
Mujeres salieron a las calles de ciudades de América Latina, Europa, África y otros lugares para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y exigieron poner fin a la desigualdad y la violencia de género.
Las consignas contra el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump dominaron las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer en Estados Unidos, donde cientos de personas salieron a las calles en las principales ciudades del país.
La convocatoria más popular era de la Women’s March, la misma organización que movilizó a grandes multitudes en protesta por el primer mandato de Trump (2017-2021), unos 4 millones en todo el país, pero en esta ocasión, bajo el lema ‘Unite and Resist’ (‘Únete y resiste’), las cifras de asistentes fueron notablemente menores.
Una de las más destacadas fue Nueva York, con más de un millar de personas, sobre todo mujeres adultas y blancas, en una marcha desde la plaza de Washington Square Park hasta Union Square que desembocó tras en un mítin político en rechazo al Gobierno de Trump, al que describieron como «fascista».
Se vieron pancartas centradas en la igualdad de las mujeres, los derechos reproductivos y la comunidad LGTBI, pero también otras dirigidas al Gobierno, como: ‘Sin inmigrantes, Trump no tendría esposa’, ‘El régimen fascista de Trump debe irse’ o ‘Despidan a Musk’, y letreros de apoyo a Ucrania y Palestina.
Allí, mientras un grupo de chicas bailaban «Dancing Queen», de ABBA, una organizadora denunciaba a través de un altavoz la «purga» de empleados federales del Gobierno de Trump, el perdón a los «insurreccionistas» del asalto al Capitolio o el rechazo a la lucha contra el cambio climático.
La jornada por los derechos de la mujer transcurrió de manera pacífica, y en la plaza donde terminó la manifestación había menos de una decena de policías y ningún gran medio estadounidense, a diferencia de otras concentraciones reivindicativas de los últimos años.
En total, según su página web, la organización Women’s March había convocado unos 300 eventos a lo largo de todo el país, a los que apuntaron unas 37.000 personas; según medios locales, se vieron protestas de un millar de asistentes en ciudades como Boston y Los Angeles, pero ninguna convocó masas.
En Boston, otra marcha recorrió una de las arterias de la ciudad y los manifestantes incluso hicieron una actuación de baile espontánea (‘flashmob’) en protesta por el peso en el Gobierno de Trump del magnate Elon Musk, que está al frente del polémico Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), según NBC.
Manifestantes de Sudamérica denuncian feminicidios
En Sudamérica, algunas protestas fueron organizadas por grupos que denunciaron los asesinatos de mujeres conocidos como feminicidios.
Cientos de mujeres en Ecuador marcharon por las calles de Quito al son de los tambores y sostuvieron letreros para denunciar la violencia y el “sistema patriarcal”.
“¡Justicia para nuestras hijas!”, gritaban algunas manifestantes en apoyo a las mujeres que han sido asesinadas en los últimos años.
En Bolivia, miles de mujeres comenzaron a marchar el viernes por la noche, y algunas pintaron grafitis en las paredes de los tribunales exigiendo que sus derechos sean respetados y denunciaron la impunidad en los feminicidios, en los que menos de la mitad de los casos llegan a sentencia.

