Filadelfia- PA La pandemia de COVID-19 ha dejado una cosa clara en lo que respecta a la educación de nuestros niños: necesitamos que más estudiantes asistan a escuelas seguras y de calidad, que sean lo suficientemente flexibles para educar a los estudiantes incluso en las situaciones más abrumadoras. Una expansión de los programas de Crédito tributario para la mejora educativa (EITC) por sus siglas en inglés, Pennsylvania’s Educational Improvement Tax Credit y Crédito tributario para becas de oportunidad de Pensilvania (OSTC) por sus siglas en ingles Opportunity Scholarship Tax Credit, brindaría esta oportunidad a más estudiantes.

El COVID-19 ha amplificado muchas disparidades existentes en las escuelas durante el año pasado. Al carecer de acceso a la tecnología y al aprendizaje en persona, los niños de familias de escasos recursos se están quedando atrás de sus compañeros. En Filadelfia y otras grandes ciudades, las escuelas privadas y parroquiales pudieron brindar un aprendizaje seguro y personalizado antes y a un ritmo más alto que las escuelas públicas.

Un informe de 2020 de la Asociación Escolar de Filadelfia encontró que seis de cada 10 niños de Filadelfia asisten a escuelas de bajo rendimiento, y los estudiantes negros e hispanos están sobrerrepresentados en las escuelas de más bajo rendimiento de la ciudad. Si bien la capacidad de elegir de los padres entre los centros educativos, sigue siendo popular en todos los principales grupos demográficos, existe un apoyo especialmente alto de los padres negros para los programas que amplían las opciones y el acceso a la oferta educativa.

Cuando un problema tiene una solución que funciona, debe replicarse y expandirse. La legislatura del estado de Pensilvania está considerando una expansión del EITC y el OSTC, los programas de crédito fiscal que financian becas del Fondo de Becas para Niños de Filadelfia (CSFP) por si siglas en inglés, Children’s Scholarship Fund Philadelphia y otras organizaciones educativas sin fines de lucro que trabajan para cerrar la brecha del rendimiento. Estos programas permiten a las personas y a las empresas transformar su obligación tributaria estatal en becas para niños.

Cuando un problema tiene una solución que funciona, debe replicarse y expandirse.

Un estudio reciente de EdChoice, una organización sin fines de lucro no partidista encontró que los programas de crédito tributario para escuelas privadas de nuestro estado y otros en todo el país, tienen resultados positivos para todos los estudiantes, los contribuyentes y para los distritos escolares. De manera abrumadora, los estudios de investigación sobre los programas de becas de crédito fiscal muestran un alto impacto positivo en los resultados académicos y la satisfacción de los padres.

Los programas EITC y OSTC también mostraron efectos fiscales positivos para los contribuyentes y las escuelas públicas. Los programas que facilitan y amplían el panorama de escuelas a elegir a nivel nacional, muestran efectos superiores en el rendimiento tanto para los participantes del programa como para los estudiantes de escuelas públicas que permanecen en las escuelas del vecindario. Lo estudios muestran que la expansión de los programas de crédito fiscal brindaría a más estudiantes la oportunidad de lograr estos resultados positivos sin causar un impacto negativo en los estudiantes de las escuelas públicas. Los estudios sobre la escuela presencial revelan sólo una de las muchas formas en que ampliar a las familias la oportunidad de elegir la escuela de sus hijos conduce a mejores resultados académicos y sociales. El CSFP, una organización que ofrece becas para los grados K-8 a familias de escasos recursos, continúa observando que los estudiantes que ellos patrocinan superan académicamente a sus compañeros a nivel local y nacional. Los estudiantes de 7º grado del CSFP tienen un desempeño igual o superior al promedio nacional tanto en matemáticas como en lectura. Casi todos (98 por ciento) de los ex alumnos del CSFP se gradúan de la escuela secundaria a tiempo, en comparación con el 63 por ciento de los otros estudiantes del Distrito de Filadelfia. El setenta por ciento de los ex alumnos del CSFP se inscriben en la universidad; en comparación con solo el 54 por ciento de los estudiantes del Distrito, y a nivel nacional, la cifra es solo del 28 por ciento de los estudiantes en la franja del 20 por ciento más bajo de ingresos familiares, un rango comparativo para los estudiantes del CSFP.

En un evento reciente del CSFP que presentó un diálogo educativo bipartidista sobre los programas estatales de crédito fiscal que financian las becas de CSFP, la discusión se centró en cómo podría darse una expansión de estos programas para los estudiantes de Pensilvania. Este tipo de aumento para unos programas que cambian vidas les daría a más estudiantes la oportunidad de recibir una excelente educación en una escuela que elijan sus familias. Cada año, las organizaciones de becas como el CSFP rechazan a miles de solicitantes por falta de fondos. Más dólares en estos programas significarán más estudiantes en las escuelas que brindan mejores resultados.

La demanda de un aumento del límite de EITC / OSTC también existe en la comunidad de donantes. Cada año, las corporaciones asociadas de CSFP comparten que están «al máximo» en su participación en el programa; darían más al fondo de becas si se aumentaran los límites del programa. Y año tras año, los socios corporativos de CSFP se postulan para el programa, pero son rechazados. Aumentar el límite permitiría a los socios corporativos tener un impacto más profundo en los resultados educativos de los estudiantes de escasos recursos, y les daría a más estudiantes la posibilidad de ser exitosos.

No podemos ignorar el hecho de que los niños de familias de escasos recursos se están quedando atrás de sus compañeros. Todos los estudiantes merecen acceso a una educación de calidad, independientemente de su código postal o de sus ingresos familiares. Es crucial que continuemos apoyando a las organizaciones que brindan estas oportunidades a estudiantes de comunidades marginadas.

He aquí algunas formas de ayudar:

Conéctese con organizaciones de becas como el CSFP y ofrezca su tiempo como voluntario/a para apoyar proyectos o realizar actividades de divulgación en la comunidad, y así hacer conocer las becas entre familias de escasos recursos que buscan opciones educativas.

Sea un activista. Comparta su historial de acciones para mostrar a sus funcionarios electos que usted es un defensor del mayor acceso a una educación de calidad.

Done, ya sea monetariamente o a través de los programas de crédito tributario educativo. Si está en condiciones de dar, cada dólar cuenta para abrir las puertas a las oportunidades para los estudiantes.

Una ex alumna de CSFP, Amber, quien está en su segundo año de un programa de doctorado en lingüística en la Universidad de Georgetown, lo expresó mejor cuando nos dijo: “no hay nada que me haga diferente de cualquier otra persona en mi cuadra en West Philly, excepto la oportunidad y la beca que obtuve del CSFP; esa fue la gran salvación para mi hermana y para mí».

No podemos ignorar el hecho de que los niños de familias de escasos recursos se están quedando más atrás que sus compañeros. Las organizaciones de becas están listas para satisfacer la demanda de las familias de Filadelfia y la comunidad de donantes está lista para brindar más apoyo si se aumentan los límites de financiación. Una expansión de los programas de crédito fiscal educativo beneficiaría mucho a los estudiantes de Pensilvania, y en especial a los que más lo necesitan.

Nota de la editora: Este artículo de opinión fue publicado originalmente el 1 de julio del 2021 en el sitio web “Thephiladelphiacitizen.org”. Keisha Jordan es directora ejecutiva del Fondo de Becas para Niños de Filadelfia.

Aquí puede leer la versión original en inglés: https://thephiladelphiacitizen.org/parents-want-school-choice/