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Hacia una agenda boricua

Foto crédito Puertorrican Agenda

Una cosa que nos debe quedar muy clara de la recién pasada contienda presidencial del 2020, es que los puertorriqueños y latinos en general sólo representamos un número. Fue en el último mes de la elección que le dieron un tímido trato a la comunidad boricua y latina. ¿Dónde nos deja eso? Nos deja en una muy interesante disyuntiva. O seguimos la misma pasividad de dejar que manipulen nuestro futuro y progreso, o hacemos una pausa y reflexionamos, en que tenemos que mirarnos en el espejo de nuestra puertorriqueñidad. Tenemos que darnos cuenta de que tenemos que romper con esa falsa expectativa de esperar que hagan por nosotros lo que nosotros podemos hacer por nosotros mismos. Urge que nos sentemos y tengamos una conversación seria entre nosotros para poner los puntos sobre las íes.

Primer punto; como líderes, hemos pasado por alto la educación política de nuestra gente. Por un lado, hemos dejado que los políticos de carrera tengan el control electoral de nuestros barrios. Por el otro lado, nos hemos hecho los de la vista larga, abandonando nuestra responsabilidad civil, no participando en los eventos políticos que dan forma al futuro de nuestros hijos e hijas. Para nosotros, los puertorriqueños y latinoamericanos, la participación electoral no debería ser un asunto ideológico, sino uno de sobrevivencia. La sociedad estadounidense en su discurso de ser una sociedad inclusiva, lo que pretende es absorber las comunidades minoritarias y tornarlas en la continuación de un sueño de progreso, que en realidad es una pesadilla de consumo desenfrenado.

Nosotros tenemos una herencia histórico-cultural tan rica que podríamos ser el catalítico social que necesita nuestra nación para el avance político que necesitamos. Tenemos los números y la pasión para ser esa fuerza, lo que no tenemos son los instrumentos políticos que encaminen esa fuerza hacia comunidades prósperas, económicamente sólidas y con un profundo sentido de participación en los eventos que transformarán nuestras vidas.

Segundo punto; la partidocracia estatal no nos representa y no es el vehículo para nuestro desarrollo social ni económico. Nos urge desarrollar nuevos líderes, con un profundo arraigo en nuestras comunidades. Hombres y mujeres que sepan devolver a sus comunidades el amor y el apoyo que ellos recibieron durante su formación. Si no levantamos nuestros propios líderes y los formamos, estaremos condenados a que los “chulos” de la pobreza, los que usan la necesidad de la gente para aprovecharse de ella, sigan viviendo de nuestras esperanzas.

Tercer punto; las agencias puertorriqueñas sin fines de lucro tendrán que hacer un alto, y pensar que dar servicios sociales sin educar a los que lo reciben, es perpetuar la dependencia y la marginalidad. Hay que enseñarle a nuestra gente a pescar y desarrollarán la virtud de emprender nuevos negocios y proyectos, que encaminen al progreso y al desarrollo económico de nuestros barrios.

Cuarto punto, tenemos que educar a nuestros jóvenes todo lo posible y a tantos como podamos, para que una vez educados no abandonen el barrio, sino para que reinviertan toda esa educación en el futuro de las comunidades que los vieron crecer. Ellos serán nuestros jueces, nuestros líderes de barrio, nuestros gobernadores, nuestros senadores y representantes. Tenemos en nuestras manos un futuro brillante. Dejar que los políticos de carrera sigan secuestrando nuestro progreso es algo que nuestras futuras generaciones no nos perdonarán.

Quinto punto, la diáspora puertorriqueña debería centrarse en buscar una agenda común, en cuanto a la situación colonial de Puerto Rico. Los sondeos que se han hecho sobre la situación política de la Isla muestran un creciente descontento con el tipo de relación que ya, por 122 años, el Congreso ha mantenido. Este asunto no debe ser un tema ideológico, sino un tema de justicia y derechos humanos. Es “vox populi” que Puerto Rico es una colonia, y mientras sea colonia sufrirá las consecuencias de ser víctima de corporaciones extranjeras, que no tienen ningún interés en el bienestar de los puertorriqueños. Es apremiante un proceso descolonizador. Nosotros en la diáspora tenemos la fuerza política para cabildear y romper con el monopolio político que el sector pro-estadista ha tenido sobre el Congreso en los últimos 20 años.

Sexto punto, la comunidad indocumentada tiene que ser parte de nuestra agenda. Esos millares de hermanos y hermanas latinoamericanos tienen en la comunidad boricua un aliado seguro. Un voto para un puertorriqueño es un voto para la reforma migratoria, porque los puertorriqueños somos parte de la comunidad latinoamericana y nuestros indocumentados aportan grandemente al desarrollo económico de nuestras comunidades. Sobre todo a los “Dreamers”, es necesario apoyarles y desarrollar alianzas que eventualmente cambiarán el tablero político.