Reivindican los derechos de las mujeres inmigrantes en Puerto Rico ante políticas de Trump
La concentración convocada en Puerto Rico por el Día de la Mujer estuvo este sábado dedicada a la comunidad inmigrante, que está sufriendo persecución en el marco de las políticas de la Administración estadounidense de Donald Trump.
Bajo el lema ‘Diversas, combativas y unidas en resistencia’, los actos tuvieron lugar en la Plaza Antonio R. Barceló, en Barrio Obrero, donde vive una parte importante de la comunidad dominicana de la isla.
Barrio Obrero ha sido de hecho el escenario de los principales operativos para detener inmigrantes llevados a cabo desde enero pasado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
«En este momento, las mujeres más golpeadas son las mujeres migrantes», dijo a EFE Romelinda Grullón, fundadora y directora del Centro de la Mujer Dominicana, que ayuda a mujeres víctimas de violencia machista.
Grullón explicó que muchas migrantes no están saliendo de sus casas ni acudiendo a sus puestos de trabajo, ya que hay «una gran población que está indocumentada y que corre mucho riesgo de que la arresten y la deporten».
«Muchas de esas mujeres tienen niños y niñas que han nacido aquí y hay un miedo, un temor, una desorientación muy grande», lamentó la activista, quien calificó la situación de «muy dolorosa».
La Coalición 8 de Marzo, organizadora del evento, está ayudando a muchas de estas mujeres y, gracias a ello, según Grullón, «Puerto Rico se ha convertido en una forma indirecta en santuario para la mujer migrante».
En la concentración, también se denunciaron las condiciones laborales injustas que exponen a la comunidad migrante a explotación y marginación, exigiéndose derechos laborales básicos como salarios justos, condiciones seguras y acceso a servicios esenciales.
Otro de los reclamos es, según indicó Liza Gallardo, portavoz de la Coalición 8M y directora ejecutiva de Amnistía Internacional Puerto Rico, «una reforma migratoria justa que garantice derechos fundamentales como la salud, la educación y el trabajo digno, y que ponga fin a la criminalización de las personas migrantes».
La jornada incluyó la música autóctona puertorriqueña de la bomba, de la mano de las Barrileras del 8M, una comparsa de la Colectiva Feminista en Construcción, música en vivo de ‘Nómadas’ y lectura de poesía.
También hubo una cadena humana de bordados, en la que destacaba uno con la frase ‘Vivas y libres nos queremos’, en alusión a los feminicidios, una lacra en la isla, donde ha habido cuatro desde comienzos del año.
Además, se enarbolaron lemas como ‘Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas’, en defensa de los derechos sexuales y reproductivos y en rechazo a los intentos de restringir el aborto.
En el lado asiático de la ciudad más poblada de Turquía, Estambul, una manifestación en Kadikoy reunió a miembros de decenas de grupos de mujeres que escucharon discursos, bailaron y cantaron bajo el sol. La colorida protesta estuvo supervisada por una gran presencia policial, incluidos agentes con equipo antidisturbios y un camión de cañón de agua.
El gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan declaró 2025 como el Año de la Familia. Los manifestantes se opusieron a la idea de que el papel de la mujer se limite al matrimonio y la maternidad, llevando pancartas que decían “La familia no nos atará a la vida” y “No seremos sacrificadas a la familia”.
Los críticos han acusado al gobierno de supervisar restricciones a los derechos de las mujeres y de no hacer lo suficiente para abordar la violencia contra ellas.
En 2021, Erdogan retiró a Turquía de un tratado europeo, conocido como la Convención de Estambul, que protege a las mujeres de la violencia doméstica. La Plataforma “Detendremos los Femicidios” de Turquía afirma que 394 mujeres fueron asesinadas por hombres en 2024.
“Hay acoso en el trabajo, presión de maridos y padres en casa y presión de la sociedad patriarcal. Exigimos que esta presión se reduzca aún más”, dijo Yaz Gulgun, de 52 años de edad.

Mujeres de toda Europa y África marchan contra la discriminación
En muchos otros países europeos, las mujeres también protestaron contra la violencia, exigieron un mejor acceso a la atención médica específica de género, igualdad salarial y otros temas en los que no reciben el mismo trato que los hombres.
En Polonia, activistas abrieron un centro frente al Parlamento de Varsovia donde las mujeres pueden ir a hacerse abortos con pastillas, ya sea solas o acompañadas por otras mujeres.
La apertura del centro en el Día Internacional de la Mujer frente al Parlamento fue un desafío simbólico a las autoridades en la nación tradicionalmente católica romana, que tiene una de las leyes de aborto más restrictivas de Europa.
Desde Atenas hasta Madrid, París, Múnich, Zúrich y Belgrado, y en muchas más ciudades del continente, las mujeres marcharon para exigir el fin del trato como ciudadanas de segunda clase en la sociedad, la política, la familia y en el trabajo.

En Madrid, los manifestantes sostuvieron grandes dibujos hechos a mano que representaban a Gisele Pélicot, la mujer que fue drogada por su ahora exesposo en Francia durante una década para que pudiera ser violada por docenas de hombres mientras estaba inconsciente. Pélicot se ha convertido en un símbolo para las mujeres de toda Europa en la lucha contra la violencia sexual.
En la capital nigeriana, Lagos, miles de mujeres se reunieron en el Estadio Mobolaji Johnson, bailando, cantando y celebrando su feminidad. Muchas estaban vestidas de púrpura, el color tradicional del movimiento de liberación de las mujeres.
En Rusia, las celebraciones del Día de la Mujer tuvieron un tono más oficial, y los soldados de la guardia de honor presentando tulipanes amarillos a niñas y mujeres durante una celebración en San Petersburgo.
El presidente de Alemania advierte sobre retroceso frente a avances ya logrados
En Berlín, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier pidió esfuerzos más fuertes para lograr la igualdad y advirtió sobre las tendencias a retroceder en el progreso ya alcanzado.
“A nivel global, estamos viendo a partidos populistas tratando de crear la impresión de que la igualdad es algo así como una idea fija de las fuerzas progresistas”, señaló. Dio un ejemplo de “grandes empresas tecnológicas que durante mucho tiempo se han enorgullecido de su modernidad y que ahora, a instancias de un nuevo gobierno estadounidense, están estableciendo programas de diversidad y hablando de una nueva ‘energía masculina’ en las empresas y la sociedad”.