect their phones and other documents, at exorbitant prices.  They also offer internet access through a hotspot for $50 an hour.

Social media is the medium these immigrants use to communicate with smugglers and their families who can send them funds and track their travel.  It is a costly situation where immigrants sell everything they have, often indebted to the smugglers who can be ruthless in their efforts to get paid.

It is clear that we need to develop a multilateral strategy for addressing migration and immigration through the Americas. We are hearing of Haitians today, but it has been Central Americans before and will be others tomorrow. Dislocation will continue until we understand that our ways across nations contribute to undermining the livelihoods of others across borders; it is only through owning our shared responsibilities will we find solutions. Deportation is not the solution but a cruel way of avoiding responsibility in the crisis.

We must be humane and smart in responding to this new multi-lateral migration reality. 

Las latinas que marcan el ritmo en la Casa Blanca

La subdirectora de la Oficina de Estrategia Política y Difusión de la Casa Blanca, Natalie Montelongo (c); la Asistente Especial de la Presidenta de Política de Género y Asesora Principal de Violencia de Género, Rosie Hidalgo (arriba, d); la directora de Estrategia Política y Difusión de la Casa Blanca, Emmy Ruiz (2-d); y la Directora de Medios Hispanos de la Casa Blanca, Luisana Pérez (abajo, d); durante una entrevista en el edificio de oficinas ejecutivas de Eisenhower en el complejo de la Casa Blanca en Washington, DC, EE. UU. (Foto: EFE/Michael Reynolds)

El gobierno Biden-Harris tiene un número récord de mujeres y de miembros de minorías que dejan su huella cada día en las salas donde se toman las decisiones.

Con motivo del mes de la Herencia Hispana, que concluyó el 15 de octubre, la agencia Efe reunió a cuatro latinas que trabajan en la Casa Blanca para entender cómo sus perspectivas influyen en unos debates políticos que, durante décadas, estuvieron dominados casi exclusivamente por hombres blancos.

«Para nosotras, es importante poner nuestras experiencias vitales sobre la mesa cuando hablamos de distintas políticas», afirma Montelongo, subdirectora de la oficina de estrategia política y vinculación con las comunidades de la Casa Blanca, durante la entrevista colectiva en una sala del complejo presidencial.

DE LA FRONTERA A LA CASA BLANCA

Hija de inmigrantes mexicanos, Montelongo nació hace 35 años en Brownsville (Texas) y creció entre esa ciudad fronteriza y la vecina de Matamoros, en México; por lo que sabe lo mucho que han sufrido las familias binacionales durante la pandemia, debido al veto a los viajes no esenciales a través de la frontera.

En cuanto escuchó que por fin se levantaría ese veto el próximo 8 de noviembre para las personas vacunadas, Montelongo supo que la noticia «sería muy bien recibida por las comunidades de la frontera, independientemente de cuál sea su partido político».

«Es en estos casos en los que aportas la perspectiva única de haber crecido en esas ciudades, para que se entienda cómo se van a recibir esas políticas sobre el terreno», destaca.

Montelongo creció a pocos kilómetros de la que ahora es su compañera y directora de la oficina de estrategia política en la Casa Blanca, Emmy Ruiz, que también es hija de inmigrantes mexicanos y se crio en el pueblo texano de La Feria, en el valle del Río Grande.

Gracias a esas raíces, Ruiz tiene muy claro el «impacto desproporcionado» que está teniendo entre las latinas y negras el veto casi total al aborto en Texas, además de entre las personas indocumentadas del valle del Río Grande, donde ya hace años que muchas clínicas de salud reproductiva cerraron debido a las crecientes restricciones estatales. «En los últimos años ha habido incluso un aumento en los casos de cáncer cervical en el valle del Río Grande, porque muchas de estas clínicas proporcionaban servicios básicos a mujeres inmigrantes», explica la texana, de 38 años.

