2.2 C
Philadelphia
spot_img
Inicio Blog Página 1902

El rapero Residente llama a rechazar la anexión de Puerto Rico a EE.UU.

Fotografía cedida por Alejandro Pedrosa donde aparece el rapero puertorriqueño Residente, quien tuvo hoy jueves la oportunidad de ejercer su derecho al voto por adelantado, al igual que otros 221.207 electores tanto al recibir las papeletas por correo o por la visita de un funcionario a su residencia. EFE/Alejandro Pedrosa /SOLO USO EDITORIAL /NO VENTAS

San Juan. – El rapero puertorriqueño Residente colgó este jueves un vídeo votando por el «No» en la consulta sobre el estatus de Puerto Rico a celebrarse el 3 de noviembre, rechazando así la «estadidad» o anexión de la isla a Estados Unidos y exhortando a los electores a que hagan lo mismo.

«NO a la colonia, No ‘estadidad'», tuiteó el artista adjunto con un vídeo marcando con una «X» la opción de «No» en la consulta de estatus, que coincidirá el martes próximo con las elecciones generales de la isla caribeña.

«Bueno, voy a hacer uno de los votos más fácil a la hora de votar en estas elecciones», agregó en el vídeo.

Residente tuvo la oportunidad de ejercer su derecho al voto por adelantado, al igual que otros 221.207 electores tanto al recibir las papeletas por correo o por la visita de un funcionario a su residencia.

La oficialidad para celebrar esta consulta, no vinculante, la firmó la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, el 16 de mayo pasado.

Se trata de la sexta consulta del estatus de la isla, desde 1952 un estado libre asociado de Estados Unidos, al unirse a otras cinco celebradas entre 1967 y 2017.

Al igual que los 50 otros estados de EE.UU., Puerto Rico tiene su Constitución local, vigente desde 1952, y los puertorriqueños tienen la misma moneda que los estadounidenses, así como de la ciudadanía, que se les confiere desde el 2 de marzo de 1917.

No obstante, los puertorriqueños que viven en la isla no pueden votar en las elecciones presidenciales estadounidenses.

El vídeo de este jueves es el más reciente que Residente cuelga en las redes sociales expresando su postura sobre las elecciones generales de la isla.

Tarde en la noche del miércoles, el artista colgó un vídeo pidiendo a los candidatos a la gobernación de Puerto Rico por el Partido Independentista Puertorriqueño y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Juan Dalmau y Alexandra Lúgaro, «que se unan» por el bien de la isla.

«Creo que el bienestar de Puerto Rico va por encima de cualquier partido político. AlexandraLugaro juandalmauPR ustedes dos juntos serían lo mejor que le puede pasar a Puerto Rico pero para eso uno de los dos se tiene que sacrificar por el país», indicó Residente en un tuit, en el que incluyó el vídeo.

«Aquí no vengo a pedirles que no voten por los dos mismos partidos políticos que han dañado la historia de Puerto Rico año tras año porque eso ya lo sabemos», arrancó diciendo René Pérez, nombre real del cantante, en referencia al Partido Nuevo Progresista y Partido Popular Democrático, los únicos dos colectivos que han gobernado la isla.

«Tampoco vengo a respaldar a ningún candidato. Vengo a pedirle a Juan Dalmau y Alexandra Lúgaro que, así como los héroes de Puerto Rico dieron su vida por el país, se sacrificaron por Puerto Rico, dieron su vida completa por Puerto Rico, con ese mismo nivel de sacrificio ustedes sacrifiquen sus ideales y sus diferencias y se unan», prosiguió el artista.

«Hoy más que nunca Puerto Rico necesita que ustedes se unan. Así como cuando nos unimos para manifestarnos todos sin banderas políticas para empezar a sacar la corrupción del país, de esa misma forma tenemos que unirnos para tumbar el bipartidismo que tanto daño le ha hecho a Puerto Rico», enfatizó.

El artista acentuó que «la isla, el amor de Puerto Rico, vale más que cualquier partido político, así que no sé cómo lo van a hacer, pero sé que lo pueden hacer».

La «doctrina Biden»: reconstruir los pilares del viejo liderazgo de EE.UU.

En la imagen, el candidato presidencial demócrata, Joe Biden. EFE/Jim Lo Scalzo/Archivo

El candidato demócrata a la Presidencia, Joe Biden, quiere reconstruir los pilares de la arquitectura mundial que durante más de siete décadas garantizó la primacía mundial de Washington y que Donald Trump ha intentado desbaratar.

Las palabras que Biden más repite en sus discursos sobre política exterior son «democracia», «liderazgo», «un mundo libre» y «Europa».

Su visión está influenciada por quién es: nació en 1942 como el hijo de una época en la que EE.UU. era el héroe de la Segunda Guerra Mundial y creció en la década de los 50, cuando Washington se adjudicó el papel de benevolente guía de Occidente ante la Unión Soviética.

Por ser quién es, cree firmemente en la idea del «excepcionalismo estadounidense», es decir, que EE.UU. es una nación única cuyo liderazgo resulta indispensable para que el mundo sea libre, explicó a Efe el analista James Traub, periodista desde hace tres décadas y que ha conversado en numerosas ocasiones con Biden.

UN LÍDER PRAGMÁTICO Y ESCÉPTICO

A pesar de ese idealismo, el líder demócrata no es alguien que se deje cegar por los ideales, y de hecho, su enfoque es «secular» y «pragmático», avisó Traub.

«Biden al final es un político -apuntó Traub.- Biden hace lo que hacen los políticos. Y eso significa que le gusta conocer a los líderes de otros países, sentarse con ellos, tener largas conversaciones para entender cuáles son sus ideas. Su naturaleza, como político, es asumir que todo el mundo tiene intereses».

Aun así, Biden no asume que sus intereses sean los únicos que son legítimos por ser estadounidense, algo que Trump sí da por hecho, indicó Traub.

Biden también está influenciado por su extensa experiencia en política exterior: durante tres décadas se sentó en el comité de Exteriores del Senado y lo presidió en dos ocasiones, además de que como vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) jugó un papel crucial en la relación con Afganistán, Irak y Ucrania, entre otros países.

Esa experiencia crea cierta «tensión» interna dentro de Biden, que se divide ente el idealismo del «excepcionsalismo americano» y lo que ha aprendido durante su carrera, resaltó Traub.