Séptimo punto, la iglesia deberá abrirse a nuevos enfoques. La iglesia no existe para sí, sino para el mundo. La iglesia es donde nuestra comunidad habita y adora, y debería ser un lugar de encuentro y conversación; pero la iglesia tiene que romper con el sectarismo y abrirse a las preocupaciones e intereses de su comunidad. Si no, estaría huyendo de su responsabilidad bíblica (luz del mundo y sal de la tierra).

Aquí dejo estas sugerencias, a ver si nos sentamos y armamos la agenda.

Puertorriqueños votaron anticipadamente un 30 % más que en 2016

Votantes hacen fila el último día de votación anticipada en Florida, el 1 de noviembre de 2020. (Foto: EFE)

Miami. – Los puertorriqueños registrados en Florida aumentaron el voto anticipado en un 30 % durante estas elecciones generales, con respecto a las de 2016, según indicaron este lunes analistas de la organización de asesoramiento electoral para hispanos Alianza for Progress.

Hasta la fecha, 330.774 puertorriqueños ya han votado por correo o presencialmente temprano, en comparación con los 253.978 que lo hicieron de la misma manera hace cuatro años, un medidor ofrecido hoy durante una rueda de prensa virtual.

En Florida, los puertorriqueños ya superaron a sus compatriotas en Nueva York, con más de 1,3 millones, especialmente en el centro del estado, en los condados Hillsborough, Osceola y Orange, en donde se asienta Orlando.

«Estamos viendo buenos resultados en Florida. Solo hay un 23 % de papeletas corregidas, lo que indica que una de cada cuatro personas ha corregido su papeleta», indicó Rubén Lebron, director político de Alianza for Progress.

En la rueda de prensa, Lebron indicó que, en las próximas horas, tienen previsto hablar con 36.000 votantes puertorriqueños del denominado «estado del sol» que no han ejercido el sufragio de manera temprana.

El objetivo, dijo, es asesorarlos sobre el funcionamiento de los colegios y cómo llegar a ellos en este martes crucial.

«Hay mucho trabajo que hacer», admitió Lebron, al tiempo que recordó que los supervisores electorales, por ley tienen que emitir tres avisos a los votantes en caso de errores en el rellenado de boletas.

«Las elecciones se acaban el 5 de noviembre a las 5 pm, no se acaban mañana», recalcó Lebron.

La organización, que se declara «con una vasta experiencia en el terreno que comprende las idiosincrasias políticas en nuestras comunidades», quiere destacar «el papel pasado por alto que los votantes del NPA están desempeñando en Florida hasta ahora».

Las boletas registradas como NPA corresponden a aquellas personas sin afiliación política que votan como independientes.

«Sabemos que es más probable que los votantes hispanos y puertorriqueños no estén afiliados a ningún partido político con respeto al votante medio de Florida», indicó Alianza for Progress.

«Los votantes del NPA son los héroes olvidados de estas elecciones. Sólo durante la votación anticipada y por correo, sus votos brutos aumentaron un 50 % con respecto al 2016», indicó la organización.

Casi 9 millones de los 14,5 millones de electores registrados en Florida habían ya votado para el lunes, por correo o de manera presencial anticipada.

«Vale la pena hacer una pausa para comprender el cambio trascendental que esto representa para décadas por venir. Los votantes que votan anticipadamente o por correo tienen más probabilidades de convertirse en votantes confiables en elecciones futuras», afirmó en un comunicado Alianza for Progress.

El cambio que necesita un cambio

Fotografía satelital cedida por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) por vía del Centro Nacional de Huracanes (NHC) donde se muestra la localización del huracán Eta a las 19:10 hora local (00:10 GMT). EFE/ NOAA-NHC

Norristown, PA – El cambio climático ha sido uno de los temas más controversiales en los últimos años. El pasado 13 de octubre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró que los desastres naturales a causa del clima aumentaron en un 80% desde el año 2001. Esta situación ha preocupado a la mayoría de los gobernantes en todo el mundo, debido a los efectos negativos que ha ocasionado a la humanidad. No obstante, algunos escépticos aún se preguntan si este fenómeno es real o no.

Los cambios climáticos son eventos naturales que ha experimentado el planeta Tierra desde su origen. El clima es el conjunto de condiciones atmosféricas propias de un lugar (lluvia, viento, calor, frío) y, en condiciones normales, depende enteramente de la dinámica de la atmósfera; es decir, la capa de gases que rodea al planeta y que protege la vida de la radiación solar ultravioleta, crea un escudo contra los meteoritos y, al igual que un invernadero, mantiene la humedad y el calor del ambiente.

Los gases que componen la mayor parte de la atmósfera son nitrógeno (78%), oxígeno (21%) y argón (0.95%), indispensables para la vida; y en menor proporción, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y ozono, los cuales se generan naturalmente durante la combustión, por incendios forestales estacionales o por la erupción de los volcanes. Su función es evitar que el calor se pierda al espacio; razón por la cual se conocen como gases de efecto invernadero. Sin embargo, en los últimos 20 años se ha registrado una sobreproducción de estos gases debido a la actividad humana; principalmente por la quema en altísimos volúmenes de carbón, petróleo, gasolina y gas natural.