HISTORIAS DE FAMILIA

Ruiz está embarazada de más de cinco meses y sabe que, cuando dé a luz el año que viene, contará con una baja familiar pagada para cuidar de su bebé, un permiso que para millones de latinas en Estados Unidos es más bien un lujo inaccesible, porque ese derecho no está garantizado a nivel nacional.

«Conozco a muchísimas personas y tengo muchos familiares que no han tenido recursos cuando intentaban cuidar a sus padres o a un pariente, o que quizá solo han podido tomarse una semana o dos después de dar a luz a un bebé», lamentó Ruiz.

Lo mismo le pasa a Rosie Hidalgo, nacida en Washington de padres cubanos y que trabaja en el consejo de políticas de género de la Casa Blanca, donde ejerce como asesora de Biden para temas relacionados con la violencia machista.

«Recuerdo escuchar historias de mi madre, que tenía cinco hijos y trabajaba como secretaria en distintas oficinas. Nos decía a menudo que cuando uno de nosotros se enfermaba y tenía que tomarse tiempo libre en el trabajo, le decían: ‘Ni se preocupe por volver, ya hemos encontrado a alguien para reemplazarla'», relata Hidalgo.

«Y por supuesto, nunca tuvo ningún tipo de baja pagada de maternidad. Eso tuvo un impacto económico tremendo, realmente difícil, en nuestra familia», añade la asesora de Biden, de 55 años.

Ese tipo de historias, unidas al hecho de que el 60 % de las empleadas de la Casa Blanca sean mujeres y el 44 % de minorías, han ayudado a que los cuidados se sitúen en lo alto de la agenda política de Biden, cuyo plan de gasto social -en manos del Congreso- garantizaría bajas familiares pagados de doce semanas.

«LA REPRESENTACIÓN IMPORTA»

Desde el consejo de políticas de género, Hidalgo intenta no olvidar que la población latina es «muy diversa» y tener siempre pendiente la intersección entre «género y raza» o estatus migratorio; pero sabe que hay temas que afectan a todos los hispanos, como la crisis climática o el declive económico derivado de la pandemia.

«Muchas personas que no tienen un camino a la ciudadanía arriesgaron sus vidas en trabajos de primera línea (durante la pandemia). Mi esperanza es que, después de esta crisis, haya un reconocimiento mucho mayor por el papel enorme que desempeñan los inmigrantes en esta economía», recalca.

Sentada a su izquierda en un salón de reuniones de la Casa Blanca, Ruiz asiente y confía en que eso se traduzca pronto en un alivio migratorio en el Congreso para los indocumentados que trabajan en el campo, o para los «soñadores» -los migrantes que llegaron al país siendo menores y reclaman su regularización-.

«Estamos de su lado. Creemos que la ciudadanía es un derecho, y es una gran prioridad para nosotros», promete Ruiz.

En un extremo de la mesa, Luisana Pérez, una inmigrante venezolana que trabaja como directora de medios hispanos en la Casa Blanca, resume con un lema las contribuciones que sus compañeras y ella aportan cada día al frenético entorno de Biden.

«La representación importa. En cada decisión que tomamos, hay gente como nosotras en esas salas, ayudando a lograr que esa decisión sea mejor para nuestras comunidades», concluye Pérez, de 34 años.

Descubrimiento y encubrimiento

Selva Lancandona en Chiapas México. (Foto: Cortesía/Perla Lara)

El tema del llamado “descubrimiento de América” siempre levanta urdimbres conflictivas. Se nos enseñó, se nos inculcó, se nos remachó que el buenazo de Cristóbal Colón fue el descubridor de las Américas. Sin embargo, los registros históricos y arqueológicos alumbran hacia otros horizontes. La narrativa de que Colón descubrió América estuvo sujeta al imperialismo cultural europeo que quiso reescribir la historia y borrar los eventos migratorios previos a los viajes de Colón. Esto fue parte de la narrativa colonial europea para justificar en su psiquis colectiva el saqueo del resto del mundo y adueñarse de la materia prima para el lujo y rimbombancia de los placeres del “civilizado” occidente.