Como resultado, Biden se ha mostrado mucho más escéptico que otros demócratas en temas como intervenciones humanitarias y promoción de la democracia mediante el uso de la fuerza, una idea que sí abrazaron los neoconservadores de George W. Bush (2001-2009) con las intervenciones en Irak y Afganistán.

LA «DOCTRINA» BIDEN: ESCUCHAR

En opinión de Traub, si existe una «doctrina Biden», es decir, una serie de ideas que unifican su visión del mundo, esas serían «hablar» y «escuchar».

Daniel W. Drezner, profesor de Política Internacional en la Universidad de Tufts de Massachusetts, está de acuerdo; aunque él define la «doctrina Biden» como «restauracionismo».

Su objetivo es que Washington vuelva a ser el líder del orden internacional mundial que nació después de la Segunda Guerra Mundial y cuya espina dorsal son las democracias occidentales y la cooperación a través de organismos internacionales como Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Con su inflamado nacionalismo, Trump ha cuestionado la vigencia de las alianzas que han sustentado durante décadas el poder geopolítico estadounidense, como la OTAN; y, a golpe de aranceles, ha fracturado el sistema de comercio internacional que contribuyó al dominio económico de Washington.

Por eso, después de cuatro años, la pregunta es: ¿Es posible reconstruir ese orden internacional? ¿Volverán los aliados a confiar en Washington?

«Se puede argumentar que el problema para los aliados de EE.UU. es que, incluso si Trump pierde, incluso si Trump sale de la esfera internacional, ya ganó una vez. El mensaje, lo que le queda a los aliados estadounidenses, es que esto podría ocurrir de nuevo», argumentó Drezner.

A su juicio, todo depende de si los republicanos se reconcilian con el orden liberal internacional, lo que permitiría a Washington mostrar al mundo una posición unificada.

EUROPA Y LA INEVITABLE ASIA

Con la idea de restaurar el liderazgo estadounidense, Biden ha prometido que una de sus primeras medidas será convocar una «Cumbre de las Democracias», esto es una reunión de las democracias del mundo para reafirmar la importancia de ese sistema de Gobierno en sí mismo, con el objetivo de contrarrestar la renovada fuerza de los líderes autoritarios.

Los ejes de esa iniciativa serían los aliados tradicionales de Washington: Corea del Sur, Japón, Australia, Nueva Zelanda y, por supuesto, Europa.

Expertos como Traub consideran que la alianza con la Unión Europea (UE) es algo «más natural» para Biden; pero el profesor de la Universidad George Mason, Michael Hunzeker, opina que un futuro Gobierno demócrata «no tendrá otra opción» que priorizar la relación con el Indo-Pacífico.

«Independientemente de lo que el propio Biden prefiera, simplemente hay demasiados desafíos y puntos críticos en esa parte del mundo como para enfocarse en otra parte, en este momento. Desde la guerra comercial con China hasta Taiwán», que el gigante asiático considera parte de su territorio, explicó a Efe Hunzeker.

EE.UU. ve en China a un gran competidor por la supremacía mundial y, más importante, lo percibe como un factor de riesgo, pues no sabe si Pekín quiere integrarse en el orden mundial de organizaciones internacionales y libre comercio o dinamitarlo para crear otro sistema a su medida.

Frente a ese debate, Obama ideó una política para integrar a China que bautizó «Giro a Asia» (Pivot to Asia, en inglés) y, por su parte, Trump ha dado una mayor importancia estratégica a la India, que tiene sus propios conflictos con China, en lo que llamó su «estrategia para el Indo-Pacífico».

A pesar de que la figura de Biden es de sobra conocida por los estadounidenses, sigue habiendo incógnitas sobre cómo encararía el ascenso de China y otros desafíos para Washington.

Conviene no olvidar que, más allá de las «doctrinas», los presidentes de EE.UU. muchas veces no eligen sus cartas, ni los conflictos con los que tienen que lidiar y la suerte -o el destino- deciden cuál será su política exterior.

El agotamiento político del electorado

Fotografía de archivo del reflejo en un ojo del logo de la red social Facebook. EFE/Joédson Alves/Archivo

El agotamiento político del electorado

Durante las últimas semanas, el ambiente político ha estado cargado de mensajes incendiarios, ambivalentes y opuestos. Los debates presidenciales entre los candidatos Donald Trump y Joe Biden, tuvieron como objetivo presentar las propuestas de campaña para el electorado; sin embargo, la retórica de cada uno de ellos dejó en claro que el país está más polarizado que nunca y viviendo un turbulento huracán entre la ficción y la realidad.

Los golpes bajos del primer debate

El presidente Trump ha demostrado que su estilo lingüístico se parece más a un encuentro de boxeo. Su lenguaje es temperamental; dejando entrever, un código morse en la semántica de sus expresiones. La frase dirigida a los “Chicos orgullosos” (‘Proud Boys’) de “retrocede y espera” (‘stand back, stand by’) demuestra su inhabilidad de medir el peso político, y social, de sus palabras. Estos peligrosos mensajes de alerta, y ataque, instalan en la población un ambiente tenso y de desconfianza.

Entre la ficción y la realidad del COVID-19

En este segundo encuentro, cada contrincante llevó a su esquina la discusión política y el mensaje unilateral de sus campañas electorales. Como se sabe, el presidente Trump no quiso participar de un debate virtual. La polémica estaba dirigida a la poca información objetiva sobre su último examen de COVID-19 antes del primer debate presidencial. Con esta cortina de humo, los televidentes tuvieron que navegar los canales de televisión, como un juego de ping pong, para poder escucharlos de manera separada. El tema ausente, dentro de las propuestas republicanas, fue el control de la pandemia. ¡El gran perdedor fue el electorado!

El lobo vestido de cordero

En este último debate los telespectadores pudimos escuchar las propuestas electorales con un tono más pausado y con pocas interrupciones. El candidato republicano mostró una personalidad opuesta a la que se le conoce día a día. En este marco mencionó, que la pandemia estaba casi “a la vuelta de la esquina” (‘rounding the corner’) con un tono mesurado. Sin embargo, esta afirmación es contrarrestada con las estadísticas oficiales las cuales muestran que más de 225,000 mil personas han muerto por COVID-19. La falta de liderazgo es el resultado de este fracaso. No existe por parte del gobierno actual un plan de salubridad colectiva que conlleve a un solo mensaje: El uso de tapabocas y promover la distancia social como medidas de mitigación.

