Fotografía de archivo del representante Rubén Gallego. (Foto: EFE/Greg Nash)

Los Ángeles, EE.UU.- El representante federal Rubén Gallego se sintió motivado a ayudar al personal del Capitolio durante la insurrección del 6 de enero de 2021 por los recuerdos de sus compañeros de armas durante la guerra en Irak, según cuenta el congresista demócrata por Arizona en un nuevo libro.

El 6 de enero, cuando simpatizantes del entonces aún presidente Donald Trump irrumpieron en la sede legislativa en Washington para impedir la certificación del triunfo electoral del actual mandatario, Joe Biden, Gallego tomó la iniciativa y comenzó a calmar a las personas dentro del recinto, indicarles que usaran máscaras de oxígeno y conducirlas a un lugar seguro.

Para el legislador, un veterano de la guerra de Irak, estaban en una zona de guerra.

“Lo que me motivó a entrar en acción eran los rostros de miedo que vi en los jóvenes miembros del personal, que se veían como si estuvieran a punto de enfrentar la muerte; (la situación) me recordó a los jóvenes con los que serví y los rostros que vi en combate”, dijo Gallego a la cadena NBC News.

Los jóvenes rostros que le vinieron a la mente, y lo que sus compañeros de armas soportaron y perdieron, son lo que Gallego trató de plasmar en su libro “They Called Us ‘Lucky’: The Life and Afterlife of the Iraq War’s Hardest Hit Unit” (Nos Llamaban ‘Afortunados’: La Vida y Muerte de la Unidad Más Castigada de la Guerra de Irak), presentado este martes.

“Uno nunca sabe dónde lo encontrará la guerra, o dónde su juramento como Marine será puesto a prueba”, escribió el legislador en el libro.

Escrito con Jim DeFelice, autor de “American Sniper”, la obra es una emotiva narración del tiempo del congresista en la Compañía Lima durante la guerra de Irak y cómo la unidad pasó de llamarse “Lucky Lima”, porque era la que menos bajas tenía, a ser la que sufrió más bajas que cualquier otra en una guerra.

Gallego se propone que en el Día de los Veteranos, que se conmemora el jueves, los estadounidenses piensen no en los hombres y mujeres mayores que cuentan historias de guerra, sino en los jóvenes que fueron.

“Demasiado a menudo en el Día de los Veteranos, la gente mira a los veteranos mayores, a quiénes son ahora. Lo que quiero que la gente conozca es quiénes eran entonces, quién combatía en estas horribles situaciones. No son el tipo regordete de 41 años con una carrera. Son los jóvenes de 18 y 19 años que enfrentan intensos combates encabezados por jóvenes de veintitantos años. Eso es la guerra”, dijo.

La unidad de Gallego, el Tercer Batallón, Vigesimoquinto Regimiento, perdió 48 hombres, la mayor cantidad de bajas para una unidad de la Infantería de Marina desde el ataque con bomba de Beirut en 1983, narra el legislador, cuya compañía estuvo en Irak de marzo a octubre de 2005.

El legislador da cuenta de sus propios escapes de la muerte en combate: 11 en total.

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