(Foto: Cortesía/Pan American Association)

El pasado 30 de noviembre la Asociación Panamericana de Filadelfia se reunió en The Union League of Philadelphia para celebrar su octogésimo primer aniversario. En el evento se otorgó a ACLAMO y a Esperanza.Inc el galardón The William J. Clothier II Memorial Award por su labor durante la pandemia.

El orador principal del evento fue Eric Farnsworth quien agradeció el liderazgo de Romey Díaz, Abelardo Lechter, y de todos los miembros de la organización, por estar haciendo un impacto significativo en la resolución de los problemas, y reconoció el trabajo que hacen para unir a los pueblos de las Américas, que considera es más importante que nunca.

LA HISTORIA

Recordó que la conexión de Filadelfia con América Latina y el Caribe es histórica y sólida con personajes como Simón Bolívar y Francisco de Miranda que lucharon por la independencia de América Latina, y que se inspiraron en los ideales expresados en la Convención Constitucional. Además, destacó que el puerto de Filadelfia maneja una gran cantidad de carga agrícola que se origina en Chile, Perú y otros lugares.

Advirtió que estos días, parece que los extremos políticos dominan el espacio, y las redes sociales enrarecen el ambiente. “Ben Franklin bromeó aquí que nuestro país sería una república solo si podíamos mantenerla. Y yo le diría a cada uno de los presentes que es hora de volver a practicar la democracia intensamente en las Américas, donde se enfrenta a desafíos y está a la defensiva, porque otras no democracias realmente están mejorando en la promoción y consolidación de una visión distinta de gobernanza”.

Farnsworth considera que la democracia ha perdido terreno de manera demostrable en las Américas. Pero que se puede y debe trabajar juntos para restaurar el impulso democrático.

El especialista recordó que, en la primera Cumbre de las Américas celebrada en Miami en 1994, solo el dictador cubano Fidel Castro, no fue invitado, y que la próxima vez que Estados Unidos sea la sede de la Cumbre, en 2022, al menos tres naciones —Cuba, Nicaragua y Venezuela— no cumplirán con las condiciones básicas de elegibilidad democrática. En los 27 años transcurridos entre las Cumbres auspiciadas por Estados Unidos, el mapa de las democracias regionales ha cambiado, incluidas algunas naciones que siguen siendo democráticas en la actualidad, pero que evitan activamente las normas democráticas. Agregó que, un total de ocho países del hemisferio no fueron invitados a la cumbre democrática del presidente Biden a principios de diciembre.

LA PANDEMIA

El COVID ha turbado los problemas aún más. América Latina ha visto casi un tercio de las muertes causadas por el COVID en el mundo, teniendo solo el 8 por ciento de la población mundial. Como el virus continúa arrasando por todo el hemisferio, incluido el Caribe dependiente del turismo, ha aplastado las economías y exacerbado las desigualdades sociales que ya eran las más altas del mundo. Y esto es incluso antes de que llegara la variante Ómicron.

Farnsworth lamentó que económicamente, el COVID dio lugar a la recesión más profunda de América Latina desde que se empezaron a llevar registros a principios de la década de 1900. El crecimiento regional colapsó en más del seis por ciento en 2020 y las estimaciones sugieren que los niveles de 2019 –que no fue un año ejemplar– no regresarán hasta 2023.

Señaló que se han perdido millones de puestos de trabajo en la economía formal, quizás para no volver nunca más. Ahora, un tercio de la población total de 650 millones vive en la pobreza extrema, donde no llegan a ganar ni dos dólares por día, según el Banco Mundial. “Cuando termine la pandemia, si es que termina, incluso las economías desarrolladas sufrirán”, consideró.

También cree que, a largo plazo, la región se verá afectada por la interrupción de la escolarización causada por el COVID, y esto afectará más fuertemente a las clases bajas, y las pérdidas podrían durar años.

“Como era de esperarse, la política está turbulenta. Nadie parece tener muchas respuestas. Antes de la pandemia, la región ya había visto olas de protesta y descontento, algunas de ellas amplificadas por Cuba, Venezuela y Rusia, hay que decirlo. La pandemia obligó a los manifestantes a permanecer en casa, pero no se resolvieron los problemas”.

Para el analista geopolítico, la región carece de dirección, liderazgo y, en algunos casos, confianza en sí misma. Incluso la izquierda dictatorial enfrenta disturbios. “Cuando se les da una oportunidad, las personas están dispuestas a cuestionar casi todo y asumir mayores riesgos, basándose en la teoría de que lo que ya se ha intentado no ha funcionado, así que ¿por qué no intentar algo totalmente diferente? Basta con dar una mirada a los resultados electorales recientes en Honduras, Chile, Perú, Nicaragua, Venezuela, o hace un poco más en Argentina y México, y faltan Colombia y Brasil en 2022”.

