Imagen de archivo de varios agentes de policía en San Juan (Puerto Rico). (Foto: EFE/Thais Llorca)
San Juan, Puerto Rico.– Las operaciones en el Cuartel General de la Policía de Puerto Rico en San Juan fueron reanudadas este viernes, luego de que oficiales de la División de Explosivos investigara un bulto sospechoso en la entrada del edificio y revisara que el mismo no contenía algún detonante.
La mochila desatendida fue hallada al lado de un cajero automático, ubicado en el primer piso del edificio, detallaron las fuerzas de seguridad en un comunicado.
El edificio fue desalojado como parte de las medidas de seguridad una vez se encontró el bulto sospechoso por personal de la División de Vigilancia.
Estos revisaron las cámaras de vídeo y se determinó avisar a personal de la División de Explosivos y el Cuerpo de Bomberos.
No se reportaron personas afectadas durante la situación, por lo que todo transcurre sin novedad.
Este suceso de un bulto sospechoso se suma al suceso ocurrido el jueves, cuando las autoridades encontraron una granada en una autopista en dirección de Caguas a San Juan.
Traveling recently on some interstate highways between Georgia and Colorado I began observing too many huge signs promoting pornography.
Yet some hope for better messages still exists in small samples, at a rest stop in Kansas there on the wall of the building was a map of the historical sites and special events that took place regarding our First Nations People or Indians as we sometimes call them. But this mini monument did not tell us how we broke treaties and killed so many of the original people of this land.
And of course, there were no major billboards reminding us that we were traveling through what was Indian land nor the names of the many Tribes
While my Roadside research is unscientific it nonetheless should make you wonder where our priorities have landed.
There were a few signs that promote the Christian Belief and some churches, but none for Muslims, Sikhs, Jews, or any other faith.
But the billboards that were everywhere were those promoting sex and pornography, these ads promoting Lion’s Den, Gentlemen’s Clubs, and places with GIRLS, GIRLS, GIRLS give the wrong message in a most public place.
In my unscientific survey in second place of the number ads on the highways was McDonald’s, and then a close third might have been Cracker Barrel and then the many gas stations and other fast-food sites.
At the same time, these states I was driving through have their politicos claiming to be GOD FEARING FOLKS. It is these narrow attitudes that deny other religions in so many cases. And in general, these politicos hate Gays, Women’s Rights, People of Color, and support a White History of the USA.
Now how could you be so Religious that you would allow having so many signs promoting pornography? I imagine that if we were to fund some road billboards that promoted BLM, Women’s Rights, abolition of the death penalty, Peace, and Equality or a religion other than Christianity I am sure that they would be defaced or destroyed.
Those misguided pseudo-Christians don’t want the real history of America taught but allow our children to see so many signs promoting pornography. And just so you know that at many a truck stop you can purchase any drug you may want and yes you can also find prostitution flourishing there.
And yes, there were still a couple of billboards along the highway honoring the recent past president, and also Confederate flags on the back of pickups.
While some have taken to policing the film and music industry for sexual messages, they have yet to see this contradiction out there on our highways that our children can see every day.
The skyline of Center City Philadelphia rises beyond the iconic statue of city founder William Penn. (Photo: Elevated Angles)
La redistribución de distritos es un proceso poco conocido, pero de gran importancia para la democracia americana. Cada diez años, y por mandato federal, se redistribuye la población en distritos electorales. Luego de obtener los datos del censo de 2020, legisladores estales y municipales en Pensilvania trazan líneas sobre un mapa que determinará la composición de cada distrito electoral y potencialmente, su futuro político.
Hay varios niveles de distritos: congresionales, estatales y municipales. Cada nivel tiene una configuración particular. La Cámara de Representantes de los Estados Unidos consiste en 435 distritos congresionales, y de esos, 18 le pertenecen a Pensilvania. En el estado de Pensilvania, la Cámara de Representantes estatal consiste de 203 distritos de congresistas y 50 distritos senatoriales. En la ciudad de Filadelfia, hay 10 distritos municipales, y 7 posiciones que representan la ciudad entera. La dirección residencial suya determina quién es su concejal municipal, su representante y senador estatal, así como su representante en el Congreso de los Estados Unidos.
