
El proyecto de reconciliación presupuestaria “THE ONE, BIG, BEAUTIFUL BILL” avanza en el Congreso
A DHS analysis estimates that more than 300,000 Pennsylvanians would lose health coverage if these federal funding cuts, as currently proposed, are enacted. Medicaid is a vital safety net for individuals and families with low incomes. The program offers comprehensive benefits and helps individuals stay healthy, work, and care for their families. Potential cuts to Medicaid at the federal level would also put dozens of rural hospitals in further financial turmoil, as rates of uncompensated care would increase dramatically.
El Proyecto de Ley Única, Grande y Bella, aprobado el 18 de mayo por la Cámara de Representantes –y que ahora deberá ser aprobado en el Senado–, podría afectar al presupuesto estatal de Pensilvania.
La Administración Trump señala que este proyecto de ley es una oportunidad única para que los trabajadores estadounidenses alcancen una nueva era dorada, algo que contradicen sus detractores.
Su opinión se sustenta en un reporte del Republican Study Committee (RSC), y sus 50 razones para acometer la “mayor reducción del déficit en 30 años”, mediante el ahorro obligatorio de 1,6 trillones de dólares.
La reducción del gasto se haría mediante recortes en Medicaid, asistencia social más selectiva, priorización de los ciudadanos estadounidenses que se beneficien de SNAP, impuestos para residentes y corporaciones, y fin de las actuales políticas verdes. Se continuaría con el trabajo iniciado por Elon Musk en DOGE, cuyos recortes se mantendrán mediante un paquete de rescisiones o un proyecto de ley de asignaciones.
Parece que el proyecto de ley no va a ser alterado en gran medida en el Senado –pese a que Trump autorizó a los republicanos del Senado a realizar cambios–. Lo cierto es que se pretende sea aprobado por el Senado antes del 4 de julio. Para conseguirlo el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha animado a los senadores “a que modifiquen lo menos posible el paquete que estamos enviando, porque tenemos que mantener ese equilibrio, y es algo muy delicado”.
Mientras, el senador Schumer (D-NY), ha enviado una carta a los demócratas del Senado, describiendo “la batalla que se les avecina para defender a las familias estadounidenses de esta ley”, para él “una de las más destructivas y egoístas en la historia moderna de Estados Unidos”.
La mayoría de las familias con hijos deberían recibir algún beneficio del nuevo crédito tributario por hijos, aunque algunas más que otras, según expertos.
El monto total del crédito aumentaría a $2,500 por hijo hasta 2028. A partir de 2029, bajaría a $2,000, pero se ajustaría conforme a la inflación.
Para calificar, los solicitantes deben tener un número de Seguro Social válido. La porción reembolsable del crédito no excedería los $1,400 por hijo elegible. Actualmente, hasta $1,700 son reembolsables.

El plan “beneficiaría principalmente a familias de ingresos medios y altos que, incluso después de recibir un crédito de $2,000, aún adeudan impuestos federales”, explicó el Centro de Políticas Tributarias. Las familias de bajos ingresos, cuyos créditos ya están limitados por reglas de gradualidad, no verían mayores beneficios con este cambio.
En promedio, las familias beneficiadas verían un aumento de entre $700 y $800 en su crédito. Para los hogares con menores ingresos, el incremento promedio sería de poco más de $350, según el análisis.
Además, debido a un nuevo requisito que exige que ambos padres tengan un número de Seguro Social válido si presentan impuestos conjuntamente y solicitan el beneficio, millones de familias quedarían excluidas, advierten expertos.
Se estima que 4.5 millones de niños ciudadanos o residentes legales permanentes perderían la elegibilidad debido a esta exigencia, incluso si ellos tienen número de Seguro Social, según el Centro de Estudios de Migración.
Pero hay otras disposiciones incluidas en el proyecto revelado el 12 de mayo que podrían ayudar a ahorrar dinero, como otorgar $1,000 por hijo a padres que abran nuevas “cuentas de ahorro MAGA” (por sus siglas en inglés), destinadas al crecimiento e inversión.
¿Cómo podría impactar esta ley de ser aprobada, en el presupuesto en tramitación de Pensilvania y en sus residentes?
Con carácter previo, en el caso particular de Pensilvania, habría que añadir a los recortes de la Ley Única, Grande y Bella, los que podrían producirse como consecuencia de la inclusión de diferentes jurisdicciones del estado en una lista del Departamento de Interior (DHS) que contiene las consideradas jurisdicciones santuarios –y que incluiría en Pensilvania, los condados de Adams, Allegheny, Centre, Chester, Clarion, Dauphin, Delaware, Lehigh, Montgomery, Montour, Northampton y las ciudades de Gettysburg, Filadelfia, Pittsburgh, State College y York. (Debido a las críticas generadas, dicha lista ha sido retirada de la web del DHS).
Por tanto, la amenaza del Gobierno Trump de penalizar a los santuarios, a los que recortaría fondos federales también afectaría –afecta ya de hecho– a Pensilvania.
Pasando al presupuesto 2025-2026 propuesto por Shapiro para Pensilvania –y que se encuentra en proceso para su aprobación antes del 30 de junio– incluye: inversiones en educación pública, fuerza laboral, desarrollo económico, eficiencia gubernamental, atención médica y Medicaid, reducción de costos para los residentes de Pensilvania, seguridad pública, enfoque renovado de la política energética y la financiación de una serie de eventos especiales que se celebrarán en Pensilvania en 2026. Para incrementar los ingresos se planea legalizar la marihuana y crear un impuesto a las máquinas de videojuegos,

