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Un juez impide que Trump invalide los permisos legales de 5.000 venezolanos

(Foto: EFE/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH/Archivo)

Un juez de EE.UU. impidió en las últimas horas del sábado, que la Administración de Donald Trump invalide los permisos de trabajo y otros documentos legales que otorgan estatus legal en el país a unos 5.000 venezolanos.

El juez Edward Chen concluyó en un fallo, que la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se excedió en su autoridad al invalidar dichos documentos en febrero, a la vez que cancelaba el estatus de protección temporal otorgado a los venezolanos.

Hace 12 días, el Tribunal Supremo estadounidense autorizó a Trump a retirar el estatus de protección temporal (TPS) a unos 350.000 migrantes venezolanos.

El TPS está disponible para personas cuyo país de origen haya sufrido un desastre natural, un conflicto armado u otro evento extraordinario.

Sin embargo, el alto tribunal declaró específicamente que no impedía que ningún venezolano siguiera impugnando la decisión de Noem de invalidar los documentos que les fueron emitidos conforme a dicho programa, el cual les permitía trabajar y vivir en Estados Unidos.

Dichos documentos se emitieron después de que el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., en los últimos días del mandato del presidente demócrata Joe Biden, extendiera el programa TPS hasta octubre de 2026, una medida que Noem posteriormente intentó revertir.

Abogados de varios venezolanos, así como la organización National TPS Alliance, pidieron al juez Chen que reconociera la validez continua de esos documentos, argumentando que sin ellos, muchos migrantes podrían perder sus empleos o ser deportados.

En el fallo del viernes, Chen señaló que el gobierno estimaba que solo unos 5.000 de los 350.000 venezolanos poseían dichos documentos.

Trump retornó a la Casa Blanca con la promesa de endurecer enormemente la política migratoria del país, lo que, según él, incluye la expulsión de millones de inmigrantes.

Chourio suma 4 hits y 5 impulsadas; Cerveceros vencen 17-7 a Filis

El venezolano Jackson Chourio (derecha) festeja con Daz Cameron tras anotar una carrera contra los Filis de Filadelfia, el sábado 31 de mayo de 2025 (AP Foto/Chris Szagola)

FILADELFIA (AP) —En el juego del último día de mayo, Rhys Hoskins conectó dos jonrones de tres carreras contra su antiguo equipo, el venezolano Jackson Chourio bateó un jonrón entre sus cuatro hits y remolcó cinco carreras, y los Cerveceros de Milwaukee vencieron el sábado 17-7 a los Filis de Filadelfia.

Hoskins consiguió el 13º juego de múltiples jonrones en su carrera, y el primero desde 2022 cuando estaba en los Filis.

Chourio conectó un jonrón de tres carreras y un sencillo de dos anotaciones. Christian Yelich también sumó cuatro hits por Milwaukee, que terminó con 23 imparables.

Chad Patrick (3-4) permitió dos carreras y cinco hits en seis entradas. Así, los Cerveceros ganaron su sexto juego consecutivo.

El abridor de Filadelfia, Jesús Luzardo (5-1), duró sólo tres innings y un tercio. El peruano-venezolano permitió 12 carreras limpias y 12 hits, incluidos ambos jonrones de Hoskins.

Es apenas el 12º lanzador en la historia de las mayores en permitir 12 carreras limpias en tres capítulos y un tercio o menos, y el primero desde Jordan Yamamoto de los Marlins de Miami en 2020.

Alec Bohm conectó un jonrón en solitario, Brandon Marsh logró un cuadrangular de dos carreras y Kyle Schwarber totalizó tres hits, incluido un doble impulsor, para proporcionar gran parte de la ofensiva de Filadelfia, que ha perdido tres duelos seguidos.

El manager de los Filis, Rob Thomson, fue expulsado del juego en la cuarta entrada por discutir un balk marcado por el umpire de tercera base Derek Thomas.

Por los Cerveceros, los venezolanos Chourio de 5-4 con tres anotadas y cinco producidas, William Contreras de 4-3 con dos anotadas y una empujada, Andruw Monasterio de 1-0.

Por los Filis, el dominicano Johan Rojas de 2-1 con una anotada y dos impulsadas. El venezolano Rafael Marchán de 2-0. El panameño Edmundo Sosa de 4-0.