Pero esta configuración puede cambiar. La Constitución exige un censo poblacional cada diez años que informa el tamaño y el número de distritos en el mapa electoral. Cada distrito debe estar constituido de una proporción similar de habitantes, por lo que las nuevas delineaciones en el mapa electoral reflejarán el cambio poblacional en la última década. Unos distritos se achicarán mientras otros se expandirán.
Cambios poblacionales también pueden impactar el número de distritos electorales dentro de una jurisdicción. Debido a un crecimiento poblacional menor que el promedio nacional, Pensilvania es uno de siete estados que perderá un distrito congresional para las próximas elecciones. El estado será representado por 17 congresistas en vez de 18.
Los nuevos distritos congresionales requieren aprobación de la Asamblea General de Pensilvania y el gobernador. El mapa de distritos estatales es creado por un comité bipartidista compuesto de miembros de ambos cuerpos legislativos (Legislative Reapportionment Commission, por su nombre en inglés). En el caso de Filadelfia, los distritos serán aprobados por el Concejo Municipal y ratificados por el alcalde.
Un pasado controversial
Una mirada histórica a la redistribución de distritos revela que el proceso tiende a favorecer el partido de mayoría parlamentaria. La práctica conocida como gerrymandering(por su nombre en inglés) consiste en una manipulación de los distritos para beneficio político. La configuración le otorga una ventaja injusta a un partido sobre el otro.
En el 2011, el Partido Republicano de Pensilvania—que controlaba la asamblea estatal—fue acusado de modificar los distritos electorales con motivo de crear distritos que favorecieran a su partido. La configuración del mapa electoral minimizaba el número de distritos con mayoría demócrata mientras maximizaba el número de distritos con mayoría republicana. Los distritos se caracterizaban por un patrón geográfico irregular, dividiendo a condados y comunidades que tenían características similares.
Este suceso dio paso a una batalla en la Corte Suprema de Pensilvania en el 2018. La corte impuso un nuevo mapa electoral luego de determinar que el mapa del 2011 era una violación a la constitución ya que favorecía injustamente al partido republicano. No obstante, revertir un gerrymandering es un camino cuesta arriba en la actualidad, debido a que la Corte Suprema de los Estados Unidos emitió un veredicto en 2019 que limita la capacidad de atender muchos de estos casos en el foro federal.
El futuro del voto latino y el deber ciudadano
Para la comunidad latina, un gerrymandering en el 2021-2022 podría amañar su voz colectiva. Por ejemplo, el distrito 7 de Filadelfia es actualmente un distrito mayormente latino. Si este se fuera a dividir, la comunidad pudiera perder el único distrito de mayoría hispana en la comunidad.
Varios sectores comunitarios abogan por distritos que preserven la voz colectiva de grupos minoritarios. El Rev. Danny Cortes, vicepresidente ejecutivo y jefe de personal de Esperanza, recientemente declaró ante el Senado de Pensilvania que la comunidad Latina en el norte de Filadelfia es una “comunidad de interés” que comparte características y experiencias que le permite plantar una agenda colectiva. Fragmentar estas comunidades de interés en una redistribución de distrito lacera su habilidad de forjar una agenda de política pública basada en las preocupaciones que tienen en común. La coalición de lideres latinos conocida como Latino Lines (‘Líneas Latinas’) también aboga por la preservación de las comunidades de interés.
Debido a los problemas que han ocurrido en el pasado, sectores de la comunidad proponen un proceso de mayor trasparencia y participación ciudadana. Grupos como Fair Districts PA (‘Distritos Justos Pensilvania’) y Committee of Seventy (‘Comité de Setenta’) establecen que el hecho que legisladores puedan escoger la composición de su distrito es un conflicto de interés.
