Fotografía que muestra un cartel de prevención de contagio en una calle de la localidad de Usaquén en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

Bogotá – Con casi medio millón de casos positivos y más de 10.000 muertos por COVID-19 en Bogotá, tres zonas densamente pobladas de la capital colombiana comenzaron el martes un nuevo confinamiento de dos semanas ante el imparable crecimiento de los contagios y de las hospitalizaciones.

«La regla general es que nos quedamos en casa, como hicimos en las cuarentenas en junio, julio y agosto cuando estuvimos superando el primer pico de la pandemia», dijo el secretario de Gobierno y alcalde encargado, Luis Ernesto Gómez, en una visita que hizo a la localidad de Usaquén, que junto con la de Suba y la de Engativá son las afectadas por la medida.

En los accesos al barrio El Codito, que hace parte de Usaquén, soldados del Ejército y patrulleros de la Policía montaron desde las primeras horas de hoy puestos de control para verificar que quienes salen de casa realmente están exentos del confinamiento por ser personal de servicios de salud o de otras áreas esenciales.

IMPULSO AL TELETRABAJO

«Las personas deben teletrabajar en lo posible o informar a su empleador que se encuentran dentro de una de las localidades que están en la cuarentena, por lo cual no pueden desplazarse al trabajo«, agregó Gómez, quien estos días reemplaza a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que está de vacaciones en el exterior.

De esta forma, la Alcaldía de la capital colombiana, ciudad que tiene más de 7,5 millones de habitantes, restringe hasta el 18 de enero la circulación de unos 2,5 millones de personas para tratar de mitigar la propagación del virus.

En toda la ciudad rige además el «pico y cédula», medida que limita el acceso de las personas al comercio y oficinas según el último número de su documento de identidad.

ENTRE LA PANDEMIA Y LA POBREZA

El nuevo confinamiento fue acatado en su mayor parte por los habitantes de Usaquén, Suba y Engativá, pero los vendedores ambulantes, que viven del día a día, exigen a la Alcaldía que les dé alguna ayuda financiera para que sus familias, agobiadas por la pobreza, tengan qué comer.

Al respecto, el alcalde encargado dijo que 130.000 familias pobres y vulnerables de las tres localidades afectadas por el confinamiento recibirán, además de la transferencia monetaria del programa Bogotá Solidaria en Casa, un «bono de cuarentena», ayudas que suman unos 158 dólares mensuales.

TEMOR POR EL REGRESO DE VIAJEROS

Las autoridades bogotanas temen que los contagios aumenten en los próximos días una vez lleguen a la ciudad unos 1,3 millones de personas que aún no han retornado de sus viajes de vacaciones de Navidad, Año Nuevo y Reyes.

TOQUES DE QUEDA Y LEY SECA

La Gobernación de Antioquia, departamento que es después de Bogotá el que más contagios expidió un decreto con el que refuerza las restricciones de movimiento de la población.

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