El voto en el congreso es un gran paso atrás 

Los republicanos de la Cámara de Representantes aprobaron un proyecto de ley que ataca directamente el futuro de nuestra comunidad. Votaron por eliminar créditos fiscales para la energía limpia, poniendo en riesgo más de 400,000 nuevos empleos bien remunerados en la industria manufacturera—trabajos de los que dependen muchas familias latinas para salir adelante.

El proyecto de ley es conocido ahora como el “one big beautiful bill” de Trump y lo que está claro es que de bonito no tiene nada, al contrario, es una bofetada para nuestras familias, porque estos créditos no sólo aumentan el acceso a energía más barata, sino porque son una fuente de ingresos en diversos estados del país, estados que contradictoriamente tienen mayoría conservadora.

Pero contrario al sentido común varios de los republicanos que en algún punto expresaron apoyo por la energía limpia como los congresistas Juan Ciscomani (AZ-06), David Valadao (CA-22), Gabe Evans (CO-08), Michael Lawler (NY-17), Mark Amodei (NV-02), y Ryan MacKenzie (PA-07) le dieron la espalda a sus comunidades para seguir la agenda de la Casa Blanca y proteger recortes de impuestos para multimillonarios y grandes contaminadores.

Dejemos algo en claro: este proyecto de ley no se trata de responsabilidad fiscal—se trata de lealtades políticas mal dirigidas.

Para las familias latinas, el impacto será inmediato y doloroso. Facturas de servicios más altas—hasta $110 más al año. Menos oportunidades de empleo y menos apoyo para los programas de energía limpia que han ayudado a nuestras comunidades a respirar aire más limpio y a sufrir menos enfermedades relacionadas con la contaminación.

Mientras tanto, los desastres climáticos se intensifican. Lo vivimos de cerca: desde los incendios forestales en California hasta huracanes como Helene, nuestras comunidades están en la primera línea del impacto climático. Y este proyecto no hace absolutamente nada para protegernos.

La hipocresía es asombrosa. Estos mismos legisladores que votaron para eliminar la energía limpia han asistido a inauguraciones, celebrado nuevos proyectos y prometido defender la manufactura estadounidense. Pero cuando llegó el momento de proteger esas inversiones, le dieron la espalda todo esto y mucho más.

¿La buena noticia? La lucha no ha terminado. El proyecto de ley ahora pasa al Senado, donde muchos legisladores ya han manifestado una fuerte oposición. Las voces latinas serán clave para detener este ataque contra nuestros empleos, nuestra salud y nuestro futuro.

Tenemos poder. Podemos alzar la voz, organizarnos y exigir cuentas a cada uno de los representantes—especialmente a los que le dieron la espalda a nuestras comunidades. Esto va más allá de la política. Se trata de defender a nuestras familias, nuestro aire, nuestros trabajos y nuestro futuro. Se espera que el proyecto de ley de reconciliación presupuestaria, clave para financiar las prioridades climáticas, de salud y económicas, se negocie en el Senado en las próximas semanas, con una votación probable en julio. Ahora es el momento de actuar.

Antonieta Cádiz es la directora ejecutiva adjunta de Climate Power En Acción. Anteriormente, trabajó como corresponsal nacional para La Opinión y fue escritora política nacional para Univisión.

Chiles rellenos: un sabor que se hereda por generaciones

chiles

Los Chiles rellenos son un platillo mexicano que tiene su origen desde la época prehispánica, ya que según especialistas existe evidencia arqueológica que este producto fue cultivado desde el año 7000 al 2555 A. C. en las regiones de Tehuacán, Puebla y en Ocampo, Tamaulipas. El nombre proviene de la palabra chile del náhuatl, chilliy, que se aplica a todas las variedades y plantas herbáceas que se cultivan de manera anual.

Los chiles rellenos son un platillo que consiste en chiles poblanos con algo adentro, sin importar su decoración, se consumen en México, Guatemala y Costa Rica, aunque variando su preparación y relleno para diferenciar los países.

En algunos países, se les conoce como chile picante para distinguirlo de los llamados chiles dulces, pimiento, pimentón o pimiento morrón, jalapeños, chipotles, anchos, etc. Se pueden rellenar de picadillo, deshebrada de res o puerco, pollo, camarón, atún, queso y frijoles.

Este platillo se degusta principalmente en cuaresma, pero se puede consumir durante todo el año debido a su aceptación.