¡Su voz, su voto!

El rumbo histórico de esta nación está en sus manos. ¡Salga a votar! 

Contacto: LinkedIn @maryluzmarques

Twitter @maryluz_marques

Inmigrantes naturalizados cobran importancia en las elecciones presidenciales

El voto de extranjeros naturalizados representa, según los cálculos del centro Pew, el 10% del total del electorado estadounidense. [Foto: Reuters]

WASHINGTON DC – Más de 23 millones de extranjeros son elegibles para votar en las elecciones presidenciales de 2020, de acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Investigación Pew.

La mayoría de ellos son hispanos (34%) y asiáticos (31%) que inmigraron al país norteamericano, se convirtieron en ciudadanos y, por lo tanto, están calificados para participar en los comicios.

“Aquellos que son nacidos en un país extranjero tienden a votar más que aquellos [hijos de extranjeros] que nacieron en Estados Unidos”, explicó a la Voz de América Neil Ruíz, analista de la organización que produjo el informe.

En 2016, por ejemplo, la participación de hispanos naturalizados fue superior (53%) a la de personas del mismo origen nacidas en Estados Unidos (46%), y según el estudio, la tendencia ha sido constante desde el año 2000.

Entre los votantes elegibles asiáticos en 2016, el 52% de los inmigrantes votaron, en comparación con 45 % de los nacidos en Estados Unidos.

Dos tercios de estos votantes han vivido por más de 20 años en Estados Unidos, destaca el estudio, y de acuerdo con la académica de la Universidad de Nueva Jersey, Grace Wambu, ese es un factor determinante en la participación.

“Cuanto más tiempo hayan vivido los inmigrantes en Estados Unidos, más probable será que hayan aprendido y formado preferencias sobre la política estadounidense”, explica en un ensayo académico.

“Es una prioridad”

El voto de extranjeros naturalizados representa, según los cálculos del centro Pew, el 10% del total del electorado estadounidense.

“Apuntar a los votos de las minorías y los inmigrantes ya no es solo una opción, sino una prioridad para cualquier partido o candidato para ganar una elección”, indica Wambu.

El gran desafío es llegar a los votantes de minorías e inmigrantes y superar las barreras culturales.

Juliana Cabrales, del Fondo Educativo NALEO, una organización no partidista que promueve la participación cívica latina, dijo a la VOA que “los partidos políticos tienden a dar por sentado que los latinos nunca votan o que siempre votan de una manera”.

En la contienda presidencial, tanto Donald Trump como Joe Biden han creado coaliciones para captar la atención hispana, sobre todo en estados decisivos como Florida, Arizona y Texas.

Ruíz subraya que en estados como Nevada, donde el 14% de los votantes son extranjeros, y Massachusetts (cerca del 12%), recobran importancia durante este ciclo electoral.

Los que no podrán votar

Al menos 300.000 residentes permanentes de Estados Unidos no pudieron completar su proceso de naturalización, debido a los cierres de las oficinas de inmigración durante la pandemia, de acuerdo con Eric Cohen, director de Immigrant Legal Resource Center.

“Hay un gran aumento en el interés por naturalizarse, y la gran mayoría de ese aumento es el interés en votar”, dijo Cohen a la VOA.

Entre estos estarían unos 36.000 inmigrantes viven en Florida, un estado decisivo en la contienda electoral.

En 2019, más de 840.000 inmigrantes se convirtieron en ciudadanos, según el Departamento de Seguridad Nacional, DHS por sus siglas en inglés.

El 70 % de ellos, desglosa DHS, viven en 10 estados (California, Florida y Texas, entre ellos), precisamente unas de las entidades con mayor número de votos del colegio electoral en todo el país.

(Alonso Castillo y Aline Barros colaboraron en este reporte)

Los candidatos ante la defensa de los derechos humanos de la mujeres

Trump, Biden y los límites del movimiento #MeToo

Abigail Culverhouse lloró antes de votar por correo en Virginia. Cuatro años después de sobrevivir a una violación, no podía creer que tuviera que elegir entre dos candidatos a la Casa Blanca denostados, si bien de maneras muy diferentes, por su comportamiento sexual, una muestra del camino que aún queda por recorrer en el movimiento #MeToo. En las primeras elecciones presidenciales desde que ese fenómeno acabara con las carreras de numerosos hombres acusados de abuso sexual, los estadounidenses deben decidir entre el presidente Donald Trump –sobre el que pesan al menos 26 denuncias– y Joe Biden, señalado por una mujer cuya historia han cuestionado varios medios.

«Tuve que aparcar mis sentimientos para poder votar por quien creo que servirá mejor a nuestro país. Básicamente, fue elegir entre el menor de dos males», dijo Culverhouse, que votó por anticipado y lo hizo por Biden, en declaraciones a Efe.

UN TRAGO AMARGO PARA LAS SUPERVIVIENTES DE VIOLENCIA SEXUAL

Esa estudiante de 21 años fue violada cuando solo tenía 17, y no solo no la creyeron cuando avisó a las autoridades, sino que los amigos de su agresor la intimidaron durante meses. La llegada al poder poco después de Trump, que había presumido de agarrar a las mujeres por los genitales, decepcionó profundamente a Culverhouse, y esa desilusión regresó según se acercaban estas elecciones, en las que podía votar por primera vez.

«Hubo un momento en el que me sentí invisible, como les ha ocurrido a muchas supervivientes (de violencia sexual) en este clima político. Me di cuenta de que tenemos que luchar para que haya justicia», explicó Culverhouse.

Una de cada tres mujeres en Estados Unidos sufre violencia sexual en algún momento de su vida, según datos oficiales, pero el tema no suele llegar a los titulares del país y ha vuelto a quedar relegado en una campaña electoral dominada por la pandemia.

«El cambio en las percepciones culturales sobre la agresión sexual que inició el movimiento #MeToo no está completo todavía», indicó a Efe una socióloga experta en género y profesora en la Universidad de Oregon, CJ Pascoe.