Volvamos el enfoque, ¿fue Colón el primer europeo en llegar “al perdido paraíso terrenal”, como lo describe el poeta boricua Virgilio Dávila? Según Michael Bawaya, editor de la revista American Archeology, 15,000 años antes de que a Colón se le ocurriera buscar nuevas rutas para la India, ya se registraba evidencia arqueológica de visitantes de Asia que cruzaron el estrecho de Bering a través de una franja de hielo que cubría el mar entre el estado de Alaska y Siberia. Algo así como un “puente de hielo” que conectaba Asia con América del Norte. Muchos animales (caballos, camellos, mastodontes, mamuts, osos pardos, alces) cruzaron el estrecho en busca de alimento. Detrás de los animales, le siguieron los seres humanos, también en busca de nuevas tierras para refugio y alimentación; y así fueron llegando, hasta que poblaron todo el continente americano.

Estos primeros migrantes se conocen como el pueblo Clovis. Llevan ese nombre por un asentamiento que se descubrió en Clovis, Nuevo México. En las últimas décadas del siglo XX, se descubrieron asentamientos de culturas antiquísimas previas a los Clovis, en Texas, Virginia, Perú y Chile, y se conocen como los pueblos pre-Clovis. Las pruebas de ADN sobre estas comunidades indican que un 80 por ciento de los indígenas de las Américas son descendientes directos de los Clovis y los Pre-Clovis.

Selva Lancandona en Chiapas México. (Foto:  Cortesía/Perla Lara)

También, hay evidencias arqueológicas de que 500 años atrás, antiguas comunidades europeas visitaron Canadá antes de que Colón pusiera pie y espada en las arenas americanas. Eran comunidades vikingas, que llegaron a la isla canadiense, Terranova, en un lugar llamado “L’Anse Aux Meadows” y consiste en ocho edificios de madera cubiertos de hierbas y lodo, considerado hoy día como patrimonio de la humanidad.

Desmitificada la idea de que Colón fue el descubridor de América, podemos decir que los Clovis y pre-Clovis fueron los verdaderos descubridores del “perdido paraíso terrenal”. Por lo cual, es muy justificable que celebremos el día de nuestras culturas indígenas, que son descendientes directos de los pueblos Clovis y pre-Clovis y no el día de Colon, que, a estas alturas de la historia, aún ningún historiador puede asegurar su origen de nacimiento.

No estoy negando el valor histórico de la figura de Cristóbal Colón. El hito histórico de Colón no fue el descubrimiento de América, sino el que abrió las venas de América a la avaricia de la conquista y la barbarie que vivieron los pueblos originarios con la cruz y la espada de la invasión española. América fue invadida, colonizada, asesinada y diezmada por las turbas conquistadoras. Decenas de millones de indígenas asesinados se retuercen en sus sepulcros por la ignominia de que hombres como Francisco Pizarro y Hernán Cortés, sean recordados como paladines de la civilización, cuando en realidad fueron asesinos de comunidades indígenas, y saqueadores del oro americano. Detrás del brillo de la espada de la conquista está el horror, las violaciones y vejaciones de mujeres, la desaparición sangrienta de comunidades enteras, y está el engaño descarado de promesas de eternidad y salvación celestial. No fueron pocos los líderes indígenas a quienes antes de su ejecución se les ofreció el bautismo para que fueran al cielo, y estos conociendo la desmesurada crueldad de los conquistadores, rechazaban el bautismo porque no querían pasar la eternidad con semejante barbarie. Según algunos estudios históricos se estima que al arribo de Colón a la Española (1492) habían unos 300 mil indígenas, para 1506 la cruz y la espada de Colón redujo esa población a 60 mil, y para 1548 solo quedaban solo algunos cientos de indígenas. Esta reducción de población en solo 56 años no puede celebrarse. No solo fue una masacre, fue un genocidio.