INGREDIENTES

6 chiles poblanos
RELLENO PICADILLO
½ kilo de carne molida de res o cerdo (al gusto)
½ cebolla picada
4 tomates verdes picados
2 chiles jalapeños en vinagre picados
½ cucharadita de comino
½ cucharadita de pimienta negra
1 cucharada de sal
½ taza de agua
NOTA: si se quieren hacer de queso, puedes rellenar, asadero, chihuahua, manchego, panela o fresco (según su elección)

CAPEADO

5 huevos (separados la clara y la yema)
Sal la necesaria
2 tazas de harina
1 taza de aceite vegetal

SALSA

6 jitomates
¼ cebolla
1 ½ taza de agua
3 ramitas de perejil o cilantro (al gusto)
1 diente de ajo
Sal al gusto
3 cucharadas de aceite vegetal

PREPARACIÓN

CHILES

Lave y ase los chiles, una vez asados ponga en una bolsa de plástico a sudar durante unos minutos, pélelos y abra en forma de “T” sin cortarlos totalmente, retire las semillas y reserve.

  • PICADILLO

Ponga a calentar en una cazuela el aceite vegetal, vierta la carne a freír, se agrega la cebolla, el tomate y el chile picado. Aparte licue en la media taza de agua, el ajo, el comino, la pimienta y la sal. Se añade a la carne y se deja hervir por 15 minutos. Se reserva

  • SALSA

Se licúan el jitomate, cebolla, ajo, sal con el agua hasta quede lisa.

En una cacerola se calienta el aceite, se vierte la salsa colando y añadiendo el perejil, se cocina por lo menos 15 minutos.

  • CAPEADO

Se baten las claras con sal a punto de nieve, se baten las yemas y se mezclan con las claras con movimientos envolventes.

ARMADO

Se toman los chiles y se rellena el interior con el picadillo (o relleno de tu elección) se cierran con palillos, se enharinan bien y se pasan por el huevo.

En una sartén con abundante aceite se fríen los chiles, se retiran y se añaden a la cacerola de la salsa.

Se sirven en una fuente bañados con salsa, acompañados con arroz blanco, rojo o frijoles fritos y se decoran con perejil.

One toilet, two toilets, change your habits!

Over the years, our society has developed some bad environmental habits, and we need to start treating toilets and their water as something we should manage carefully.

Every day we all go into these little rooms at home or to larger ones at public venues, which are called bathrooms. We expect white porcelain receptacles into which we dispose of the excess waste from our bodies, using a lot of good water. And this doesn’t include the water we use in the machines to wash our clothes.

Over the years, as my knees got weaker and my body got heavier, I found it much harder to get down to or up from a lower-built toilet seat. My homies would call it a “low rider” seat for an O.G. old guy.

After changing apartments in Magdalena, Mexico, where I’m living, I found that my new apartment—my Ranchito—had a very low toilet seat. I immediately wanted to change it, but didn’t have the money.

Growing up on a farmer’s land in Las Animas, Colorado, we lived in a colony of adobe houses along with other relatives and close, friendly family friends. There was no running water for bathing or for a toilet.

Around 1949, our family moved into town, into a great little house at 124 2nd Street with two bedrooms for 12 kids and two parents. And no indoor plumbing.

But we did have a wooden outhouse that we would move every year to a new hole dug in the ground. We didn’t have packaged toilet paper but instead were given newspapers, and Sears, J.C. Penney, and Montgomery Ward magazines to sanitize ourselves.

It wasn’t until 3–4 years later, after we moved into town, that we actually got indoor plumbing with a toilet seat and a bathtub. In the middle of winter, you did not want to spend any extra time in an outhouse with no lighting or insulation.

In some Asian countries, when traveling in the past, it was difficult to find a regular toilet as we know it. Instead, there was just a hole in the floor, with outlines for where to put your feet, and then you’d need to squat down over the hole. This is very uncomfortable for many of us who want to do our business quickly and move on.

Cultural customs for bathrooms are most interesting. And still, in the USA, we do not accommodate women properly when building bathrooms in public venues.

So I began a search through the sales lists in Tucson for a taller toilet. A brand-new one could be very pricey.

I found a man in Tucson, 100 miles north of me, who was giving away for free a toilet seat higher than mine. After my doctor’s appointment, I went to try to load it into my van.

But it was too heavy. So I went to a homeless encampment near the park and got two strong young houseless persons to help me load the toilet, two very nice gentlemen who enjoyed the air conditioning in my van.

I could have spent all day talking and sharing with these two polite and smart men.

