(Foto: EFE/JUSTIN LANE)

Más de 300 judíos celebraron este jueves en la plaza neoyorquina de Columbus Circle, en un extremo de Central Park, una de sus fiestas más reconocidas, la Janucá, que este año estuvo enfocada en pedir un alto el fuego en Gaza.

Justo dos meses después del inicio del conflicto entre Israel y Hamás, tres grupos de judíos progresistas -Rabinos por el alto el fuego, Judíos por la justicia económica y social y Judíos por la paz- organizaron juntos su «Janucá por un alto el fuego» frente a la estatua de Cristóbal Colón, donde colocaron un menorá gigante (el candelabro de nueve brazos) en el que se leía «Alto el fuego».

Una multitud se congregó a su alrededor sujetando velas, banderas palestinas y pancartas con consignas como «Paran el genocidio», «La guerra no tiene ganador» o «Igualdad, justicia y seguridad para todos».

En una tribuna improvisada, Alissa Wise, miembro de la asociación Rabinos por el alto el fuego, tomó la palabra y reivindicó el fin de los bombardeos a familias y niños en Gaza, asegurando que «no hay solución militar» y que el alto el fuego «es la única solución posible».

«Su liberación es nuestra liberación», añadió, refiriéndose a la población de Palestina.

Entre los participantes se encontraba el actor Wallace Shawn, -conocido por sus papeles en películas como ‘Clueless’ o ‘The Princess Bride’-, que también mostró su solidaridad con las víctimas de Gaza.

«El gobierno israelí parece no darse cuenta de que, si matas a la familia de alguien, ese alguien probablemente te odiará. La violencia sólo lleva a más violencia», aseveró Shawn, en referencia al surgimiento del grupo terrorista Hamás.

Por su parte, la activista palestina Linda Sarsour reivindicó que la convivencia entre israelíes y palestinos es posible: «Nosotros sabemos coexistir con el pueblo de Israel porque ya lo hacíamos antes de 1948», aseguró, arrancando aplausos de los presentes.

«Coexistir» fue una palabra muy recurrente en los discursos de participantes y miembros organizadores, que hicieron hincapié en que la libertad de unos no debía suponer la opresión de otros.

Las organizaciones del evento exigieron además la liberación de los prisioneros tanto israelíes como palestinos y el ejercicio de la diplomacia en lugar de la actividad militar.

Tras los discursos, los asistentes encendieron sus propios menorás para cantar ‘Maoz Tzur’, una de las canciones típicas de esta festividad, y terminaron la ceremonia coreando al unísono «Alto el fuego».

Los judíos de Nueva York -ciudad que pasa por ser la segunda del mundo con más población hebrea, tras Jerusalén- se han mostrado divididos sobre la guerra de Gaza, y han protagonizado concentraciones de distinto signo, en unos casos en favor de Israel y en otros de los palestinos, criticando al gobierno israelí.

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