climático
Antonieta Cádiz es actualmente la directora general de asuntos latinos para Climate Power. (Foto: Archivo)

El pasado 4 de julio fue diferente a otros años. Mientras muchos estadounidenses se preparaban para ver los fuegos artificiales o los espectáculos de drones luminosos que muchas ciudades adoptaron por preocupación a la calidad del aire y los incendios forestales, la temperatura promedio mundial alcanzó los 62,9 grados Fahrenheit convirtiendo el día de la independencia en el día más caluroso en la Tierra desde que se empezaron a llevar registros hace más de 40 años. Lo que solía ser un momento de celebración en familia es ahora más un recordatorio del terrible impacto que el cambio climático está teniendo en nuestro día a día.

En Texas, la ansiedad climática no se queda atrás, después de más de 3 semanas sufriendo las consecuencias de una ola de temperaturas que han llegado hasta los 3-dígitos. Las visitas a las salas de urgencias a finales de junio se dispararon en comparación al año pasado debido a enfermedades relacionadas con el calor. Mientras seguimos enfrentándonos a estas temperaturas extremas, el calor abrasador ya ha causado la muerte de 13 personas en lo que va del verano. Las olas de calor están empezando cada vez más temprano y se intensifican año tras año.

Es realmente preocupante pensar que este verano tan caluroso puede ser el más fresco que veremos en mucho tiempo, si consideramos que el cambio climático seguirá calentando el planeta, haciendo de las olas de calor extremo nuestra nueva norma. Para quienes tenemos hijos pequeños, que están viendo limitado su tiempo en exteriores debido a las altas temperaturas, esta proyección es particularmente inaceptable.

Hoy más que nunca, nuestras comunidades están muy conscientes del peligro. Mientras los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático siguen intensificándose, una abrumadora mayoría de latinos está preocupada por el aumento del clima extremo y relaciona impactos económicos y de salud con ellos.

Según una nueva encuesta de BSP Research y Climate Power, en lo que respecta a las preocupaciones específicas sobre el clima, el 90% de los latinos en estados clave tienen preocupaciones económicas y médicas, especialmente sobre el impacto de la contaminación en su salud.

Una abrumadora mayoría de latinos apoya un proyecto de ley que establezca impuestos a las grandes petroleras para ayudar a pagar las inversiones en energías más limpias (76%) y apoyaría igualmente el aumento de las inversiones en fuentes de energía limpia como la eólica y la solar.

El apoyo a legislación climática aprobada por el Congreso el año pasado como la Ley para Reducir la Inflación se ha mantenido estable. Según la encuesta, el 76% de los latinos tienen una opinión general favorable de los componentes climáticos clave de la histórica ley, ya que el 61% cree que estas disposiciones beneficiarán positivamente a sus comunidades.

Nuestra gente quiere hacer frente a la crisis climática y está dispuesta a elegir a campeones del clima que también se preocupen por combatir el cambio climático que está alterando nuestro día a día. En estados como Arizona, California y Nuevo México, el 60% de los encuestados declararon sentirse en desacuerdo con los congresistas que apoyan la HR1, un proyecto de ley que hubiera frenado el crecimiento de la producción de energía limpia en Estados Unidos, y desmantelado leyes medioambientales fundamentales y en favor de las empresas de gas y petróleo.

Si algo está muy claro ahora, validado por encuesta tras encuesta, es que cuando los latinos hablan de la crisis climática es un asunto personal. Sabemos lo que está pasando, vemos su impacto y queremos hacer algo al respecto. Nos frustra que otros intereses se antepongan a esta realidad que nos toca a diario en diferentes aspectos. El siguiente paso es decidir qué vamos a hacer al respecto.

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