Cuando la concentración de estos gases aumenta, se forma una “tapa” en la atmósfera, provocando que el planeta retenga más calor del necesario y, por consiguiente, que aumente la temperatura. Este incremento antinatural de calor, de hasta 2°C, conocido como calentamiento global, ha generado el deshielo de los glaciares y un desequilibrio en la circulación del aire de la atmósfera, provocando fenómenos atmosféricos atípicos muy intensos, que cuando afectan los bienes materiales y ponen en peligro la vida humana, son considerados desastres naturales.

La contaminación y destrucción de ecosistemas terrestres y marinos, y la sobrepoblación, son factores que favorecen el calentamiento global y generan problemas de tipo no sólo ambiental, sino social, económico y de salud; por ejemplo: guerra, migración, pobreza, hambre y surgimiento de nuevos agentes patógenos.

Aunque los gobiernos han suscrito varios acuerdos para mitigar los efectos del cambio climático, como el Protocolo de Kyoto y el Acuerdo de París, (en los que EE.UU. no participa desde 2017), éstos no han sido suficientes para disminuir la emisión de carbono. Al respecto, durante la Cumbre sobre la Acción Climática 2019, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, hizo un llamado para establecer un plan para conseguir que las empresas, los gobiernos y los países alcancen un volumen neto de emisiones de carbono igual a cero para el 2050. Guterres señaló: “Necesitamos más planes concretos, más ambición, más países comprometidos y más negocios. Necesitamos que todas las instituciones financieras, públicas, privadas, elijan de una vez por todas, la economía verde”.

Afectaciones debido al calentamiento global en los últimos 40 años.

AñoNúmero de Desastres naturalesPersonas afectadas (millones)Pérdidas humanas (millones)Pérdidas económicas (USD billones)
2000-20196,6814,2001.232.97
1980-19993,6563,2501.191.63
Datos de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR).

A la expectativa de una crisis institucional

Los manifestantes marchan One-Fifth Avenue durante un mitin para garantizar que todas las papeletas se cuenten en las elecciones presidenciales de 2020 en Nueva York, Nueva York, EE. UU., 04 de noviembre de 2020. EFE / EPA / JUSTIN LANE

Tras una noche de «déjà vu» electoral respecto a 2016, al cierre de esta edición aún no estaba claro que el candidato demócrata, Joe Biden, favorito en todas las encuestas, fuera a arrebatar la presidencia a Donald Trump, quien ya se ha apresurado a proclamarse vencedor sin conocer los resultados definitivos. La situación podría empujar al país a una crisis institucional e incluso a conatos de violencia.

El reloj del escrutinio electoral se ralentizó a partir de las 01.00 local del miércoles (06.00 hora GMT), cuando quedaba un puñado de estados clave por conocer, siete territorios de los que pende el futuro de un país alertado por la amenaza de protestas y disturbios por parte de partidarios de uno u otro candidato.

EE. UU. nunca había estado tan dividido frente a unos comicios, y la destrucción del tejido económico y social provocada por la pandemia ha exacerbado las diferencias y ha alimentado la polarización, azuzada por el propio Trump y amplificada por las redes sociales.

POR UN PUÑADO DE ESTADOS

Todas las miradas están fijas ahora en los estados bisagra de Pensilvania, con 20 delegados en el Colegio Electoral; Michigan, con 16; Wisconsin, con 10; Carolina del Norte, con 15; Georgia, con 16; y Nevada, con 6; a los que se suman los 3 compromisarios en juego de Alaska y 1 de Maine.

El Colegio Electoral es un órgano integrado por 538 delegados distribuidos en función de la población de cada uno de los estados. El candidato ganador en cada uno de esos estados, aunque sea por un solo voto, se lleva todos sus compromisarios; y el aspirante que llega a 270 gana las elecciones.

Hasta el cierre de esta edición, Biden aventajaba  a Trump por 265 delegados frente a 214, por lo que las opciones seguían abiertas; porque además Trum hizo claro que pediría recuentos y empezó ya con las demandas.

Si se observa el mapa del país a grandes rasgos, Biden se ha hecho con el triunfo en toda la costa oeste, además de gran parte de la fachada atlántica del país, así como con el estado clave de Arizona, aparte de Colorado, Nuevo México, Illinois y Minnesota.

El mapa se sabe rojo, el color de los republicanos, en áreas del centro y el sur de EE. UU., como Alabama, Arkansas, Iowa, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte y Dakota del Sur, entre otros; pero sobre todo han dado alas a Trump los estados bisagra de Ohio, Texas y Florida.

Así que, el mandatario da la pelea a Biden, que daban por hecha la mayor parte de las encuestas, lo que lleva una especie de sensación de lo ya vivido en 2016, cuando los sondeos aventuraban la victoria de la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, que acabó perdiendo.

¿TRUMP VINO PARA QUEDARSE?

Estos resultados inconclusos son un indicador de que Trump ya no es el fenómeno exótico y populista que pudiera parecer hacer cuatro años, y que tiene una base amplia que podría hacer que se quedara en la presidencia por un nuevo mandato.

Queda por ver cómo evoluciona el ánimo en las calles durante los próximos días.