Los mapas nuevos se ratificarán en los primeros meses del 2022, por lo que usted aún puede emitir una opinión sobre la redistribución de distritos. Puede contactar a su concejal municipal o legisladores estatales. Además, puede proponer un mapa electoral a través de la oficina del Gobernador Wolf o el comité legislativo encargado de los distritos estatales.
Carolina Cabrera DiGiorgio, presidenta y directora ejecutiva del Congreso de Latinos Unidos. (Foto: Cortesía/Perla Lara)
Como nos vamos acercando al final del 2021, en este espacio queremos honrar a las personalidades latinas que están poco a poco impactando por diferentes frentes a la comunidad hispana de la región de Filadelfia.
Nacida en Tegucigalpa, Honduras, Carolina emigró a los Estados Unidos a mediados de los 80’s. Su familia se mudó al sur de Nueva Jersey, donde se crio. Se graduó de la Universidad de Rutgers – Honors College, donde se especializó en ciencias políticas, en psicología y en español. Asistió a la Universidad de Valencia, España durante su tercer año, donde estudió traducción, historia del arte y derecho internacional. Al graduarse, con honores, obtuvo su título de abogada en la Facultad de derecho de la Universidad de Rutgers – Camden.
CONGRESO DE LATINOS UNIDOS
Actualmente, al concluir una búsqueda nacional realizada por la Junta Directiva en 2016, Carolina fue seleccionada y se desempeña como presidenta y directora ejecutiva del Congreso de Latinos Unidos, una de las 25 principales organizaciones sin fines de lucro enfocadas en los latinos en la nación y según muchos de sus empleados quienes se consideran una familia, es uno de los mejores lugares para trabajar de la región.
Carolina supervisa las funciones de la agencia de servicios múltiples, el Centro de Salud Congreso y la Escuela Charter de la Academia Panamericana, que Congreso fundó. Congreso opera con un presupuesto operativo consolidado de $17 millones de dólares y es reconocido a nivel nacional por su enfoque de prestación de servicios de Modelo de Cliente Primario y su metodología de datos y evaluación que asiste a más de 17.000 clientes no duplicados cada año.
Congreso atiende a una de las comunidades más empobrecidas y desafiadas de la nación. Fue nombrada por formar parte de la delegación de Pensilvania ante la Comisión Asesora Global de los Estados Unidos, una organización dedicada a garantizar el papel continuo del país como líder humanitario en todo el mundo.
CARRERA EXITOSA
Carolina también se desempeña como miembro de la junta de Covenant Bank/Covenant Financial, Inc., supervisando todos los asuntos de préstamos, la Fundación Nelson y como miembro asesor de Bryan Mawr Trust, una institución de préstamos regional, asesorando sobre préstamos multiculturales y esfuerzos de divulgación. Recientemente, fue invitada a unirse al Foro de Mujeres Ejecutivas, una alianza solo por invitación de mujeres ejecutivas en la región de Filadelfia.
Anteriormente, se desempeñó como directora de comercio del condado de Montgomery, donde fue responsable de administrar todas las iniciativas de desarrollo económico y de la fuerza laboral del condado. Al reportar a la Junta de Comisionados del condado de Montgomery, sirvió como enlace entre estas organizaciones y el condado, y también como conexión en nombre del condado con la comunidad y los líderes empresariales.
Carolina formó parte de la Junta Directiva de la Asociación de Defensa Escolar de Filadelfia, una organización que se centra en la promoción y la reforma educativa. Asimismo, se desempeñó como comisionada de la Comisión de Mujeres del Gobernador Tom Wolf de 2015 a 2017 y también sirvió en la Comisión Asesora de Asuntos Latinos del gobernador Tom Corbett, que se centró en la educación, el desarrollo económico y el compromiso cívico de los latinos en toda la Commonwealth de Pensilvania. En la ciudad de Filadelfia se ha desempeñado en numerosos grupos de trabajo de desarrollo económico.
RECONOCIMIENTOS
Carolina DiGiorgio ha sido reconocida a nivel regional como una fuerte defensora y líder. Ha abogado por la igualdad de oportunidades, el crecimiento del desarrollo económico, el desarrollo de la fuerza laboral y una reforma migratoria integral.