Lo menos que podemos hacer a 529 años de esa

gesta genocida es hacer justicia histórica y celebrar la herencia indígena que aun canta y gime en las regiones andinas; que aún vibra en los nombres de Boriken, Kiskeya, Cuba, Haití, Xamayca, México, Guatemala, Perú, etc. Mataron a muchos indígenas, pero ese ADN ahora camina y baila por las encendidas calles de América afirmando que somos de una raza cósmica, como decía el mexicano José Vasconcelos. ¡Viva la herencia hispana! ¡Viva la herencia indígena! ¡Vivan los pueblos originarios!

La bella Inés

¿Cuántas “bella Inés” hay allá afuera? (Foto: Ilustrativa/Pexels)

Inés duerme, mientras las primeras gotas de una lluvia anunciada, golpea el techo de chapa de la humilde casa que le prestó un tío viejo y bueno. Parece dormir plácidamente. De golpe, un trueno estalla en la madrugada y la sobresalta al extremo de sentirse invadida una vez más.

¡Basta!, grita a la nada, oscura y sensible.

De haber una foto, mostraría a Inés sentada en su cama con sus brazos cubriendo su cabeza marchita y golpeada. Unas lágrimas negras pegadas en su cara muestran las huellas inexorables que produce la mezcla de llanto con rímel. Muestran también la impotencia y la pérdida de los derechos otrora ganados por el hecho de haber sido criada en uno de esos hogares donde siempre se privilegió el sentido de las cosas. Donde cada detalle de la vida fue agregado en la mochila de la experiencia y de la sensatez.

Aun turbada, mira a su alrededor y respira aliviada. Su esposo ya no está. Levanta aún más la vista y certifica que su pequeña María está en su cuna durmiendo con la paz del desconocimiento. Apenas tiene cuatro meses y su charla con la vida se limita a la teta de su madre y a dos o tres sonrisas complacientes para quien ensaye una morisqueta delante suyo. Aunque cada vez son menos los que la vienen a visitarles.

Como casi todos los días, padece su convivencia con los dolores de cabeza que no cesan ni siquiera con analgésicos. Se lava la cara y respira. Tendrá algunas horas para vivir tranquila y para charlar con alguna de las pocas amigas que le quedan. No es que no sea una cultora de la amistad, pero cada día le da más vergüenza que la vean en un estado en el que nunca se imaginó ver.

Es que las huellas son indisimulables, como también sus ganas de dar explicaciones de una situación que se nota a simple vista.

Realmente no sabe cuál fue el motivo por el cual el hombre bueno que conoció hace unos años en aquel encuentro de motociclistas, se había convertido en la bestia sorda y muda que estaba destruyendo su alma y su futuro. Ese hombre que ahora estaba lidiando con un odio desbordado, que había transformado su persona en tan poco tiempo, y que la estaba llevando por caminos intransitables y colmados de violencia.

Inés es linda, lindando con la hermosura propiamente dicha. Y tal vez haya sido eso lo que produjo el cambio de carácter de su marido. Algún chiste fuera de lugar de alguno de sus amigos o los celos incalificables e inapropiados, o la suma de todas esas cosas dentro de una mente débil y propensa a imaginar películas de terror, aunque la protagonista fuera Cenicienta.

La lluvia es cada vez más fuerte y se cuela por el techo, las primeras gotas se filtran sin ser invitadas a la ceremonia. Suena paradójico y no puede menos que relacionarlo con su vida. Inés sufre por eso y por las consecuencias. Sabe que será la culpable de este fenómeno y que tendrá que justificar que no había salido de su casa y que la lluvia no sabe de tiempos ni de contratiempos, ni de locuras ajenas. Sabe que ya lleva vividas dos horas de ausencia ajena y que falta menos para que él llegue de nuevo, la maltrate, la ultraje, y la llene de ganas de no vivir más. Decisión dura y problemática por las consecuencias ulteriores que siempre vienen atadas de la mano de los locos.

