Personas hacen fila para obtener el servicio de pruebas de detección de COVID-19 por parte de la Guardia Nacional del Ejército en Florida, en colaboración con la Ciudad de Miami Beach y el Departamento de Salud de Florida, en el Centro de Convenciones de Miami Beach (Florida, EE.UU.). EFE/Cristóbal Herrera

Washington, (EFE).- Algunos hospitales de los estados de Texas y Florida están a punto de quedarse sin camas para los enfermos de coronavirus, mientras que la Casa Blanca sigue sin delinear una estrategia nacional e insiste en que la «vasta mayoría de la gente» está a salvo.

Este lunes, los alcaldes de las ciudades texanas de San Antonio y Austin y el regidor del condado de Miami-Dade (Florida) avisaron de que los hospitales están al límite y se están acabando las camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI).

«El tiempo se agota ahora en términos de la capacidad de nuestros hospitales en San Antonio, al igual que en muchas de las otras grandes ciudades de Texas«, dijo a la cadena CNN el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg.

El político advirtió de que si los casos continúan creciendo al ritmo actual, a San Antonio «solo le queda una semana para quedarse sin camas de hospital y agotar la capacidad de las unidades de cuidados intensivos».

LAS GRANDES CIUDADES DE TEXAS SE QUEDAN SIN CAMAS

En Texas, las grandes urbes -gobernadas en su mayoría por alcaldes demócratas- están librando una batalla contra el gobernador del estado, el republicano Greg Abbott, quien se resiste a tomar medidas estrictas contra el virus y tampoco permite que las autoridades locales las adopten.

Al respecto, el alcalde de Austin, el demócrata Steve Adler, pidió este lunes a Abott que devuelva autonomía a las ciudades y les permita dictar sus propias medidas para contener la enfermedad,

Adler está barajando para dictar una «orden de quédate en casa» con el fin de obligar a los vecinos a guardar cuarentena y, de esa forma, disminuir la presión sobre los hospitales de la zona.

En los últimos días, las ciudades de Houston y Fort Worth también han expresado su preocupación por la falta de camas, mientras que en el fronterizo valle del Río Grande 10 de los 12 hospitales ya han alcanzado su límite, puesto que el número de ingresos se ha duplicado en las últimas dos semanas.

En total, de las 69.000 camas disponibles en todo Texas, 55.800 están ocupadas, es decir casi el 81 por ciento, de acuerdo a datos de este lunes del Departamento de Salud estatal.

ALGUNOS RESTAURANTES DE FLORIDA VUELVEN A CERRAR

Mientras tanto, el aumento de casos en Florida ha puesto en jaque a los hospitales de pequeños condados como el de Clay o St. Lucie, donde solo quedan libres un 4 por ciento de las camas de las unidades de cuidados intensivos.

Además, en Miami-Dade, el epicentro del coronavirus en Florida, el 80 por ciento de las camas de las ucis están ocupadas, según datos de este lunes de la agencia estatal de salud.

Debido a la gravedad de la situación, el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, anunció este lunes que desde el 8 de julio se cerrarán todos los restaurantes (salvo para comida a domicilio o recoger), así como salones de baile, instalaciones para banquetes, gimnasios, lugares para fiestas y alquileres a corto plazo, como Airbnb.

«Queremos asegurar que nuestros hospitales continúan teniendo la cantidad de trabajadores necesarios para salvar vidas», afirmó Giménez en un comunicado.

En las últimas 24 horas, Florida ha registrado 6.336 nuevos contagios, una cifra que supone una leve mejora con respecto a los récords diarios de 10.000 casos de los últimos dos días.

14 ESTADOS CON CIFRAS RÉCORD

En los últimos cinco días, 14 de los 50 estados del país, incluido Florida, han registrado récords en el número diario de nuevos contagios y en total EE.UU. anunció 250.000 nuevos casos, el equivalente al total de la población de Buffalo (Nueva York).

Asimismo, Nevada y Arizona han visto en los últimos días la cifra más alta hasta ahora de hospitalizaciones por el virus.

En Nevada, los hospitales están al 68 por ciento de su capacidad; mientras que en Arizona, el 84 por ciento de las camas están llenas y la situación es más grave en las ucis, al 89 por ciento, según datos oficiales de los dos estados.

Desde hace un mes, el virus está golpeando con fuerza a los estados del sur y el oeste de EE.UU., los primeros en reabrir sus economías; mientras que las ciudades del este -como Boston, Nueva York y Washington D.C.- ahora gozan de números más bajos.

LA CASA BLANCA DEFIENDE QUE EL VIRUS ES INOFENSIVO

A pesar de las cifras, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, este lunes aseguró que la «vasta mayoría de la gente» está a salvo del virus y defendió que el presidente estadounidense, Donald Trump, «estaba en lo cierto» cuando hizo unos polémicos comentarios este sábado.

El mandatario sostuvo entonces que «el 99 por ciento» de los casos «son inofensivos», un comentario que contradice la realidad, ya que la tasa de mortalidad en EE.UU. es del 4,6 por ciento, según la Universidad Johns Hopkins.

De acuerdo a la misma fuente, EE.UU. sigue siendo el país del mundo con más casos (2,89 millones), mientras que 130.000 personas han fallecido por el virus.

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