I paid them each $12 and later spent another $68 buying a major family bucket of Popeyes Chicken for their park group of 8 individuals. I still hope to go back to visit them, take some more food, and have a long chat with them.

I remembered that at 13 years of age, I joined a sheep-shearing crew out of the Rio Grande area of Texas that came through Colorado. I worked the summer in the Dakotas, where we never encountered indoor plumbing unless we stopped at a gas station. The few baths I took that summer were in rivers or lakes.

We were a crew made up of 8 men and two women—the crew boss’s wife and his daughter.

Shearing sheep is hard and skilled work, and a dirty one, given the lanolin in the wool and the working conditions.

During the summer, there were some conflicts. At one point, on a Sunday, when a drunk older worker wanted to cut my hair, I refused, and he chased me, shooting at me as I dodged through the 2,000 sheep waiting to be sheared.

And somehow I survived the summer. As you can imagine, we didn’t have cell phones, and I don’t think I called home at a payphone even once. It was an incredible experience for a 13-year-old. I was, obviously, glad to get back to our humble but effective indoor plumbing.

At each farm, we were given an old sheep to cook and then eat. It was good to get a lot of meat in my diet, and lots of black coffee with plenty of sugar. By the end of the summer, I had had enough of the smell of live sheep, of them being cooked, and of the nighttime bleating of young lambs. I think I didn’t eat sheep or lamb for at least the next 10 years.

Today, our indoor plumbing is tied to our access to water. I have lived in countries where we had blackouts, brownouts of electricity, and sometimes no water for as long as two weeks.

The rivers here in Magdalena, Mexico, have been dry for over five years, and I fear the lack of water, here and in so many parts of the world, will affect us all.

We need to pay attention to climate change and change our habits, perhaps bathing only once a week, and doing it quickly. We must also quit wasting water on lawns, personal swimming pools, and golf courses. We might also consider making all farming reliant on drip irrigation. Today, there are toilet designs on the market that use much less water.

While I will soon enjoy my taller toilet seat, I must also push for some water conservation.

Panamá presenta un plan que puede reducir en un 67 % la contaminación por plásticos a 2040

contaminación
Fotografía de escombros y plásticos en una bahía este viernes, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/Bienvenido Velasco

Ciudad de Panamá.- Panamá presentó una hoja de ruta que involucra a diversos actores nacionales y de la cooperación internacional y centrada en la economía circular, que podría reducir hasta en un 67 % la contaminación por plásticos en el país para el año 2040.

La llamada Hoja de Ruta de Acción para los Plásticos en Panamá se ha construido desde octubre de 2023 con la participación de representantes del sector público, privado, sociedad civil, academia y la cooperación internacional, y «consolida el compromiso colectivo con la reducción del plástico y la promoción de soluciones sostenibles adaptadas a la realidad del país» centroamericano.

Así lo afirmó el Ministerio de Ambiente, que precisó que esta hoja es una iniciativa de esa cartera junto con la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON) y la iniciativa Global Plastic Action Partnership del Foro Económico Mundial, con el apoyo de la Embajada del Reino Unido en Panamá.

De acuerdo con sus impulsores, la Hoja de Ruta de Acción para los Plásticos es una herramienta estratégica que establece «medidas concretas para cada etapa del ciclo de vida del plástico», entre ellas «la eliminación de productos innecesarios, la adopción de sistemas de reúso, el impulso del reciclaje y una gestión más eficiente de los residuos».

«Las proyecciones apuntan a que, si se implementan las acciones propuestas, Panamá podría reducir en un 67 % su contaminación plástica para 2040», afirmó el Ministerio de Ambiente.

El viceministro de ambiente, Oscar Vallarino, recalcó que «cada año, toneladas de residuos plásticos (…) ponen en riesgo la salud de las personas y deterioran» la biodiversidad de Panamá, y que la Hoja de Ruta de Acción para los Plásticos «es una oportunidad para escuchar y construir consensos y una declaración para un Panamá Sostenible».

Esta herramienta «representa una visión-país producto del trabajo conjunto entre el Gobierno Nacional, el sector privado, la sociedad civil y la academia», para enfrentar «con determinación uno de los desafíos ambientales más urgentes y visibles de nuestro tiempo» como es la contaminación por plásticos, agregó.

