¿Alimentos nocivos para la salud? (Foto: Ilustrativa/Karolina Grabowska/Pexels)

En una rutina de vida y dieta saludable se evitar consumir grasas y carbohidratos, hacer ejercicio y respetar los horarios de comida. No obstante, hay alimentos que han estado en nuestras comidas desde siempre y que no son tan sanos como creemos.

Los llamados “venenos blancos” son la sal, el azúcar, las harinas, el arroz, y la leche de vaca, alimentos que, si bien en cantidades moderadas no serían perjudiciales, tienden a acentuar enfermedades como la hipertensión y la diabetes.

SAL (SODIO)

El sodio es esencial para la vida. De acuerdo con un artículo publicado en la revista Journal Nutrients, el sodio, presente en la sal que usamos para cocinar, es un elemento clave en muchas secreciones corporales, y participa en varios procesos fisiológicos. Sin sodio, las neuronas y las células musculares no podrían generar impulsos eléctricos, la adsorción intestinal de nutrientes se vería afectada y los riñones no funcionarían correctamente.

Pero el consumo excesivo de sal (sodio) afecta adversamente la presión arterial. El consumo de menos de 5 gramos de sal (menos de 2 gramos de sodio) por adulto al día, es la ingesta recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El consumo de sal en América está por encima del nivel recomendado, que oscila entre 8,5 y 15 gramos.

La reducción del consumo de sal previene la hipertensión arterial y las enfermedades cardio vasculares. Se recomienda usar sal de mar porque tiene mucho más minerales.

¿Alimentos nocivos para la salud? (Foto: Ilustrativa/Cottonbro/Pexels)

AZÚCAR

El azúcar es un carbohidrato formado por dos moléculas, glucosa y fructosa, que se obtiene generalmente de caña de azúcar o de remolacha azucarera.

Los conocidos azúcares libres, se adicionan de manera intencionada en los alimentos para mejorar el gusto (sabor), textura, humedad y color del producto, como ocurre con refrescos, panes, alimentos precocidos y ultra procesados, así como en productos naturales como la miel, los jarabes, jugos y concentrado de fruta, y almíbares.

Si bien, la glucosa es considerada la gasolina de nuestro cuerpo, principalmente del cerebro, consumirla de forma frecuente y en exceso puede derivar en problemas de obesidad, caries y otros padecimientos como la diabetes. Según la OMS, su consumo no debe pasar del 10 % de la ingesta calórica diaria total, tanto en adultos como en niños; y una reducción por debajo del 5 % produciría beneficios para la salud.

Se recomienda no ingerir más de 25 gramos al día, lo que equivaldría a seis terrones o seis cucharaditas cafeteras. Una forma sana de consumir este tipo de carbohidratos es a través de las frutas.

HARINAS

Incluir cereales en una dieta saludable siempre es indispensable, sin embargo, debemos evitar los procesados, como las harinas de trigo blancas o refinadas, con las que se elaboran pastas y panes. Están compuestas básicamente de almidón, el cual se metaboliza rápidamente en el cuerpo, provocando un rápido aumento de la glucosa en sangre, haciendo que el páncreas trabaje más para liberar más insulina. Consumir este tipo de harinas puede aumentar el riesgo de padecer diabetes tipo 2.

Según los especialistas, es preferible consumir harina de trigo integral, ya que contienen las tres partes del cereal, el germen, el salvado y el endospermo, que juntos proporcionan fibra, vitaminas, minerales y ácidos grasos. Otros cereales que podríamos consumir son quinoa, mijo, cebada, centeno, amaranto, avena, maíz, y trigo integral.

¿Alimentos nocivos para la salud? (Foto: Ilustrativa/Nataliya Vaitkevich/Pexels)

ARROZ BLANCO

Con el arroz blanco sucede lo mismo que con la harina de trigo refinada. Para obtenerla, el cereal se pasa por unos rodillos para retirar la cáscara y obtener el grano integral, que posteriormente se pule sobre una superficie abrasiva para quitar el salvado y el germen. Con este procedimiento se pierde más de la mitad de su contenido en minerales, y casi el 90 % de las vitaminas del grupo B, y la fibra, quedando un alimento que se caracteriza por ser energético.

LECHE DE VACA

El consumo de lácteos (queso, yogur, mantequilla) y leche se incluye con frecuencia como elementos importantes en una dieta sana y equilibrada. Es el primer alimento de los mamíferos y aporta toda la energía y los nutrientes necesarios para asegurar un correcto crecimiento y desarrollo, siendo crucial en la formación de los huesos. Sin embargo, varias controversias surgen del consumo de lácteos durante la edad adulta.

Pero según un artículo de la revista Nutrition, los estudios epidemiológicos confirman la importancia nutricional de la leche en la dieta humana y refuerza el posible papel de su consumo en la prevención de varias enfermedades cardiovasculares, algunas formas de cáncer, la obesidad y la diabetes.

De acuerdo con la Fundación Británica de Nutrición, los adultos y los jóvenes no llegan a cubrir con sus alimentos las dosis de hierro, calcio, vitaminas, zinc y yodo que necesitan; y todo eso contiene la leche. Además, tiene la proporción perfecta de carbohidratos y proteínas para estimular la recuperación de los músculos. Un vaso de 300 mililitros de leche proporciona 350 miligramos de calcio, que es la mitad de la cantidad diaria recomendada para un niño de entre uno y tres años. Es preferible la leche descremada (sin grasa) y/o deslactosada (sin azúcar).

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