Fotografía de archivo del gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy. (Foto: EFE/Peter Foley)

Nueva York, EE.UU.– El gobernador saliente de Nueva Jersey, Phil Murphy, que se presentaba a la reelección, se imponia al republicano Jack Ciatarelli, en un estado donde los resultados se consideraban un termómetro sobre la solidez del apoyo al gobierno federal de Joe Biden.

Según los resultados preliminares, con solo un 12 % escrutado, Murphy, un multimillonario y exembajador en Alemania, habría obtenido cerca del 58 % de los votos, más de 15 puntos de ventaja sobre su contrincante republicano, una diferencia mayor de la que preveían los sondeos de los días precedentes.

Sin embargo para las 11 pm con entorno al 60 % del recuento de los votos esa ventaja inicial retrocedió y tenía un 48% de los votos, y el republicano llevaba la delantera con un 52%.

Nunca un gobernador demócrata había logrado la reelección en Nueva Jersey en los últimos 44 años, y algunos medios como el New York Times atribuyen el éxito de Murphy a sus decididas políticas sanitarias contra el coronavirus, de las más estrictas del país, que incluyen la obligatoriedad para todos los niños mayores de dos años de portar la mascarilla.

En un país con amplias franjas de población «negacionista», que se niega a vacunarse y rechazan la obligatoriedad de la mascarilla, la firmeza de Murphy venía cosechando apoyos superiores al 60 % a sus políticas sanitarias en este estado contiguo a Nueva York.

Dentro del Partido Demócrata, Murphy pasa por ser un progresista, tras haber impulsado políticas de control de armas, impuestos a las grandes empresas, aumento del salario mínimo o incremento del gasto público para financiar pensiones, becas y cuidados preescolares.

Además, los votantes republicanos están movilizados en mucha menor medida que los demócratas, y de hecho los votantes demócratas registrados (que participaron en las primarias de su partido) superan en más de un millón a los republicanos, lo que ponía de entrada las cosas fáciles para Murphy.

Frente a él, Ciattarelli no es ni mucho menos un radical, y en su propio partido ha sido uno de los más críticos con el presidente Donald Trump y su legado, pero ha planteado la batalla electoral con el reclamo de las bajadas de impuestos y un control más estricto de la emigración, temas caros al electorado conservador.

Se desconocen a estas horas los resultados de las asambleas legislativas estatales -40 escaños en el Senado y 80 en la Asamblea-, donde los demócratas tenían una cómoda mayoría.

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