Desde la Casa Blanca y con el recuento aún en marcha, Trump ya denunció este miércoles un «fraude» electoral sin aportar pruebas y amenazó con recurrir al Tribunal Supremo para detener el recuento de votos. Una Corte Suprema, por cierto, cuya mayoría conservadora el presidente ha logrado reforzar antes de los comicios con la ayuda del Senado, controlado por los republicanos, con el nombramiento de la jueza Amy Coney Barrett.

«Iremos al Tribunal Supremo. Queremos que pare todo el proceso de votación», anunció Trump, quien al mismo tiempo aseguró que había ganado las elecciones.

SENSACIONES YA VIVIDAS

Durante la campaña, el mandatario ya había agitado el fantasma de un posible fraude electoral por el voto por correo, que ha sido fundamental en estos comicios debido a la pandemia.

La última vez que el Tribunal Supremo tuvo que resolver una elección presidencial fue en 2000, debido a problemas en el recuento en Florida, y finalmente el republicano George W. Bush se alzó victorioso una vez que el demócrata Al Gore tuvo que tirar la toalla después de que se le negase un nuevo escrutinio.

El tono de Trump contrastó con el de Biden, quien pidió a sus seguidores desde Wilmington (Delaware) que «mantengan la fe» y esperen con paciencia los resultados.

«¡Paren el recuento!», clama Trump mientras Biden pide un conteo exhaustivo

Personal del Departamento de Elecciones del Condado de Miami-Dade organiza votos hoy, en la sede del departamento en El Doral, ciudad aledaña a Miami, Florida (EEUU). EFE/Giorgio Viera

El presidente y candidato republicano, Donald Trump, pidió este jueves en Twitter en letras mayúsculas «¡PAREN EL RECUENTO!», mientras que su rival, el candidato demócrata Joe Biden, reclamó justo lo contrario, que todas las papeletas se cuenten.

Los dos aspirantes se posicionaron en Twitter cuando todas las miradas están en el recuento de votos en Nevada, Pennsylvania, Carolina del Norte, Georgia y Arizona, estado este último donde algunos medios han proyectado una victoria de Biden, pero Trump está acortando distancias.

«¡PAREN EL RECUENTO!», clamó en Twitter el mandatario, quien este jueves no tiene previsto ningún evento público.

Por su parte, el aspirante demócrata escribió en esa misma red social: «todos los votos deben ser contados»; y acompañó su mensaje de un vídeo con el rótulo «cuenten todos los votos» y en el que se ve a dos electores: una mujer blanca y un hombre negro.

Una fuente de la campaña de Biden dijo a Efe que el líder demócrata probablemente volverá a dirigirse al pueblo estadounidense, como ya hizo este miércoles; pero esa fuente no especificó a qué hora se producirá esa comparecencia.

De momento, contando con Arizona, Biden suma ya 264 delegados en el Colegio Electoral, y está a un paso de lograr los 270 compromisarios que le darían las llaves de la Casa Blanca, frente a los 214 que acumula Trump.

La campaña de reelección del presidente, Donald Trump, anunció este jueves la presentación de una querella en los juzgados del estado de Nevada para detener el cómputo de sufragios al asegurar que se están contando «votos ilegales».

Nevada es uno de los estados que todavía no han completado el escrutinio y que podría resultar definitivo para elegir al nuevo presidente. Según las proyecciones de los medios estadounidenses, con el 86 % de los votos contabilizados, el demócrata Joe Biden aventaja a Trump por menos de un punto porcentual.

El estado de Nevada, donde el recuento muestra a Biden a la cabeza, dará a conocer nuevos resultados hoy a las 9 am hora local (12 EST), mientras que las autoridades del condado de Maricopa, el más poblado de Arizona, no tiene previsto ofrecer nuevos datos hasta las 7 pm hora local (9 pm ET).

Entretanto, en la calle ha ido tomando fuerza un movimiento denominado «Cada voto cuenta», destinado a presionar para que se tengan en cuenta todos los sufragios enviados por correo.

Frente a ello, simpatizantes de Trump han acudido a centros de votación de algunos estados para pedir que se dejen de contar las papeletas.

Líderes republicanos se desmarcan de Trump y defienden el recuento electoral

Líderes del Partido Republicano, entre ellos los poderosos senadores Mitch McConnell y Marco Rubio, se han mantenido al margen de las acusaciones de irregularidades del presidente de EE. UU., Donald Trump, quien se ha declarado ganador de la elección presidencial, y defendieron en cambio el conteo de los votos.

McConnell, quien es el líder de la mayoría republicana en el Senado y uno de los aliados de Trump, salió al paso de las afirmaciones del gobernante y admitió que aunque este año hay un mayor número de estados con votaciones anticipadas y por correo (101 millones en total), los candidatos deben adaptarse «a las reglas de cada estado».

«Afirmar que ganó las elecciones es diferente a terminar el conteo», declaró a los periodistas McConnell, quien dijo que «la decisión de los estados sobre cómo llevar a cabo la elección no es asunto del gobierno federal».

