Jorge Glem. (Foto: Cortesía/Redes Sociales)

¡Cuando escuché que Jorge Glem vendría a Filadelfia apenas podía creerlo! No alcanzan las palabras en este espacio para describir su increíble trayectoria artística y la magia de su talento, les puedo resumir que es ganador de dos Grammy Latino, y que es el embajador mundial del cuatro venezolano (instrumento musical que consta, como lo indica su nombre, de cuatro cuerdas; se denominan de izquierda a derecha: cuarta, segunda, primera y tercera, pero que, musicalmente, le corresponden los nombres de: LA, RE, FA y SI).

La organización Gente de Venezuela (GDV) hizo posible que una hermosa tarde dominguera de diciembre fuera inolvidable para los venezolanos de la ciudad. “Los cuentos del compaito” se llamó el espectáculo con el que Jorge deleitó a todos los presentes. Una estupenda colección de relatos, dulces memorias y afectos acompañados con la majestuosa interpretación musical de su cuatro. La recopilación de estas pequeñas historias llenas de sentimiento nos paseó por sus primeros años de vida, su niñez, su adolescencia, y de sus experiencias actuales. Vivió en Nueva York por cinco años, y recientemente se mudó a Miami, donde nos confiesa que se siente como en casa. El éxodo venezolano ha sido enorme y en Florida, específicamente en Miami, donde se albergan la mayoría de los venezolanos que emigraron a Estados Unidos. Así que Jorge vive rodeado de su comunidad que continúa inspirando su música.

Nuestra conversación se tornó amena y me atrevería a decir que, hasta melodiosa; nos habló de sus sentimientos más profundos por sus familiares en Venezuela, su arraigo por su natal Cumana, ciudad a la que visitó recientemente después de seis largos años de ausencia. El reencuentro con el sitio donde todo comenzó lo llenó de indescriptibles emociones, que seguramente se convertirán en piezas musicales que pronto escucharemos. También hablamos de su futuro, y nos adelantó que tendrá una tienda que venderá cuatros venezolanos, y donde ofrecerá clases de cuatro para así continuar con su sueño: “que todo el mundo conozca el cuatro venezolano”.

Uno de los momentos más emotivos del concierto fue cuando Jorge interpretó la pieza llamada “Lesbia” que compuso recordando momentos de su infancia junto a su madre. Me bastó observar los rostros de su público visiblemente cautivado por la belleza de esta sublime canción. Minutos más tarde los presentes bailaban al ritmo de samba, merengue, conga, bolero y muchos otros ritmos, todos interpretados magistralmente con un solo instrumento: el cuatro venezolano, que mágicamente sonó como maracas, platillos, y tambores. ¡Que privilegio haber sido testigo de tan fascinante espectáculo!

Sobran razones para admirar a este gran artista “Nadie se hace grande haciendo pequeños a los demás”, fue su respuesta cuando le pregunté si tenía alguna cita que definiera su filosofía de vida. ¡Sí que eres grande Jorge Glem! Hablaremos de ti y de tu talento siempre. Jorge se despidió de Filadelfia en el escenario con “Alex Moreno and Los Panas Band”, amigos que conocía desde sus inicios en Venezuela, porque “La música vive en el aire y no tiene fronteras”.

Síguelo es sus redes sociales @jorgeglem

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