En 2019, fue reconocida como una de las directoras ejecutivas más admiradas del Philadelphia Business Journal, un honor otorgado a solo 25 directores ejecutivos de la región. Además, también fue reconocida como una de las homenajeadas del Premio Girls Scouts Take the Lead 2019.
En 2018, fue seleccionada como una de las Mujeres de Distinción por el Philadelphia Business Journal. Ese mismo año, tuvo el honor de ser la oradora principal en la celebración de la Herencia Hispana del condado de Dauphin y la conferencia regional de liderazgo de mujeres sin fines de lucro.
En 2017, fue reconocida como una de las latinas más influyentes del valle de Delaware y reconocida por la ciudad, como una de las 40 mejores menores de 40 años de Pensilvania.
Asimismo, con frecuencia se desempeña como oradora principal y motivacional en varios eventos, principalmente enfocados sobre liderazgo y tutoría de mujeres jóvenes y profesionales. También tuvo el honor de servir como oradora de graduación de Harcum College en 2017.
En 2014, fue reconocida como el Abogado Nacional de Color por la revista Lawyers of Color.
MUJER DE FAMILIA
Carolina y su esposo residen en el condado de Chester, Pensilvania, con sus cinco hijos. Participa activamente en el desarrollo académico y de su vida de sus hijos, se ofrece como voluntaria con los Cub Scots, entrena fútbol y apoya a su parroquia local y la escuela primaria de sus hijos.
El conocido Centro de Investigaciones PEW acaba de revelar los resultados sobre el efecto del color de la piel de los latinos en la sociedad estadounidense. En marzo de este año, PEW encuestó a 3.375 hispanos adultos, residentes en los Estados Unidos de América. La investigación revela que los latinos ven el color de la piel como un factor que afecta sus vidas y las oportunidades de progreso social y económico. El 62 por ciento de los encuestados coincidió que el tener un color de piel más oscuro afecta negativamente, el desarrollo social en este país. Mientras que el 59 por ciento estuvo de acuerdo que un color de piel más claro (blanco) tiene mejores posibilidades de progreso. Un 57 por ciento asume que el color de la piel hace una diferencia en el diario vivir. Otro 47 por ciento cree que la discriminación por el color de la piel es un serio problema en los Estados Unidos.
PEW identifica este fenómeno discriminatorio como “colorismo”. Esta es una expresión discriminatoria basada en el color de la piel de un grupo étnico particular. El “colorismo” es un problema racial que permea las sociedades humanas. Es una manera de estratificar el color de la piel como proceso que aventaja a los de color de piel más claro (blanco) en asuntos de vivienda, educación, matrimonio, trabajo, etc. Este asunto del colorismo está directamente relacionado al problema del racismo en los EUA y también en todo el mundo, que a su vez ayuda a sustentar la multibillonaria industria del blanqueamiento de la piel y las cirugías cosméticas.
Para reforzar la realidad de este problema discriminatorio dentro de la comunidad latina, PEW les pidió a los participantes que identificaran su color de la piel basado en la escala Yadon-Ostfeld. Esta es una escala del color de la piel que va del 1 al 10, siendo el 1 el color más claro y el 10 el más oscuro. 80 por ciento de ellos se identificaron con los primeros 4 números de la escala, un 14 por ciento se identificó con los números del 5 al 8, solo un 1 por ciento se identificó con el 9 y 10 de la escala, el resto no expresó su preferencia.
Esta información que desglosa la investigación de PEW es el producto del “colorismo” que se experimenta en nuestros países de origen. Yo me crie en un Puerto Rico donde el negro se miraba con desdén y desprecio. Mi padre era un puertorriqueño blanco, pero mi abuela era una puertorriqueña negra. Al tío Pablo, un puertorriqueño negro con una familia negra, quienes conocí cuando tenía cinco años y nunca más los volví a ver.
