Fotografía cedida por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) donde aparecen unas personas mientras intentan mover a un manatí hembra de 9 pies (2.75 m) varada en Punta Santiago, Humacao (Puerto Rico). (Foto: EFE/DRNA)

La muerte de dos manatíes el pasado fin de semana, hizo saltar las alarmas sobre esta especie en alto peligro de extinción en Puerto Rico, donde han muerto 11 ejemplares en lo que va de 2021, seis por impacto de embarcaciones, lo que refleja la amenaza para este mamífero marino con entre 300 y 550 ejemplares en aguas de la isla.

El director del Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico, Antonio Mignucci, confirmó que las muertes corresponden a dos hembras que quedaron varadas en las playas de Humacao, municipio de la costa este de Puerto Rico.

Mignucci destacó que se trata de una mala noticia para la reducida colonia de manatíes de la isla, que como alertó está en alto peligro de extinción, a lo que en nada contribuye el escaso cuidado que tienen patrones de embarcaciones que navegan en las cercanías de la costa, precisamente el hábitat de este peculiar mamífero.

«Hay una combinación de factores que influyen en la muerte de estos animales, aunque sin duda influye que la gente navega sin cuidado», resaltó este experto con décadas de experiencia en la preservación de esta especie gravemente amenazada.

Respecto a las dos últimas muertes, Mignucci detalló que se trató de dos episodios separados en la misma área que concluyeron en la muerte de ambos animales.

El primero de los casos corresponde a una hembra que fue localizada junto a una playa cuando era acosada por dos machos con el objetivo de aparearse.

GOLPEADA POR EMBARCACIÓN

El equipo que encabeza, tras comprobar que la hembra parecía herida, ahuyentó a los machos y examinó al ejemplar, lo que evidenció que había sido golpeada por una embarcación, una de las causas de su fallecimiento de camino del Centro de Conservación de Manatíes.

El segundo ejemplar falleció en la misma playa y tras los análisis se reveló que sufría agrandamiento de órganos internos.

«En lo que va de año han muerto en Puerto Rico once ejemplares, de los que seis lo fueron a causa de golpes de embarcaciones», lamentó el experto biólogo.

Indicó que cada año mueren en las aguas de la isla entre 10 y 12 manatíes, más del 20 % de ellos a causa de golpes de embarcaciones.

FALTA DE CONSIDERACIÓN POR LA NATURALEZA

«Hay una falta de consideración con la naturaleza», dijo Mignucci sobre la amenaza para los manatíes en la isla, donde aseguró que falta empatía hacia estos mamíferos, pese a que desde hace muchos años el Departamento de Recursos Naturales trata de inculcar respeto.

«El objetivo es modificar el comportamiento de la gente», aseguró, tras insistir en que falta, a pesar de los mensajes repetidos durante años, una cultura de cuidado del medioambiente.

Resaltó que el problema reside en que el hábitat de los manatíes lo constituyen las áreas costeras, ya que este animal raramente nada a más de 30 pies de profundidad, y es precisamente allí donde abundan las lanchas a motor patroneadas en ocasiones por personas que no prestan la debida atención a la presencia de esta especie, que como dijo -de acuerdo con estudios aéreos- cuenta en la actualidad con entre 300 y 550 ejemplares.

MÁS PRESENCIA EN EL SUR Y ESTE DE LA ISLA

Aunque el manatí se puede encontrar en toda la costa de Puerto Rico es más habitual en las áreas sur y este de la isla caribeña.

Para contribuir a la preservación de esta especie el Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico trabaja desde 2009 en la isla, donde se ha convertido en referencia, no solo para el Caribe sino de toda América Latina, para la recuperación de estos mamíferos y desde hace poco de tortugas también.

Actualmente el Centro supervisa en sus instalaciones a cuatro ejemplares de manatíes enfermos o heridos.

El Centro de Conservación de Manatíes, que está formado y cuenta con el apoyo financiero de la Red Caribeña de Varamientos y de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, dispone de programas de rescate y respuesta a animales varados, rehabilitación y cuidado veterinario, además de investigación de población.

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