Los niños en su primera clase de “bomba y plena”. (Foto: LRN)

En el ministerio intercultural en la Iglesia de la Crucifixión, de la madre Yesenia “Jessie” Alejandro, se imparten varias clases, entre ellas ahora la novedad es la  bomba y plena puertorriqueña. Tony Méndez, director del grupo “Los Bomberos de la Calle”, enseña a niños y adultos los conocimientos básicos de esta música y baile típicos de Puerto Rico. “Quiero que las comunidades de esta iglesia conozcan otras culturas”, nos explicó la madre Jessie.

En la primera parte de la clase, los estudiantes tocan los instrumentos tradicionales de este género musical que son los tambores (subidor y buleador), las maracas y los cuás que son palitos de madera. En la segunda parte, los participantes aprenden los pasos básicos del baile que incluyen el paseo, el saludo y la combinación de pasos.

A diferencia de otras danzas tradicionales, en la bomba y plena el tambor es el instrumento principal que marca y sigue el ritmo de los bailarines, quienes guían al tamborilero usando su pañuelo, en el caso de los hombres, y la punta de su falda, en el de las mujeres. Los percusionistas golpean con sus manos los tambores hechos con barriles para ron, cubiertos con piel de chivo, mientras un cantante dirige un coro que repite al unísono una frase en respuesta a la suya.

El traje de los hombres lleva un sombrero blanco, una camisa blanca, y un pantalón blanco con negro. En tanto que, el de las mujeres es una blusa y una falta amplia de cualquier color, pero con frecuencia es blanca, roja o azul.

Los adultos disfrutan tocando el tambor. (Foto: Cortesía/David Cruz)

Tony Méndez también enseña en los barrios del norte de Filadelfia, donde nació el grupo “Los Bomberos de la Calle”. Al finalizar las clases, en agosto, la madre Jessie organizará un evento en el cual se reunirán los estudiantes del norte y sur de la ciudad. Como esta expresión musical y de baile se practican en comunidad, esto refuerza el puente cultural entre la entidad puertorriqueña y la hispana.

Hace más de 10 años, se realizaba el Festival de Bomba y Plena en varios sitios del norte de la ciudad; uno de ellos era el parque Fairhill. Ahí se reunían varios grupos como el de la Familia Rojas, y el de Alberto Pagán Ramírez, fundador del Instituto de Música Puertorriqueña, entre otros.

Este género musical y bailables fueron creados por los esclavos africanos traídos por los españoles a Puerto Rico. Los pueblos donde más se ha establecido esta tradición son Loiza, Mayagüez, Santurce y Ponce. Según los historiadores, la bomba es el género más antiguo de Puerto Rico con más de cuatrocientos años de existencia.

Gracias al ministerio intercultural, niños y adultos de diferentes nacionalidades están aprendiendo la bomba y plena.

Las clases son los viernes en la Iglesia de la Crucifixión, para los niños es gratis de 12:15 pm a 1:15 pm, y para adultos de 1:30 pm a 2:30 pm.

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