
La excelente campaña que están llevando los Eagles durante la presente temporada ha despertado una oleada de apoyo y entusiasmo extra entre los fans, que mantienen viva la esperanza de que el equipo pueda sortear los desafíos que le faltan y llegar a la gran fiesta del Super Bowl.
Por otra parte, en el campo de la música y las artes ha causado un tsunami noticioso el anuncio de que el premiado rapero y compositor puertorriqueño Bad Bunny realizará una “residencia” de 30 conciertos en la Isla del Encanto entre los meses de julio y septiembre.
Ambos sucesos son una muestra de cómo el deporte, la música y las artes en general pueden ser un elemento importante para generar cohesión social, formas de construir puentes y conexiones entre comunidades de disímiles origen y cultura, y hasta ideologías, así como realizar actividades para inspirar a niños y jóvenes a comprometerse, a involucrarse en actividades educativas beneficiosas para la salud mental y física.
Durante años las Águilas de Filadelfia han mostrado su compromiso comunitario a través de muchas iniciativas con las que apoyan en las necesidades y los proyectos de los vecindarios locales, con obras como la Fundación para los Niños Autistas; los programas de Educación Digital que patrocinan en sociedad con otros centros educativos, como el Programa 306, que enseña historia y cultura afro a estudiantes negros, el programa STEM, que estimula el talento en las áreas científicas, el Entrepreneurs Game Plan, que entrena a los jóvenes en habilidades financieras; el programa de Fútbol para chicas, la Fundación Caritativa Eagles e, incluso, el apoyo a refugios para mascotas abandonadas.
Por el lado de la música, la publicación reciente del álbum “DtMF” de Bud Bunny ha mostrado que un cantante como esta popular estrella boricua, y otros como él, a pesar de que en algún momento puedan recibir críticas por sus canciones, al mismo tiempo pueden dar inspiración a niños y niñas para que aprendan que con creatividad, trabajo y perseverancia se pueden conquistar los sueños y alcanzar un nivel de éxito tal que mañana te permita realizar iniciativas en beneficio de tu comunidad o tu país.
El último trabajo del “conejito malo” está inspirando a sus fans más jóvenes a redescubrir la magia de los ritmos ancestrales de Puerto Rico, al tiempo que sus letras están haciendo que muchos recuerden el valor de las tradiciones en familia; las reuniones en las que las abuelas y los tíos les enseñaban a los niños los bailes típicos; a otros, la historia y la belleza de su país de origen y la necesidad de cuidarlo, de no perder las raíces, de proteger su naturaleza y su fauna.
Para muchos no deja de ser motivo de orgullo el que un intérprete que canta en español se esté codeando constantemente en los primeros lugares del Billboard en todas las categorías y, más aún, si este artista viene de Puerto Rico, una nación que sufrió meses atrás, durante la campaña política, un abusivo desprecio por parte de un humorista sin ningún sentido del respeto por el valor y la dignidad de otros pueblos y culturas.
En un momento en que muchos temen lo que algunos medios internacionales llaman el “Huracán Trump” —por la rapidez e impacto de varias de sus órdenes ejecutivas, que ya han provocado brotes de segregación y xenofobia—, la música de Benito y las jugadas de los Eagles, a un paso del Super Bowl, ofrecen un respiro de alegría. Con un equipo compuesto por jugadores y técnicos de orígenes tan diversos, los Eagles inspiran orgullo por la diversidad y destacan la riqueza y belleza que esta aporta al inigualable mosaico cultural de Estados Unidos. Y ante la tormenta, esta semana también elegimos acariciar a la distancia el calor de Puerto Rico.