LA ACUSACIÓN CONTRA BIDEN

La comparación con Trump en este asunto irrita a muchos defensores de Biden porque, al contrario que en el caso del presidente, solo hay una acusación grave en su contra: la de Tara Reade, quien asegura que el candidato demócrata abusó sexualmente de ella en 1993, cuando era senador y ella trabajaba para él.

Biden ha negado categóricamente que eso ocurriera, y varios periodistas que lo investigaron dicen que no consiguieron corroborar la denuncia y que Reade cambió su historia varias veces. Por tanto, el asunto perdió fuelle hace meses y nunca llegó a debilitar al exvicepresidente en las encuestas.

A Culverhouse, sin embargo, no le sorprende el poco impacto que tuvo la denuncia de Reade: «A las supervivientes se las desestima con rapidez, especialmente cuando el hombre acusado es poderoso, y creo que ella merece justicia», recalcó.

Además de Reade, otras siete mujeres han acusado a Biden de tocamientos inapropiados, algo que el exvicepresidente atribuyó en 2019 a sus intentos de «establecer una conexión humana» con la gente, aunque prometió que en adelante sería más «respetuoso».

LA LLUVIA DE DENUNCIAS SOBRE TRUMP

En el caso de Trump, tampoco le han perjudicado las denuncias que le han señalado durante su primer mandato, y que se suman a la veintena de mujeres que hablaron con los medios durante su campaña en 2016 para acusarle de acoso o abuso sexual.

Amy Dorris divulgó en septiembre la última de esas denuncias: esa exmodelo aseguró que Trump la manoseó y besó contra su voluntad durante el torneo US Open en 1997 en Nueva York.

La acusación más seria contra Trump es también la única que le ha obligado a defenderse en los tribunales: el año pasado, la periodista Elizabeth Jean Carroll denunció que el ahora mandatario la violó en el probador de unos grandes almacenes en 1995.

Cuando Trump negó que eso ocurriera, Carroll le demandó por difamación y el mandatario dio el paso extraordinario de recurrir al Departamento de Justicia para que le defendiera en el litigio en Nueva York; aunque, igual que en el caso de Dorris, las noticias sobre el caso no han durado apenas tiempo en las portadas.

El mandatario critica a Biden por casi todo, pero en este tema se ha solidarizado con él: en mayo confió en que la denuncia de Reade fuera «falsa», y su campaña no tardó en aparcar el tema.

DOS MODELOS DE MASCULINIDAD

La contienda entre Trump y Biden también ha sido un duelo de dos modelos de masculinidad: el agresivo y dominante del presidente, que irrumpe y arrolla a sus rivales, frente al que encarna el candidato demócrata, que intenta ser «una figura protectora fuerte pero llena de empatía», en palabras de Pascoe.

Ambos son «estereotipos de masculinidad» que pueden repeler a las feministas, pero ambas campañas confían en que el arquetipo que encarna su candidato les ayude a conquistar a los hombres blancos sin educación universitaria y, también, a algunos latinos y negros.

«Trump representa un tipo de dominio masculino que algunos hombres blancos pueden considerar reconfortante cuando perciben que su propia masculinidad está amenazada por la creciente igualdad de género», resumió Pascoe.

Fotografía personal cedida donde aparece Abigail Culverhouse, una estudiante de biología de 21 años que fue violada cuando estaba en el instituto, mientras juega con su perra Emma en su casa. EFE/Abigail Culverhouse

Diez propuestas curiosas que EE.UU. votará a nivel estatal el 3 de noviembre

Desde aliviar las penas por consumo de setas alucinógenas en la capital del país hasta reducir el límite de edad y votar a los 17 años en California, millones de estadounidenses decidirán el próximo martes sobre decenas de propuestas curiosas a nivel estatal mientras eligen al presidente de Estados Unidos.

Las propuestas no se convierten automáticamente en ley, sino que dan una idea a los partidos sobre qué piensan los votantes sobre ciertos temas y luego requieren su implementación.

Estas son diez proposiciones que se valorarán en diferentes estados del país:

1. VOTAR A LOS 17 AÑOS (CALIFORNIA)

En caso de ser aprobada, la proposición 18 de California sería el primer paso para que los votantes de 17 años participen en las elecciones primarias de cada ciclo electoral, que son en marzo, siempre y cuando cumplan 18 antes de los comicios generales en noviembre.

Grupos opositores a esta idea han defendido que los jóvenes de esa edad son «todavía niños» que votarían en función de lo que sus padres y maestros les dijeran en las aulas; mientras que los que están a favor creen que esta estrategia aumentaría el interés en la política de la población juvenil del estado.

2. APOYO EXPLÍCITO AL MURO DE TRUMP (TEXAS)

Una de las propuestas que se votará en el estado de Texas, la número 4, tiene que ver con la construcción del muro en la frontera con México. El texto propuesto es el siguiente: «Texas debe apoyar la construcción de una barrera física o muro y el uso de equipo de vigilancia de defensa existente a lo largo de toda la frontera sur del estado».

El Caucus de la Libertad de Texas (Freedom Caucus), formado por congresistas ultraconservadores, asegura que esta es una buena herramienta para detener a «criminales y miembros de bandas» que cruzan el linde entre ambos países.

3. REBAJAR PENAS POR CONSUMO DE DROGAS PSICODÉLICAS (WASHINGTON, D.C.)

La iniciativa 81 del Distrito de Columbia busca que el uso de drogas psicodélicas sea la prioridad «más baja» del departamento de policía local, que ahora clasifica estos estupefacientes en la «Lista I», lo que significa que no tienen un uso médico aceptado.

Lejos de convertir en legal su consumo y, mucho menos, su distribución, esta medida haría que la vigilancia y las penas por el uso de hongos alucinógenos y otras drogas del estilo disminuyeran respecto a la actual aplicación de la ley.

4. PROHIBIR LA MUTILACIÓN GENITAL EN TRANSICIONES DE GÉNERO (TEXAS)

Emitida por el Partido Republicano, la proposición 6 de Texas allana el camino para que la Legislatura estatal «prohíba la castración química, los procesos de cambios hormonales y cirugías de mutilación genital en menores de edad», según el texto.