EL ADVERSARIO EN CASA

Farnsworth cree que este es un escenario hecho a la medida para China, que ya está bien establecida económicamente en toda la región y ahora busca solidificar su influencia política y estratégica, para brindar lo que América Latina necesita en el momento actual, incluidas vacunas, más promesas de inversión en infraestructura y apoyo financiero. “China está en plena conquista regional, con mucho dinero para distribuir, pocas críticas sobre cómo conducen sus propios asuntos y una narrativa aparentemente convincente de una China en ascenso y un Occidente en caída”.

Y aunque la mayoría de los latinoamericanos no tienen una atracción orgánica particular por la antidemocrática China, estarán cada vez más tentados a inclinarse hacia la cosmovisión de Beijing en la medida en que Estados Unidos ofrezca pocas alternativas competitivas. Por el contrario, los mensajes de EE. UU. durante la pandemia han sido limitados, descoordinados y en general ineficaces, motivo por el que la Cumbre de 2022 es tan importante.

Para recuperar terreno, los responsables de la formulación de políticas deben aprovechar el momento para diseñar una visión ambiciosa pero realista para las Américas. En primera instancia, necesitan ver la Cumbre como una oportunidad para establecer una nueva agenda para una nueva América. Pero también pueden verla como un riesgo significativo; sin una agenda ambiciosa, viable y atractiva, la región continuará a la deriva, viendo a Estados Unidos y China como naciones que se enfrentan entre sí sin importarle sistemas ni valores políticos.

Como primera prioridad, es esencial que Estados Unidos lance un programa para vacunar a todo el continente, priorizando la adquisición, entrega y aplicación de vacunas anti-COVID lo más rápidamente posible en la región. Hacerlo mejoraría la salud pública, ayudaría con la reapertura económica regional, restablecería los viajes y los lazos familiares, y demostraría que las democracias que trabajan juntas son capaces de abordar mejor los problemas más urgentes. La entrega de vacunas para detener una pandemia global galopante es un gran punto de comienzo.

Según el experto, esto solo sería el primer paso, pero es necesario dar conferencias a los líderes regionales, una vez más, sobre la corrupción, el cambio climático o cualquier otra cosa que los ponga a la defensiva, las cuales deban ir acompañadas de una propuesta seria de apoyo financiero y mayores vínculos económicos. “Debemos tener algo significativo que ofrecer. Se requerirá liquidez para la región que saldrá del COVID, con tolerancia de deuda y nuevos préstamos, particularmente a medida que las tasas de interés empiecen a subir; sin esto, la región se verá tentada a buscar el apoyo financiero y la mayor confianza que le ofrece Beijing”.

LAS OPORTUNIDADES

La región también requerirá del crecimiento impulsado por las exportaciones a través de mayores oportunidades comerciales. Las naciones de América Latina y el Caribe están desesperadas por tener la oportunidad de impulsar el crecimiento a través de relaciones comerciales sostenibles y cadenas de suministro resistentes. Solo Estados Unidos tiene la capacidad de convocar tal agenda.

Para terminar, con la gobernabilidad democrática en sí misma bajo asedio, Estados Unidos debe estar dispuesto a participar en un diálogo franco y continuo en apoyo de las instituciones democráticas, encontrando nuevas formas de trabajar con aliados para celebrar la democracia donde es saludable, apoyarla donde es desafiada, y restaurarla donde ha sido estrangulada.

América Latina necesita ayuda. La democracia está cada vez más amenazada, a menos que pueda ofrecer mejores resultados para satisfacer las necesidades de sus ciudadanos, que lo cuestionan todo, incluidos los sistemas políticos, los valores y las alianzas. Para abordar estos problemas, primero debemos diagnosticarlos con precisión y luego actuar con prontitud. Si no lo hacemos, otros, como China y otros autoritarios, realmente estarán mejorando en la promoción de sus propios valores en todo el mundo. Y reconocer la importancia estratégica del hemisferio para los Estados Unidos es urgente.

Eric Farnsworth

Eric Farnsworth dirigió la oficina en Washington del Consejo de las Américas y la Sociedad de las Américas desde 2003. Ha desempeñado un importante papel de activismo y liderazgo intelectual en defensa de una amplia gama de temas que afectan las relaciones de los Estados Unidos con el hemisferio occidental, incluido el desarrollo económico, el comercio y la energía, las relaciones Asia-América Latina. Es un requerido presentador de conferencias y comentarista de medios, y ha publicado artículos de opinión en numerosos periódicos y revistas de política y actualidad.

Fue por tres años y medio, el asesor principal del enviado especial de la Casa Blanca para las Américas. En ese cargo jugó un papel importante en el desarrollo y la implementación de las políticas de la administración Clinton hacia el hemisferio occidental.

Entre sus experiencias gubernamentales y sin fines de lucro, el Sr. Farnsworth fue director gerente de ManattJones Global Strategies, un grupo de asesoría y consultoría estratégica con sedes en Washington y Los Ángeles. También trabajó brevemente en el Consulado de Estados Unidos en Johannesburgo, Sudáfrica.

En 2016 fue condecorado por el rey y embajador de España por su incansable trabajo para promover las relaciones bilaterales y regionales.

(Foto: Cortesía/Pan American Association)

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