La ANCON asume el rol de agencia implementadora de esta hoja de ruta y reafirma su «compromiso de escuchar, de facilitar procesos participativos, de articular a los diversos actores y de llevar esta visión al campo», como explicó su director ejecutivo, Adrián Benedetti.

«Las puertas están abiertas, hacemos un llamado a todos los sectores a sumarse activamente: solo trabajando juntos lograremos construir un Panamá sin contaminación plástica, justo y circular para las futuras generaciones», afirmó.

Según datos del Gobierno panameño y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (Pnuma) difundidos en octubre de 2022, Panamá está afectada por la descarga anual de más de 100.000 toneladas de desechos que van a sus océanos, de las cuales el 85 % son plásticos.

Leonardo Padura, sobre Trump: «Estamos viviendo un periodo que parece una distopía social»

Leonardo Padura
El escritor cubano Leonardo Padura, en una entrevista con EFE con motivo de su reciente visita a Madrid, que desde este viernes celebra su Feria del Libro, afirma que el impacto de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, con el temor a la deportación de miles de inmigrantes cubanos que "lo vendieron todo" para irse a Estados Unidos, es un "elemento catalizador" de los tiempos difíciles que vivimos, que compara con "una distopía social". EFE/Borja Sanchez-Trillo

Madrid.- El impacto de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, con el temor a la deportación de miles de inmigrantes cubanos que «lo vendieron todo» para irse a Estados Unidos, es para el escritor cubano Leonardo Padura un «elemento catalizador» de los tiempos difíciles que vivimos, que compara con «una distopía social».

Aun así, Padura cree que, además del presidente estadounidense, hay «muchísimos más procesos difíciles» en el mundo actual, como la «terriblemente difícil» situación en Gaza o la guerra de Ucrania, donde el presidente ruso, Vladimir Putin, «hace lo que le da la gana».

En una entrevista con EFE con motivo de su reciente visita a Madrid, que desde este viernes celebra su Feria del Libro, el autor de ‘El hombre que amaba a los perros’ reflexiona sobre su Cuba natal, el papel crítico de los intelectuales y la memoria.

«No sé si soy capaz de comprenderla», dice sobre la situación en Cuba.

Al filo de vivir ‘el Gran Hermano’ (Big brother)

El escritor ve en su país una «crisis tremenda, en todos los sentidos», como dan muestra los constantes apagones, que dejan a buena parte de la isla sin electricidad durante horas, o el éxodo de cubanos al exterior.

Una situación que se ha agravado con la vuelta de Trump al poder, y es que una de las primeras medidas del presidente fue incluir a Cuba de nuevo en la lista de países que no colaboran en materia antiterrorista, lo que conllevó nuevas sanciones que afectan en su mayoría a la gente común, recuerda Padura.

A esto se suma el temor de muchos cubanos que viven en EE. UU. a que el Gobierno del país los devuelva a Cuba, como le ha sucedido recientemente a su hermano –confiesa–, que se ha perdido el cumpleaños de su madre por miedo a no poder regresar a Miami pese a ser ciudadano estadounidense.

«Acabo de leer que se va a revisar las redes sociales de aspirantes a visados de estudios en EE. UU.», comenta preocupado, preguntándose si la libertad que significaba el mundo digital «se va a perder definitivamente»

«Orwell y el Gran Hermano (Big Brother) se va quedando absolutamente ridículo en comparación con lo que está pasando», asegura.

Una apuesta por decir lo que está mal en el mundo

El «destino complicado» de su generación en la Cuba contemporánea centra su próxima novela, ‘Morir en la arena’, que se publicará en septiembre, en la que uno de sus personajes tiene un trauma que prefiere olvidar antes de asumir la realidad.

Durante su visita a Madrid ha hablado sobre este tema en un coloquio sobre olvido y memoria en la Residencia de Estudiantes, centro emblemático de la cultura española por donde pasaron figuras como Federico García Lorca o Salvador Dalí.

Desde la Residencia reflexiona sobre el papel de los intelectuales en la lucha contra los poderes absolutos: «Tenemos un margen de reflexión e independencia mucho mayor que otros».

«Hay que seguir intentando decir las cosas que andan mal en el mundo», sentencia.

Padura fue el primer «escritor independiente» en Cuba, una figura legal introducida en la isla en 1996 que permitió a los artistas trabajar al margen de editoriales o dependencias culturales, algo por lo que se siente «muy orgulloso».

Preguntado por la memoria que quedará en las generaciones futuras sobre esta época, ve «muy difícil» hacer predicciones porque estamos en una época «umbral de enormes cambios».

