Fotografía de archivo en donde se observan a unos agentes de policía que patrullan una calle en San Juan (Puerto Rico). (Foto: EFE/Thais Llorca)

Puerto Rico sufre un recrudecimiento de asesinatos ligados al control de puntos de venta de droga, una lacra que hace una década se convirtió en el principal problema social de la isla y que las autoridades aseguran está bajo control.

La Policía de Puerto Rico informó que en lo que va de año se han cometido en la isla caribeña un total de 424 asesinatos, lo que supone un 16,7 % más que en las mismas fechas de 2020, un incremento de muertes violentas que ha hecho que se vuelva a reabrir el tema de la criminalidad en las calles de la isla.

Las autoridades policiales dieron a conocer cinco asesinatos registrados en incidentes separados en el espacio de 12 horas en los municipios de Juana Díaz, Guayanilla, Carolina, Bayamón y San Juan, repartidos por toda la geografía de la isla.

Estos últimos datos han hecho que suenen, de nuevo, las alarmas ante un problema que en los últimos años parecía controlado después de que el 2011 las calles vieran como la disputa de los puntos de venta de droga provocaron un problema social que requirió un gran esfuerzo de las autoridades.

MUERTES ASOCIADAS AL NARCOTRÁFICO

Desde el pasado viernes, el número de asesinatos suman ya 14, una cifra de muertes violentas prácticamente asociadas en su totalidad a ajustes de cuentas por asuntos relacionados con el narcotráfico.

El escenario que se encuentra la Policía al atender estos casos es casi idéntico, hombres jóvenes encontrados en el interior de sus vehículos o tirados en la calle con varios disparos en el cuerpo.

El jefe de la Policía de Puerto Rico, Antonio López, apareció en los medios para señalar que la mayoría de los últimos crímenes cometidos lo fueron por acecho, es decir, ajustes de cuentas, además de enviar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía.

El funcionario aseguró que la incidencia criminal no se ha salido de control y que se trabaja para que las investigaciones lleguen a los tribunales con evidencia contundente.

«Que Puerto Rico esté tranquilo», destacó el jefe de la Policía, tras insistir en que muchos de estos asesinatos están ligados al narcotráfico.

ESCALA SIN CONTROL

A pesar de las buenas palabras del jefe policial algunos medios de la isla ya hablan de una escalada sin control de los asesinatos, titulares que recuerdan la situación de hace años en la que las calles parecían fuera de las manos de las autoridades.

Especialmente sangriento fue el lunes, con siete personas asesinadas, un hecho que no ha pasado desapercibido y que ha hecho que vuelva la pregunta de qué está pasando en la isla.

Aunque es difícil determinar por qué llega este «pico» de asesinatos en estas fechas, los protagonistas son, casi siempre, los mismos, hombres en la veintena o treintena relacionados con el narcotráfico que pierden la vida en ajustes de cuentas.

El actual gobernador, Pedro Pierluisi, todavía no ha tenido que afrontar una crisis relacionada con la criminalidad, pero si las cifras siguen en alza tendrá que encarar uno los problemas sociales más graves de Puerto Rico.

EL PROBLEMA YA SE DIO EN 2019

Ricardo Rosselló, en 2019, vio cómo tenía que poner todos sus esfuerzos para atajar una crisis iniciada a comienzos del año, cuando se difundió en las redes sociales cómo delincuentes dirimían sus diferencias a tiros en horas de la mañana en Isla Verde, una de las principales áreas turísticas de San Juan.

El escándalo provocó que el entonces gobernador convocara una cumbre sobre seguridad y la promesa de un refuerzo de la vigilancia en las calles.

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