La educación ayuda a conseguir los sueños. (Foto: Cortesía)

Este domingo se celebra el Dia del Padre, no todos tienen la fortuna de tenerlos, pero hay quienes cuentan con figuras masculinas, que se vuelven sus mentores esenciales.

Anthony Ramos es el director de Proyectos del Instituto de Liderazgo Juvenil de Esperanza Inc., además de mentor y entrenador de jóvenes entre 13 y 18 años a través de Deportes Timoteo. De ascendencia puertorriqueña, sus padres se conocieron en Massachusetts. Ellos tienen familia en los pueblos de Arecibo, Yabucoa y Vega Baja. Ha visitado Puerto Rico por lo menos tres veces y está entusiasmado de regresar a la isla. “Siento un aprecio profundo por mis antepasados, mi linaje familiar, la cultura taina que he estado investigando y la historia”, dijo.

Anthony nació en Massachusetts. Tenía un año cuando sus padres se separaron y se vino a vivir a Filadelfia con su madre. Estudió en la escuela Franklin Learning Center por un año, pero no tenía motivación para los estudios, y en Thomas Edison por otro año. “A los 16 años abandoné la escuela y mi meta era conseguir el GED (el diploma de equivalencia de estudios secundarios), así como empezar a trabajar”, relató. A su mamá no le gustó mucho la idea, pero él persistió en sus planes. Trabajó en una joyería, sin embargo, perdió el trabajo por su irresponsabilidad. Fue una época muy difícil en su vida.

Con el tiempo, se matriculó en Esperanza College of Eastern University. En diciembre de 2011 se graduó con las mejores calificaciones de su clase. Terminó la carrera de Trabajo Social en Eastern University. Luego, obtuvo su maestría en Divinidad del Seminario Missio (conocido anteriormente como el Seminario Teológico Bíblico), tras cuatro años de estudios, del 2014 al 2018. Este llamado de Dios hizo que saliera de la espiral de inseguridades y de dudas. “En realidad no veía un propósito en mi vida e incluso hubo momentos en que contemplé el suicidio, porque no pensaba que una persona como yo pudiera tener una vida fructífera”, reflexionó.

Anthony Ramos es mentor de jóvenes. (Foto: Cortesía)

Su tío, que acababa de salir de prisión, le comenzó a enseñar acerca de la Biblia, respondió sus preguntas sobre ese texto sagrado y lo llevó a la iglesia. Esto fue una transformación asombrosa en la vida del joven. Anthony aprovechó esa oportunidad para aprender más sobre la Biblia. Además, “compartir con las personas mi experiencia transformadora que me dio un nuevo inicio en mi vida”, añadió.

Sus estudios en Trabajo Social le ayudaron a aprender más sobre las personas, a escucharlas, así como conectarse más con la comunidad no sólo en el aspecto de la predicación. Su ministerio evangélico es más directo y práctico. “Con el tiempo ha crecido, ya que he aprendido de personas de diferentes círculos de denominaciones”, afirmó.

Anthony predica en campos de ministerios y en iglesias del noreste de la ciudad. “También participo ministrando a través de la música hip hop”, dijo.

DIRECTOR DE PROYECTOS

Cuando se graduó, trabajó en la Universidad Drexel como especialista de producción, ayudando a los estudiantes con su documentación para matricularse, pero hubo una oportunidad en Esperanza como coordinador de servicios. Ahí, se reconectó con el reverendo Rubén Ortiz, quien es el director de Programas Nacionales. Anthony y el hijo del reverendo trabajaron en la organización Timoteo Sports, donde sirvieron a jóvenes en riesgo a través de actividades deportivas. Fue contratado como director adjunto para programas nacionales. Trabajar en Esperanza fue la mejor manera de completar su círculo de estudiar Trabajo Social, aprender de las personas y aplicar sus estudios bíblicos; Tony siente que esta organización le permite hacerlo.

Su fe como cristiano transformó su vida. (Foto: Cortesía)

En 2019 fue promovido a director de Proyectos.

Acerca de la juventud que no ve un rayo de esperanza, este mentor piensa que se debe en gran parte al medio ambiente y a la historia del pueblo puertorriqueño, donde hubo genocidio, colonización, asimilación y migración. “Nuestra gente está subrepresentada en ciudades como Filadelfia, por eso amo Esperanza y su misión. Lo que les diría a los jóvenes es que no importa el vecindario donde vivan, donde hay narcotráfico y violencia, esa no es su vida, no es final de un libro. Su vida tiene muchos capítulos. No se den por vencidos”, afirmó.

Orgulloso de sus raíces puertorriqueñas. (Foto: Cortesía)

Cree con firmeza que la educación es muy importante para que la juventud logre sus sueños. Anthony practica las enseñanzas de la Biblia para servir a la comunidad, cumpliendo la misión de Esperanza Inc.

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