Los grupos en defensa de los derechos de este colectivo han presionado fuertemente porque es ofensiva para la comunidad transgénero y han desmentido que esto ocurra en menores de edad, ya que «generalmente ese tipo de cirugías no suceden hasta los 18 años».

5. QUE PERSONAS EN LIBERTAD CONDICIONAL VOTEN Y SE POSTULEN (CALIFORNIA)

La propuesta 17 en California tiene como objetivo permitir que las personas en libertad condicional en ese estado voten y que puedan postularse para cargos públicos «si están registradas para votar y no han sido condenadas por perjurio o soborno».

Algunas asociaciones de víctimas de crimen han argumentado que votar es un derecho que los infractores deben recibir una vez que demuestren que han sido rehabilitados; después de superar la libertad condicional, no antes; mientras que los que apoyan la propuesta dicen que tienen «todo el derecho de participar en la democracia».

6. «SÓLO» CIUDADANOS LEGALES PUEDAN SUFRAGAR SU VOTO (ALABAMA)

Esta propuesta, conocida como Enmienda 1, se centra en cambiar el lenguaje de la Constitución de Alabama, que ahora reza que «todos los ciudadanos» pueden votar, por «solo los ciudadanos» pueden hacerlo.

Esta aparentemente leve modificación pretende aclarar que los ciudadanos indocumentados o que tienen el permiso de residencia no tienen derecho a votar en Alabama.

7. NO USAR CONDENAS ANTERIORES PARA IMPONER SENTENCIAS MAYORES (OKLAHOMA)

La pregunta estatal 805 de Oklahoma está diseñada para prohibir el uso de condenas anteriores por delitos graves no violentos de una persona para imponer una sentencia mayor en otro delito, que también debe ser sin violencia.

En otras palabras, la medida no permitiría que la sentencia de una persona condenada sea más larga o más dura debido a condenas por delitos graves que haya tenido el acusado en el pasado.

8. INCREMENTAR MULTAS POR HURTOS (CALIFORNIA)

Uno de los objetivos de la proposición 20 de California, que examina varios puntos del sistema penal del estado, pretende aumentar las multas y las penas para los que cometan hurtos, allanamiento de morada o robo de automóviles.

Esta regla no solo incrementaría las multas económicas por los hurtos, sino que también serviría para alargar las penas de cárcel por este tipo de delito, considerado menor en el sistema judicial estadounidense.

9. LEGALIZAR EL USO RECREATIVO DE LA MARIHUANA (ARIZONA)

La proposición 207 de Arizona legalizaría la posesión y el uso de marihuana para adultos, de 21 años o más, con lo que se les permitiría cultivar no más de seis plantas de marihuana en sus residencias, siempre que las plantas estén dentro de un área cerrada con llave y fuera de la vista del público.

La iniciativa haría que el Departamento de Servicios de Salud de Arizona (DHS) deba adoptar reglas para regular la marihuana, incluyendo la concesión de licencias a las tiendas minoristas de marihuana, las instalaciones de cultivo y las de producción.

10. REINTRODUCIR LOBOS GRISES EN PARQUES PÚBLICOS (COLORADO)

La medida 114 requeriría que la Comisión de Parques y Vida Silvestre de Colorado cree y ejecute un plan para reintroducir los lobos grises (Canis lupus) para fines de 2023 en tierras públicas del oeste del estado.

La comisión también administraría cualquier distribución de fondos estatales que estén disponibles para «pagar una compensación justa a los propietarios de ganado por cualquier pérdida de ganado causada por los lobos grises», de acuerdo a la propuesta.

A la conquista del Medio Oeste

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, estuvieron inmersos este viernes en un frenesí de mítines y actos en estados del Medio Oeste de país, vitales de cara a los comicios del próximo 3 de noviembre, con el exvicepresidente liderando las encuestas nacionales con ocho puntos de ventaja.

El mandatario tiene durante esta jornada mítines en Waterford Township, en Michigan; Green Bay, Wisconsin, y Rochester, Minnesota; mientras Biden tiene actos en Iowa, Minnesota y Wisconsin.

A cuatro días de la votación, ambos intensificaron los ataques mutuos, con la pandemia de covid-19 de trasfondo, ya que este viernes EE.UU. superó los nueve millones de casos y alcanzó las 229.347 muertes, en medio de un nuevo repunte de las cifras diarias de contagios.

En Michigan, Trump aprovechó para meterse no solo con Biden sino también con la gobernadora demócrata de este estado, Gretchen Whitmer, que en octubre fue objetivo de un supuesto plan para secuestrarla o asesinarla por parte de una milicia de ultraderecha tras haber sido blanco frecuente de las críticas de Trump por su gestión de la pandemia.

BIDEN «DESTROZA» LA INDUSTRIA AUTOMOVILÍSTICA, SEGÚN TRUMP

Dirigiéndose a los trabajadores de un sector clave en Michigan, la industria automovilística, el presidente acusó a Biden de haberles perjudicado cuando fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).

Biden «está destrozando vuestra industria, pero yo la he traído de nuevo y lo estáis haciendo muy bien, y ahora, sorprendentemente todavía no sé cómo lo he hecho, la producción de automóviles está siendo más alta que antes de la pandemia. ¿Podría alguien en el negocio automovilístico explicármelo? Porque lo atribuyo completamente a mí», se vanaglorió Trump.

Destacó que el sector «lo está haciendo bien», pese a la pandemia y las medidas ordenadas por Whitmer para frenar la expansión del coronavirus.

«Deben conseguir que esta gobernadora abra (el estado). Estoy tan cansado de ver a su marido navegando; él quiere salir a navegar. Él dice ‘Cariño, tienes que abrir este estado, quiero salir’, y él lo hacía antes de que desafortunadamente fuera pillado», se burló Trump, mientras los asistentes al mitin abucheaban a la gobernadora.

Y siguió: «No creo que yo le guste (a la gobernadora), y he hecho una gran labor para ella, saben, sobre la covid, el virus chino; lo he hecho fenomenal en todo y Biden ha acuchillado por la espalda a los trabajadores de Michigan y en todo el país».

Trump ha criticado en varias ocasiones a Whitmer por considerar demasiado estrictas las restricciones que la gobernadora ha aplicado para contener la pandemia, e incluso ha instado a sus partidarios a «liberar Michigann».