Confiesa sentir «miedo» por el rumbo de la inteligencia artificial: «Hemos visto muchas películas que las que los robots ocupan el lugar de los humanos y creo que estamos al filo de vivirlo».

Aun así, no cree que la IA vaya a desbancar a las personas en la creación cultural porque «le va a faltar humanidad».

Bryce Harper sigue día a día con los Filis por un golpe en el codo derecho

Filis
Bryce Harper, de los Filis de Filadelfia, es golpeado por un lanzamiento del abridor de los Bravos de Atlanta, Spencer Strider, durante el juego de béisbol de Grandes Ligas del martes 27 de mayo de 2025, en Filadelfia. (AP Foto/Matt Slocum)

FILADELFIA— El primera base de los Filis de Filadelfia, Bryce Harper, sigue día a día mientras continúa recuperándose de un golpe en el codo derecho, lo que deja incierta su vuelta a la alineación.

Harper fue golpeado por una recta de 95 mph lanzada por Spencer Strider, pitcher de los Bravos de Atlanta, durante la primera entrada del encuentro del martes. Aunque las radiografías no indicaron que hubiera fractura, Harper describió la lesión como «todavía muy dolorosa» y aún no ha retomado el bateo.

“No estoy seguro de cuándo volveré a jugar”, dijo Harper el viernes antes de que los Filis comenzaran una serie de fin de semana contra Milwaukee. “Me golpeó en un lugar bastante malo. Creo que la hinchazón ha bajado, lo cual es bueno, pero como dije, es un lugar realmente complicado donde me golpeó. También quiero ser inteligente al respecto”.

El codo de Harper, que fue sometido a una cirugía Tommy John en 2022, sigue siendo un área sensible. A la luz de la lesión, Harper planea usar un protector en su codo derecho cuando regrese.

“Es realmente difícil encontrar protectores que se sientan bien, que no se sientan tan voluminosos”, admitió Harper. “Realmente no los he usado en toda mi carrera. Los he usado de vez en cuando, sólo para sentirlos. Lo hice en los entrenamientos de pretemporada este año por esta razón. No me gustó cómo se sentía”.

A pesar del contratiempo, el dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Nacional descartó que el lanzamiento de Strider haya sido intencional.

“Obviamente no hubo intención en ello”, dijo Harper. “Es un tipo competitivo, un muy buen lanzador”.

El manager de los Filis, Rob Thomson, hizo eco de los sentimientos de Harper, al negar que espere un período en la lista de lesionados para la estrella.

“Tendremos que ver (cuándo puede regresar)”, dijo Thomson. “Tenemos que eliminar la hinchazón y que él esté libre de dolor, o cerca de ello”.

Harper tomó roletazos y recibió lanzamientos en la primera base antes del juego del viernes, pero no lanzó ninguna bola ni bateó.

Tiene un promedio de bateo de .267 con ocho jonrones y 33 carreras impulsadas en 54 juegos esta temporada. Alec Bohm se ha trasladado de la tercera a la primera base para reemplazar a Harper. El panameño Edmundo Sosa tomó la antesala.

Un inodoro, dos inodoros, ¡cambia tus hábitos!

A lo largo de los años, nuestra sociedad ha desarrollado malos hábitos medioambientales, y necesitamos empezar a tratar los inodoros y el agua que usan como algo que debemos manejar con cuidado.

Cada día entramos en esos pequeños cubículos en casa o en otros más grandes en lugares públicos, que llamamos baños. Esperamos encontrar recipientes de porcelana blanca en los que desechamos el exceso de residuos de nuestros cuerpos, usando mucha agua limpia, y eso sin contar el agua que usamos en las máquinas lavadoras.

Con los años, a medida que mis rodillas se debilitaron y mi cuerpo se hizo más pesado, me resultaba mucho más difícil sentarme o levantarme de un asiento de inodoro muy bajo. Mis compas lo llamaban un “low rider” para usuarios viejos.

Al cambiarme de departamento en Magdalena, México, donde vivo, descubrí que mi nuevo departamento “Mi Ranchito”, tenía un asiento de inodoro muy bajo. Quise cambiarlo pronto, pero no tenía el dinero.

Crecí en tierra de agricultores en Las Ánimas, Colorado. Vivíamos en una colonia de casas de adobe junto con otros parientes y amigos cercanos y queridos. No había agua corriente para bañarse ni inodoro.