(Foto: Ilustrativa/Pexels)
Lo mismo puede decirse de cualquier país nuestro. Según un informe del Banco Mundial, publicado en el 2018, los negros de América Latina tienen 2.5 más probabilidades de vivir en pobreza crónica que los blancos o mestizos. Además, tienen menos años de escolaridad, mayores índices de desempleo y menos representación en cargos públicos y privados. Ese informe del Banco Mundial atribuye esa situación a un problema de discriminación estructural.
Olivia Gal, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta que la discriminación no es solo por el color de la piel, sino también por el origen étnico o la clase social. “El tema en América Latina no solo es la discriminación a las poblaciones afrodescendientes, también a los pueblos indígenas e incluso con personas mestizas. Es una construcción más compleja y no solo de dos polos como en EUA. Aquí las sociedades se conformaron en torno a un ideal modernizante que tendía a querer ser cada vez más occidental y a blanquear a las poblaciones y la cultura.
Además hay una correlación entre color de piel más oscuro, mayores niveles de pobreza y menores niveles de educación”, concluye Olivia Gal.
Aurora Vergara, directora del Centro de Estudios Afrodiaspóricos de la Universidad Icesi, Colombia, afirma que “una de las particularidades del racismo en el país es su negación y normalización. Su equipo realizó una encuesta con 2.000 personas en colegios de Cali, para determinar el Índice de Agresividad en el Lenguaje y medir la escala de racismo. “Encontramos que la mayoría de los estudiantes encuestados habían escuchado en sus casas o familias expresiones como “hay que mejorar la raza”.
Discriminación, colorismo o racismo, son aberraciones contra lo humano. Tenemos que continuar desorientalizándonos y hacernos más humanos y solidarios, pues en todo caso somos mujeres y hombres del mismo tronco, la humanidad es solo una y su colorido racial la engalana. Termino compartiendo la poesía del poeta senegalés, Léopold Sédar Senghor, “Querido hermano blanco / Cuando yo nací, era negro. / Cuando crecí, era negro. Cuando me da el sol, soy negro. / Cuando estoy enfermo, soy negro. / Cuando muera, seré negro. / Y mientras tanto, tú, hombre blanco, / cuando naciste, eras rosado. / Cuando creciste, fuiste blanco. Cuando te da el sol, eres rojo. / Cuando sientes frío, eres azul. / Cuando sientes miedo, eres verde. / Cuando estás enfermo, eres amarillo. / Cuando mueras, serás gris. / Entonces, ¿cuál de nosotros dos es un hombre de color?”.
According to the results of the 2020 Census (as reported by the Philadelphia Inquirer in August 2021), Latinos are one of the leading drivers of Philadelphia’s growth. While the overall population of the city and surrounding counties grew by 5% since the previous Census count, “the Hispanic population grew by 36%.” In real numbers, the Hispanic population in the region increased by 50,700 people. In a country with over 60 million Latinos – representing almost 19% of the population – Philadelphia has nearly 250,000 Latino people, or 15% of the city’s residents.
And yet, Latinos are still woefully underrepresented in government, at all levels – city, state and federal. In the city of Philadelphia, only one of 17 Council members is Hispanic. There are only 4 Hispanics of the total 203 members in the state House of Representatives – 2 representing districts in North Philadelphia, one in Abington Township, and one in Reading.
We also know that Latinos in Philadelphia are moving from their historic neighborhoods due to gentrification and displacement. Data from various sources shows Latinos are moving further north and east, as development pushes them out of their longtime homes in Kensington, Fishtown, and Norris Square, among others. Increasingly, Latino Philadelphians are settling in Port Richmond, Oxford Circle, and the far northeast.
These shifts have great significance when it comes to elected leadership and political representation. As Latino communities grow and move, the landscape of elected leadership in Philadelphia should reflect these changes. The redistricting process, currently underway at all levels of government, is a once-in-a-decade opportunity to reflect the geographic realities of different constituency groups. Philadelphia’s new lines are being drawn now for the next ten years, and they will be finalized in the next few weeks.