Traducido a cifras, las anteriores políticas significarían un presupuesto total de $51.4 miles de millones. Este presupuesto es deficitario (el presupuesto de Pensilvania 2024-2025 ya afrontaba un déficit de $3.6 miles de millones), y se proyecta que el déficit se incremente en el presupuesto (2025-2026) a $6 mil millones, según la Oficina Fiscal Independiente (IFO), por lo que hay que priorizar.
Con la actual línea política federal ese déficit podría agravarse en Pensilvania (el último informe de IFO publicado es de abril de 2025) y se está a la espera del de mayo.
Los factores que han venido contribuyendo al déficit estructural han sido el gasto creciente, el recorte de los ingresos (respecto a lo que se estimaba) y estimaciones de ingresos demasiado optimistas.
Si bien el líder de la minoría del Senado de Pensilvania, Jay Costa y la presidenta de la Cámara de Representantes, Joanna McClinton se mostraron a favor del presupuesto, líderes republicanos expresaron su preocupación por el nivel de gasto cuando fue presentado. La presidenta pro tempore del Senado de Pensilvania, Kim Ward, expresó su preocupación –al igual que una parte de los republicanos que controlan el Senado estatal– de que Shapiro base demasiado su presupuesto y perspectivas financieras en propuestas políticas que aún no son ley (legalización del cannabis e impuesto a las máquinas de videojuegos no reguladas).

«Estamos basando las cifras de un presupuesto en algo que no existe», dijo. Y es que el presupuesto de Shapiro exige que los legisladores estatales legalicen el cannabis recreativo para adultos, para a través de los impuestos a su venta recaudar unos $536.5 millones en el año fiscal 2025-2026 con destino al Fondo General del Estado. Otro de los ingresos proyectados se refiere a la regulación e imposición de impuestos a los juegos de habilidad (máquinas de videojuegos no reguladas comunes en bares, tiendas de conveniencia y clubes fraternales, entre otros), un impuesto en el que una parte de los republicanos está de acuerdo.
Con los recortes del proyecto de ley, la parte federal que recibe Pensilvania para esos programas se verá recortada y surge la duda de si el estado pueda suplir los fondos dejados de recibir del Gobierno federal. Según reporte del Centro de Políticas de Pensilvania (ideología progresista) antes de que los republicanos federales aprobasen su plan fiscal, el estado tendría que asumir al menos $133 millones adicionales en costos en 2026 si se implementaran los recortes federales. Esa cifra, señaló el centro, solo aumentaría en los próximos años.
En principio, para cubrir los ingresos no recibidos, podría optar por una subida de impuestos, por disponer fondos con cargo al Fondo de Emergencia para Diferir el Presupuesto (Rainy Day Fund) o por ambos a la vez para equilibrar el presupuesto. En caso de no poder hacerlo, muchos programas sociales, médicos, educativos, transporte, etc, entre otros, se verían afectados desapareciendo o siendo restringidos y como siempre, los más vulnerables serían los más directa y fuertemente impactados, y entre ellos, buena parte de los latinos.





