Xavier Becerra de 62 años, es actualmente fiscal general de California y ha sido el elegido por Biden para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés).

Xavier Becerra, de origen mexicano, jugó un papel en la aprobación del sistema de atención de la salud del presidente Barack Obama durante su servicio en el Congreso.

El presidente electo, Joe Biden, anunció el pasado lunes a los miembros clave de su equipo de salud, encabezado por el actual fiscal general de California, Xavier Becerra, que será el encargado de liderar la respuesta contra la pandemia.

El político hispano de 62 años, con una amplia experiencia en el Congreso de EE. UU., fue nominado para ser secretario de Salud y Servicios Humanos y trabajará junto Anthony Fauci, que mantendrá su actual cargo de director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIH, en inglés), pero será además el asesor médico jefe de Biden sobre el COVID-19.

Becerra fue elegido para el Congreso a los 30 años, tiene más de 20 años de experiencia legislativa, llegó a ser el hispano con mayor rango en el Congreso, ayudó a impulsar la aprobación de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), más conocida como Obamacare, y lideró el mes pasado la defensa de esta ley en la Corte Suprema.

Si es confirmado por el Senado, Becerra será el primer latino en dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

El nombre del fiscal de raíces mexicanas sonó previamente para dirigir el Departamento de Justicia (DOJ) y el de Seguridad Nacional (DHS), aunque finalmente encabezará el de Salud, donde trabajará mano a mano con la que será la nueva directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky.

Biden nombró además a Marcella Núñez-Smith nueva presidenta del Grupo de Trabajo sobre la Equidad y el COVID-19.

Fauci, el mayor experto del país en enfermedades infecciosas y asesor de seis presidentes, incluido Donald Trump, con el que ha mantenido notorias divergencias sobre la estrategia para combatir el coronavirus, seguirá siendo con Biden una «voz esencial» para informar al público como ayudar a la comunidad científica y la Casa Blanca.

El presidente electo destacó el «nivel de integridad, rigor científico y experiencia en manejo de crisis» del nuevo equipo, elegido para encarar uno de los «desafíos más difíciles» del país: «controlar la pandemia para que el pueblo estadounidense pueda regresar al trabajo, recuperar sus vidas y reunirse con sus seres queridos».

El equipo se centrará, aseguró, en ampliar el uso de las pruebas para detectarlo; el uso de mascarillas y en supervisar la distribución «segura, equitativa y gratuita» de tratamientos y vacunas.

Entre sus objetivos estará además el ampliar Obamacare, para así reducir los costos médicos y el precio de los medicamentos recetados, visión diametralmente opuesta a la de la actual administración del presidente Donald Trump, que intentó sin éxito desmantelarlo.

Becerra también jugó un papel en la aprobación del sistema de atención de la salud del presidente Barack Obama durante su servicio en el Congreso y encabeza una coalición de 20 estados que defienden el programa contra los esfuerzos de los republicanos para abolirlo.

De este modo, el presidente electo, que tomará posesión el próximo 20 de enero, continúa dibujando poco a poco el perfil de su Gobierno, que deberá encarar la mayor crisis económica y sanitaria del último siglo en el país. Hasta ahora ya ha anunciado a sus candidatos para importantes cargos como el de secretario de Estado, Anthony Blinken; la del Tesoro, Janet Yellen; y el de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

No obstante, aún quedan por definir sus seleccionados para otros puestos clave, como el Departamento de Defensa o la Fiscalía General.

LA PANDEMIA CONTINÚA AL ALZA

Mientras, el país sufre un nuevo repunte de contagios, ante las advertencias de los expertos de que EE. UU. afronta el peor invierno de su historia desde el punto de vista de la salud pública.

Estados Unidos es el país más golpeado del mundo por la pandemia, y se aproxima rápidamente a los 15 millones de contagiados y los 300.000 muertos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo el Gobierno, calcula que cuando Trump abandone el poder el próximo 20 de enero habrán muerto 400.000 personas y para el 1 de abril 540.000.

«Nadie, debería morir solo en una cama de hospital».

Así lo dijo Becerra, durante su presentación oficial este martes. «Nadie, nadie debería morir solo en una cama de hospital, con los seres queridos obligados a permanecer lejos». En videoconferencia recordó el fallecimiento hace un año de su padre, Manuel, rodeado por los suyos en casa, haciendo énfasis en su origen como hijo de padres inmigrantes, y los valores familiares que nos identifica.

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