OCU pide mejoras en la educación online, la pandemia ha afectado con los planes previstos, obligándonos a adaptar hábitos en todos los ámbitos de nuestra vida. Foto crédito EFE

Antes, el día escolar normal tenía un ritmo propio que incluía lecciones, campanas y recreos. Ahora, la enseñanza se ha trasladado online, con clases virtuales a gran escala. Mientras en algunos países desarrollados la brecha digital continúa afectando a los sectores más desfavorecidos, en cuatro países de América Latina se han logrado con éxito estrategias de educación a distancia ante la crisis del coronavirus.

Uno de ellos es Uruguay, pionero en el mundo, y ahora líder de la educación a distancia. «Uruguay estaba ya muy bien preparado para la enseñanza online», afirma Di Gropello, economista especializada en educación del Banco Mundial. «La crisis actual nos está mostrando cuán importantes son las familias, que han sido llamadas a tener un papel de apoyo en el aprendizaje. Ojalá que, cuando esto pase, los sistemas educativos se acuerden de esto y puedan seguir desarrollando medidas para involucrar más a las familias en los procesos de aprendizaje y que puedan seguir desarrollando medidas para apoyar a los hogares más vulnerables», agregó.

Efectivamente, desde hace más de una década, el país del cono sur implementa el Plan Ceibal, una iniciativa gubernamental pionera en la entrega de laptops a cada alumno de las escuelas públicas. A este programa lo complementa CREA, una especie de red social donde cada maestro puede subir materiales, enviar y calificar tareas y dialogar con sus alumnos. A lo que se suma una plataforma “gamificada” de matemáticas y la Biblioteca País, con más de 7.000 libros recreativos y materiales de estudio en formato de texto, audio e imágenes.

Pisándole los talones, le sigue México, un país que por largo tiempo ha invertido mucho esfuerzo en el desarrollo de una televisión educativa multigrado, la cual está garantizando la equidad al usar los medios tradicionales para educar, tales como la radio o la televisión. «No hay que perder de vista que las tecnologías más tradicionales tienen la posibilidad de ofrecer un impacto masivo muy particularmente para la población más vulnerable», afirma la experta.

A su vez, Colombia ha jugado un papel importante en asegurarse que la inequidad de aprendizaje no empeore durante la crisis. Allí han invertido en valiosos portales educativos, desarrollados ya desde hace tiempo. En Aprender Digital, una plataforma del Ministerio de Educación colombiano, hay más de 80.000 recursos educativos digitales, organizados por nivel, que incluyen desde videos hasta aplicaciones y juegos.

El Banco Mundial explica que, el gobierno colombiano dio dos semanas a los docentes para preparar un plan pedagógico cuando se declaró la pandemia. Así, los maestros en Colombia son los innovadores en este contexto tan difícil. Una vez los sistemas de educación estén abiertos nuevamente, se podrá aprovechar esta riqueza pedagógica, producto del desarrollo e implementación que ahora se está llevando a cabo.

En cuarto lugar, está Chile. La nación le está sacando partido a la evaluación online, a través de Aprendo en Línea, una plataforma con recursos digitales para la autogestión en casa. Además, ahí se ofrece Aptus, un software educativo para capacitar docentes y evaluar alumnos.

En este sentido, el Banco Mundial explica: «Un equipo del Ministerio de Educación de Chile ha puesto este contenido a disposición de otros países de la región para hacer frente al cierre de las escuelas».

Ante la emergencia, lo bueno es que el acceso a los recursos de aprendizaje se puede ampliar con prontitud. Y, en el caso de América Latina, los países pueden aprovechar que hablan una lengua común y reemplearlos en otras partes si se mantiene un espíritu positivo decolaboración entre todas las naciones que hablan español.

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