Now is the moment for Philadelphia’s Hispanic community to get appropriate representation by advocating for additional districts that represent our neighborhoods and community members. In addition to the 197th and 180th Pennsylvania House districts and the 7th Councilmanic districts, new districts should be formed to the north and east, to reflect Hispanic population growth and migration. The Pennsylvania state Constitution requires political districts to be “compact, contiguous, [and] preserve political subdivisions.” This means that by law, new political districts must reflect the demographics of their area, and in the case of neighborhoods characterized by particular ethnic groups, the district must reflect that group of people and their common interests.
It’s time for our city and state governments to look at where Latinos are living in Philadelphia, assess how the reality has changed since 2010, and draw new lines accordingly. While Latinos still living in Hunting Park, Juniata, Feltonville, and other nearby neighborhoods have the benefit of Latino leadership representing them, the Latinos being pushed from the southern neighborhoods are at risk of being left without political advocates. Latinos that have been displaced from their neighborhoods into the river wards and the far northeast should not be isolated politically but should be accounted for and provided the ability to choose their own representation. While many advocacy groups across the city – like the Committee of Seventy, Latino Lines, and others – draw proposed versions of new maps to offer guidance to our elected officials, the demographics of the city should guide the conversation. We as Latinos in Philadelphia urge our elected officials in the city and state to ask only one overarching question when redrawing our maps: Where are Latinos and other ethnic groups residing, and how can we give them the representation they deserve?
Fotografía de archivo del presidente de la Federación Hispana, Frankie Miranda, durante una rueda de prensa frente al Tribunal Supremo de Estados Unidos, en Washington (Estados Unidos). (Foto: EFE/Lenin Nolly)
La Federación Hispana informó el pasado martes que en los 15 primeros meses de la pandemia de la COVID-19 distribuyó 20,6 millones de dólares a más de 350 organizaciones sin fines de lucro, una ayuda que en muchos casos, aseguraron, llegó antes que la del Gobierno.
«Las organizaciones sin fines de lucro son vitales para nuestra comunidad y esa realidad quedó en plena evidencia durante los peores momentos de la pandemia», dijo Frankie Miranda, presidente de la Federación Hispana.
Este grupo compuesto por cien organizaciones no lucrativas latinas trabaja en estos momentos en la distribución de otros siete millones de dólares en ayuda comunitaria antes de fin de año.
La red de organizaciones que recibieron donaciones de la Federación asiste a más de diez millones de personas cada año y, según el informe, pudieron dar servicios de emergencia, incluida comida y ayuda para la vivienda, a personas sin seguro médico, inmigrantes indocumentados, mujeres embarazadas y trabajadores agrícolas y jornaleros.
El 54 % de las organizaciones que recibieron ayuda de la Federación Hispana informó que había usado esa asistencia para mantener el costo de sus operaciones durante la pandemia, lo cual les salvó de tener que cerrar sus oficinas y programas.
Durante la pandemia, los grupos que recibieron ayuda encararon la crisis de alimentos entre sus comunidades y, según el informe, al menos 75 de estas organizaciones ampliaron sus actividades en la provisión de alimentos y 68 iniciaron programas de comidas.
La Federación Hispana, establecida en 1990, recibe fondos de corporaciones, fundaciones, gobiernos y donantes privados.
Yamel and I met through a Puerto Rican friend of ours who was like a brother to me. Yamel had been his barber. Another friend of ours wanted to celebrate her birthday, so we all went out together. And the first time we met; we didn’t like each other at all! He was very handsome, but I don’t know if he was nervous or what – he talked a lot and I talked a lot, and it was almost like we were talking past each other. He got frustrated when he didn’t understand our inside jokes. He was very sarcastic during that first encounter. But the second date was incredible. We went skating. Yamel didn’t know how to skate, but it was so romantic teaching him, holding hands. Afterwards we shared a sandwich, a simple serene moment, and we exchanged numbers.