¿El remedio o la enfermedad? Piensa, mientras alimenta a su hija en uno de los pocos momentos placenteros de su enfermiza vida.

VIOLENCIA DOMÉSTICA EN LA CIUDAD

En Filadelfia, se dispara 189% los asesinatos por violencia doméstica en comparación con 2020. Desde marzo de ese año, distintas ciudades de Estados Unidos han reportado un incremento en homicidios domésticos. Las autoridades locales señalan que el confinamiento y los estragos económicos provocados por la pandemia son las principales causas del aumento de crímenes violentos tanto domésticos como de pandillas.

LA LEY

El abuso físico y mental o la amenaza de este tipo de abuso son contrarios a la Ley. Aunque usted decida no presentar cargos penales contra el abusador, Pensilvania tiene una Ley de Protección Contra el Abuso (PFA, siglas en inglés) que puede ofrecerle a usted y a sus hijos protección a través de un tribunal.

Línea directa nacional de violencia doméstica: 1-800-799-7233, llame o envíe un mensaje de texto con LOVEIS al 22522. Línea directa nacional de agresión sexual: 1-800-656-4673

Cuidadores del tesoro más preciado

Miembros de la Alianza PA en Washington. (Foto: Cortesía/Othello Banaci)

En este país donde se trabajan muchas horas, y se suele andar de prisa, surge la necesidad de buscar quien cuide de lo más preciado que tenemos, como los son nuestros hijos y adultos mayores; y también personas que nos ayuden a la limpieza de nuestro hogar.

Este tipo de trabajador debe tener mucha dedicación, responsabilidad, experiencia, y ser capaz de asumir largas jornadas. Este tipo de labor que se remonta a principios de la civilización, muchas veces se trasmite de una generación a otra.

Miembros de Alianza PA. (Foto: Cortesía/José Quintana)

Revisando la historia del pasado siglo, encontré que estos trabajadores fueron excluidos de la Ley Nacional de Relaciones Laborales (NLRA) y de la Ley de Normas Laborales Justas (FLSA) en la década de 1930 para que la marginación económica de los trabajadores negros, morenos e inmigrantes pudiera continuar. En consecuencia, los llamados trabajadores domésticos han carecido de las protecciones y derechos que otorgaban estas leyes laborales a nivel federal como: el salario mínimo, una semana laboral estándar, protección contra el acoso y el derecho al descanso, entre otros muchos.

Alejandro Utria, funcionario Alianza Nacional de Trabajadores Domésticos PA. (Foto: Cortesía/Farrah Rahaman)

La situación en cuanto a los derechos ha cambiado poco, pero han aumentado las exigencias, hoy solicitan no solo tener vasta experiencia en la labor a desempeñar sino incluso tener estudios, licencia de conducir, horarios flexibles, conocimiento acerca del desarrollo infantil, o de las necesidades de las personas mayores, por supuesto, respeto a la cultura de la familia, en fin, la lista sigue. Se pide mucho, pero se les retribuye muy poco, nos comenta Alejandro Utria funcionario de la Alianza Nacional de Trabajadores del Hogar de Pensilvania, quienes lograron que se aprobara en Filadelfia, bajo ordenanza municipal, la Declaración de los Derechos de los Trabajadores Domésticos, que entró en vigor el 1 de mayo del 2020.

Miembros de la Alianza PA en Washington. (Foto: Cortesía/Othello Banaci)

Este documento se encuentra abalado por las leyes del Departamento del Trabajo, y establece las protecciones con las que cuenta toda persona trabajadora doméstica, es decir, quien labora para terceros en limpieza de casas, cuidado de niños, cuidado de una persona mayor enferma o convaleciente, cocinero, jardinero, mayordomo, ama de llaves, lavandera o chofer, sea como contratista independiente o asalariado; que vive o no en el hogar donde trabaja y puede estar contratado por más de un patrón según su labor y horario.