Alrededor de 1949, nuestra familia se mudó al pueblo, a una linda casita en la calle 2ª número 124, con dos habitaciones para 12 hijos y dos padres, y sin plomería interior. Pero sí teníamos una letrina de madera que movíamos cada año a un nuevo hoyo cavado en el suelo. No teníamos papel higiénico empaquetado, sino que usábamos periódicos y revistas de Sears, J.C. Penney y Montgomery Ward para asearnos.

No fue sino hasta 3 o 4 años después, ya viviendo en el pueblo, que finalmente tuvimos plomería interior con un inodoro y una bañera. En pleno invierno, uno no quiere pasar ni un segundo extra en una letrina sin luz ni aislamiento térmico.

En algunos países asiáticos, cuando viajé en el pasado, era difícil encontrar un inodoro como los nuestros. Lo que había era un agujero en el piso, con marcas que indicaban dónde colocar los pies, y luego había que ñangotarse sobre el agujero. Esto resulta muy incómodo para muchos de nosotros, que queremos resolver nuestros asuntos rápido y salir.

Las costumbres culturales relacionadas con los baños son muy interesantes. Y aún hoy, en Estados Unidos, no pensamos mucho en las mujeres al construir baños en lugares públicos. Así que comencé a buscar un inodoro más alto en las listas de ventas de Tucson. Uno nuevo podría salir muy caro.

Encontré a un hombre a 100 millas al norte de donde vivo, que estaba regalando un inodoro más alto que el mío. Después de mi cita con el doctor, fui a tratar de cargarlo en mi camioneta; pero era demasiado pesado. Así que fui a un campamento de personas sin hogar cerca del parque y conseguí que dos jóvenes fuertes me ayudaran a cargar el inodoro. Eran dos caballeros muy amables que disfrutaron del aire acondicionado de mi camioneta.

Pude haber pasado todo el día conversando y compartiendo con estos dos tipos educados y avispados.

Les pagué 12 dólares a cada uno y luego gasté otros 68 comprando un mega balde familiar de pollo de Popeyes para su combo del parque, que eran 8 personas. Todavía espero volver a visitarlos, llevarles más comida y tener un buen rato de charla con ellos.

Recuerdo que a los 13 años me uní a una cuadrilla de esquiladores de ovejas del área del Río Grande, en Texas, que iba hacia Colorado. Trabajé el verano en las Dakotas, donde nunca encontrábamos plomería interior, a menos que paráramos en una gasolinera. Los pocos baños que tomé ese verano fueron solo en ríos y lagos.

Éramos una cuadrilla de 8 hombres y dos mujeres, la esposa del jefe de cuadrilla y su hija. Esquilar ovejas es un trabajo duro, exigente y muy sucio, debido a la lanolina de la lana y a las condiciones en que se trabaja.

Durante el verano hubo algunos conflictos. En una ocasión, un domingo, un trabajador mayor, borracho, quiso cortarme el cabello; me negué, y él me persiguió, disparándome mientras yo corría zigzagueando entre las 2,000 ovejas del rebaño.

De algún modo, sobreviví ese verano. Como imaginarán, no había teléfonos celulares, y no creo que haya llamado a casa desde una cabina telefónica ni una sola vez. Fue una experiencia increíble para un chico de 13 años. Obviamente, me alegré de volver a nuestra casa con su humilde pero eficaz plomería interior.

En cada granja nos daban una oveja vieja para cocinarla y comérnosla. Era bueno tener tanta carne en la dieta y mucho café negro con mucha azúcar. Al final del verano, ya no me aguantaba el olor de las ovejas vivas, de las asadas, ni los balidos de los corderos en la noche. De hecho, creo que no volví a comer oveja ni cordero al menos por los siguientes 10 años.

Hoy en día, nuestra plomería interior está ligada a nuestro acceso al agua. He vivido en países donde sufrimos apagones, cortes parciales de electricidad, y en ocasiones, falta total de agua por hasta dos semanas.

Los ríos aquí en Magdalena, México, llevan más de cinco años secos, y temo que la escasez de agua, aquí y en muchas partes del mundo, nos va a afectar a todos.

Tenemos que prestar atención a la crisis climática y cambiar nuestros hábitos, quizás bañándonos solo una vez por semana, y aprender a hacerlo más rápidamente. También debemos dejar de desperdiciar agua en jardines, piscinas privadas y campos de golf. Deberíamos considerar que toda la agricultura esté organizada con riego por goteo. Hoy en día hay diseños de inodoros que usan mucha menos agua.

