Miembros de la Alianza PA en Washington. (Foto: Cortesía/Othello Banaci)

En este país donde se trabajan muchas horas, y se suele andar de prisa, surge la necesidad de buscar quien cuide de lo más preciado que tenemos, como los son nuestros hijos y adultos mayores; y también personas que nos ayuden a la limpieza de nuestro hogar.

Este tipo de trabajador debe tener mucha dedicación, responsabilidad, experiencia, y ser capaz de asumir largas jornadas. Este tipo de labor que se remonta a principios de la civilización, muchas veces se trasmite de una generación a otra.

Miembros de Alianza PA. (Foto: Cortesía/José Quintana)

Revisando la historia del pasado siglo, encontré que estos trabajadores fueron excluidos de la Ley Nacional de Relaciones Laborales (NLRA) y de la Ley de Normas Laborales Justas (FLSA) en la década de 1930 para que la marginación económica de los trabajadores negros, morenos e inmigrantes pudiera continuar. En consecuencia, los llamados trabajadores domésticos han carecido de las protecciones y derechos que otorgaban estas leyes laborales a nivel federal como: el salario mínimo, una semana laboral estándar, protección contra el acoso y el derecho al descanso, entre otros muchos.

Alejandro Utria, funcionario Alianza Nacional de Trabajadores Domésticos PA. (Foto: Cortesía/Farrah Rahaman)

La situación en cuanto a los derechos ha cambiado poco, pero han aumentado las exigencias, hoy solicitan no solo tener vasta experiencia en la labor a desempeñar sino incluso tener estudios, licencia de conducir, horarios flexibles, conocimiento acerca del desarrollo infantil, o de las necesidades de las personas mayores, por supuesto, respeto a la cultura de la familia, en fin, la lista sigue. Se pide mucho, pero se les retribuye muy poco, nos comenta Alejandro Utria funcionario de la Alianza Nacional de Trabajadores del Hogar de Pensilvania, quienes lograron que se aprobara en Filadelfia, bajo ordenanza municipal, la Declaración de los Derechos de los Trabajadores Domésticos, que entró en vigor el 1 de mayo del 2020.

Miembros de la Alianza PA en Washington. (Foto: Cortesía/Othello Banaci)

Este documento se encuentra abalado por las leyes del Departamento del Trabajo, y establece las protecciones con las que cuenta toda persona trabajadora doméstica, es decir, quien labora para terceros en limpieza de casas, cuidado de niños, cuidado de una persona mayor enferma o convaleciente, cocinero, jardinero, mayordomo, ama de llaves, lavandera o chofer, sea como contratista independiente o asalariado; que vive o no en el hogar donde trabaja y puede estar contratado por más de un patrón según su labor y horario.

Libro de registros de salarios y horas, evidencia para prevenir robo de salario. (Foto: Cortesía/Nicole Kligerman)

“Todo trabajador en cualquier empleo se rige por un contrato de trabajo, y los trabajadores del hogar fueron la excepción por muchos años, pero hemos logrado que en Filadelfia esto cambie”, nos comenta Alejandro Utria, funcionario de Alianza Nacional de Trabajadores del hogar (ANTH –PA). “Todo trabajador doméstico debe tener un contrato que establece las tareas, el pago por hora o salario, el horario de trabajo, descansos, horas de comida, vacaciones entre otros. En ANTH –PA (Alianza Nacional de Trabajadores del Hogar) brindamos asesoría legal y entrenamiento para que conozcan sus derechos e incluso los acompañamos a negociar sus contratos para asegurar que estos sean justos y respeten la ley. Quienes realizan estas labores son mayormente migrantes, con poco dominio del idioma, con distintos estatus migratorios, que tienen miedo al rechazo y a las represalias de los patrones si no hacen lo que ellos que les piden. Son personas vulnerables. Por ello, ANTH está haciendo un gran esfuerzo para brindar información en español. No solo los migrantes, sino también la comunidad de la diáspora africana, y quienes se consideran afrodescendiente sufren esta situación desde los años 30”.

Alejandro Utria y Shanique Jones, funcionarios de ANTH –PA. (Foto: Cortesía/ Nicole Kligerman)

Ello motivó el proyecto “Soñamos en negro” (WeDiB, “We dream in black”), a cargo de Shanique Jones, en pro de que la mano de obra de los trabajadores del hogar negros, sea valorada y respetada como cualquier otra. Alejandro nos informó que, gracias al apoyo del Departamento del Trabajo de la ciudad, se distribuye un cuaderno donde puedan llevar un control de las horas trabajadas, sus pagos, descansos, entre otros datos, que además puedan servir como comprobante en caso de generarse una disputa legal por robo de salario.

Como parte de sus próximas actividades, Alejando invitó a los trabajadores que tengan algún caso de abuso en los temas de robo de salario, licencia por enfermedad pagadas, jornada semanal justa, represarías por COVID, y faltas a la Carta de Derechos de Trabajadores del Hogar, a que se inscriban para participar en una clínica virtual de asesoría legal, el próximo 1 de noviembre de 6:00 a 8:00 pm, organizada por la Coalición Respeto a Todo Trabajador (CREW, Coalition to Respect Every Worker), en la cual participa ANTH.

Puedes llamar a ANTH en español al 267-768- 4002, pregunta por Alejandro Utria.

petymarcet@gmail.com

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