Libro de registros de salarios y horas, evidencia para prevenir robo de salario. (Foto: Cortesía/Nicole Kligerman)

“Todo trabajador en cualquier empleo se rige por un contrato de trabajo, y los trabajadores del hogar fueron la excepción por muchos años, pero hemos logrado que en Filadelfia esto cambie”, nos comenta Alejandro Utria, funcionario de Alianza Nacional de Trabajadores del hogar (ANTH –PA). “Todo trabajador doméstico debe tener un contrato que establece las tareas, el pago por hora o salario, el horario de trabajo, descansos, horas de comida, vacaciones entre otros. En ANTH –PA (Alianza Nacional de Trabajadores del Hogar) brindamos asesoría legal y entrenamiento para que conozcan sus derechos e incluso los acompañamos a negociar sus contratos para asegurar que estos sean justos y respeten la ley. Quienes realizan estas labores son mayormente migrantes, con poco dominio del idioma, con distintos estatus migratorios, que tienen miedo al rechazo y a las represalias de los patrones si no hacen lo que ellos que les piden. Son personas vulnerables. Por ello, ANTH está haciendo un gran esfuerzo para brindar información en español. No solo los migrantes, sino también la comunidad de la diáspora africana, y quienes se consideran afrodescendiente sufren esta situación desde los años 30”.

Alejandro Utria y Shanique Jones, funcionarios de ANTH –PA. (Foto: Cortesía/ Nicole Kligerman)

Ello motivó el proyecto “Soñamos en negro” (WeDiB, “We dream in black”), a cargo de Shanique Jones, en pro de que la mano de obra de los trabajadores del hogar negros, sea valorada y respetada como cualquier otra. Alejandro nos informó que, gracias al apoyo del Departamento del Trabajo de la ciudad, se distribuye un cuaderno donde puedan llevar un control de las horas trabajadas, sus pagos, descansos, entre otros datos, que además puedan servir como comprobante en caso de generarse una disputa legal por robo de salario.

Como parte de sus próximas actividades, Alejando invitó a los trabajadores que tengan algún caso de abuso en los temas de robo de salario, licencia por enfermedad pagadas, jornada semanal justa, represarías por COVID, y faltas a la Carta de Derechos de Trabajadores del Hogar, a que se inscriban para participar en una clínica virtual de asesoría legal, el próximo 1 de noviembre de 6:00 a 8:00 pm, organizada por la Coalición Respeto a Todo Trabajador (CREW, Coalition to Respect Every Worker), en la cual participa ANTH.

Puedes llamar a ANTH en español al 267-768- 4002, pregunta por Alejandro Utria.

petymarcet@gmail.com

Mes Nacional de Concientización sobre la Violencia Doméstica

(Foto: Alex Green/Ilustrativa/Pexels)

Al principio de mi gobierno me reuní con varias personas de Mujeres Contra Abuso (WAB) para asegurarles que seguirá apoyando sus esfuerzos incansables a poner fin a la violencia desmedida infligidos a las mujeres por lo general por parte de sus esposos o novios.

Aunque octubre es designado como el Mes Nacional de Concientización sobre la Violencia Doméstica, siempre debemos recordar que tres mujeres son asesinadas diariamente por sus esposos o novios y asaltados o golpeados cada nueve segundos aquí en Estados Unidos.

De hecho, la violencia doméstica causa más lesiones que las mujeres que los accidentes y asaltos combinados, y el 95 por ciento de las víctimas son mujeres (un estimado de 4 millones por año), de acuerdo con estadísticas del Departamento de Justicia.

La violencia doméstica también incluye a los niños, que suelen ser las cicatrices emocionales de años después de que el maltrato físico ha terminado.