Después de que denunciara sin pruebas un «fraude», Trump se proclamó este miércoles ganador en Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte y Michigan, cuatro estados clave.

«Tomarse días para contar los votos emitidos legalmente NO es fraude», escribió por su parte Rubio en su cuenta de Twitter.

Horas antes, Rubio había asegurado en otro mensaje: «El resultado de la carrera presidencial se conocerá después de que se hayan contado todos los votos legalmente emitidos».

En la misma línea se pronunció el exgobernador republicano Chris Christie, quien aseguró a la cadena ABC News que hay que dejar que el proceso se desarrolle antes de juzgarlo como defectuoso.

«Es una mala decisión estratégica, es una mala decisión política y no es el tipo de decisión que se esperaría que tomara esta noche (en alusión al anuncio del Trump en la madrugada del miércoles) alguien que ocupa el cargo que ocupa», agregó Christie, quien además es asesor del gobernante y pasó varios días ingresado en cuidados intensivos por la COVID-19.

Biden está más cerca de la victoria al sumar ya 264 delegados en el Colegio Electoral, a un paso de lograr los 270 compromisarios que le darían las llaves de la Casa Blanca, frente a los 214 que acumula Trump.

Cientos se manifiestan en Filadelfia para que se cuenten todos los votos

Demonstrators gather near Bryant Park and the New York Public Library to rally for ensuring that every ballot is counted in the 2020 Presidential election in New York, New York USA, 04 November, 2020. EFE/EPA/JUSTIN LANE

La comunidad latina, expectante en Pensilvania

Pensilvania es uno de los estados decisivos en la contienda electoral. La población latina, permanece expectante a la espera de resultados, se prepara para reaccionar en medio de un tono que ha sido calificado como provocador, por parte del mandatario Donald Trump. 

Fernando Torres, presidente de la coalición la Coalición Latina en ese estado habló con la Voz de América sobre la importancia del voto hispano al que se refirió como «el gigante que está durmiendo, que nunca ha despertado».

https://www.voanoticias.com/node/255631

Varios centenares de personas se manifestaron este miércoles en Filadelfia, la principal ciudad del estado de Pensilvania, para que se cuenten todos los votos y se respete el proceso democrático que debe finalizar con el recuento de las papeletas enviadas por correo.

Los manifestantes pidieron de forma pacífica que se dé tiempo al recuento en la contienda presidencial entre el demócrata, Joe Biden, y el presidente republicano, Donald Trump.

Algunos se concentraron cerca del centro de convenciones, donde se está contando a contrarreloj el voto emitido por correo en la ciudad del amor fraternal, la metropoli más populosa del estado y que lleva retrasos en el conteo por la avalancha de este tipo de papeletas debido a la pandemia del COVIS-19.

Las concentraciones, que también contaron con la presencia de simpatizantes «vigilantes» del presidente Donald Trump, quien ha elevado el temor a un fraude sin aportar pruebas, se dan el día después de los comicios y cuando el estado ha comenzado a retomar el escrutinio del voto por correo, después de una larga noche enfocado en el voto presencial.

Con carteles de «Todos los votos cuentan», los manifestantes tomaron distintos puntos del centro de la ciudad y se congregaron también cerca de donde miembros de la campaña de Trump explicaron en una rueda de prensa su decisión de demandar a funcionarios electorales del estado que vale 20 puntos electorales, por no permitirles observar la imparcialidad del proceso, en su opinión sospechoso.

Los miembros de la campaña de Trump, incluidos Eric Trump y Rudy Giuliani, realizaron una conferencia de prensa en Filadelfia el miércoles por la tarde en la que afirmaron que Donald Trump no solo ganó el estado de Pensilvania, sino todas las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Además, la misma campaña pidió que se detuviera el recuento en Michigan, al tiempo que adelantó que pedirá un nuevo recuento de las papeletas en Wisconsin, donde el margen de Biden es de menos del 1%.

La mayoría de medios da a Biden como vencedor en Michigan y Wisconsin y el propio candidato demócrata confía en que podrá proclamarse vencedor en Pennsylvania, donde Trump mantiene ventaja.

¿Quién declara en EE.UU. al ganador de las elecciones?

Un centro de votación anticipada ya en marcha el pasado 9 de octubre, en la localidad de McCandless, Pensilvania.

WASHINGTON D.C. – Muchas personas asumen que el ganador de una contienda presidencial en Estados Unidos es determinado una vez que los medios de comunicación declaran un vencedor y el candidato perdedor pronuncia un discurso reconociendo su derrota. Pero la verdad es que declarar formalmente a un ganador presidencial es un largo proceso de meses que, en realidad, no se completa hasta en enero.

Ese proceso esencialmente involucra a estadounidenses que votan por electores, estos electores que votan por el presidente, y luego el Congreso declara un ganador.

“Hay un día de elecciones, donde esos electores son elegidos, hay una fecha en diciembre donde los electores se reúnen y votan por el presidente; y luego hay una fecha en enero cuando el Congreso certifica la elección”, explica Amy Dacey, directora ejecutiva del Instituto de Políticas de la Universidad Americana.

