El demócrata Josh Shapiro ganó la carrera por la gubernatura de Pensilvania, asegurando el cargo durante cuatro años en un estado que es en un campo de batalla en la elección de presidentes. Es el primer gobernador elegido para suceder a un miembro de su partido desde 1966.
Shapiro, el fiscal general electo del estado durante dos mandatos, estuvo en el medio en varios temas clave.
Había liderado las encuestas desde el principio sobre Mastriano, en un año en el que los demócratas enfrentaron vientos en contra a nivel nacional, incluida una alta inflación.
“Esta noche, los votantes de la Generación Z hasta nuestros adultos mayores, votantes de todos los ámbitos de la vida, me han dado el honor de mi vida, me han dado la oportunidad de servirles como el próximo gobernador de Pensilvania”, dijo Shapiro a una multitud de cientos de personas que lo vitoreaban en el condado de Montgomery, en los suburbios de Filadelfia.
Shapiro agradeció a su familia y simpatizantes y continuó diciendo a la multitud que “la verdadera libertad ganó esta noche” y “la democracia perduró” en una carrera que caracterizó, en parte, como una lucha para preservar el derecho al voto, el derecho a organizar un sindicato y el derecho al aborto.
También agradeció a los republicanos que habían votado por un demócrata por primera vez, y dijo que con su voto “viene la responsabilidad de gobernar uniendo a la gente y haciendo las cosas”.
“Pensilvania, esta noche mostramos cómo construir una coalición para ganar una carrera a lo grande, y mañana comenzamos el arduo trabajo de construir una coalición para gobernar esta comunidad y hacer que avancemos”, dijo Shapiro.
No mencionó a Mastriano, a quien atacó duramente durante la campaña por rodearse de supremacistas blancos y ser intolerante con cualquier persona diferente a él.
Shapiro, con una fuerza política lo suficientemente fuerte como para despejar las primarias demócratas, ahora ha ganado tres elecciones en todo el estado y entró en la carrera como el mayor votante de todos los tiempos en una sola elección en Pensilvania, rompiendo el récord en su propia reelección de 2020.
Sin un retador principal que lo forzara a la izquierda en temas clave, Shapiro tomó posiciones intermedias sobre políticas en torno a la financiación de la educación, la mitigación de COVID-19 y la energía.
Respaldó a Austin Davis, un legislador estatal, para que sea su compañero de fórmula y el primer vicegobernador negro en un estado que nunca ha elegido a un gobernador o senador estadounidense negro.
En sus propios comentarios, Davis lo llamó una «noche histórica» y dijo que sus abuelos, trabajadores del acero y capataces ferroviarios, que emigraron al norte desde el sur segregado en busca de una vida mejor, no podrían haber predicho que sería elegido para un cargo tan alto.
Shapiro sucederá al gobernador demócrata Tom Wolf, quien constitucionalmente tiene prohibido buscar un tercer mandato y había respaldado a Shapiro. Es probable que comparta el poder con mayorías republicanas arraigadas en la legislatura estatal.
Shapiro, de 49 años, sirvió en la Cámara de Representantes del estado y presidió la junta de comisionados del condado de Montgomery antes de ganar las elecciones como fiscal principal del estado en 2016 sin antecedentes policiales y poca experiencia práctica en los tribunales.
Allí, enderezó una oficina sacudida por su predecesor plagado de escándalos y produjo un informe histórico del gran jurado en 2018 sobre el encubrimiento del abuso sexual infantil en seis de las diócesis católicas romanas de Pensilvania.
También estuvo en el escenario nacional al ayudar a los principales fiscales generales del estado en las conversaciones de acuerdos con los grandes distribuidores farmacéuticos y los principales fabricantes de medicamentos sobre la crisis de adicción a los opiáceos de EE. UU. En cuanto a la violencia armada, ha enfatizado los esfuerzos de su oficina para rastrear las armas utilizadas en delitos, desmantelar las redes de tráfico de armas y tomar medidas drásticas contra las llamadas «armas fantasmas».
En una entrevista con Impacto previa a su carrera por la gubernatura, ante el cuestionamiento sobre el ambiente antinmigrante, la discriminación y el odio, que vuelve aún más vulnerable al inmigrante, el abogado respondió: “Tenemos que reconocer que somos tan fuertes como nuestro eslabón más débil, y no solo en la ciudad de Filadelfia, sino en Pensilvania. Y si hay un grupo particular de personas que están siendo atacadas por su apariencia, su idioma o de dónde provienen, eso nos hace a todos menos seguros, más vulnerables. Tenemos que asegurarnos de que entendemos que estamos realmente todos juntos en esto”.
“Entonces, mi mensaje para la comunidad en Filadelfia y en todo Pensilvania es que los escucho”.
Aún no se conocen los resultados totales de estas elecciones, se sabe que la participación de los jóvenes fue sobresaliente, y en las redes sociales ya lo perfilaban sus seguidores como su candidato para la presidencia.
Shapiro recibió la mayor cantidad de votos de cualquier candidato para las elecciones de 2020 en el estado. Según datos extraídos del Departamento de Estado, Shapiro obtuvo 3.461.472 votos, mientras que Biden recibió 3.458.229.