A mediados de octubre, 13 personas fueron imputadas, entre ellas siete miembros de la milicia de ultraderecha «Wolverine Watchman», por supuestamente planear el secuestro o asesinato de la gobernadora y otros funcionarios.

El FIN DE LA PANDEMIA «A LA VUELTA DE LA ESQUINA»

Trump aseguró además en su mitin que el fin de la pandemia «está a la vuelta de la esquina».

«Está a la vuelta de la esquina (…) y tendremos disponible de forma gratuita una vacuna, y el motivo es que esto no fue vuestra culpa. No fue culpa de nadie. Fue culpa de China», subrayó el mandatario, quien auguró que EE.UU. regresará a la normalidad en siete meses.

Horas más tarde, en su siguiente mitin en Wisconsin, Trump insistió en que el final de la covid-19 «está a la vuelta de la esquina», pese a que este estado ha sufrido un repunte de casos de 41 % en los últimos 14 días, de acuerdo al diario The New York Times.

Ahí, el mandatario volvió a hacer hincapié en sus promesas sobre la vacuna y ridiculizó a Biden por respaldar las restricciones para evitar la expansión de la pandemia.

Biden «está listo para un confinamiento, es decir, ustedes ya están en un confinamiento. Puede que no lo noten tanto. Hey, gobernador, debe abrir su estado aquí», dijo Trump en referencia al gobernador de Wisconsin, el demócrata Tony Evers.

El presidente se mofó, asimismo, de su rival en las elecciones por centrar gran parte de su campaña en las críticas a la gestión de la crisis sanitaria.

«Lo cierto es que hemos hecho un trabajo increíble -aseguró Trump-, con nuestros respiradores, las vacunas, los tratamientos. Y todo lo que él hace (Biden), porque no tiene nada más sobre qué hablar porque ninguna Administración en la historia de nuestro país ha hecho lo que hemos hecho nosotros».

EL MISMO «TIPO» QUE QUERÍA ARROJAR UNA ARMA NUCLEAR AL AGUA

Por su parte, Biden aprovechó sus intervenciones en actos electorales este viernes para dudar de la estabilidad intelectual de Trump, e hizo alusión a la afirmación del mandatario, cuando en 2018 dijo que era «un genio muy estable».

«Es el mismo tipo que dijo, por cierto, piensan que me lo estoy inventando, cuando fue aconsejado sobre el aumento de los huracanes que llegan por el Atlántico debido a las aguas templadas, él dijo ‘A lo mejor deberíamos arrojar una arma nuclear sobre ellos», ironizó Biden, quien apostilló «Dios mío».

El demócrata reiteró sus críticas al presidente por el manejo de la crisis sanitaria, en concreto por el impacto que ha tenido en Iowa: «La feria del estado de Iowa tuvo que ser cancelada por primera vez desde la II Guerra Mundial, y Donald Trump se ha rendido», lamentó.

Por otro lado, se quejó de que su oponente «esté haciendo todo para desanimar» a la gente de votar.

«Está haciendo todo para intentar desanimarnos, intentar convencernos de que votar no importa», alertó. Pese a esos esfuerzos, «no nos callarán, 85 millones de personas han votado hasta ahora».

De acuerdo con datos de la cadena CNN, más de seis millones de personas han sufragado en la votación anticipada en los estados clave de Iowa, Michigan, Minnesota y Winsconsin. En todos esos lugares, la diferencia entre ambos aspirantes es mínima.

Según el promedio de sondeos RealClearPolitics, Biden aventaja a Trump por 1,2 puntos en Iowa, 6,6 en Michigan, 6,4 en Wisconsin y 4,7 en Minnesota.

¿Por qué las mujeres hispanas votan más que los hombres en las elecciones de EE.UU.?

Por Alejandra Arredondo, Jorge Agobian

HOUSTON, TEXAS – Ella es la que cuenta a sus amigos lo que pasa en la política.

Karime Valdés tiene 18 años, lleva pelo largo y oscuro y gafas de pasta de un rosado traslúcido. Cuando habla, alarga con sus manos las mangas de su camisa y deja los hombros rígidos, pero su voz no flaquea.

“Siento que a los hombres se les oye más”, dice, sin que eso le desanime a participar en el proceso electoral de 2020 en Estados Unidos. De hecho, Valdés vive en Texas, un estado en el que las mujeres latinas, como ella, votan más que los hombres. 

En las últimas elecciones (2016), el 72% de las hispanas entre los 18 y los 24 años que podían votar en Texas participó en las elecciones presidenciales. En contraste, un 49% de los hombres del mismo grupo de edad lo hizo, según un estudio de Jolt Initiative. 

Esta tendencia se repite también a nivel nacional: en el mismo año, la participación de los hombres hispanos en las elecciones fue del 45%, mientras que la de las mujeres fue de un 50%, de acuerdo con Unidos US. 

Para la joven se debe a que las mujeres piensan más en los demás. “Las mujeres nos preocupamos mucho por los otros; miramos más no sólo cómo nos va a afectar a nosotras, pero a las mujeres después de nosotras y a nuestras familias”, dijo.

En su caso, la histórica baja participación de los hispanos en las elecciones la motiva a votar: “tenemos mucha gente hispana pero no está representada por nuestros líderes”. Para Valdés, quien quiere ser abogada de inmigración, ver políticas que luzcan como ella es vital.

“Hay muchas cosas que los hombres no pueden entender”, añadió, poniendo ejemplos como el acoso sexual o la discriminación en el trabajo. En Texas, las mujeres latinas ganan 44 centavos por cada dólar que ganan los hombres blancos, no hispanos, una diferencia salarial mayor que la que existe a nivel nacional, de acuerdo a un estudio del Economic Policy Institute.

La educación y el techo de cristal

Desde un edificio blanco de estilo colonial español al este de Houston, Adriana González intenta dar un ejemplo de que las latinas pueden ocupar puestos altos en las empresas.

“[Hay que] sacar el estereotipo de la mujer hispana que no sabe de política, no sabe nada de negocios, que no estudió y solo está”, dijo en su oficina, desde donde lidera la Cámara de Empresarios Latinos de Houston.

Casi la mitad de las 450 empresas que están afiliadas a su organización están dirigidas por hispanas. González tiene 60 años y recuerda que hace cuatro décadas, la situación era muy distinta para las mujeres: “No importaba si te escuchaban o no. Ya tenías una vida hecha, estabas casada, tus padres te mantenían”.