Además del Colegio Electoral, la certificación de una elección presidencial involucra al Senado, la Cámara de Representantes y a los Archivos Nacionales.

Ese proceso de cuatro meses es el resultado de un compromiso entre los padres fundadores de la patria, que no estaban convencidos que se pudiese confiar en los votantes para elegir a un líder idóneo.

“Esto fue inicialmente creado porque no había la confianza en que la ciudadanía tomara esa decisión”, explicó Dacey. “No creían que el pueblo estadounidense debiera directamente escoger al presidente y al vicepresidente, pero tampoco se le quería dar al Congreso la autoridad exclusiva de selección, tampoco”, asegura Dacey.

El COVID-19 podría complicar el conteo 

Expertos en asuntos electorales predicen que el conteo de las boletas podría tomar más tiempo este año debido a la pandemia del COVID-19 y al mayor número de votantes que se anticipa usen la votación por correo.

“Estos son procedimientos legales que deben ser seguidos”, dijo Lia Merivaki, profesor asistente de Política Estadounidense en la Universidad Estatal de Mississippi. “La presión para que se declare un ganador en la noche de elecciones creará más confusión y creará desconfianza y (…) posiblemente, muchos empezarán a demandar a los estados porque esperan que los resultados sean anunciados en la noche de elecciones; así que esto hará el trabajo de los funcionarios electorales y los estados más difícil al tratar de mantener el proceso transparente y justo”.

Una vez que los 50 estados, más el Distrito de Columbia, cuenten los votos en persona, los votos por correo y votos provisionales, cada gobernador estatal elabora una lista de electores. Copias de esta lista, conocida como un Certificado de Comprobación, son sometidas al archivador de Estados Unidos, el jefe de los Archivos Nacionales.

Los electores entonces se reúnen en las capitales de sus estados, el Distrito de Columbia se reúne en Washington D.C., para formalmente emitir sus votos para presidente y vicepresidente. Esto debe suceder en el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre. Este año, esa fecha caerá en el 14 de diciembre.

Visite un especial completo sobre las elecciones 2020 en EE.UU. 

Los electores en cada estado completan Certificados de Votos y los envían al Senado, al Archivo Nacional y a funcionarios estatales. Una vez se hace eso, el Colegio Electoral no tiene más funciones hasta la próxima elección presidencial.

El paso final del proceso ocurrirá el 6 de enero del 2021, cuando el Congreso se reúna para contar los votos electorales y oficialmente certifique al ganador. El proceso es normalmente ceremonial, pero puede haber objeciones. Hubo objeciones a algunos votos del Colegio Electoral en 1969 y 2005, pero la Cámara y el Senado rechazaron las objeciones y los votos cuestionados fueron contabilizados.

Si habrá o no objeciones tras las elecciones del 2020 está aún por ver, “esto es territorio desconocido y espero que no caigamos en eso porque realmente estaríamos poniendo a prueba años de normativas y procedimientos democráticos”, dijo Merivaki. “Creo que sería muy extremo si el Senado va a tomar acción que realmente cancele la voluntad del pueblo. Creo que eso sería muy problemático para el estatus de la democracia en Estados Unidos… Es decir, eso ya no sería democracia”.

Dacey piensa que las complicaciones podrían surgir si el ganador del voto popular no gana también el Colegio Electoral. El presidente Trump ganó el Colegio Electoral en el 2016, pero perdió el voto popular ante la demócrata Hillary Clinton.

Lo mismo ocurrió en el 2000, cuando el republicano George W. Bush ganó el Colegio Electoral, pero perdió por un pequeño margen el voto popular ante el demócrata Al Gore.

“Creo que el interrogante más grande es: ¿sienten los votantes al depositar su voto el día de las elecciones, que es un factor decisivo sobre quién los representa? Una de cada dos elecciones, no lo es, porque es ese voto popular el que lo determina”, dijo Dacey. “Pienso que esto puede disminuir la fe de la gente en el proceso, y podría disminuir la participación, y yo quiero a más gente votando. Y si ellos sienten que su voto popular, su voto el día de las elecciones, realmente no determina esa decisión, creo que esto ocasionará un reto a la participación y a la fe de la gente en el sistema”.

Sin presidente todavía, el futuro de la salud también sigue siendo incierto

(Andrej Sokolow/picture alliance via Getty Images)

KHN

Sin un ganador y sin saber todavía qué partido controlará el Senado, el futuro del sistema de salud de la nación también sigue siendo incierto.

Lo que está en juego es si el gobierno federal desempeñará un papel más importante en el financiamiento y el establecimiento de las reglas básicas para la cobertura de atención médica o cederá más autoridad a los estados y al sector privado.

Si el presidente Donald Trump gana y los republicanos retienen el control del Senado, es posible que Trump aún no pueda hacer cambios radicales mientras la Cámara siga bajo control demócrata.

Pero, gracias a las reglas establecidas por los republicanos del Senado, se podrían seguir apilando demandas en los tribunales federales con juristas conservadores que probablemente defiendan el uso expansivo del poder ejecutivo por parte de Trump para tomar decisiones de salud.

