En uno de los días más sagrados para la nación puertorriqueña, el día de los Santos Reyes, vimos miles de terroristas blancos invadir los terrenos y oficinas del Congreso de los EE. UU. Esto fue un atentado para detener el trabajo del Congreso y derrocar el gobierno. ¿Imagínense si esos miles de personas en D.C. hubieran sido boricuas, mexicanos y negros? ¿Qué hubiera sucedido en los terrenos del Capitolio si hubiera cubierto de cuerpos de color, y la grama quedara teñida con la sangre de personas que fueron a Washington a pedirle al gobierno ayuda para poder sobrevivir la pandemia en su pobreza?

Angel Ortiz

¿Qué revela la toma del Capitolio?

Los informes de televisión sobre los ataques sediciosos al edificio del Capitolio de nuestra nación, donde nuestros legisladores electos trabajan en nuestro nombre, muestran el drama visual de los partidarios de Trump que intentan apoderarse de nuestro gobierno, en lugar de utilizar el proceso que la Constitución de los Estados Unidos establecido para abordar las quejas de los ciudadanos. Lo triste de estas acciones violentas, es que aquí hay un doble rasero racial. ¿No es un doble rasero racial que el país condene, golpee y gaste gases lacrimógenos a los activistas de derechos sociales negros y morenos, y la policía les haya dado pase a supremacistas? ¿Valen más los partidarios blancos de Trump, que los manifestantes de color?  

Will Rojas

Con el alma en vilo – Deja Vu ll

Lo que hemos visto el miércoles 6 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos es para muchos venezolanos un Deja Vu de lo ya antes vivido en Venezuela bajo la anarquía de Hugo Chávez y ahora Nicolas Maduro.

Trump desde que perdió las elecciones se ha dedicado a desconocer la voluntad del pueblo, apoyando y promoviendo, junto con un grupo de abogados bufones, teorías de conspiración y supuestos fraudes, que han sido refutados por múltiples tribunales, cortes y hasta la misma Corte Suprema, inclusive en estados republicanos como Georgia, en donde su gobernador y secretario de estado han dicho y demostrado con auditorias en tres oportunidades de que Joe Biden ganó de forma limpia y justa.

Pero lo que pasó es algo sin precedentes en la vida republicana de este país, algo que los venezolanos estamos acostumbrados a ver en los dictadores de Chávez y Maduro, incitando sentimientos de odio y violencia en sus acólitos, con resultados grotescos, y hasta la pérdida de vidas humanas. Ver a los seguidores de Trump con sus banderas rojas de MAGA en el púlpito de la Cámara Baja en el Congreso, es para los venezolanos similar a ver a los chavistas en la Asamblea Nacional en Caracas con sus banderas también rojas de PSUV, el partido político del gobierno.

Trump y su egoísmo pretenden desconocer la voluntad del pueblo, algunos republicanos tristemente le siguen el juego, y ahora ven con pánico, como el día en donde el Congreso certificaría y discutiría la elección de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos, se ha llenado de violencia y anarquismo por culpa de su mensaje y verbo atorrante e impetuoso.

Estas acciones deben tener consecuencias; Trump debe ser removido de su cargo de forma inmediata sino no queremos que esta nación se convierta en una república bananera tercermundista, liderada por un pseudo dictador que quiere aferrarse al poder de la forma que sea, sin importarle nada ni nadie. No a la anarquía, al nepotismo, la corrupción y al odio.

Emilio Buitrago

¡Se veía venir!

Da rabia, impotencia, frustración, pero lo peor es que sabíamos que en cualquier momento los fanáticos del presidente Trump iban a reaccionar de esta manera, están alimentados de mentiras, de teorías de conspiración y de fanatismo ideológico; aunque no sé qué ideología tiene alguien en la mente para hacer lo que hicieron.

Cuando usted apoya las mentiras, cuando usted apoya los engaños, esto pasa, lo que pasó en Washington D.C., era algo de esperarse, primero porque se dejó alimentar a unos fanáticos con mentiras y cuando eso pasa, nada bueno sale, y hay que atenerse a las consecuencias.

Hace 33 años en Colombia un grupo terrorista tomó el Palacio de Justicia, mataron mucha gente entre ellos a los magistrados de la corte suprema, civiles y el ejército tomó a fuerza el Palacio para acabar con los terroristas que estaban adentro.

