Day laborers wait in hope of being hired for jobs at a hiring site frequented by undocumented workers, at a park in Shirlington, Virginia, USA. EFE/EPA/Michael Reynolds/File

La pandemia del coronavirus ha tenido un impacto económico devastador para inmigrantes y minorías en todo el país.

Desde California donde casi el 70 % de los campesinos son indocumentados, por lo tanto carentes de seguridad social,  hasta Nueva York, donde 66 % de los miembros de esas comunidades están desempleados y con los indocumentados como el grupo más afectado.

Según el informe de una encuesta de opinión de las organizaciones Se Hace Camino Nueva York y Hester Street reveló también que 60 % de los entrevistados no han recibido ayudas federales ni estatales, mientras la cifra es de 98 % para indocumentados, que han sido excluidos del paquete de ayuda aprobada por el Congreso.

La comunidad indocumentada en Nueva York paga unos 140 millones de dólares en impuestos para el seguro por desempleo al año en la ciudad, pero no han sido considerados para ningún tipo de ayuda estatal o federal.

La encuesta de opinión fue realizada entre más de 200 personas de comunidades minoritarias en mayo y luego a finales de julio y halló que 66 % de los que participaron no están trabajando, que cerca de 60 % no pudieron pagar la renta en ese periodo y que 85 % están preocupados acerca de cómo pagarán su alquiler en agosto. También que 74 % de los que no estaban trabajando en mayo están aún sin empleo.

Entre los que luchan por seguir adelante pese al devastador impacto de la pandemia está la inmigrante Rosa Martínez, de Queens. «Desde hace varios meses estoy desempleada y preocupada todos los días por la salud de mis hijos, de poner comida en la mesa y mantener un techo sobre nuestras cabezas», indicó.

«Familias como la mía se han quedado sin trabajo durante meses. Mientras sufrimos de inseguridad alimentaria, las asombrosas facturas de alquiler y la exclusión del alivio económico, el gobernador Andrew Cuomo sigue eligiendo a sus amigos multimillonarios. Los trabajadores excluidos como yo necesitamos ayuda urgente», sostuvo.

El informe reveló además que uno de cada cinco que contestaron a la encuesta denunció haber sido acosado o amenazado por su casero.

Tras declarar el estado de emergencia por la pandemia en marzo, el gobernador Cuomo decretó una moratoria para el pago de los alquileres para aquellos que perdieron su empleo, la cual vencía el pasado 4 de agosto, pero firmó otra orden ejecutiva que la extendió hasta el 4 de septiembre.

La deuda por el concepto de pago del alquiler, que afecta a miles de personas en esta ciudad, se profundiza cada mes, advierte el estudio.

El estudio pide a Cuomo la creación de un fondo de emergencia -que también una coalición de organizaciones en Nueva Jersey, entre estas Se Hace Camino, han pedido al gobernador Phil Murphy-, para inmigrantes que debido a la COVID-19 perdieron al sustento de la familia o a recientemente encarcelados o detenidos, sin probabilidad de conseguir pronto un empleo.El proyecto que crearía el fondo fue propuesto por la senadora Jessica Ramos y la asambleísta Carmen de la Rosa, y el dinero provendría de un impuesto a las grandes fortunas.

Igualmente han reiterado su pedido a Cuomo para que se cancele la deuda residencial y comercial por el pago del alquiler de pequeños negocios impactados por la pandemia y se extienda la moratoria por desalojos hasta por un año.

Con información de EFE

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