El presidente también se ha comprometido a continuar sus esfuerzos para deshacerse de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA). Si la Corte Suprema anula la ley general como parte de un desafío que escuchará la próxima semana, se pondrá a prueba la promesa de los republicanos de proteger a las personas con condiciones médicas preexistentes.

En un segundo mandato, la administración probablemente también continuará sus esfuerzos para modificar Medicaid instituyendo requisitos laborales para los adultos inscritos y brindando más flexibilidad a los estados para cambiar el diseño del programa.

Si Joe Biden gana y los demócratas obtienen la mayoría en el Senado, sería la primera vez que el partido controla la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso desde 2010, el año en que se aprobó ACA.

Una de las principales prioridades será lidiar con la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias económicas. Biden hizo de este tema una piedra angular de su campaña, prometiendo implementar políticas basadas en el asesoramiento médico y científico, y proporcionar más directrices y ayuda a los estados.

Pero también ocupa un lugar destacado en su agenda abordar partes de ACA que no han funcionado tan bien como esperaban sus autores. Se comprometió a agregar una “opción pública” administrada por el gobierno, que sería una alternativa a los planes de seguros privados en los mercados, y a reducir la edad de elegibilidad para Medicare a 60 años.

Si bien los demócratas continuarán controlando la Cámara, aún no se ha determinado la composición final del Senado. E incluso si los demócratas ganan el Senado, no se espera que obtengan una mayoría que les permita aprobar leyes sin el apoyo de algunos senadores republicanos, a menos que cambien las reglas del Senado.

Pero quién controle Washington es solo una parte del impacto de las elecciones en las políticas de salud. Varios problemas de salud clave están en manos de los estados. Algunos de ellos:

Aborto

En Colorado, una medida que habría prohibido los abortos después de las 22 semanas de embarazo, excepto para salvar la vida de la embarazada, fracasó, según The Associated Press. Colorado es uno de los siete estados que no prohíben los abortos en algún momento del embarazo.

También alberga una de las pocas clínicas del país que realizan abortos en el tercer trimestre del embarazo, a menudo por complicaciones médicas graves. La clínica atrae pacientes de todo el país, por lo que los residentes de otros estados se habrían visto afectados si se aprobara la enmienda de Colorado.

En Louisiana, sin embargo, los votantes aprobaron fácilmente una enmienda a la constitución estatal para indicar que nada en el documento proteja el derecho al aborto o a financiarlo. Esto facilitaría que el estado prohíba el aborto si la Corte Suprema anula Roe v. Wade, que hace que las prohibiciones estatales del aborto sean inconstitucionales.

Medicaid

El destino del programa de salud para las personas de bajos ingresos no está en la boleta electoral directamente en ninguna parte de esta elección. (Los votantes aprobaron expansiones del programa en Missouri y Oklahoma a principios de este año).

Pero el programa se verá afectado no solo por quién controle la presidencia y el Congreso, sino también por quién controle las legislaturas en los estados que no han expandido Medicaid en el marco de ACA. Carolina del Norte es un estado clave donde un cambio en la mayoría de la legislatura podría modificar el rumbo de la expansión.

Marihuana y alucinógenos

En seis estados, los votantes están decidiendo la legalidad de la marihuana de una forma u otra. Montana, Arizona y Nueva Jersey estaban decidiendo si unirse a los 11 estados que permiten su uso recreativo.

Los votantes de Mississippi y Nebraska estaban eligiendo si legalizarían la marihuana medicinal, y Dakota del Sur se convirtió en el primer estado en votar sobre la legalización de la marihuana medicinal y recreativa en la misma elección.

Las setas alucinógenas (hongos) están en dos papeletas. Se aprobó una medida en Oregon para permitir el uso de hongos productores de psilocibina con fines medicinales, y una propuesta del Distrito de Columbia para despenalizar los hongos alucinógenos estaba ganando adeptos.

También se aprobó una pregunta en la boleta electoral en Oregon para despenalizar la posesión de pequeñas cantidades de drogas duras, incluida la heroína, cocaína y metanfetamina, y ordenar el establecimiento de centros de recuperación de adicciones, utilizando parte de los ingresos fiscales de las ventas de marihuana para establecer esos centros.

California

Como de costumbre, los votantes de California se enfrentaron a una larga lista de medidas electorales relacionadas con la salud.

Por segunda vez en dos años, la rentable industria de diálisis renal del estado fue cuestionada en las urnas. Una iniciativa patrocinada por un sindicato habría requerido que las empresas de diálisis contrataran a un médico en cada clínica y presentaran informes sobre casos de infecciones al estado. Pero la industria gastó $105 millones en contra de la medida. La medida falló, según AP.

También se les pidió a los votantes que decidieran, nuevamente, si financiarían la investigación con células madre del Instituto de Medicina Regenerativa de California a través de la Proposición 14. Los votantes aprobaron por primera vez el financiamiento para la agencia en 2004 y, desde entonces, se han gastado miles de millones con pocos resultados que derivaran en curas. La medida estaba ganando en los primeros resultados.