Yamel recalled:
My first impression of her was that she laughed. A lot. She was pure laughter. But for me marriage was not really in the cards. My parents had a dysfunctional marriage. I didn’t really believe in this dream. To me it was a broken dream, non-existent. But when things started to change in my life, with my faith and my mother, I felt differently. And Steffani and I got to know each other so well. I remember at one point, I had just enough money to cover the rent, but I felt compelled by a greater force, almost like a vision from God, to go and buy the ring and propose that day. I knew she was the person that I wanted to take this step with, so I took the plunge.
Steffany adds:
We got married in 2016, and since then we tried to create a plan to make sure that Yamel could get permanent immigration status in this country. In 2019, I was working for Esperanza, and that’s how I first got to know Esperanza. I also got to know Reverend Ruben Ortiz, and other members of the Esperanza family. One of these members gave us the contact of Esperanza Immigration Legal Services and said that they may be able to help us. We realized we had the funds to pay for the application and we took the decision to do it with Esperanza. We got to know our lawyer, and we loved her. She was a perfectionist. She collaborated with us. We filed in 2019, but then with the pandemic, everything stopped in its tracks. And in the meantime, the political climate made us nervous that the requirements would become more demanding. But all we could do was wait.
Yamel reflects about the experience:
For us it was spectacular to use the services of Esperanza because it was affordable, and because it based in the community. We needed that support. During the pandemic, Esperanza also supported me at the barbershop, when it was much needed, so the support came from many angles, and made us feel integrated into a bigger support system. The attorney demanded excellence from us. You know, I think it was more difficult going through the mock interview with her, than the actual interview at USCIS; we were that well-prepared. They work like they have a deep-rooted passion for the work. It’s more than a job for them. They treat it almost like is their duty, an ingrained part of their principles, to uplift the community, no matter how hard it may be.
Thank you, Yamel and Steffany, for sharing your story with us!)
El Gobierno estadounidense volverá a implementar desde el 6 de diciembre el programa «Quédate en México», que obliga a los solicitantes de asilo a quedarse en México mientras se resuelven sus casos en EE. UU., después de llegar a un acuerdo con el Ejecutivo mexicano.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. (DHS, en inglés), precisó que, una vez que el programa esté «completamente» activo, los migrantes serán devueltos a México en siete puertos de entrada a lo largo de la frontera común.
El Gobierno Biden, derogó este año esa polémica medida que había impulsado su predecesor Trump, porque fue muy criticada por organizaciones de derechos humanos.
Sin embargo, un juez federal invalidó ese intento de Biden de terminar con el programa y ordenó al DHS que lo reanudara, y desde entonces, el Gobierno estadounidense ha mantenido negociaciones con el mexicano sobre los parámetros en los que volvería a implementarse esa iniciativa.
En su comunicado, el DHS dijo que ha trabajado «de cerca» con el Ejecutivo del presidente López Obrador, para que haya «refugios seguros» para aquellos migrantes a los que se les apliquen los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, en inglés), designación formal del programa «Quédate en México». Preguntada el respecto en su rueda de prensa diaria, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, hizo hincapié en que Biden «sigue creyendo» que este programa tiene «defectos endémicos y supone un coste humano injustificable».
«Es por esto por lo que acabamos con los MPP», dijo Psaki, quien remarcó que ahora lo que el Gobierno está haciendo es cumplir con una orden judicial.
Pese a estar obligados a reanudarlo, la portavoz subrayó que el DHS va a introducir una serie de cambios en el programa para abordar «algunas preocupaciones humanitarias», sin ofrecer más detalles.
Los puertos de entrada en los que se aplicará el programa una vez que esté del todo en vigor serán los de San Diego y Calexico (California), además de en Nogales (Arizona), y en cuatro puntos de Texas: El Paso, Eagle Pass, Laredo, y Brownsville, según el DHS.
El Gobierno de Biden ha prometido buscar nuevas vías para acabar con el programa «Quédate en México», que según organizaciones de derechos humanos no cumple las obligaciones estadounidenses en materia de migración y asilo, porque los migrantes enviados al norte de México pueden ser víctimas de redes de trata o secuestrados para exigir un rescate.