En su carrera como emprendedora, la uruguaya dice que ha aprendido que “no hay que forzarse a probar que soy mujer; lo que hay que forzarse es a probar que sé hacer el trabajo”.

El acceso a la educación, sin embargo, limita las posibilidades laborales.  

Las latinas son el grupo étnico entre mujeres que menos se gradúa de la universidad; a nivel nacional, solo el 19% de las mujeres hispanas tienen estudios superiores, en comparación a casi el 44% de las mujeres anglosajonas, de acuerdo con un estudio del Departamento de Educación de EE.UU.

Según datos del Centro de Investigación Pew, en 2016 las mujeres hispanas sin un título universitario votaron más que su contraparte masculina con niveles de educación similares  (46% frente a 40%), y de acuerdo al estudio, esa brecha ha ido creciendo con el tiempo.

González ve que, en su comunidad, la educación universitaria es una de las preocupaciones que empuja a las mujeres latinas a votar. “[Decir] ‘¿cómo voy a poder pagar la educación de mis hijos, aquí es muy costosa la universidad”, dijo la empresaria.

Los jóvenes, como Valdés, que está a menos de un año de acabar la escuela secundaria, también sienten esa angustia: “Nos dicen que vayamos al colegio y tenemos muchas deudas para pagar y tardan años para pagarlas [después].

Para Adelina Martínez, actriz y profesora de teatro, cuando las mujeres votan pensando en sus hogares, piensan en la educación. Ella es madre de una joven de 15 años y a la hora de decidir a quién confiar su voto, su hija está presente.

“Yo pienso(…) [que hay] que dejarle unos buenos hijos al planeta”, dijo Martínez, quien nació y vivió en Monterrey, México, hasta los 17 años.

“Si votamos inteligentemente vamos a buscar eso, algo que ayude a generar más escuelas”, agregó.

En general, más mujeres que hombres participaron en las elecciones presidenciales de 2016 (63% contra 59%), revela Pew.

Biden llama a «sacar» a Trump para acabar con su agenda antiinmigrante

Biden, que fue vicepresidente de Obama, consideró que incluso si Trump presenta a un candidato a la corte, la Cámara Alta no debería actuar "hasta que el pueblo estadounidense elija al próximo presidente, el próximo Congreso y el próximo Senado". EFE/EPA/Jim Lo Scalzo/File

El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, llamó este viernes, cuando faltan cuatro días para las elecciones en Estados Unidos, a «sacar» con el voto al actual presidente y candidato republicano, Donald Trump, para acabar con su «cruel» agenda antiinmigrante.

«Todo lo que tienen que ofrecer son cuatro años más de retórica de odio y división, y políticas que terminarán con el papel histórico de Estados Unidos como símbolo de libertad y prosperidad y como un faro de esperanza para quienes huyen de la violencia y la opresión en cualquier parte del mundo», afirmó Biden en un comunicado.

A su juicio, la «agenda antiinmigrante» de Trump no representa los valores estadounidenses y criticó que este Gobierno elige «la crueldad y la exclusión en todo momento», sin importar si se trata de quienes huyen «del brutal régimen socialista de (el presidente Nicolás) Maduro en Venezuela».

Entre las víctimas de la política antiimnigrante de Trump, el candidato demócrata citó a los “soñadores», los jóvenes que llegaron como indocumentados en la infancia y «que nunca han conocido otro país que no sea Estados Unidos”, o “los miles de niños que fueron arrancados de los brazos de sus padres en nuestra frontera sur».

Para Biden, quien fue vicepresidente del Gobierno de Barack Obama (2009-2017), la agenda migratoria de Trump «está diseñada para hacer una sola cosa: dividir nuestras comunidades con retórica barata y xenófoba, y demonizar a aquellos que buscan hacer solicitudes legítimas de asilo en Estados Unidos».

«El único Estados Unidos en el que cree Donald Trump es un Estados Unidos dividido. Yo creo en Estados Unidos de América, un Estados Unidos que se fortalece por su diversidad, orgulloso de nuestra herencia como nación de inmigrantes y donde las familias son inseparables», agregó.

El plan «Batalla por la nación», como Biden ha bautizado su conjunto de propuestas para llegar a la Presidencia, incluye un apartado dedicado a asegurar los valores de EE.UU. «como nación de inmigrantes».

Biden asegura que en sus primeros 100 días frenará una serie de decisiones vigentes, entre ellas las anunciadas contra el asilo, la referida a la «carga pública» -que permite denegar visados o permisos de residencia a migrantes ante la posibilidad de que recurran a programas oficiales de ayuda- o la que tiene que ver con prohibiciones de viaje o vetos migratorios.

En una entrevista con la cadena de televisión NBC, el principal consejero en inmigración de Trump, Stephen Miller, aseguró hoy que de ser reelegido para un segundo mandato, el gobernante republicano aplicará una política migratoria aun más dura que la de sus primeros cuatro años en la Casa Blanca.

Miller señaló cuatro prioridades en la futura política migratoria de Trump: límites al asilo, penalizar a las ciudades que amparen a los inmigrantes indocumentados, seguir recortando las visas para ciertos viajeros, y nuevas restricciones a las visas de trabajo.

Cuatro barrios muy latinos, dos candidatos y una gran duda: quién ganará

Miami/Los Ángeles/Chicago/Nueva York- Los latinos son muy de barrio, de salir a la calle a compartir con vecinos y amigos lo bueno y malo de la vida y, como no podía ser de otra forma, en estos días el tema estrella son las elecciones y quién saldrá vencedor la noche del próximo 3 de noviembre.

El debate está ahí, en la conveniencia de cuatro años más del presidente Donald Trump, que según muchos ha perjudicado a los latinos, o la necesidad de darle el relevo con el demócrata Joe Biden.

Y aunque las encuestas apuntan a un mayoritario apoyo de los votantes hispanos a Biden, siempre hay quien alimenta la discusión política en estos barrios latinos:

– LA VILLITA (CHICAGO):

En la capital mexicana del Medio Oeste, como se le conoce al vecindario de La Villita, en Chicago, Biden parece contar con el apoyo mayoritario de los viandantes de unas calles llenas de negocios «en español» e imágenes de la Virgen de Guadalupe, y en el que casi en cada otra esquina hay vendedores ambulantes que se ganan la vida vendiendo elotes, vasos llenos de fruta, y flores de cempasúchil.

