Preparations for the 2020 vice-presidential debate between US Vice President Mike Pence and Senator Kamala Harris are underway at the University of Utah's Kingsbury Hall in Salt Lake City, Utah, USA. EFE/EPA/SHAWN THEW

La candidata demócrata a la Vicepresidencia de EE.UU., Kamala Harris, asume con cautela el debate que este miércoles la pondrá cara a cara frente al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, un cara a cara que será muy distinto del que protagonizaron la semana pasada Donald Trump y Joe Biden.

La campaña de la senadora demócrata, compañera de fórmula del exvicepresidente Joe Biden, dejó claro este miércoles que Harris tiene un «difícil» reto por delante, puesto que Pence, que busca la reelección junto a Trump, es «formidable a la hora de debatir».

«Nuestra expectativa es que Mike Pence tendrá un buen debate. Ha tenido éxito en otros debates y tuvo su propio programa de radio, así que no le subestimamos», dijo una asesora de la campaña presidencial de Biden, Symone Sanders, durante una rueda de prensa telefónica horas antes del debate.

Debido al temperamento calmado del vicepresidente, la campaña demócrata no cree que vaya a interrumpir constantemente a Harris, como hizo Trump con Biden la semana pasada en su debate en Cleveland (Ohio).

«Pero por mucho que (Pence) se exprese con confianza, lo que expresará serán mentiras y distorsiones», opinó Sanders, quien matizó que Harris no se dedicará a verificar la información que cite su rival, sino que se concentrará en «dirigirse al pueblo estadounidense».

DEBATIR COMO MUJER NEGRA

Cuando comience el debate, programado para las 19:00 hora local (01:00 GMT del jueves) en Salt Lake City (Utah), Harris hará historia al convertirse en la primera mujer negra y la primera persona de origen asiático que participa en un debate vicepresidencial en la historia de Estados Unidos.

Sus aliados son conscientes de que tendrá que lidiar con los sesgos que a menudo afectan a las mujeres políticas y además con los derivados de su raza, pero aseguran no estar preocupados.

«No hay nada que esta mujer negra no haya enfrentado antes, en el sentido del racismo, la xenofobia o el machismo, y no lo haya superado de una forma extraordinaria», afirmó en la misma rueda de prensa el senador demócrata Cory Booker.

La campaña de reelección de Trump y la Casa Blanca han dado pocos detalles sobre la preparación de Pence para el debate, pero la cadena NBC News asegura que el vicepresidente se ha entrenado para rebatir a Harris sin que se perciba como que la está atacando de una forma machista.

Harris, por su parte, ha ensayado para el debate con el exalcalde Pete Buttigieg -uno de sus rivales en las primarias demócratas- en el papel de Pence, según el diario The New York Times.

El debate se desarrollará con medidas extraordinarias para prevenir el contagio de COVID-19, después de que Trump diera positivo por coronavirus apenas dos días después de participar en su cara a cara con Biden.

Harris y Pence debatirán divididos por una barrera de plexiglás -una medida a la que la campaña del republicano se opuso, pero finalmente accedió-, y desde podios situados a una distancia de 12 pies (unos 3,7 metros), una separación superior a la que tuvieron Trump y Biden.

Pence ha dado negativo por el virus en todos los tests que se ha hecho esta semana, el último de ellos el martes por la tarde, según la Casa Blanca; sin embargo, su directora de comunicación, Katie Miller, es la esposa de Stephen Miller, el asesor de Trump en temas migratorios, quien dio positivo por COVID-19 este martes.

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