Fotografía de archivo del 16 de julio de 2019 donde aparece el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, mientras habla durante una conferencia de prensa ofrecida en la Fortaleza, sede del ejecutivo, en San Juan (Puerto Rico). EFE/ARCHIVO/Thais Llorca

San Juan, (EFE).- Hace un año presentó su renuncia el exgobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló, quien pasó a la historia por ser el primer mandatario en dimitir, a cuya caída contribuyó la ciudadanía que durante días inundó las calles para pedir su salida por la sombra de corrupción.

La noche del 24 de julio de 2019, justo este viernes hace un año, pasó a la historia de Puerto Rico por ser la primera vez que un gobernador dimitía, salida forzada, sin duda, por la presión popular ante el «escándalo del chat», provocado al desvelarse el contenido de una aplicación de mensajería instantánea -Telegram que colmó la paciencia de la ciudadanía.

Una «ola» de protestas sin precedentes -de 12 días- siguió a la revelación, tras ser filtrado a los medios, no se sabe exactamente por quién, el contenido de un «chat» de cerca de 900 páginas en el que se vertían comentarios homófobos y misóginos, además de criticar a oposición y en general a personas de distintos ámbitos sociales, todo vertido con un lenguaje soez.

Además, incluso, alguno de los comentarios trataban con poca delicadeza el asunto de los miles de muertos a causa del huracán María que en septiembre de 2017 arrasó la isla caribeña.

A la dimisión se Rosselló también contribuyó una investigación del FBI que supuso el arresto, pocos días antes de las protestas, de dos exfuncionarias de su Ejecutivo como parte de una investigación federal de corrupción relacionada con programas de salud y educación.

La revelación del «chat» provocó protestas frente a La Fortaleza -sede del Ejecutivo-, donde cientos de personas acudían a diario para exigirle la dimisión de Rosselló gritando el histórico «¡Ricky, renuncia!».

Algunas de las protestas terminaron en incidentes entre los manifestantes y la Policía, tras incendios y el lanzamiento de objetos a las fuerzas del orden.

Las protestas frente a La Fortaleza fueron seguidas por manifestaciones que impulsaron varios artistas puertorriqueños, entre ellos, el rapero René Pérez «Residente», Bad Bunny o Ricky Martin.

LA MANIFESTACIÓN MÁS GRANDE DE LA HISTORIA

El día 22 de julio se llevó a cabo posiblemente la manifestación más grande en la historia de la isla, cuando cientos de miles de personas se agruparon en el Expreso Las Américas en San Juan para exigirle la dimisión de Rosselló.

Entre esos miles acudieron los citados Ricky Martin, Bad Bunny y René Pérez, a los que se sumaron otros artistas como Tommy Torres, Olga Tañón, Ednita Nazario y el exboxeador Félix «Tito» Trinidad.

El analista político Hiram Guadalupe señaló a Efe que, en su opinión, la presión popular contribuyó decisivamente a la salida de Rosselló.

Guadalupe definió los hechos de julio de 2019 en Puerto Rico como «una revolución pacífica» por parte de la población que respondió a las revelaciones del famoso «chat».

El analista recordó que a la salida de Rosselló también contribuyó el estado de crispación creado en la isla después de que las agencias federales estadounidenses arrestaran a la exsecretaria del Departamento de Educación Julia Keleher.

Junto a Keleher, nombrada por Rosselló a pesar de ser estadounidense y sin casi experiencia, también fue arrestada la exdirectora ejecutiva de la Administración de Seguros de Salud de Puerto Rico, Ángela Ávila Marrero, por un caso de corrupción de gubernamental.

«Todo favoreció que se exacerbaran los ánimos, de forma no premeditada», recordó.

ROSSELLÓ ABANDONADO POR SU PARTIDO

Guadalupe dijo que, además de la presión popular, no se puede olvidar que Rosselló quedó «abandonado» por sus compañeros del Partido Nuevo Progresista (PNP).

El presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, Carlos Méndez, del PNP, anunció la puesta en marcha de un proceso de «residenciamiento» -termino utilizado en la isla- contra Rosselló para determinar si el famoso «chat» suponía algún delito, lo que fue confirmado positivamente, aunque antes de que se pusiera en marcha dimitió.

El PNP como partido también le pidió a Rosselló que abandonara la formación, lo que dejó al exgoberador en total soledad, a excepción de la figura de su padre, el que también fuera gobernador Pedro Rosselló (1993-2001).

La profesora de Ciencias Sociales y analista Martha Quiñones dijo a Efe que si bien es obvio que la presión popular tras revelarse el contenido del «chat» fue importante para la salida de Rosselló tampoco puede olvidarse que contribuyó la inmadurez del exgobernador y de la gente que le rodeaba.

«El contenido del ‘chat’ reveló que pensaba, con prepotencia, que se podía repartir el país», indicó.

«Cuando la situación se le fue de las manos es cuando le aconsejaron que se fuera», dijo Quiñones, tras asegurar que algunas de las personas que rodeaban a Rosselló todavía se mantienen en los ámbitos de poder.

El controvertido «chat» vio la luz el pasado 13 de julio de 2019 y, tras masivas protestas, provocó la dimisión de Rosselló, efectiva el 2 de agosto.

Rosselló no se fue solo, sino que su caída arrastró a los cerca de una decena de miembros del «chat», el último, el pasado mes de noviembre, el director ejecutivo de la Autoridad de los Puertos de Puerto Rico, Anthony Maceira.

Las casi 900 páginas del foro dieron para todo tipo de asuntos de la vida pública, empezando por burlas al opositor Partido Popular Democrático (PPD), la mediática alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, o a la exconcejal municipal de Nueva York, Melissa Mark Viverito, a la que se calificaba de «puta».

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