California ha estado a la vanguardia de la lucha por la llamada economía de los gig, y la votación de este año incluyó una propuesta impulsada por empresas de transporte como Uber y Lyft que les permitiría seguir tratando a los conductores como contratistas independientes en lugar de empleados.

Según la Proposición 22, las empresas no tendrían que proporcionar beneficios de salud directos a los conductores, pero tendrían que darles a los que califiquen un estipendio que podrían utilizar para pagar las primas de seguro médico comprado en el mercado del estado, Covered California. La medida fue aprobada.

Finalmente, se preguntó a los votantes si imponer impuestos a la propiedad más altos a los dueños de propiedades comerciales con terrenos y tenencias de propiedades valoradas en $3 millones o más, lo que podría ayudar a proporcionar nuevos ingresos destinados a ciudades y condados con problemas económicos afectados por el COVID-19, así como escuelas K-12 y colegios comunitarios.

Las clínicas comunitarias, las enfermeras de California y Planned Parenthood se lanzaron a la espinosa batalla política por la Propuesta 15, enfrentándose a poderosos grupos empresariales, con la mira puesta en los ingresos para ayudar a reconstruir el empobrecido sistema de salud pública de California.

Los demócratas en California, que controlan todos los cargos electos en todo el estado y tienen una supermayoría en la legislatura, se han estado posicionando para una victoria de Biden, y algunos ya estaban redactando una ambiciosa legislación de atención médica para el próximo año.

Si gana Biden, dijeron que planean tomar medidas enérgicas contra la consolidación de hospitales y terminar con las facturas sorpresa de las salas de emergencias, y algunos estaban discutiendo en silencio iniciativas liberales como buscar un sistema de atención médica de pagador único y expandir Medicaid para cubrir a más inmigrantes sin papeles.

JoNel Aleccia, Rachel Bluth, Angela Hart, Matt Volz y Samantha Young colaboraron con esta historia.

KHN (Kaiser Health News) es un servicio de noticias sin fines de lucro que cubre temas de salud. Es un programa editorialmente independiente de KFF (Kaiser Family Foundation) que no tiene relación con Kaiser Permanente.

Iniciativas en boletas legalizan drogas y establecen salarios mínimos

Al menos 120 iniciativas estaban en las boletas electorales de 32 estados, más Puerto Rico y el Distrito de Columbia.

Además de votar para elegir un presidente y miembros del Congreso el martes 3 de noviembre, los estadounidenses tenían en la boleta para considerar una serie de iniciativas incluidas por las autoridades estatales.

Según la cadena CBS News, al menos 120 iniciativas estaban en las boletas de 32 estados, más Puerto Rico y el Distrito de Columbia.

Las iniciativas en las boletas ofrecen a los votantes una oportunidad de cambiar directamente leyes estatales o la constitución estatal.

La iniciativa más destacada fue la Proposición 22 en California, para determinar si las compañías que funcionan por medio de aplicaciones celulares como Uber, Lift y otras, podrían seguir clasificando a sus trabajadores como contratistas independientes en lugar de empleados.

Cincuenta y ocho por ciento votaron a favor de la propuesta.

Otras de las principales iniciativas fueron las siguientes:

En Puerto Rico, el 52% de los votantes estuvieron a favor de una propuesta no vinculante por la estadidad. Los resultados deben aún ser certificados. Actualmente, los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero no tienen una representación en el Congreso.

En la Florida, 61% votaron a favor de elevar el salario mínimo a 15 dólares la hora para 2016. Los resultados no se han certificado. La iniciativa aumentará el salario mínimo a 10 dólares la hora en 2021 y después un dólar anual hasta llegar a 15 dólares.

En Arizona, Montana, Nueva Jersey y Dakota del Sur se aprobaron medidas para legalizar la marihuana recreativa para personas mayores de 21 años.

También los californianos votaron a favor de permitir que las personas en libertad condicional puedan votar, pero al parecer rechazaron una propuesta que hubiera permitido a los mayores de 17 años votar en primarias y en una elección siempre que tuvieran 18 el día electoral. También parecieron rechazar una propuesta para abolir las fianzas en efectivo.

En Colorado, parece haberse aprobado una medida para asignar sus votos presidenciales del Colegio Electoral al ganador del voto popular a nivel nacional. También rechazaron una iniciativa que habría prohibido el aborto después de 22 semanas a no ser que la vida de la madre esté en peligro.

En Luisiana, los votantes aprobaron una iniciativa para agregar palabras que expliquen que no hay un derecho explícito a un aborto bajo la constitución estatal.

En Oregón se aprobaron iniciativas para descriminalizar la posesión de drogas como la cocaína, la heroína y las metanfetaminas. El estado también aprobó legalizar los hongos psicodélicos. El Distrito de Columbia también descriminalizó los hongos psicodélicos.

Los votantes en Massachusetts rechazaron una medida para establecer un llamado voto jerárquico, en el que los electores califican a los candidatos en lugar de escoger alguno. Una iniciativa similar en Alaska aún no había sido contabilizada.