Aunque pronto disfrutaré de mi asiento de inodoro más alto, también debo insistir en la necesidad de conservar el agua.

Viviendas para estudiantes, la asignatura pendiente de las universidades de Puerto Rico

Puerto Rico
Fotografía de la fachada de la antigua residencia de estudiantes en Río Piedras este miércoles, en San Juan (Puerto Rico). EFE/ Thais Llorca

San Juan.- Las universidades de Puerto Rico tienen como desafío disponer de más viviendas para sus estudiantes. Para solventar esto, planean inversiones privadas, familias de acogida, asociaciones con plataformas de residencias a corto plazo, y la rehabilitación de edificios en desuso.

En el foro ‘Turismo Educativo: Puerto Rico como destino académico’, organizado este mes por GFR Media y la Agencia EFE, líderes de las universidades expusieron sus iniciativas para lidiar con esta traba que afrontan estudiantes como Ilianivette Calcaño.

«Cuando decidí mudarme aquí a vivir y estudiar, tuve que estar más de seis meses buscando apartamento, que pudiera costear la renta, las utilidades como agua y luz, y que estuviera cercano a la universidad», relata a EFE Calcaño, estudiante de Ciencias y de Relaciones Públicas en la Universidad de Puerto Rico (UPR).

La joven, de 25 años y oriunda de Guayama, un municipio del sureste de la isla, narra que fue una odisea conseguir alojamiento para evitar recorrer los 82 kilómetros que hay de distancia entre su pueblo y la universidad en San Juan, debido al cierre de residencias universitarias.

La premura de contar con residencias estudiantiles

«Sabemos que la vivienda y el hospedaje es un área de retos», reconoce a EFE Javier Carrión, encargado de Asuntos Internacionales de la UPR y panelista del foro sobre turismo educativo.

Un problema que urge resolver para ayudar a los estudiantes locales y, también, si se pretende atraer en mayor número a estudiantes internacionales a las universidades puertorriqueñas.

El claro reflejo de ello es que en el barrio estudiantil de Río Piedras, en San Juan, la maleza y el polvo se apoderan de los edificios abandonados, con puertas apuntaladas y cerradas con candados; espacios en desuso donde antes resonaba la algarabía de los universitarios que vivían allí.

En este sentido, Carrión cuenta que la universidad pública creó una lista de los hospedajes de los que dispone en los once recintos de la isla. Asimismo, detalló que promoverá viviendas temporales gracias al proyecto de una alumna francesa que formó una asociación con la plataforma Airbnb para crear alojamientos de estudiantes.

«Vamos a tomar primero el recinto de Río Piedras, que es el recinto maestro de nosotros, y una vez podamos hacer el acuerdo, ella coloca a los alumnos como si fuera un Airbnb tradicional de nosotros, pero solamente para hospedaje de estudiantes», detalla el encargado de Asuntos Internacionales de la UPR.

Por su parte, Rafael Ramírez, presidente de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, indica que su institución afronta este reto con la inauguración hace dos años de dos torres, con espacio para 450 estudiantes en el recinto metropolitano y facilidades de residencia y de hostal en otras sedes.

«En Arecibo, municipio que está en el norte de Puerto Rico, tenemos un proyecto en donde se va a crear la Villa del Bienestar Estudiantil«, anticipa Ramírez a EFE.

Solicitan acción gubernamental

Según los datos de la página web del Gobierno de Puerto Rico, el último censo realizado en 2020 estima que hay 257.625 unidades de vivienda vacantes en todo el territorio puertorriqueño. Las autoridades tienen como objetivo «erradicar las propiedades abandonadas y en deterioro».

El economista Gustavo Vélez, presidente de Inteligencia Económica, que fue uno de los panelistas del foro, hace hincapié en que «hay una oportunidad para hacer algo colaborativo y multisectorial».

A su juicio, faltan fondos del Estado destinados a la educación, por lo que insta a las autoridades a aprovechar el abanico de posibilidades que se abre para impulsar la vivienda estudiantil.

«Lo que implica es incorporar a los ayuntamientos, a los alcaldes, que tienen obviamente el inventario de estructuras abandonadas, para ver si pueden ayudar a las instituciones académicas, universitarias, a poder suplir esa vivienda», clama Vélez.