Lo que sucedió fue un asalto; planeado o no, alguien alimentó de rabia a cientos de fanáticos. Solo por la frustración de un hombre que no supo mantenerse en el poder y perdió su rumbo, pero para mantenerse se le ocurrió hacerlo a lo tercermundista, encendiendo la mecha del miedo y terrorismo, porque eso fue lo que paso, terrorismo doméstico.

Podría decir que esto es el resultado de cuatro años de un gobierno que solo gobernó para una clase de ciudadanos, porque fueron los que decidieron convivir con la idea del fanatismo, del racismo, del radicalismo, autoritarismo y nacionalismo.

A la gente que voto por él, sé que muchos no creyeron que esto fuera a terminar así, pero esos que sabían que si iba a reaccionar de esta manera, les puedo decir que gracias, porque esto es el resultado de su apoyo a un gobierno incompetente, que no sabe el termino democracia, que no sabe que la constitución del país se hace para respetarla, y no para aferrarse al poder sin pensar en las consecuencias de lo que pueda pasar.

Y a los líderes republicanos que lo apoyaron, siéntanse bien, porque para unas próximas elecciones ya tienen una etiqueta que no se les va a borrar fácilmente.

¡Dios bendiga América!

Dario Ortiz

Lo que nos debe enseñar

Hemos vivido y es un día triste para la democracia. Lo que vimos pasará a ser uno de los días más oscuros en la historia de nuestra nación, cuando los terroristas domésticos blancos irrumpieron en el Capitolio en un intento de derrocar a nuestro gobierno y silenciar la voz del pueblo estadounidense que salió y votó en medio de una pandemia para emitir sus votos a favor de nuestro próximo presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.

Mientras nuestros senadores y miembros del Congreso intentaron certificar los resultados, el presidente continuó con sus infundados ataques a nuestra democracia y, al igual que lo ha hecho en los últimos cuatro años, promovió la violencia incluso después de las solicitudes bipartidistas para que el cómo presidente pidiera la paz; pero continuó con sus infundadas acusaciones de fraude electoral. Las acciones y las palabras son importantes no solo para el presidente, sino también para los republicanos, incluidos los que continúan socavando nuestro proceso electoral, y eso es lo que vimos desarrollarse.

Es por eso que las elecciones importan; no vimos a personas negras y morenas irrumpiendo en el Capitolio, sino a cientos de partidarios de Trump, predominantemente blancos, que intentan suprimir la voz de millones de votantes en toda nuestra ciudad y nación. Es por eso por lo que la votación es importante, es por eso por lo que la representación es importante y por qué nuestros funcionarios electos deben reflejar las comunidades que representan.

Si estas escenas te dejaron sintiéndote disgustado y enojado como a mí, regístrate para votar y haz que tu voz se escuche no solo en las elecciones presidenciales sino en todas las elecciones. Nosotros, como nación, ahora más que nunca necesitamos unirnos y apoyar a Biden y a Kamala, para comenzar a reparar la división y el odio que esta administración hizo tolerable hacia las comunidades de color durante estos últimos cuatro años, y resolver las necesidades de nuestras comunidades.

Quetcy Lozada

¿Dónde quedó el Todopoderoso?

Vi algo que nunca pensé que podría suceder en el país donde se supone que impera la democracia y el orden. Muchos de los inmigrantes que vivimos aquí desde hace años, vemos a Estados Unidos como el ejemplo a seguir para otros países del mundo, siendo un país donde las leyes y el protocolo son respetados con disciplina.

Viendo las noticias no puedo creer lo que veo, ni lo que oigo. Cientos manifestantes armados no encontraron mejor forma de protestar que entrar y tomar las instalaciones del Capitolio, para mostrar su descontento con el resultado del proceso electoral. Entraron sin que nadie los detuviera, treparon muros, se enfrentaron con la policía, y después de varias horas se logró controlar la situación. ¿Dónde estaban todas las fuerzas del orden, la policía nacional? La imagen me trae a la memoria en segundos, golpes de estado en Latinoamérica. ¿Cómo pudo pasar esto aquí?  Para mi sorpresa, la policía no detuvo a nadie, estoy segura de que de haber sido manifestantes de grupos inmigrantes o negros los detenidos se contarían por cientos, esto sin hablar de los heridos.

Con lo sucedido hoy, como se dice en el argot popular “¿con qué cara y con qué derecho” puede ahora este país meter sus narices en la política de algún otro? En un abrir y cerrar de ojos, este privilegio se ha perdido. Estados Unidos es totalmente vulnerable, dejó de ser el “Todopoderoso”.

Carmen Marcet