En la práctica, Estados Unidos sigue deportando a la mayoría de indocumentados que llegan a su frontera sur sin darles oportunidad de solicitar asilo, en base a otra medida conocida como «Título 42» y que su Gobierno justifica por la pandemia.
Según fuentes oficiales citadas por el diario The Wall Street Journal, las autoridades estadounidenses seguirán dando prioridad al «Título 42» y solo colocarán a los indocumentados en el programa «Quédate en México» en aquellos casos en los que no puedan expulsarlos usando esa medida amparada en la pandemia.
Noviembre ha sido un mes de mucha agitación electoral en América Latina y como sucede a menudo, en las urnas se chocan esperanzas y proyectos, ilusiones y decepciones que recorren todos los colores del arcoíris político. Al aproximarse el cierre de este difícil año, vale la pena detenerse a dar una mirada a esta importante circunstancia de nuestros países.
Aunque los nuevos movimientos sociales que luchan por mayor igualdad y representatividad para las minorías, los derechos de las mujeres, los colectivos diferentes, los movimientos ecologistas y los grupos de reivindicación estudiantil han venido creciendo y le han sumado dinamismo a la contienda política; la confrontación principal sigue siendo entre las dos grandes corrientes ideológicas de los últimos dos siglos; los partidos conservadores y socialdemócratas, a la derecha del espectro, versus las corrientes de socialismo moderado o la izquierda radical en la orilla contraria.
Aunque la experiencia de los últimos 20 años muestra unos resultados bastante magros de ambas partes; como lo están demostrando las experiencias de Chile, Brasil, Argentina o México, para hablar de países que han sido momentáneamente exitosos y bastante estables, pero que hoy parecen en rápido declive; o bien, los que han optado por opciones radicales, que luego han sumido a sus países en el caos social y la ruina económica, como ha pasado con Venezuela, Nicaragua y otros más.
Chile acaba de ir a las urnas en primera ronda y, como preveían las encuestas, las dos opciones más votadas fueron la propuesta por muchos considerada ultraderechista de Antonio Kast, –que promete cavar un gran foso para frenar la inmigración–, contra la izquierda radical de Gabriel Boric que, –a pesar del fantasma del Castro-chavismo que asusta a toda inversión–, parece ir llevando la delantera con miras a la segunda vuelta de diciembre.
En Venezuela, las elecciones a alcaldías, gobernaturas y concejos le permitieron a Nicolás Maduro consolidarse, pues la incapacidad de la oposición para unirse y su llamado al abstencionismo durante tantos años le terminó cobrando factura y entregando pobrísimos resultados, pero legitimando al gobierno con su participación. En Nicaragua, el montaje escénico de unas elecciones con todos los opositores metidos en la cárcel, también les permitió a los esposos Ortega seguirse perpetuando en el poder, tras unos comicios sin ninguna seriedad ni validez ante la opinión pública internacional.
Y Honduras ve regresar la izquierda con la victoria de Xiomara Castro, esposa del derrocado expresidente Mel Zelaya; triunfo seguramente ayudado por el hartazgo de los hondureños con los escándalos de corrupción y los señalamientos de contubernio con capos de la droga que han alcanzado a la cabeza misma del gobierno, más su incapacidad para combatir la criminalidad galopante; pero lo que le depara el futuro a esta nación es aún una incógnita. Por el otro lado, en México, AMLO logra mantenerse en un delicado equilibrio, aunque lejos de las expectativas de cambio que tanto ilusionaron a los millones de votantes que lo llevaron al Palacio Nacional.
En retrospectiva; queda para rescatar el avance de los movimientos sociales, campesinos, estudiantiles y el visible progreso de las mujeres al llegar a cargos de alta importancia en la escena política; pero en temas como la erradicación de la pobreza, las causas de desplazamiento y emigración, o el fracaso de los gobiernos en la lucha contra los carteles de la droga, la deforestación o la redistribución de la riqueza, estamos todavía muy lejos de los objetivos necesarios.