Hilario Reyes, mexicano de 64 años, está en fila en la Taquería El Milagro, donde revela el sentido de su voto y el de sus cuatro hermanos: «Nosotros estamos votando por Joe Biden».

En el cercano restaurante Mi Tierra, el mesero Guillermo Torres, de 25 años, afirma que él se inclina por Trump: «Sinceramente espero que gane porque que él sí ama a su país».

Mientras Laura Ramos, de 18 años, espera una torta de carne asada, dice que votará por el demócrata, porque confía en que cumplirá su promesa de lograr una reforma migratoria que establezca un camino a la ciudadanía.

En una esquina de La Villita, el comerciante ambulante Carmelo Carrueto vende pan casero hecho por su esposa, aunque no por eso deja de dar su opinión sobre el estado de la campaña: «Está la cosa muy reñida, pero me gustaría que Trump no ganara, ha hecho mucho mal a los inmigrantes».

– LA PEQUEÑA HABANA (MIAMI):

No hay nada más cubano en Miami que las pocas cuadras de la famosa Calle Ocho entre la Avenida 17 y la 12. En esta concurrida vía no hay espacio para banderas ni carteles proselitistas, pero sí para el debate político.

En una de las típicas «ventanitas» donde los cubanos paran a tomar su colada (un café servido en pequeños vasitos plásticos) o comer los no menos habituales pastelitos de guayaba, los «problemas» no tardan en surgir.

Jeanette, como dijo llamarse y que atiende una concurrida «ventanita», explica a Efe que estos días su clientela discute sobre política, pues el color político está «ahí, ahí» y que, a pesar de estar en La Pequeña Habana y de que los cubanos históricamente suelen decantarse por los republicanos, «hay de todo».

Entre ese todo está Santos el «Bigote», quién dice que para él no hay opción. «De todos los presidentes que ha tenido EE.UU., como Trump no ha habido ninguno», puntualiza. ¿El motivo? Que en estos cuatro años el neoyorquino «frenó» a los norcoreanos, a los rusos, a Venezuela y Cuba y «defiende hasta con las uñas» a sus conciudadanos.

Junto a él un compañero de tardes dice que le da «lo mismo ocho que ochenta», que solo votó una vez en los EE.UU. y ya ni se acuerda ni cuándo fue, pero sí que sabe cuál es la preferencia en el barrio, pues una reciente caravana de autos en favor de Biden duró una hora y la de Trump se prolongó hasta cinco. Sin exagerar.

Aunque en la Calle Ocho no hay espacio para propaganda entre barberías, tiendas de tabaco y restaurantes o sombrererías, dos calles más allá empiezan a verse numerosos carteles y banderas.

Junto a los habituales apoyos al mandatario Trump, y en menor medida Biden, se leen carteles de apellidos tan hispanos como Salazar, Barreiro o Díaz de la Portilla, todos ellos republicanos. No en vano, este es territorio cubano, es territorio Trump.

– ALTO MANHATTAN (NUEVA YORK):

En las calles de este barrio que por décadas ha acogido a la mayor emigración dominicana la bachata, el merengue y la música urbana que sale de las tiendas se mezcla con el ruido de los coches y los olores de la comida en la calle, mientras algunos hablan con pasión de política.

En una esquina próxima, un grupo de emigrantes cubanos conversan mientras alimentan a las palomas.

Allí se reúnen desde hace años para hablar sobre diversos temas, entre ellos de la política de su país e, inevitablemente, la de la nación donde establecieron su hogar.

«Esto es como La Pequeña Cuba y venimos a conversar casi todos los días», dice Raúl, de 67 años y que hace 40 reside en Nueva York.

Pese a ser un año electoral, no hay casi propaganda de candidatos presidenciales en esta comunidad del bastión demócrata de Nueva York, lo que desincentiva a las campañas en invertir dinero en este barrio y guardar sus millones y esfuerzo en cortejar a otros votantes.

Pero la política sí es un tema presente en la conversación de los latinos reunidos frente a una panadería de la Calle 177 y Broadway. Allí un grupo de dominicanos habla con pasión sobre Trump y sus acciones.

Uno de ellos, Juan, como prefirió identificarse, asegura que el presidente «no quiere saber de la comunidad latina», mientras otro habla de la recién elegida por Trump como nueva jueza del Tribunal Supremo, Amy Coney Barrett, que, dicen, se opone al aborto, a la inmigración, al Obamacare y a los «soñadores».

«En conclusión, es pa’fuera que va y no en Nueva York, sino en el país entero», dice sobre Trump Cuqui, otro de los tertulianos, mientras continúa su animada conversación.

ESTE (LOS ÁNGELES):

Si hay un barrio en los Estados Unidos donde las raíces mexicanas estén bien afianzadas es el Este de Los Ángeles, con décadas de historia en las que se han forjado algunas de las luchas más importantes para los hispanos del país.

Para uno de sus ilustres vecinos, el concejal y exlegislador Kevin de León, creador del Acta de Valores de California, que convirtió al estado en «santuario» para indocumentados, en «el Este» los valores son muy claros y la defensa de la comunidad inmigrante es primero.

Es esa seguridad de lo que son lo que hace que en esta zona prácticamente no exista propaganda política frente a las casas, comercios o en los típicos «lowriders» a favor de Joe Biden, y mucho menos de Donald Trump.

En un «spanglish» característico de la zona, Cristobal Jiménez advierte a Efe que allí está asegurado el apoyo al demócrata, y que la mayor preocupación en las semanas pasadas eran si finalmente Los Ángeles Lakers y los Dodgers se alzarían como campeones, tal y como sucedió.

Las banderas de ambos equipos son las que ondean frente a las casas y en el famoso Bulevar Whittier, donde cientos salieron a festejar sus victorias.

«El Este siempre ha sido azul», añade el hispano que estira una camiseta azul de los Dodgers riéndose. «Aquí no nos gusta el rojo», dice en un doble sentido al referirse a Trump y al archirival de su equipo, los San Francisco Giants.