Todo tipo de tensiones sociales pueden desencadenar el abuso, incluso cuando la víctima intenta aliviar la situación al obtener una orden de protección de la corte.

A veces el abusador aparece para intimidar o acercarse incluso físicamente a la persona en la corte, por lo que hemos estado trabajando con WAB para asegurar de que el ayudante del sheriff que custodian los tribunales esté siempre consciente y alertas a este tipo de situaciones.

La violencia doméstica también ocurre en las parejas del mismo sexo, todas las edades, etnias, niveles económicos, e incluso los hombres heterosexuales son víctimas de abusos, que pueden ser tan verbal y emocionalmente dañino como el abuso físico directamente.

Algunos de los signos de abuso doméstico son: trauma físico obvio, como un ojo negro, dolores estomacales crónicos, ansiedad, depresión, ausencia inusual al trabajo o a la escuela, e incluso el abuso de sustancias son a menudo señales de advertencia de un problema más profundo.

Con esto en mente, por favor, únase a mí para hacer un compromiso personal, no sólo durante el Mes de la Concientización sobre la Violencia Doméstica, pero para exponer SIEMPRE este tipo de violencia a través de la educación, el apoyo y el aliento de sus víctimas, y hacer todo lo posible para ayudar a las organizaciones como WAB , Camino de las Mujeres, organizada en contra de la violación, y de los muchos otros grupos y asociaciones que luchan duro para hacer que la violencia doméstica sea una ocurrencia rara y poco común en este país.

Mientras tanto, todos nos merecemos ser tratados con respeto y valorados como seres humanos, y para vivir una vida sin miedo y el control constante.

Neighborhood Strength in Diversity

Comerciante Kim’s Grocery. (Foto: Roberto Rodríguez)

Kim’s Grocery is a family grocery and convenience store that has been operating for 29 years, since 1991, located at 4701 N. 5th Street and Wyoming Avenue in the Hunting Park neighborhood area of ​​Philadelphia. Mrs. Kae Kim and her husband Dong Soo Kim are originally from Korea and moved to the United States in 1980 together with their family. From the outset, the goal of Mr. and Mrs. Kim was to become one of the leading providers of quality food and products in the Hunting Park community, in a convenient and friendly fashion. With a high-traffic location, product offerings that appeal to her diverse customer base, and a tradition of excellent customer service, Mrs. Kim has managed to continually succeed in her local market, maintaining her business year after year.

Kim’s Grocery offers a wide variety of grocery products and general merchandise, including packaged foods, housewares, refrigerated beverages, pet food, convenience items, health and beauty products, and fresh fruits and vegetables. Kim’s also carries convenience products that are desirable for people on the go, and the market is a vendor of SEPTA tokens. 

Good customer service, convenience, and variety in product offerings has been the foundation of Kim’s Grocery’s business strategy.  Kim’s owner and her husband treat customers like family members, remembering faces and names, listening, and responding to customer requests and feedback, and teaching customers about their own Korean cultural values and traditions. 

Kim’s Grocery is a member of the Hunting Park Business Association (HPBA). Despite the pandemic, Kim’s received a grant from Esperanza and the Commerce Department of Philadelphia City and carried out a storefront improvement project, recently finished, making a significant physical external beautification of the business.  This investment signaled the determination of Mr. and Mrs. Kim to weather the storm of the pandemic and come out even stronger and more resilient on the other side, contributing to the recovery of the neighborhood.  Mr. and Mrs. Kim understand that the neighborhood needs businesses that can not only survive, but keep growing, even in times of great difficulty.

Kim’s Grocery experienced the same challenges, and loss of revenue and income, during the worst of the Covid-19 shutdown.  But Mr. and Mrs. Kim love their diverse, vibrant community, where many cultures and languages coexist together. The past year and a half of struggle could not take down nearly three decades of life they have built amongst their neighbors, and their commitment to continue serving will remain steady for decades more to come.