El diputado estatal de Texas, Sam Harless, republicano de Spring, participa en un debate en la Cámara de Representantes, en Austin, Texas, el 9 de mayo de 2023. (Foto: AP/Eric Gay)

Debo decir que no soy un experto médico, pero sé que muchos de nosotros necesitamos acceso a buenas instituciones de consejería y salud mental. Esta vida no es fácil y yo, como muchos, he sufrido alguna vez de depresión grave; ese momento en el que tocamos el fondo del fondo.

Pero la locura que reina en Texas, es algo digno de contemplar. Y, sin evidencia médica, no hay razón para creer que todos los tiradores masivos tienen problemas mentales serios; y que al conseguirles asistencia en salud mental esos tiroteos masivos disminuirían.

El gobernador Greg Abbott (R) dijo el domingo que el estado enfocaría sus esfuerzos en abordar los «problemas de salud mental» que están detrás de la violencia armada, pero no mencionó el control de armas. Este es el mismo hombre que ha recortado el presupuesto de los programas de salud mental. Los reporteros deberían haberle pinchado las orejas con la verdad.

El congresista republicano de Texas que recibió críticas masivas por sugerir que Dios fue responsable del tiroteo masivo de este fin de semana en un centro comercial, que dejó ocho personas muertas, incluido un niño de cinco años, ahora dice que quiere más armas en Allen Premium Outlets.

El recién elegido representante republicano Keith Self, de 70 años, cuyo distrito del Congreso incluye Allen, Texas, sirvió tanto en las Fuerzas Especiales del Ejército como en los Rangers del Ejército. Self, nacionalista cristiano, activista de extrema derecha y negacionista de las elecciones presidenciales de 2020, fue respaldado por el expresidente Donald Trump, llamado a juicio dos veces y acusado penalmente, junto con su exasesor de seguridad nacional caído en desgracia Mike Flynn, también cristiano de extrema derecha. Nacionalista y partidario de QAnon, él cree que solo necesitamos confiar en su dios.

Si bien creo en la oración y lo rezo a diario, sé por leer un poco la Biblia, que la oración sola no es suficiente, y mi comprensión de Jesús es que él quería que pusiéramos sus preceptos en acción.

Hoy, la salud mental a nivel político ha ido tan mal que ahora muchos políticos toman las balas/píldoras empapadas de sangre de la Asociación Nacional de Rifleros de la NRA, y usan el mantra de la NRA como su nuevo evangelio. Estos hombres y mujeres necesitan una intervención de salud mental inmediata. Por decir lo menos, son delirantes; y están facilitando la obtención de estas poderosas armas que matan a los inocentes. Está claro que estas armas de guerra pueden ser utilizadas para que alguien ataque en cualquier lugar y en cualquier momento.

Debo estar loco porque, ni aun por mi vida, no entiendo por qué necesitamos armas de guerra en las manos de nuestros ciudadanos. Pero la historia mostrará que aquellos con problemas graves de salud mental son los mismos que pueden dar la espalda a las masacres, las muertes salvajes de inocentes y el estrés postraumático que los perseguirá por el resto de su vida.

El remedio para disminuir la violencia incluye servicios de salud mental, pero un primer paso rápido es limitar el acceso a las armas de guerra. Debemos buscar las respuestas, pero las oraciones y los buenos pensamientos, hasta ahora, no han frenado las matanzas.

Aprobamos cinturones de seguridad, leyes de DUI, leyes de caza, límites de edad para comprar licor, edad para licencias de conducir y muchos más; y podríamos abordar este problema de violencia armada y marcar la diferencia. Solo tenemos que decirle a la Iglesia de la NRA que no confiamos en ellos y que su posición sobre la segunda enmienda es incorrecta y antiamericana.

Y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger a nuestros ciudadanos de estos actos de violencia.

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